Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Dakishimete por Yoko_Nakajima

[Reviews - 120]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

 

Sépase que Naruto (NARUTO —ナルト—) es © de Kishimoto Masashi, Estudio Pierrot, TV Tokyo.

Y que yo soy Yoko Nakajima y si quieren hacer un remake, sólo díganmelo! Ah, qué ególatra sonó eso... ¬¬

Notas del capitulo:

こんにちわ!

Bienvenidos sean a otro de mis fics. Siempre digo lo mismo en estas primeras notas: Gracias por haber entrado a leer. Antes que nada, quisiera decirles que si dedican a escribir fics al igual que yo, chequen el link en el resumen, para que se den una ayudadita y que estén dentro de la campaña, porque, seamos honestos, un fic con mala redacción y ortografía es tedioso de leer...

Muy bien, esta historia la he escrito con el afán de divertirme, porque ya estoy de vacaciones... ¬¬ Jaja.

Antes de que empiecen a leer, las letras en cursivas del resumen son fragmentos de la canción:

"Dakishimete Dakishimete" de Berryz Koubou

(抱きしめて抱きしめて - Berryz工房) 

 


Namikaze Naruto. Rubio, de ojos azules, mediana estatura, distraído, un poco torpe... Se quedó dormido en la ceremonia de clausura de su escuela. Se ha quedado dormido y de pie. Estaba vestido con su uniforme escolar, el saco azul con el escudo de la escuela en la parte de la clavícula, camisa blanca, corbata roja, pantalón negro. Siempre se quedaba dormido en cualquier ocasión aburrida, incluso en clases. Sus compañeros lo veían divertidos y curiosos...

-      ¡Qué problemático! - masculló un pelinegro que estaba a un lado de él

-      Ay, Naruto - suspiró un castaño

-      ¡Oi, dobe! - exclamó uno que estaba delante de él, mientras le tiraba un mechón del cabello para que despertara y así fue.

-      ¡Ay! - se agarró donde había sido lastimado, provocando ligeras risas a su alrededor. Miró al causante con el ceño fruncido - ¡Eso duele!

-      No vuelvas a quedarte dormido entonces, dobe - dijo, altanero

-      ¡¿A quién le llamas "dobe", teme?! - exclamó

-      Siempre te llamo así, no seas tan fastidioso - bufó, riendo

Estaba a punto de contestarle, pero el profesor le hizo una llamada de advertencia. Tuvo que obedecerle, ya tenía suficientes problemas. Había sido de ayuda que Iruka-sensei fuese tan indulgente con él. Suspiró, frustrado, oyendo la risa de satisfacción de su contrincante que se daba la vuelta de nuevo para estar atento a la ceremonia. Uchiha Sasuke. Pelinegro, ojos negros, estatura mediana, popular, buen estudiante. Todo lo contrario a él. Cómo lo odiaba. Su aura altiva, sus expresiones. El sólo hecho de oír cómo lo llamaba. Esos fastidiosos insultos. ¡Irritantes! Ya había pasado un ciclo escolar aguantándolo. Tal vez en el siguiente ya no le tocaría con él. Sí ¡Ojalá! Con su suerte le tocaría los dos años restantes de la preparatoria.

La ceremonia concluyó. Las clases oficialmente terminarían, pero Iruka-sensei lo mandó a llamar al aula, antes de que se fuera. El profesor estaba sentado detrás de su escritorio y Naruto frente a éste.

-      ¿Qué sucede? - preguntó el rubio

-      Espero que no hayas hecho planes para el verano - rió nervioso

-      ¿P-por qué? - titubeó. ¡Oh, por favor no!

-      Tienes que cumplir un castigo por tus malas notas - dijo serio - Hablé de esto con tus padres la semana pasada, y ellos estuvieron de acuerdo en que ayudaras a Kakashi-sensei con papeleo y cosas por el estilo durante dos semanas.

-      ¡¿QUÉ?! - exclamó. En eso, se oyó cómo se abría la puerta corrediza del aula, entonces...

-      Pero qué escandaloso - Sasuke estaba detrás de él, avanzó y dirigiéndose a Iruka, preguntó: - ¿Para qué me quería, Sensei?

-      ¡Ah, Sasuke! - sonrió. Naruto miró al Uchiha con saña - Verás, lamento mucho tener que decirte esto, pero no has tenido muy buena conducta que digamos.

