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CRAIG & CO. por devil may cry

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Notas del capitulo:

Bueeeeeeeeeeeeeno, empiezo algo fuerte, pero ya se irá calmando la cosa... ¿O no? ¡Suspense!

En fin; espero que os guste ^^

 

 

Capítulo 1: presentación, revelación

 

Dos morenos caminaban tranquilamente por la calle hacia una multinacional de marketing para una prueba da habilidades para poder trabajar allí. No se sabía casi nada de esa multinacional. Sólo que estaba financiada por el gobierno y únicamente los mejores entraban allí. Se pararon y miraron el letrero:

 

CRAIG & CO.

NADA ES LO QUE PARECE

 

Se miraron y entraron por las puertas giratorias. Al entrar vieron a muchos hombres y mujeres de negocios trajeados con maletines donde deberían llevar sus documentos.  El lugar era muy elegante, con los colores blanco y negro, decorado con hierro y madera. Había detector de metales y guardias de seguridad. Cada persona llevaba una tarjeta identificadora que tenían que pasar al entrar. Fueron directamente a hablar con la mujer de recepción y preguntaron por Sasori. La mujer les indicó el camino; piso tercero, al final del pasillo.

            Subieron por el ascensor, acompañados de varios hombres y mujeres de negocios impacientes. Todos les miraban extrañados, nunca les habían visto por ahí. De pronto, el megáfono anunció un llamamiento; “Haruno Sakura, por favor, Haruno Sakura, diríjase al piso -3”. Las puertas se abrieron en la tercera planta y los morenos bajaron del ascensor, dirigiéndose al final del pasillo, mientras la gente no les quitaba los ojos de encima.

            Llamaron a la puerta y esperaron una respuesta. “Adelante”. Entraron en el despacho y el hombre hablaba por teléfono desesperadamente.

 

- ¿Dónde demonios está?... No, esa respuesta no me vale. El agente S-2098 le atrapó en un santiamén y lo habéis perdido por las instalaciones… ¡No! Encontradlo o estás despedido. –colgó bruscamente y miró a ambos muchachos–. Bienvenidos, hermanos Uchiha. Sentaos.

 

Ambos muchachos se sentaron en sus respectivas sillas y miraron atentamente a aquel hombre de negocios, cansado pero sin perder la compostura. Les sonrió complacido por su presencia y les dio la bienvenida.

 

- Bueno, espero que no hayáis tenido problemas para llegar hasta aquí.

- En absoluto, -respondió el mayor– no se preocupe.

- Oh, por favor no, no me tratéis de usted, no soy tan mayor. –respondió riendo–. En fin, Sasuke, Itachi, bienvenidos a bordo.

- Gracias. –respondieron ambos.

- A ver –el hombre sacó unas fichas–, estos serán vuestros compañeros; el agente S-2077; Sai Sato, la agente A-2060; Sakura Haruno, el agente S-2090; Neji Hyûga, el agente A-2068; Kiba Inuzuka y por último el mejor agente de nuestra compañía, el agente S-2098; Naruto Uzumaki. Cada uno tiene su especialidad; Sai Sato es especialista en armas blancas, Sakura Haruno en lucha cuerpo a cuerpo, Neji Hyûga, al igual que Hinata Hyûga en venenos, Kiba Inuzuka en adiestramiento de animales y ataques desde lejos. Naruto es el especialista en armas de fuego; es muy buen francotirador, incluso sabe construir sus propias armas.

 

Sasuke e Itachi se quedaron bastante sorprendidos, Veían las fotografías de los agentes de su departamento y no creían que unas personas como esas pudieran ser tan buenas.

 

- Supongo que sabréis las jerarquías; los agentes se dividen de menos buenos a más buenos; D, C, B, A y S. Nuestros mejores agentes S son Naruto Uzumaki, Neji Hyûga, Sai Sato, Shino Aburame, Lee,  Shikamaru Nara y Sabaku no Gaara. Tan sólo puede haber un agente S por categoría; por ejemplo; no puede haber dos agentes S mejores en lucha cuerpo a cuerpo. Por lo tanto en la categoría S tenemos a Lee, y Sakura Haruno es A.

- Entiendo. –empezó Itachi– Pero, ¿cómo lo saben? Es decir; quién es el mejor.

- Hoy mismo son las pruebas. ¿Queréis ir a ver?

- Me encantaría. –contestó Sasuke.

 

Los tres se levantaron de sus respectivos asientos y salieron de la habitación. Se dirigieron al ascensor y Sasori marcó el número 0. Bajaron por el ascensor escuchando a Sasori;

 

- Primero iremos a las pruebas de las armas de fuego. Veremos a novatos que acaban de entrar en el cuerpo, a agentes de la compañía y a Naruto Uzumaki. –hizo una pausa breve–. Si le encontráis… –rió para sí mismo.

- ¿A qué se refiere? –preguntó Itachi.

- Bueno, ya os he dicho que es el mejor francotirador… las pruebas se hacen en un bosque artificial, con una base falsa y un río. Las armas las escogen ellos… Naruto sabe esconderse muy bien entre los árboles, se aprovisiona extrañamente bien y cuando le pillan no sé cómo se lo hace pero siempre acaba escapando y disparando primero. Los novatos le conocen, todos, sólo se habla de él, y siempre le estudian. Nunca nadie ha conseguido darle desde hace cinco años. Y aquí es muy difícil ser agente S cinco años consecutivos: Neji lo es desde hace tres, al igual que Lee, Sai desde hace dos y Shino es muy reciente; hace un año.

 

Llegaron a la planta cero y pasaron por un pasillo de cristal, por el que se podía ver el bosque de pruebas en una gran sala. Entraron en la sala de mandos y vieron a agentes ante los monitores con los cascos puestos, mirando las pantallas.

 

- El número 17 eliminado…

- El 09 también…

- Los números 04 y 27 eliminados…

- ¡Dos de golpe! Ése ha sido Naruto seguro…

 

Los cuatro hombres rieron ante el comentario del último. Cuando se dieron cuenta de que su jefe estaba en la sala se callaron de golpe y miraron muy atentamente la pantalla.

 

- Veréis –habló de nuevo Sasori –Este método es muy sencillo; todos llevan armas con cargas de pintura roja, y cuando se les da, su chaleco cambia de color verde a color rojo. Eso significa que ya están eliminados y no se les puede dar. Esto también funciona para practicar a quién se le debe disparar y a quién no. Si alguien dispara a un eliminado queda grabado en su arma.

- ¿Cuánto dura la prueba? –preguntó Sasuke.

- Pues eso depende –le contestó uno de los cuatro chicos–. Suele durar dos días, pero Naruto se los puede ventilar antes. –rieron los cuatro y Sasori–. El último que queda en pie es el futuro agente S. La prueba es individual, no hay grupos.

- ¿Habéis localizado a Naruto? –preguntó Sasori apoyándose en la mesa de mandos y mirando fijamente los monitores.

- No, señor; sabe los puntos muertos de las cámaras.

- Mmh… –Sasori parecía un poco decepcionado.

 

Los cuatro hombres iban diciendo en voz alta los números de los agentes eliminados, y Sasuke e Itachi miraban fijamente los monitores.

 

- Allí. –saltó Itachi.

- ¿Qué? –los cuatro hombres y Sasori le miraron.

- Naruto Uzumaki está allí. –repitió Sasuke. Echó a uno de los cuatro hombres y se sentó en una silla. Tocó unos cuantos botones y una cámara se acercó a un pino. Elevó la visión de la cámara y se pudo divisar a un chico con casco, chaleco, botas y guantes con un arma apuntando y disparando. A pesar de todo ello, se podía ver su coleta rubia, que destacaba entre el traje verde de camuflaje. Llevaba en el cinto varias armas de diferentes calibres y tamaños.

- ¡Es Naruto! –se sorprendió uno de los chicos.

- ¿Cómo lo habéis sabido? –preguntó Sasori sorprendido.

- Es fácil si observas el ángulo desde el que los agentes son dados por las balas de pintura. –respondió Sasuke.

- Teniendo en cuenta el ángulo y las salpicaduras se sabe que debe de estar a unos siete u ocho metros por encima de la persona. –continuó Itachi.

- Por ello Naruto debe de estar a unos ocho metros por encima de los demás. –murmuró uno de los hombres.

- Si observamos el impacto de la pintura y la extensión y la fuerza de las salpicaduras, se sabe que sebe de estar a unos once metros de la persona. –continuó Sasuke.

- Y si vemos dónde le ha dado; derecha o izquierda sabemos exactamente dónde puede estar situado. –acabó Itachi.

- Vaya… –Sasori les miró atentamente– Estoy orgulloso de teneros a bordo.

- Los Uchiha, supongo… –habló uno de los cuatro chicos. Todos le miraron–. Soy Chouji Akimichi. –Se levantó de su asiento y les ofreció la mano. Ambos se la estrecharon.

- Chouji, –habló Sasori –sube el volumen en la zona y aumenta el campo de visión.

- Sí señor. –se sentó e hizo lo mandado. Activó los micrófonos del árbol y escucharon atentamente.

 

- Treinta y dos… –Naruto se sentó en la rama del árbol para poder recargar el arma. –Bueno, ¡a por ellos, tigre! –hablaba consigo mismo. Volvió a posicionarse en la rama y apuntó;– Treinta  y tres… ¡¡Yiiiha!!

 

            Naruto cantaba Whiskey in the jar, de Metallica, mientras disparaba a los agentes. Se calló de golpe y se quedó inmóvil. Un agente se iba acercando a su zona lentamente sin hacer ruido. Naruto sacó un rifle y le puso un silenciador. Esperó a que estuviera lo suficientemente cerca para darle, y cuando estuvo justo debajo, le disparó en el casco de la cabeza. El hombre cayó al suelo por la fuerza y Naruto aprovechó para bajar para quitarle sus armas y su munición.

 

- Holaa –Naruto apareció por detrás del agente mientras éste se levantaba. Se giró de golpe.

- ¿Qué demonios?... ¿Naruto Uzumaki? –preguntó entre decepcionado e ilusionado el agente.

- Sssht, te escucharán… –se puso un dedo en la boca–. Escúchame, –hablaba bajito el rubio– dame tus armas y tu munición.

- ¡Oh Dios mío, Naruto Uzumaki!

- No, no, no… –Naruto miró hacia todas partes –Cállate imbécil, ¡te van a escuchar!

- ¡Naruto Uzumaki! –gritaba cada vez más alto.

- Serás idiota… –Naruto se puso en posición de ataque y le dio una patada en la zona de las costillas. El hombre se dio contra un árbol y cayó al suelo.

- ¡¡Au!! ¡¡Me has hecho daño Naruto Uzumaki!! –gritó el hombre fuertemente.

- ¡¡Pero serás gilipollas!! –gritó el rubio –Un momento… –el hombre le miró inseguro y Naruto retrocedió– ¡Hijo de puta! ¡Lo has hecho adrede!

 

Se oyeron unas voces cerca del lugar y Naruto se alarmó. Cogió las armas y la munición del agente, las puso en una bolsa y sacó dos rifles con silenciadores. Se ató la bolsa al cinto y cogió un rifle con cada mano. Fue corriendo a esconderse tras un árbol mientras el otro gritaba. Se hartó, volvió, le quitó el casco y le dio un puñetazo en la boca. El hombre se puso a sollozar, le había arrancado un diente. Naruto le miró con rabia y le dio un golpe tan fuerte en el cuello que le dejó inconsciente.

 

- Gilipollas. –Murmuró el rubio.

 

            Salió corriendo hacia el árbol e intentó escalarlo, pero los agentes vinieron antes de que pudiera conseguirlo. Se quedó quieto. Dejó la bolsa en el suelo y calculó que serían tres hombres, por los pasos y las voces. Se asomó un poco por el lado derecho del árbol y vio a los tres hombres agachados dándole la vuelta a su compañero. Aprovechando el hecho, Naruto salió de detrás del árbol y disparó a los tres hombres sin ningún problema.

 

- Es muy bueno –dijo Sasuke.

- Sí, pero pierde los nervios muy fácilmente. –observó Itachi.

- Y que lo digas, –Sasori les miró– es una de los peores defectos de Naruto. Pero es que lo que ha hecho ese agente no se puede hacer. Debes callarte y dejarle las armas sin rechistar. Y no se pueden hacer grupos, por lo que…

- Un momento… –habló Sasuke. Todos callaron– mirad, están eliminados, pero creo que va a haber pelea…

 

            Naruto se alejaba de los tres hombres extrañado. En cambio, los tres se acercaban a él riéndose maliciosamente.

 

- ¿Qué coño hacéis? –preguntó asustado– Estáis eliminados, dejad vuestras armas en el suelo y dirigíos a la salida.

- No. –respondió uno de ellos.

- ¿Cómo que no? –Naruto frenó su marcha y les miró enfadado.

- Sentimos decirte esto así, Naruto, pero somos tus fans –habló uno.

- Me alegro mucho por eso… –rió nervioso– Pero me estáis haciendo perder el tiempo.

- Oh, vaya… –ironizó uno– Lo siento.

 

Los tres dejaron sus armas en el suelo, y Naruto hizo lo mismo. Se miraron. Los hombres se quitaron los cascos.

 

- ¿Qué queréis? –preguntó el rubio.

- A ti.

- ¿Eh? –Naruto rió.

- No es broma. –dijo uno seriamente.

- Mirad, esto es absurdo…

- ¡No lo es! –gritó uno. Los tres se acercaron al rubio.

- ¡Eh! –advirtió Naruto– Habéis visto a vuestro compañero… –hizo una pausa al ver que no se detenían– ¡Pues eso es lo que os pasará a vosotros si seguís acercándoos!

 

- ¡Control! –gritaba Sasori por un micrófono –Detened a esos imbéciles… son tres, están eliminados, las coordenadas son tres…

 

Sasuke apagó el micrófono y Sasori le miró sin entender.

 

- ¿Qué coño haces Uchiha? –preguntó colérico y gritando.

- Si no es capaz de deshacerse de ellos tres sin ayuda no se merece ser un agente S.

- Tiene razón mi hermano, señor. –justificó Itachi– Aunque siento las maneras con las que se lo ha dicho.

 

Los tres hombres cogieron a Naruto y él no hacía nada al respecto. Ellos se extrañaron, pero continuaron con su tarea. Uno de ellos le quitó el casco y le miró a los ojos.

 

- Realmente preciosos –empezó el chico– Mira que sólo tienes veintitrés años… y ya provocas de esta manera a unos hombres hechos y derechos como nosotros…

 

El hombre se acercó a él lentamente y Naruto le dio un fuerte cabezazo. El hombre cayó de espaldas y, aprovechando la confusión le dio un codazo en la barbilla al de la derecha y una patada en el estómago al de la izquierda. Con los tres en el suelo, Naruto aprovechó para dejarlos inconscientes uno a uno.

 

- Estúpidos… –Naruto se puso el casco de nuevo y se quedó pensando–. ¡Mierda! Me he descontado…

 

El rubio cogió sus armas y la munición de los tres hombres, subió al pino, cogió su mejor arma, que había dejado arriba para no ir cagado con ella, y se mudó a otro árbol.

 

            Sasori salió de la sala junto con Sasuke e Itachi al acabar la prueba. Naruto había quedado primero, nada nuevo. El pelirrojo le dijo a los hermanos de conocer al rubio, y ellos asintieron con mucho gusto. Llegaron, siguiendo el pasillo, a una puerta doble de madera de roble, por la que empezaba a salir gente ya vestida y se iba decepcionada. Ellos entraron por la puerta y se dirigieron a los vestuarios. Entraron dentro y, una vez allí, Sasori empezó a buscar al rubio preguntando a los agentes. Le indicaron que estaba solo en la última ducha. Los tres se dirigieron hacia allí y le vieron salir con un albornoz blanco, con la capucha de éste puesta.

 

- Naruto. –Sasori llamó la atención del rubio, y éste se giró.

- ¿Qué coño quieres Sasori? –preguntó molesto, frotándose la cabeza con la misma capucha del albornoz, y dándole la espalda.

- Naruto, –habló Sasori autoritario– gírate ahora mismo.

- ¿Qué? –preguntó molesto de nuevo, pero girándose. Tenía la cabeza gacha y miraba hacia otro lado.

- ¿Estás molesto porque han descubierto tu posición? –preguntó comprensivo.

- No. –le miró– Estoy molesto porque un gilipollas eliminado, asqueroso, ha descubierto mi posición a otros tres idiotas.

- Naruto… –quiso consolarle Sasori.

- No digas nada, ¿vale? –Naruto abrió su taquilla de un golpe seco.

