SE ME FUE…
Lucius x Severus
Naguini lo había mordido y se había ido rápidamente; nadie sabía que él estaba ahí, y tampoco esperaba que lo fueran a buscar, cuando de pronto sintió unos brazos abrazándolo y unas lágrimas mojando su mejilla, Draco estaba a su lado…
-¡por favor padrino, resista!- jadeo el rubio.
También pudo sentir como el menor de los Malfoy y queridísimo ahijado lo intentaba levantar, pero era inútil, pronto moriría y no habría anda que hacer.
-vete Draco- susurro.
-no Severus, ambos saldremos de aquí, te lo prometo-
-ya no hay tiempo, es inútil-
-no padrino, eso no es cierto, vivirás para poder ver a mi hermanito crecer-
-no, no lo hare-
-si lo hará, profesor- dijo una voz.
-Potter, llévese a Draco, es una orden-
-no profesor, y si quiere cuando salga de esta quítele a mi casa todos los puntos que quiera, pero no lo dejaremos aquí-
-Griffindor sentimentalista- medio rio Severus.
-si profesor, todo lo que usted quiera- y junto a Draco lograron sacarlo de ahí.
Como pudieron salieron de la casa de los gritos, pero para cuando llegaron a la enfermería del colegio ya era demasiado tarde, el veneno de Naguini ya se había apoderado de casi todo su cuerpo.
-lo siento joven Malfoy, el veneno ya daño el 80% de su cuerpo, no puedo hacer nada- se disculpo.
-no madame, no me haga esto- pidió Draco.
En ese instante, sin importarle su educación dada desde la cuna ni las personas que ahí estaban, Lucius Malfoy entro corriendo directo a ver a su profesor de pociones.
-Severus…- jadeo acercándose.
-Luc… Lucius- susurro bajito.
-vamos Severus, eres un hombre fuerte, lograras salir de esta- tomo su mano.
-cuida a Draco Lucius, cuídalo mucho, y tú también cuídate-
-padrino tu estarás bien, no nos dejaras- sollozo Draco.
-Severus, eres un Slytherin, esto es un juego de niños para ti- dijo Lucius.
-no, esto es mucho más grande- sonrió levemente.
-no Sev, recuerda que Louis nos espera- le susurro Lucius.
-padre tiene razón, Louis nos espera, papá-
-dile a Louis que lo amo, y que siempre lo amare- jadeo del dolor.
-no… papá- sollozo Draco, Harry al verlo así atino a abrazarlo solamente.
-Lucius, te amo-
-igual yo Severus, te amo inmensamente- lo beso tiernamente.
Para cuando se había separado de aquellos deliciosos labios había una sonrisa formada en ellos y los hermosos orbes negros de Severus estaban cerrados para luego no volverse a abrir.
-¡SEVERUS!- grito Malfoy Sr.
Una semana después, el primero de diciembre, Severus Tobías Snape Prince-Malfoy fue sepultado en el cementerio privado de Los Prince, junto a la tumba de su madre.
Por su parte, Lucius quedo viudo nuevamente, y a su lado estaba su hijo mayor con Louis Danielle Malfoy Snape en brazos.
11 AÑOS DESPUÉS… (9 DE ENERO)
-¡hola papi, feliz cumple!- dijo un niño feliz a la tumba de su padre.
-calma Louis- le sonrió Draco –hola papá-
-hola mi cielo, feliz cumpleaños- saludo Lucius delineando el nombre.
-creo que deberías mostrarle al carta a papá, Lou- dijo Draco.
-¡es verdad!- se acordó –mira papi, la carta para ir a Hogwarts- dijo emocionado –estoy tan feliz, papá dice que si estudio mucho y me concentro seré tan buen pocionista como tu- sonrió con sus radiantes ojos negros brillando mientras su negra cabellera era despeinada por el viento leve.
De vuelta a la mansión Malfoy…
Sus hijos ya se habían dormido pero él no tenía nada de sueño, y como cada año sirvió dos copas de firewhisky y se sentó en su despacho mirando hacia el cielo nocturno.
Cerró los ojos unos segundos y para cuando los abrió vio que la segunda copa estaba vacía…
-¿sucede algo, amor?- pregunto sonriendo tristemente.
-sí, hay algo que no me ah dejado irme en paz- dijo Severus. Apareció de entre las sombras con un hermoso par de alas blancas que salían de su espalda.
-te extraño-
-y yo a ustedes, pero te quiero pedir algo Lucius- se acerco.
Lucius Malfoy jamás vio a su esposo tan hermoso y radiante, sus oscuros ojos resplandecían hermosamente mientras que su cabello brillaba como la hermosa luna.
-¿y qué seria, mi hermoso ángel oscuro?-
-que ya que Louis entra a Hogwarts me gustaría que Draco tomara mi lugar como profesor de pociones, y te encargaras de vigilar el colegio, no quiero que a Louis le suceda lo mismo que a mí, así que vuélvelo fuerte contra los demás pero tierno con su familia, y por ultimo pero no menos importante, ámalos Lucius, ama a Draco y Louis, y cuídalos mucho, que yo desde el cielo los cuido a los tres-
-no te preocupes hermoso, si ese es tu deseo, que así sea- sonrió Lucius.
En ese instante, un adormilado Louis entra al despacho de su padre mientras arrastraba la fina sabana de seda gris por todo el piso.
-tuve un mal sueño, papá-
-aquí estoy Louis, no te preocupes- lo abrazo -¿quieres que te acompañe mientras te duermes?-
-aja…- asintió emitiendo un bostezo.
-bien, vete adelantando a la habitación que yo te alcanzo- le pidió. Su hijo salió de ahí y antes de salir el se dio media vuelta, su esposo ya no estaba, así que sonrió y susurro –gracias Severus- mientras una lagrima rodaba por su mejilla.
Desde el cielo él veía como su esposo cuidaba de sus hijos y de él mismo, los amaba, y aunque ya no estuviera con ellos los cuidaría de cualquier cosa que intentara dañarlos, pues aun vivía en los corazones de sus seres queridos y eso era lo importante.
“Antes de terminar, quisiera agregar una nota…
Quienes nos aman jamás nos olvidan, y aunque estén lejos, donde no los podemos ver, siempre están en nuestros corazones y siempre están con nosotros, cuidándonos de todo mal.
Severus Tobías Snape Prince Malfoy”