-      ¿Qué? - frunció el entrecejo - ¿De qué habla?

-      Siempre que hay evaluaciones, hay algo que no te parece - respondió - Los maestros están cansados de tu actitud. Además de que no tratas bien a todos tus compañeros.

-      ¿Qué? Yo no me meto con nadie - se cruzó de brazos

-      Esto... - carraspeó y señaló a Naruto con la mirada.

Sasuke volteó a ver al rubio, súbitamente, éste fingía sollozar y dijo:

-      ¡Oh, Sasuke-kun me trata tan mal!

-      ¡Cállate, dobe! - exclamó irritado, una venita sobresalía en su sien.

-      ¡Oh! ¿ya vio, Sensei? - agudizó la voz - ¡Sasuke-kun es tan malo conmigo!

-      Si no te callas, te voy a dar un golpe, dobe - frunció el entrecejo

-      Quisiera ver que lo intentaras, teme - su voz volvió a la normalidad.

-      ¡Basta, muchachos! - dijo Iruka, hastiado - Sasuke, este comportamiento es al que me refiero. Hablé por teléfono con tus padres ayer, y me dijeron que estaba bien que te quedaras a ayudar a Kakashi-sensei con papeleo durante una semana.

-      ¿Sólo eso? - se cruzó de brazos

-      Sí - sonrió ligeramente, Iruka.

-      Espere un momento - Naruto intervino. Iruka y Sasuke voltearon a verlo - ¿Quiere decir que estaré una semana con este teme?

-      Sí - volvió a sonreír

-      ¡Oiga! ¡Usted no me dijo nada de estar con el dobe! - exclamó Sasuke - ¡Prefiero otro castigo!

-      ¡Oh, qué malo eres, Sasuke-kun! - se burló el rubio - Prefieres otro castigo a mi dulce compañía

-      Idiota... - bufó el azabache

-      ¡Chicos, es en serio! - exclamó Iruka - No hay cambios, Sasuke, Naruto; Kakashi-sensei también está de acuerdo conmigo y ya se ha dictado el castigo.

Ambos muchachos soltaron un gruñido.

-      ¡Vamos! - colocó ambas manos, una sobre la cabeza del rubio y la otra sobre la del azabache - Terminarán más rápido haciéndolo juntos.

-      El dobe nunca hace las cosas bien, tendré doble trabajo - bufó

-      ¡Cállate, teme! - exclamó Naruto

Iruka volvió sus manos a su lugar, suspirando. Esos dos no paraban de pelear por nada en el mundo. Ni siquiera porque...

-      Ambos guarden silencio - dijo. Los dos muchachos lo voltearon a ver - Consideren esto un castigo suave. Además de que no van a tener tanto trabajo, van a estar juntos, es un extra ¿no?

Sasuke y Naruto se quedaron callados, mirando fijamente al profesor. ¿De qué demonios estaba hablando ese hombre? ¿Un... extra? ¿Qué carajo significaba eso? El azabache no entendió esa última frase: "Van a estar juntos, es un extra ¿no?" El rubio estaba boquiabierto... ¿Extra? Estar con el teme era peor que aburrirse ordenando papeles, y ahora haría ambas cosas.

-      ¿D-disculpe? ¿Q-qué ha dicho? - preguntó el azabache con miedo a la respuesta.

-      ¿He... he dicho algo malo? - Iruka estaba confundido - Ustedes... ¿Ustedes no son... novios?

¡Ah! Con que eso era...

Un momento... Esto no podía significar algo bueno. ¿Esa impresión daban cuando estaban juntos? Ni siquiera se tomaban de la mano, ni se sonreían, ¿y esa era la impresión que daban? ¡¿NOVIOS?!

-      ¡¡¡POR SUPUESTO QUE NO!!! - gritaron los dos al unísono.

-      ¡Oh! - Iruka sonrió, nerviosamente - Lo siento... Es que como siempre están tan animados cuando están juntos...

-      ¿Animados? - exclamó el rubio - Este teme siempre me hace enojar...

-      Sí, claro - rió Sasuke - Ya te gustaría ser mi novio. Dígame algo, Sensei, ¿quién quisiera ser novio de un torpe como el dobe?

-      Lo mismo digo, teme - pero la voz de Naruto sonaba un poco ofendida

-      Además, Sensei - carraspeó y después continuó con un tono de voz que no parecía el suyo, como si no quisiera decir: - ¿No sabe que a Naruto le gusta Hyûga?

-      ¿Hinata? - inquirió, incrédulo Iruka.

-      ¿Q-qué? - titubeó, ruborizado

-      ¿Ya ve? - ahora Sasuke era el que sonaba ofendido.

-      No seas idiota, teme - suspiró el rubio y con voz desilusionada dijo: - Hinata ya tiene novio.

-      Entonces... ¿sí te gusta? - preguntó el azabache, intentando ocultar su desaliento.

-      S-sí... - soltó con dificultad, bajando la mirada.

Iruka los observó a ambos. Naruto estaba ruborizado y con pena, se notaba que no le había dicho a nadie lo de Hinata. Sasuke obtuvo algo que no quería, seguramente esperaba que el rubio se enojara y negara que le gustaba la muchacha, entonces continuaría molestándolo. Ahora ambos estaban en aprietos.

-      Bueno, chicos - Iruka rompió el hielo - Será mejor que disfruten el fin de semana porque el Lunes comienzan.

-      Sí, Iruka-sensei - dijeron ambos al mismo tiempo.

Los dos se retiraron del aula. Caminaban por los solitarios pasillos en silencio. Sasuke no podía dejar de pensar en lo que le había obligado a decir a Naruto, éste estaba con las manos en los bolsillos de su pantalón y la vista gacha. Se le acumularon lágrimas en los ojos, Sasuke se sobresaltó. ¿Lo había hecho llorar? Entonces... el rubio bostezó. El azabache suspiró, en cierta forma estaba aliviado.

-      ¿Todavía quieres dormir, dobe? - inquirió con la intención de mofarse.

-      Cállate, teme - bufó el rubio - Ya hiciste suficiente hoy. Y luego lo que Iruka-sensei dijo...

-      Sí, "novios" - suspiró Sasuke - Qué estupidez.

-      Sasuke... - Naruto volteó a verlo

-      Espeluznante... - el azabache fingió miedo - Nunca me llamas por mi nombre seriamente.

-      Imbécil... ya no te digo nada entonces - se cruzó de brazos

-      ¡Ay, qué mal! ¡No voy a poder dormir! - soltó una risa - Vamos, dobe, ya dime.

-      Estaba... estaba pensando: si...

-      ¡Oh, por Dios, no! - lo interrumpió - ¡No, dobe, no pienses!

-      ¿Me vas a dejar hablar? - inquirió, molesto

-      Está bien, ya no digo nada... - suspiró, cansado

-      Bueno - bajó los  brazos - Estaba pensando: Si Iruka-sensei llegó a pensar que tú y yo somos novios... ¿Crees que alguno de nuestros compañeros piense igual?

-      No lo había visto así - frunció ligeramente el ceño - No eres tonto, pero la cara no te ayuda.

-      Idiota... - bufó.

-      Déjalos que hablen, Naruto - suspiró - De todas maneras no es cierto.

-      Sí... es verdad.

Continuaron caminando, hasta llegar a la puerta principal. Antes de salir, Sasuke detuvo a Naruto e hizo una ligera reverencia. El rubio no tenía ni la menor idea de por qué lo hacía.

-      Me... estoy disculpando por lo de... Hinata - bufó el azabache.

-      Tonto - rió, Naruto - No te disculpes, no hiciste nada.

-      Pero...

-      Ya cálmate, me das miedo cuando te disculpas - se abrazó a sí mismo, fingiendo estar completamente horrorizado.

-      Eres un dobe - bufó Sasuke

Naruto bajó los  brazos y sonrió. Al salir del edificio, sus amigos los estaban esperando, Shikamaru, Temari, Kiba y Hinata. Los cuatro los observaban, sospechosos. Cuando estuvieron cerca, Temari soltó una risilla.

-      ¿Así que por fin acabaron? - inquirió, pícara

-      Basta, Temari - rió el novio de la chica

-      Déjala, Shikamaru - secundó Kiba

La única que estaba callada era Hinata. Naruto volteó a verla inmediatamente. Ella estaba sonrojada y con una temblorosa sonrisa dibujada en su rostro, como si estuviera a punto de soltar la carcajada del siglo. ¡Ay, no!

-      ¿De qué hablan? - preguntó Sasuke, irritado.

-      ¡Ay, Sasuke! - exclamó Temari - Ustedes dos, solos en el edificio, sin nadie que pudiera oír los gritos del pobre Naruto-chan: "Sasuke... ¡aquí no, aquí no!"

-      Te dije que pensaban lo mismo que Iruka-sensei - murmulló el rubio, molesto

-      No seas tonta, Temari - bufó el azabache - Iruka-sensei nos mandó llamar. Estamos castigados. Tenemos que venir la semana que viene a ayudar a Kakashi-sensei

-      ¡Oh! ¡Oh! - Temari fingió tragedia - ¡Qué dolor!

-      Seguramente es una excusa para hacer sus cosas - rió Kiba

-      ¡Váyanse al diablo! - Naruto estaba realmente enfadado. Continuó avanzando derecho para irse a su casa.

-      ¡Naruto, espera! - Sasuke intentó detenerlo, pero el rubio seguía su camino.

-      ¡Naruto-kun! - esa era la voz de Hinata.

Entonces, Naruto se paró en seco y volteó súbitamente. Sasuke desvió la mirada, enojado. ¡Claro, Sasuke! ¿Qué esperabas? Hinata era la chica que le gustaba, a ella le iba a hacer caso, no a ti. Pero para la sorpresa del azabache, Naruto no le contestó a la muchacha como él esperaba que lo iba a hacer:

-      ¿Qué? - exclamó, iracundo.

-      ¡Oye! - Kiba se le acercó - Ten más cuidado en cómo le hablas a Hinata.

-      Calma, Kiba - la voz de Shikamaru se logró oír

-      Naruto-kun - sonrió la muchacha - Temari-chan y yo estábamos planeando ir a pasear mañana con los chicos, ¿Quieres venir? Puedes llevar a Sasuke-kun, si quieres.

-      ¡Sasuke y yo no somos novios! - gritó, se dio la vuelta y alejó.

El azabache estaba anonadado. ¿Le gritó a... Hinata? ¡Vaya! Sí estaba enojado. Para que le gritara a la chica que le gustaba en serio debía de haberse enfurecido. En ese momento, Kiba le dio alcance al rubio. No iba a permitir que le hablaran así a su novia.

-      ¡Hey! - exclamó el castaño, tomándolo del hombro - No vuelvas a usar ese tono con Hinata, ¿me oíste?

-      ¿O si no qué? - se soltó bruscamente del agarre del castaño.

-      Kiba-kun, no tienes que hacer esto - Hinata lo tomó del brazo, dulcemente - Naruto-kun está molesto, creo que lo mejor sería que lo dejaras en paz.

El rubio miró cómo Kiba le daba un suave beso en los labios a la pelinegra. Bajó la mirada, enojado y siguió su camino. Sasuke, entonces, corrió tras él. Shikamaru y Temari igual, pero se detuvieron con la otra pareja para despedirse de ellos.

-      Sasuke también irá, Naruto - dijo Temari, deteniéndolo - Vamos mañana a las albercas. Te vemos afuera de la estación del tren.

-      A las doce del día - completó Shikamaru

-      No iré - negó con la cabeza - No hasta que dejen de pensar que soy novio del teme.

-      Dobe... - el azabache lo llamó - ¿Qué te dije allá adentro?

-      ¿Qué? - exclamó

-      Déjalos que hablen... - no completó la frase

"De todas maneras no es cierto"

Sí, Sasuke tenía razón. Tenía que dejar de pensar en estupideces. Suspiró y sonrió.

-      Está bien - amplió su sonrisa - Está bien, sí iré

-      ¿Qué fue lo que le dijiste, Sasuke? - preguntó Temari - "Déjalos que hablen... De todas maneras te amo"

-      ¡Temari! - Shikamaru fingió reprimirla, pero terminó riéndose.

-      Vamos, querido - dijo la rubia - Dejemos a estos dos solos.

-      Está bien - sonrió Shikamaru

Ambos se despidieron. Kiba y Hinata ya se habían ido. Eran tan extraños. Vivían muy cerca el uno del otro, seguramente se aislaron y se fueron. Como novios eran muy dulces. Shikamaru y Temari, ya parecían casados, hablándose de ‘querido' o ‘cariño', eran también bastante dulces.

Naruto no tenía novia, al igual que Sasuke. Como siempre estaban juntos y regresaban juntos a sus casas, los demás pensaron que estaban saliendo.

-      Vámonos, dobe, regresemos - le dijo

-      Está bien - sonrió

Tomaron una bifurcación y siguieron derecho. ¿Odiarlo? No... Era una palabra muy grande. A veces lo hacía enojar, pero debía admitir que, a pesar de que no tuvieran mucho o nada en común, era muy buen amigo, sino es que el mejor. Sí. Uchiha Sasuke, mejor amigo de Namikaze Naruto. El rubio volteó a verlo, éste, al sentir su mirada, se viró.

-      ¿Qué pasa? - le preguntó

-      Sasuke - le sonrió. El azabache lo miró, fingiendo exagerado miedo. Naruto estaba a punto de decirle: "Eres mi mejor amigo", pero con esa mirada, se retractó de inmediato: - Eres un idiota.

-      Igualmente, dobe

Naruto soltó una risa. Sasuke sonrió de lado. La casa del rubio quedaba primera en el camino, así que el rubio llegó primero. El azabache se despidió con un gesto de su mano y continuó con su camino. Naruto al abrir la puerta de su casa, se encontró con que en el recibidor estaba su madre, platicando con una de sus amigas... ¡Oh! Era ella. Uchiha Mikoto. A Naruto le agradaba mucho la madre de Sasuke.

-      ¡Oh, Naruto-kun! - Mikoto se levantó para saludarlo - Hola

-      Mikoto-san - sonrió - ¿Cómo está?

-      Bien - respondió - ¿Mi... hijo no regresó contigo hoy?

-      Claro que sí - asintió - Pero siguió su camino a casa.

-      ¿Están peleados? - inquirió, preocupada

¿Qué le hacía pensar eso? Confundido, respondió que no. Claro que no... Discutían, mas no peleaban. Miró de reojo a su mamá: Ella estaba atenta a cualquier señal que le dijera lo contrario.

-      Qué bueno - suspiró Mikoto, aliviada.

-      S-sí - Naruto se dirigió a su madre: - Hola, Mamá.

-      Bienvenido, Naru-chan - sonrió la pelirroja - Hay arroz caliente en la cocina, si quieres comer, en un momento te acompaño.

-      Sí, gracias, - le devolvió el gesto - Con permiso, Mikoto-san

-      Propio, Naruto-kun

Qué linda... Nada que ver con su maleducado hijo.

Se dirigió a la cocina. Ya podía oler el arroz. Una olla mediana yacía sobre la estufa, tapada para que no se escapara el calor. Se encaminó hacia el recipiente y levantó la tapa. Un denso vapor emanó de ésta. El arroz lucía muy bien. Tomó un tazón de la alacena y se sirvió una buena porción. Sacó sus palillos de un cajón. Se recargó en la barra a comer. Fue en ese momento que se dio cuenta de que tenía bastante hambre. Tomaba porciones de arroz lo suficientemente grandes como para llenar su puño y los comía de un bocado. Al servirse por segunda vez, el timbre sonó. Alguien venía de visita. Lo sabía porque, además de que su padre llegaba en la noche, esa visita era bastante disciplinada, es decir, que era constante. Logró escuchar como su madre abría la puerta y después llamaba a su hermano. A la misma hora, el mismo día. Tres de la tarde, viernes. Uchiha Itachi venía a visitar a su hermano.

-      ¡Naru-chan! - exclamó su madre desde el recibidor - ¡Ven un momento!

Naruto dejó el tazón y los palillos sobre la barra. Caminó hacia el recibidor, mientras terminaba el bocado que traía dentro de la boca aún. Al salir, sentados alrededor de la mesa estaban Mikoto e Itachi. Su madre se encontraba en el umbral de la sala. Había llamado a su hermano varias veces.

-      Saluda, Naru-chan - le dijo la pelirroja, sonriendo

-      Sí, Mamá - asintió con la cabeza. Se acercó al visitante e hizo una ligera reverencia - Hola, Itachi-kun

-      Hola, Naruto - sonrió - ¿Mi hermano no está aquí?

-      No... - el rubio ya se estaba acostumbrando a que le preguntaran por Sasuke - ¿No lo viste cuando venías para acá?

-      Seguramente se desvió y por eso no lo vi - dijo - Últimamente ha estado yendo a varios lugares.

-      ¿En serio? - levantó una ceja - ