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Hetalia by... por yaoigirlxxx01

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Notas del capitulo:

Este es el segundo capítulo de este fic, hecho con historias inspiradas en las caciones de Lady Gaga.

Este es de la cancíon Paparazzi.

Es un GerXAus y UsaxAus, espero que les guste.

Hetalia no es mio, es de su creador.

 

Me encuentro en la capital de mi país natal: Viena, Austria. Estoy tocando en el concierto, el cual cierra mi gira, es la canción final: “Nocturne Op. 9, n.º 2” de Chopin, por una extraña razón desde que recuerdo es mi canción favorita aunque Ludwig,  mi representante, lo tenga un poco harto, debido a que la toco muy seguido.

Mi nombre es Roderich Edelstein, soy un pianista de reconocimiento mundial, he dado conciertos en Norteamérica, Asia y casi toda Europa, a veces me cuestiono todo este éxito.

Ya terminado el concierto me dirijo a la salida del Teatro en donde me presente, acompañado de mi manager Ludwig Beilschmidt, el cual es también mi pareja, aun no sé cómo es posible que estemos juntos, pero no me importa porque me hace muy feliz tenerlo a mi lado.

Ya estando afuera, de repente me sorprende un flashazo en la cara.

 

-          Salió muy bien, Mr. Edelstein-. Dijo una voz chillona, pero bastante familiar.

-          Oh, Alfred, me sorprendiste, me seguiste por toda mi gira-. Comente sorprendido.

-          Sí, pero mi intención no es importunarlo, solo hago mi trabajo-. Respondió Alfred.

-          No te preocupes, bueno ya tienes tu foto, así que pasamos a retirarnos-. Le dije, él solo asintió con una tierna sonrisa, mientras Ludwig no dejaba de observarlo con algo de desconfianza.

 

Ludwig y yo subimos a la limosina que se encontraba ya esperándonos, al arrancar mi manager empezó su clásico sermón acerca del fotógrafo.

 

-          Roderich, ese tipo es un vil paparazzi, ten cuidado-. Dijo Ludwig.

-          Tranquilo, es inofensivo, lleva fotografiándome mucho tiempo, solo hace su trabajo-. Dije intentando calmar a mi manager.

-          Te siguió por toda la gira-. Replico mi rubio.

-          Te repito, solo hace su trabajo-. Le dije de nueva cuenta.

-          Está bien-. Dijo, mientras se acercaba a mí para tomar mi mentón y darme un tierno beso en los labios.

-          Te amo-. Me dijo.

-          Yo también, te amo-. Le conteste para después volverlo a besar.

Pasaron algunas semanas y no volvimos a tocar el tema de Alfred, regresamos a Estados Unidos, no me gusta mucho vivir aquí, debido a su comida grasosa, el escándalo, la falta de clase, pero mi compañía discográfica esta en este país y Ludwig dijo que era más conveniente vivir aquí, que andar viajando a cada rato, en parte tiene razón, los boletos de avión son sumamente caros.

En este momento Ludwig y yo nos encontrábamos en una junta con los directivos de la disquera, los cuales querían que compusiera el tema principal de una película épica pero de romance, a Ludwig le parece una magnífica idea, mientras que a mí no.

Ya afuera de la reunión, Ludwig intenta convencerme para que haga la canción para la película.

-          Vamos Roderich, será una gran oportunidad para expandir tu música-. Dijo de una forma muy positiva, mi novio.

-          No quiero, me volveré muy comercial-. Le conteste.

-          ¿Comercial?, No seas exagerado, tocas el piano, ni que fueras Lady Gaga-. Me respondió irónicamente, lo cual me molesto.

-          Si, solo toco el piano-. Respondí.

-          No te pongas así, mira no me respondas ahora, pero piénsalo-. Me propuso mi manager.

-          Está bien, pero no prometo nada, me voy, te veo en casa-. Le dije secamente y me dispuse a salir del lugar, sin esperar una respuesta de su parte.

Ya me encontraba afuera del edificio y recordé que había venido con Ludwig,  por lo tanto debía irme en taxi a casa, cuando me disponía solicitarlo, una voz me distrajo.

 

-          Hola, Mr. Edelstein-. Dijo Alfred.