- Siéntate. –le ordenó Sasori. Naruto se sentó en el banco y se puso a darse golpes contra la taquilla con la cabeza– Naruto, no ha sido culpa tuya…

- ¡Por supuesto que sí que ha sido culpa mía, Sasori! Como un imbécil no me he dado cuenta de sus intenciones. –se cruzó de brazos.

- Pero no debes estar molesto por eso…

- En realidad sí debería. –intervino Sasuke en la conversación–. Él mismo se ha delatado, hay que ser estúpido.

 

Naruto, que no se había dodo cuenta de la presencia de los dos morenos, miró mal a Sasuke. Se levantó y le miró a los ojos.

 

- ¿Y quién coño eres tú? –preguntó molesto el rubio.

- Sasuke Uchiha, tu nuevo compañero de división.

 

El rubio se quedó callado. Miró a los morenos, y luego miró a Sasori. Volvió a mirar a los morenos y rodó los ojos. Le dio un puñetazo a su taquilla y la deformó.

 

- Lo que faltaba, ¡¡joder!! –gritó Naruto.

- Naruto, por favor… –intentó calmarle Sasori.

- Dejadme en paz.

 

Naruto se quitó el albornoz, dejando ver su cuerpo desnudo, y volvió a meterse en la ducha. Todos se le quedaron mirando, pero cuando entró en la ducha, desviaron la mirada al mismo tiempo. Sasori les miró, los tres estaban sonrojados.

 

- Siento que le hayáis conocido así… –se disculpó Sasori– Normalmente es un encanto de chico.

- Es muy infantil. –se quejó Sasuke.

- Me gusta… –murmuró Itachi sin que nadie le escuchara.

 

Los tres salieron de los vestuarios y luego por la puerta de roble. Sasori les dijo de ver cada una de las pruebas y estuvieron de acuerdo. Vieron las pruebas para ser agentes D, C, B, A y S.

Los agentes quedaron de la siguiente manera;


Agentes S:                                                          

- Naruto Uzumaki (armas de fuego)

- Neji Hyûga (venenos)

- Sakura Haruno (cuerpo a cuerpo)

- Sai Sato (armas blancas)

- Shikamaru Nara (estrategia, informática y protección)

- Shino Aburame (adiestramiento y ataques a distancia)

- Sabaku no Gaara (bombas y lucha cuerpo a cuerpo)

Agentes A:

- Ino Yamanaka (armas de fuego)

- Hinata Hyûga (venenos)

- Lee (cuerpo a cuerpo)

- Ten Ten (armas blancas)

- Sabaku no Temari (estrategia, informática y protección)

- Kiba Inuzuka (adiestramiento y ataques a distancia)

- Haku Saiko (bombas y lucha cuerpo a cuerpo)


 

 


Sasori reunió a todos los agentes A y S para informarles de la incorporación de dos agentes adicionales. Una vez todos reunidos en una sala con decoración minimalista, Sasori les ofreció asientos a todos. El pelirrojo encabezaba la mesa, a su lado derecho se sentaba Naruto, y a su lado izquierdo se sentaban los Uchiha. Los demás se sentaron como quisieron a lo largo de la mesa.

 

- Está bien, chicos. –calló a los agentes– A ver, os he reunido aquí para informaros de la nueva incorporación de la agencia. –se levantó, al igual que los hermanos–. Ellos son Itachi y Sasuke Uchiha.

 

            Todos saludaron excepto Naruto, que dejó escapar un bufido. Ino le miró mal y le puso cara de asco. Se dispuso a ofenderle;

 

- ¿Te parece mal Naruto? –todos miraron a Ino.

- Sí. –contestó Naruto.

- Oh vaya, entonces Sasori no debería contratarles, ¿no? –todos se tensaron.

- Yo no he dicho eso, estúpida. –le miró mal.

- Eso está claro, porque sino Sasori no les habría contratado. No puede defraudarte, ¿no? Al fin y al cabo te lo tiras.

 

            Toda la sala se tensó de golpe. No se oyó un solo ruido en ella. Naruto se levantó colérico.

 

- ¿Qué has dicho, puta? –se rebotó con fuerza.

- Lo que oyes maricón. –le respondió levantándose también.

 

           Naruto rodeó la mesa hasta estar en frente suyo. Todos se levantaron y unos sujetaron al rubio y otros a Ino. No querían peleas.

 

- ¿De qué coño vas zorra? –gritaba Naruto intentando deshacerse de los que le agarraban.

- No voy de nada, sólo digo la verdad…

- La envidia es muy mala… –soltó Sai.

- ¿De qué coño vas tú, imbécil? –le reprochó Ino–. ¿También te lo has tirado a él? –le habló a Naruto con sorna.

- ¡Yo no me he tirado a nadie! –gritaba Naruto rojo de la ira.

- Ya… claro, y hoy te lo has pasado bien en la prueba, ¿no? –Naruto le miró enfadado– Seguro que si no fuera por las cámaras te hubieras dejado follar por esos tres, ¿a que sí?

 

            Naruto explotó. Repartió golpes entre todos los que le sujetaban y fue directo a por Ino. De repente, sin saber cómo, Sasuke apareció y se tiró encima del rubio, aprisionándole los pies y las muñecas contra el suelo. Todos se sorprendieron, e Ino dejó de forcejear.

 

- ¿Qué coño…? –preguntó el rubio al aire.

- No pierdas la calma. –empezó el moreno. Se miraron a los ojos, y no supo por qué, pero Naruto se tranquilizó. –Es lo peor que puedes hacer en el campo de batalla. –se acercó a su oreja y le susurró;– Es pura envidia.

 

Sasuke se apartó de encima del rubio y él se sentó en el suelo. Se miraron durante un largo rato hasta que Ino rompió el silencio con otro comentario despectivo;

 

- El siguiente.

 

oooOooOooOooOooo

 

 

- ¡Naruto! –Sasori llamaba al rubio.

- No quiero hablar. –Naruto no se paró.

- Espera… –le cogió por el hombro.

- ¿Qué? –paró su marcha y se giró para mirarle.

- Siento lo de la reunión…

- ¡No ha sido culpa tuya! –Naruto le miró apenado– Es sólo que no sé de dónde ha sacado la imbécil esa que tú y yo estamos liados…

- Yo… –Sasori calló de repente.

- Es que de verdad que no lo entiendo, si ni siquiera…

- Me gustas. –dijo rápidamente.

- Y… –Naruto procesó los datos– ¿Qué has dicho? –se quedó de piedra.

 

            Sin venir a cuento, Sasori le abrazó y le besó. Naruto se quedó helado, no reaccionó. El pelirrojo, al ver que no se defendía, intentó profundizar el beso, pero Naruto se apartó de él rápidamente.

 

- ¡Sa-Sasori! –Naruto no sabía qué decir.

- ¡Es en serio! –intentó acercarse a él– me gustas muchísimo, desde hace mucho tiempo… ¡y no sé qué hacer porque cada vez te deseo más y más!

- Pe-pero…

- Por favor no te vayas –dijo el pelirrojo al ver que Naruto retrocedía.

- Sasori… tú no me gustas… no… no me gustan los hombres… A mí me gusta Sakura. –dijo con la mirada gacha.

- … –Sasori le miró– Lo siento.

 

Cuando Naruto levantó la vista, Sasori ya se había ido. El rubio se sentó en una silla del pasillo. Escuchó ruidos y agudizó sus sentidos. Alguien les estaba espiando. Se levantó sin hacer ruido, y abrió la puerta de su derecha. Se quedó boquiabierto. Todos, absolutamente todos los que estaban antes en la reunión, incluida Sakura, estaban allí. Intentaron disimular, pero está claro que no lo consiguieron.

 

- ¿Qué coño…? –Naruto intentó preguntar, pero vio a Sakura entre todos. Ino lloraba.

- Naruto… –Kiba se acercó a él, pero el rubio se apartó. Sakura le miró y él salió corriendo.

 

            No quería saber nada de todos esos idiotas que espiaban conversaciones ajenas. ¡Genial! Ahora toda la plantilla sabía que a Sasori le gustaba Naruto, y que a Naruto le gustaba Sakura. ¿Podía ir peor el día, eh? ¿Acaso podía ir peor? ¡Imposible!

 

 

oooOooOooOooOooo

 

 

Sasori se dirigió triste y solo hacia su despacho. Una vez dentro, se apoyó sobre la puerta y una solitaria lágrima cayó por su mejilla derecha. Abrió los ojos y se puso a gritar y a ponerlo todo patas arriba; tiró los documentos de su mesa, de una patada cayó la silla, y tiró los jarrones y fotos de sus estanterías. Cayó al suelo rendido, y vio una fotografía suya, en la que salía toda la plantilla. Naruto le abrazaba de manera amistosa. Sasori se pasó una hora llorando en su despacho.

 

 

oooOooOooOooOooo

 

 

Naruto caminaba triste por los pasillos de central. Nada podía salir peor; le pillaban y engañaban en la prueba, se peleaba con Ino, vienen dos chicos nuevos; uno de ellos idiota, decepcionaba a Sasori y Sakura se enteraba de que estaba enamorado de ella. Genial. Perfecto.

Cuando quiso darse cuenta, estaba enfrente del despacho de Sasori. Estuvo unos minutos allí plantado, sin hacer nada, simplemente mirando la puerta. Se decidió a entrar. Dio tres toques en la puerta y entró sin esperar respuesta. Al entrar vio a Sasori sentado en el sofá y el despacho patas arriba. Se asustó y fue corriendo hacia él.

 

- ¿Sasori, estás bien? ¿Te ha pasado algo? ¿Quién ha sido? –se puso de rodillas enfrente del pelirrojo y le miró a los ojos.

- Yo. He sido yo mismo. –respondió triste.

- … Sasori…

- No, no digas nada, Naruto, por favor.

- Vale. –se sentó a su lado.

- Te… ¡te quiero! –Sasori se giró desesperado, con lágrimas en los ojos. –No sabes cuánto disfruto estando contigo, me… me revolotean mariposas en el estómago cuando te miro y… y no sé. No sé, de verdad. No sé por qué te lo he dicho. Es poco profesional. ¡Soy tu jefe! –le miró a los ojos–. Pero no lo puedo evitar, Naruto, te… te deseo, te deseo a mi lado, y carnalmente también, muchas veces he fantaseado con tu cuerpo desnudo y…

- No sigas… –le cortó avergonzado –por favor, Sasori… señor.

- ¡No! ¡No me llames señor! Por favor, no quiero perder tu confianza…

- Lo siento.

- No lo sientas… soy un estúpido… he sido realmente muy estúpido al pensar que podría gustarte… –le miró de nuevo a los ojos– Pero, ¿sabes qué? No puedes evitar que… bueno, que me sigas gustando.

- Sasori, mira…

- No, déjame acabar. –Naruto calló y miró a su jefe –Sólo quiero que sigas… que sigas a mi lado, que me trates como hasta ahora, que me saludes, que me mires… no te pido nada más, aunque me gustaría, no creas. Muchas veces he imaginado cosas obscenas contigo…

- Sasori, te vas del tema otra ve… –Sasori le cortó poniéndole un dedo en los labios.

- … Cosas obscenas como que te hacía el amor, o que tú me hacías una felación o… –Naruto se puso nerviosos y se levantó del sofá.

- Sasori, por favor…

- Lo siento, lo siento, de veras… –se levantó de nuevo– No sé en qué estaría pensando… yo… lo siento. Sasori le miró a los ojos, y Naruto le restó importancia al asunto con la mirada.

- No importa, Sasori. –le sonrió tiernamente.

- Esa es la sonrisa que me vuelve loco…

- Sasori, por fav… –Sasori le empujó antes de que el rubio pudiera acabar su frase y cayó al suelo, y se dio un golpe en la cabeza. Se quedó medio aturdido. Aprovechando eso, Sasori se posicionó entre sus piernas y le agarró de las muñecas fuertemente.

- No quiero tenerte únicamente en mis sueños, Naruto, te necesito…

 

            Sasori besó al rubio aturdido, y empezó a acariciarle el torso con una mano. Estaba empezando a notar los cambios en su cuerpo a causa de la excitación, cuando Naruto empezó a entender lo que pasaba. El pelirrojo empezó a restregar su miembro contra el culo de Naruto, y éste se asustó.

 

- Sa… Sasori –intentaba hablar Naruto– Basta, por favor vuelve en ti Sasori, ¡vuelve en ti!

 

Se equivocaba, las cosas sí que podían ir peor.

 

CONTINUARÁ

 

 

 

 

 

Notas finales:

Espero que os haya gustado ><


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