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Walburga Balck por PockyMaid

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WALBURGA BLACK


 


Walburga Black, una mujer de alto estirpe, calidad y elegancia. Alta, de cabellos rizados negros casi azules, piel blanca, ojos cual el profundo océano y su cuerpo de reina y sus cortos 20 años es la más codiciada de su comunidad, tanto por buenas personas como malas, y la más protegida por su familia. Estudiante de administración de empresas en la prestigiosa universidad de Hogwarts junto a su primo (y mejor amigo) Orión, su prima Lucretia y sus hermanos Alphrad y Cygnus II.


 


Su inteligencia, astucia, malicia, actitud y picardía la hacían “el perfecto 10 de los Black”. No se deja de nadie, fiel a sus ideales y sueños, no jura en vano y tampoco traiciona a su familia. Siempre está ahí para cuando alguno de ellos la necesita y es vengativa cuando los lastiman, no perdona una traición o un engaño y cobra eso con la “ley del hielo”.


 


Para ella lo más importante, además de su carrera, es salir casada con el mejor pretendiente de su misma clase, pero hasta ahora no ha habido ninguno que la merezca, de lo cual sus padres están orgullosos. Aprendió con su primo Orión a manipular a las personas a su beneficio, a saberlas tener comiendo de su mano y no dejarlas ir.


 


Ama el dinero, las joyas caras, el oro y la plata, al ser la única mujer de tres hermanos es la más consentida por sus padres. Nunca sale sin pedir premiso y cuando lo hace va siempre con sus hermanos o primos.


 


 


Pero una vez estando en la universidad, decidió ir a dar una vuelta por el bosque que hay cerca, sola se aventuró a la espesa neblina de ahí y llego a un enorme lago que llevaba por nombre “el lago negro” pues sus aguas eran sumamente turbias y parecía un agujero negro.


 


Desde niña se entreno para defenderse sola dado el caso de que no hubiera nadie cerca, así que sus oídos la alertaron de que había alguien cerca.


 


-¿Quién anda ahí?- pregunto calmada, pues la clave para no ser sorprendida es mantener la calma.


 


Pero nadie contesto, algo le decía que debía irse de ahí, así que hizo caso omiso a su conciencia y se sentó cerca al lago a contemplarlo. Pero nuevamente oyó el crujir de unas ramas…


 


-no lo repitiere, sal quien quiera que seas-


 


Pero nuevamente nadie le respondió, ahora si comenzaba a asustarse, así que hizo caso a lo que decía su interior acerca de irse de ahí, se levanto y se camino rumbo al campus de la U nuevamente, pero a mitad de camino sintió como un hombre la atrapaba y le tapaba la boca.


 


Se la llevaron lejos de ahí, nuevamente cerca al lago negro y la tiraron cerca a la orilla.


 


-¿Quién cojones son?- pregunto ahora si enojada.


 


-cuida esa boquita, Black- dijo un hombre acercándose.


 


-vaya, vaya, vaya, ¿pero a quien tenemos aquí?- se rio levantándose –nada más y nada menos que el infeliz de Omar Nott-


 


-a callar estúpida- dijo otro chico.


 


-¿Por qué tanto enojo, Parkinson?-


 


-ya veras, maldita- siseo este cacheteándola y tirándola al suelo nuevamente.


 


-nunca olvidaras esta noche, querida Walburga- dijo Nott mientras se desabrochaba el pantalón.


 


 


Por otro lado, Orión y sus primos y hermano buscaban con urgencia a Walburga, temían que cualquiera le hubiera hecho algo, y aunque ella se supiera defender sola, no estaba demás que ellos se metieran.


 


-Eileen- llamo Orión -¿has visto a Walburga?- dijo preocupado.


 


-lo siento Orión, pero no- respondió la hermosa pelinegra de piel pálida y ojos como la noche –pero… ¿Dónde fue la última vez que la viste?-


 


-estaba con nosotros en el campus, pero de un momento a otro desapareció- comenzó a desesperarse.


 


-calma Orión, te ayudare a buscarla-


 


 


Durante dos horas se la pasaron buscándola, cuando la hermosa Eileen la encontró tirada cerca al lago, la pobre Walburga estaba desnuda y moreteada por todas partes, solamente su chaqueta de lino le cubría la parte de las caderas mientras que ella sola se cubría sus pechos.


 


-¡Orión, la encontré!- llamo Eileen.


 


-¡por Dios bendito!- jadeo este al ver a su prima así.


 


-ben Lucretia, ayúdame a cubrirla- dijo Eileen –ustedes quédense allá un segundo- pidió a Orión, Alphrad y Cygnus II.


 


Entre Eileen y Lucretia la vistieron delicadamente y luego Orión la cargo y la llevo a la enfermería, mientras sus hermanos llevaban sus cosas.


 


En la enfermería, Cygnus II llamo a su madre y le notifico lo sucedido, media hora después Pollux e Irma Black estaban al lado de su hija que aun permanecía desmayada.


 


Poco a poco fueron llegando los otros Black para ver que le había sucedido a Walburga, entre esos estaban Arcturus, padre de Lucretia y Orión; Cassiopeia, Marius y Dorea, tíos de Walburga;  Cygnus, abuelo de Walburga; y Lycoris y Regulus, tíos de Orión.


 


-esto le costara mucho, director- amenazo Pollux.


 


-calma señor, debe haber una solución, cuando despierte la joven que ella nos diga quien fue el causante de todo esto-


 


-y que el maldito se esconda, porque mi no se libra- amenazo Orión al pie de la cama de Walburga.


 


-no hay por qué dar amenazas- dijo el director.


 


En ese instante, un rubio platinado hace presencia en la enfermería, se acerca a Orión y le susurra algo.


 


-¿Qué sucede, joven Abraxas?- pregunto Pollux conociendo al joven a la perfección.


 


-sucede que yo sé quién fue el que le hizo esto a Walburga- dijo serio –la estimo mucho y por eso esa persona también va a probar que nadie se mete con las personas estimadas por un Malfoy-


 


-escúpelo, di quién fue- dijo Cygnus II enojado.


 


-fueron Omar Nott y Daniel Parkinson- dijo de tacazo –pero ni se te ocurra ir a matarlos ahora, espera a que Walburga despierte-


 


-malditos se arrepentirán- siseo Alphrad.


 


-cálmense todos- hablo el viejo Cygnus –como dijo el joven Malfoy, hay que esperar a que despierte Walburga para que ella nos confirme de que si fueron ellos, y si es así, pues ya sabrán que es meterse con la familia Black-


 


 


Dos días después, Walburga por fin despierta, pero todos, incluyendo a Eileen y Abraxas, ven que la mirada de la susodicha ya no es la misma, ahora su mirada se ve más perdida y triste, como si estuviera muerta en vida.


 


Después de los exámenes respectivos la enfermera anuncia que la ultima de los Black estaba encinta, ante eso, Pollux pidió a su hija que el dijera quienes le había hecho este mal. Y lo único que salió de la boca de ella fue:


 


-Omar Nott y Daniel Parkinson- susurro.


Esa noche “se armo la de Troya” en la universidad, Ettan y Parkinson se llevaron su expulsión de la universidad mientras que Walburga fue retirada de ahí también.


 


 


 


Mansión Black.


Habitación de Walburga.


 


 


-¿estás bien?- preguntó Orión preocupado.


 


-no lo quiero- susurro.


 


-pero,…-


 


-pero nada Orión, no lo quiero-


 


-trata de descansar un poco, aun estas un poco débil- le cambio el tema.


 


En ese instante entraron Cygnus II, Alphrad, Irma y Pollux, estos dos últimos con la medicina de su hija.


 


-¿Qué te ha dicho, Orión?- preguntó Pollux.


 


-dice que no quiere al bebe- respondió.


 


-y como no, está en su derecho de decidir- dijo Irma.


 


-sí, pero…-


 


-¿pero que, padre?- preguntó Cygnus II. A lo que Walburga lo miro.


 


-pero nada, olvídenlo- respondió, se acerco a su hija y le dio un beso en la frente –tengo que regresar a trabajar, pero prometo estar contigo en la noche- dijo tierno, su hija le sonrió y asintió.


 


-que te vaya bien querido- dijo Irma despidiendo a su esposo.


 


-ustedes, cuiden de su hermana y tu también, Orión- dijo a sus hijos y sobrino.


 


-si señor- respondieron los tres.


 


-bien, entonces me retiro, adiós querida-  se despidió de su esposa y se fue.


 


 


Después de que se fue, Irma le dio la medicina respectiva a su hija y luego se retiro, mientras que los tres jóvenes la cuidaban, poco después Cygnus II se retiro y luego lo siguió Alphrad dejando a Orión y Walburga solos.


 


Cabe decir que Orión estaba enamorado de su prima y que aunque no era el momento adecuado para decirlo, las palabras salieron de su boca sin querer.


 


-es una lástima que hayas perdido tu virginidad así- suspiro acariciando los risos de su prima.


 


-¿a qué te refieres?- pregunto ella medio ladeando al cabeza.


 


-a que me hubiera gustado tener ese honor, pero ya un maldito se me adelanto y lo hizo de la peor forma-


 


Walburga solo se quedo callada y una sonrisa se formo en su rostro, sabia el significado de esas palabras, y la verdad de alegraban.


 


Un mes después, Walburga sin pensarlo aborto, y de a poco comenzaba a ser la misma de antes, claro está, ahora no salía a ninguna parte sin Orión. Otro mes paso y su mejor amigo se le declaro en las fiestas de navidad mostrándole un anillo de compromiso, y aunque era primos, nadie se opuso, pues ¿quién mejor para el perfecto 10 que Orión Black.?


 


La boda fue hermosa, sumamente hermosa, y después de ella se les veía mucho más felices que antes, pues ahora un heredero a la familia venia en camino.


 


Pero ello no eran los únicos que esperaban un hijo, ya que su hermano Cygnus II había dejando en embarazo a Druella Rosier, y ahora esperaban una hermosa niña.


 


 


TRECE AÑOS DESPUÉS…


 


-¿Qué sucede, Reg?- pregunto Sirius a su hermano menor.


 


-nada…- gimoteo.


 


-anda, dime- se acerco.


 


-bueno, pues sucede que me dijeron que mi madre es una puta- gimoteo a punto del llanto.


 


-¿Quién dijo eso?- pregunto


 


-en el colegio  lo mantienen diciendo, “los hermanos Black son hijos de una puta”-


 


-¿Qué los hermanos Black son hijos de quien?- pregunto sumamente serio Orión.


 


-en verdad papá eso dicen- dijo Regulus.


 


-¿tu sabias eso, Sirius?- pregunto su padre.


 


-no papá, la verdad es que no-


-malditos, ¿quiénes te dijeron eso?- siseo.


 


-un chico llamado Ettan Nott-


 


Walburga que entraba a la habitación alcanzo a oír a su hijo y se quedó estática con la mirada fija en la pared, pero como buena Black mantuvo la calma, trago saliva y respiro hondo…


 


-tenemos que hablar- dijo serena a sus hijos.


 


-¿estás segura?- pregunto Orión.


 


-tienen que saberlo, y prefiero que sea por boca mía que por la de los demás- dijo igual de serena a su esposo –cierra la puerta- pidió.


 


Orión hizo lo que esposa le pidió y se encerró con ella y sus hijos, dos horas después Regulus y Sirius estaban tan sorprendidos que no sabían que decir.