-          Ay, me asustaste Alfred-. Me limite a responder.

-          Lo lamento, ¿Qué hace aquí en la calle?-. Me pregunto. Mientras sonreía.

-          Intento tomar un taxi-. Respondí.

-          Uy no, eso no, usted no debe ir en taxi, permítame llevarlo a su mansión-. Me ofreció muy cálidamente.

-          No puedo aceptar-. Le respondí.

-          Insisto, es lo menos que puedo hacer por usted-. Me dijo.

-          Bueno, está bien-. Termine aceptando, total me iba a ahorrar lo del taxi.

 

Ya dentro de su vehículo, la cual es una camioneta 4x4, color verde militar, pude notar su pésima alimentación, debido a que en la parte trasera estaba llena de envoltura de hamburguesas y malteadas.

 

-          Discúlpeme por el desorden. Mr. Edelstein-. Me dijo muy apenado, mientras se disponía a conducir.

-          No te preocupes, pero deja de llamarme así, puedes decirme Roderich-. Le dije tranquilamente.

-          Oh, es un honor para mí, Roderich-. Me contesto, no pude evitar notar que se sonrojo al pronunciar mi nombre.

 

Seguimos el camino a mi hogar, hablando de música, fotografía y demás temas. Al momento de llegar a mi casa, no pude evitar notar que llegamos, sin la necesidad de preguntarme la dirección.

 

-          Muy bien, ya llegamos-. Dijo Alfred.

-          Cierto, pero no me pediste ninguna indicación-. Dije un poco sorprendido.

-          No era necesario, me se la dirección de memoria, a veces vengo a tomar fotos para la revista-. Respondió mientras volvía a sonreír, en ese momento se bajo del carro, yo disponía a hacer lo mismo, pero él me lo impidió.

 

Al momento de bajarse el, rápidamente se dirigió a mi lado de la camioneta para abrir la puerta y ofrecerme la mano para bajar.

 

-          Estas bellas manos, no deben esforzarse-. Me dijo mientas tomaba mi mano derecha y la besaba, no pude evitar sonrojarme.

-          Oye, ¿No quieres una taza de té? Para agradecerte el hecho de que me trajiste-. Le dije.

-          ¿En serio?-. Me pregunto, sus ojos se iluminaron.

-          Si-. Respondo sorprendido.

-          Gracias-. Respondió muy contento Alfred.

 

Ya dentro de mi mansión, lo pase a la sala y fui a preparar el té. Cuando regrese con las bebidas y unas galletas, nos pusimos a charlar más.

 

-          Roderich, ¿Vas a aceptar la oferta de la película?-. Me pregunto.

-          ¿Cómo sabes de ese proyecto?-. Le pregunte muy sorprendido.

-          Tengo mis contactos en la disquera-. Respondió.

-          No lo sé-. Le respondí la pregunta que me hizo anteriormente.

-          Sera una gran oportunidad, así millones de personas te conocerán y podrán disfrutar tu gran música-. Me dijo.

-          ¿Tú crees?-. Le pregunte.

-          Sip, eres el mejor pianista del mundo-. Me contesto, me alegro mucho su respuesta, era tan admirada, no como la de Ludwig.

-          Gracias, ¿Te gusta mi música?-. Le pregunte.

-          Sí, todo lo que haces me gusta-. Me respondió muy contento, cosa que me alegro, me hizo sentir especial.

-          Pues muchas gracias-. Le respondí, no pude evitar sonrojarme.

-          Te ves muy lindo, sonrojado-. Me dijo muy seductoramente, mientras se iba acercando a mí.

 

Al tenerlo frente a mi me tomo del mentón y me dio un beso que solo rozo mis labios, paso su lengua por ellos, como buscando mi aprobación, yo simplemente abrí mi boca para que pudiera seguir besándome y así fue, su lengua invadió mi boca y nuestras lenguas se comunicaban entre sí.

 

-          Vamos a un lugar más cómodo, subamos a mi recámara-. Le sugerí.

-          Perfecto-. Dijo el fotógrafo.

 

Y nos dirigimos a mi habitación, la cual comparto con Ludwig, en el camino seguíamos besándonos y explorando nuestros cuerpos, ya en la cama empezó a quitarme mi gabardina y la camisa para dejarme con el torso desnudo, después se deshizo de su  chamarra y se posiciono sobre mí.

 

-          Siempre soñé con tenerte así-. Me confesó Alfred.

 

Y comenzó a lamerme los pezones y yo solo emitía gemidos al principio intentaba callar.

 

-          No, déjame oír tu bella voz-.Me dijo y yo solo gemía, pero ahora sin control.

 

Después prosiguió con quitarme el pantalón y los bóxers, tomo mi miembro y lo empezó a masturbar, yo seguía gimiendo sin control, al verlo duro, lo introdujo en su boca y comenzó a succionarlo rápidamente, tanto que no pude evitar correrme en él.

-          Sabes delicioso-. Me dijo mientras me quitaba el pantalón y se sentaba en la cama, en eso me posiciono sobre él para sentarme entre sus piernas.

-          ¿Lo quieres?-. Me pregunto Alfred.

-          Si-. Le respondí excitado.

 

En eso Alfred, llevo dos de sus dedos a mi boca para que los lamiera, ya mojados lo llevo a mi entrada, los introdujo, no pude evitar gemir de lo bien que se sentía, después los saco, me cargo con una facilidad  y me lo introdujo a su miembro de un solo golpe, grite muy  alto emitiendo un gran gemido que él acallo con un beso lujurioso y apasionado.

Empezó  a hacerme subir y bajar con una rapidez, mi ser no podía más y me vine en nuestros torsos, Alfred seguía haciendo lo suyo dentro de mí, hasta que llego al clímax en mi interior.

 

-          Ere-ssss per-fecto-. Dijo mientras intentábamos recuperar el aliento.

 

Cuando me dijo eso, me di cuenta de lo que había hecho.

 

-          Vete-. Le dije.

-          ¿Por qué?-. Me pregunto sorprendido.

-          He cometido un gran error, me deje llevar, lo lamento-. Le dije muy apenado.

-          ¿Un error?-. Pregunto enojado, mientras se ponía su pantalón.

-          Si, lo que ocurre es que yo…-. Intente decirle, sin lastimarlo.

-          Tú no me amas-. Termino de decir lo que planeaba.-. –Eso es mentira y lo que acabamos de hacer es la prueba-. Me dijo.

-          No, yo amo a Ludwig-. Le dije molesto.

 

Al finalizar la frase, sentí un golpe e mi cara.

 

-          No, tú me amas, tanto como yo te amo a ti, eres mío-. Me dijo fríamente, cosa que me hizo pensar en todo lo que me había dicho Ludwig sobre él.

-          Estás loco-. Le grite a mi agresor.

-          Loco, estoy loco pero por ti, desde que te vi en tu primer recital hace 5 años, me enamore de ti, te estado siguiendo, tomándote fotos-. Me dijo, cuando termino de hablar, intente huir.

Pero otro golpe, pero ahora en mi estomago, me hizo desistir de esa idea.

 

-          Así que no quieres estar conmigo, pues que mal. Porque si no eres mío, no serás de nadie-. Dijo Alfred, mientras me colocaba una almohada en mi rostro.

 

Al notar lo que intentaba hacerme, yo intente luchar pero Alfred es más fuerte que yo, poco a poco voy perdiendo las fuerzas, no siento mi cuerpo y todo se vuelve negro.

 

-          Roderich, amor. ¿De quién es esa camioneta?-. Se escucha la voz de mi Ludwig, lástima que ya no te veré nunca más.

 

Alfred al escuchar la voz de mi manager, entra en pánico, en su locura y desesperación, se da cuenta de lo que hizo y se arroja de la ventana de la recámara, poniéndole así fin a su vida.

Ludwig al escuchar el cuerpo de Alfred chocar contra el piso, sube inmediatamente a nuestra habitación y me encuentra en la cama, desnudo, sin vida y en seguida corre hacia mí y me abraza, llorando desesperadamente, intentando hacerme reaccionar, pero no lo logra.

Días después, en los periódicos de todo el mundo se anuncia en primera plana mi asesinato, las ventas de mis álbumes se incrementaron en todos los países, en mi país, hubo luto nacional, nadie podía creer que el gran Roderich Edelstein fuera asesinado por un obsesivo paparazzi.

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado.

Cuidense, Bye.


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