 


-o sea que te violo cuando tú estabas estudiando, ¿verdad?- dijo Sirius.


 


-así es, pero muy aparte de eso, yo los amo y son lo más importante para mí y no quiero que por palabras mal dichas ustedes creen una imagen de mi falsa sobre lo que paso hace tiempo-


 


-eso jamás, mamá- dijo Regulus acercándose a ella –te amamos, tal cual eres-


 


-es  verdad, no nos importa lo que sucedió en el pasado, tú eres la mejor madre del mundo- abrazo Sirius.


 


-gracias, gracias a los dos por entender- los abrazo con todas sus fuerzas.


 


-peor quiero que algo les quede bien claro a los dos- dijo Orión –no quiero que, en especial tu Sirius, peleen en el colegio; hagan caso omiso a los comentarios acerca de tu madre, ¿entendido?-


 


-no me pidas que no reaccione ante los comentarios humillantes que le dan a mi madre, padre; simplemente no puedo dejar que un maldito  infeliz la trate como se le viene en gana-


 


-déjalos Orión- pidió Walburga –Regulus ¿Por qué no vas a ver si tus primas ya llegaron?- dijo al menor.


 


-claro, mami- le dio un beso en la mejilla y salió de la habitación.


 


Cuando Regulus ya había salido Walburga pidió a Sirius que el día que ellos, su esposo y ella, lleguen a faltar el cuide de su hermano siempre, que lo proteja y siempre este con él.


 


-claro madre, pero, ¿Por qué me dices esto?-


-hijo, los humanos no duran toda la vida y tu padre y yo no estaremos siempre con ustedes, así que júrame que cuidaras de tu hermano, pase lo que pase, siempre estarás con el-


 


-claro mamá, te lo juro- dijo serio –siempre cuidara de mi hermano sin importar las circunstancias-


 


-te amo- le sonrió Walburga.


 


 


Un año después, Orión murió debido a una enfermedad que lo ataco directamente al corazón, al no poder actuar rápidamente murió. Walburga se hundió en una infinita depresión que casi acaba con su vida también, pero al ver a sus hijos tan indefensos se dedico a cuidarlos y terminarlos de criar, y aunque su amado esposo ya no estaba con ella, sabía que desde el cielo cuidaría de los tres.


 


Por otro lado, Sirius al ver a su madre tan débil y decaída, comenzó a armar una barrera que impedía el paso a los que los quisieran lastimar, se dedico a cuidar de su hermano y su madre y a protegerlos de todo y todos, no permitiría que volvieran a sufrir.


 


La tristeza les duro otro año más, pero después comenzaron a aceptar que su padre ya no estaba, y que donde quisiera que estuviera, los estaría cuidando. Sirius se graduó con excelentes notas y un año después lo hizo Regulus. Ambos eran hombres rectos, obedientes a su madre y sus ideales, responsables y excelentes hijos.


 


Y como dijo Walburga una vez, los humanos no duramos toda la vida; Walburga llego a los 60 años y su cuerpo no aguanto más, así que su alma, una noche de frio invierno, dejo su cuerpo por completo. Sirius y Regulus lloraron a más no poder, durante seis meses estuvieron así, pero nunca se separaron. El dolor de perder a su padre y ahora a su madre los hundió en una depresión inmensa a ambos, así que en mutuo acuerdo ambos tomaron rumbos diferentes.


 


De tres a cuatro años ninguno supo del otro, y cuando su hijo iba a nacer, Sirius decidió llamar a su hermano y darle la noticia, pero la noticia fue otra, pues al llamarlo contesto Andrómeda, su prima, diciéndole que Regulus había muerto.


 


¡Esto era el colmo!, había perdido  su padre, a su madre y ahora a su único hermano, estaba cagado en cuna de oro y todos sus descendientes, así que decidió llamar a su hermoso hijo, Regulus Antares Black, igual que su hermano, con la variación de que el ultimo apellido del bebe era Lupin.


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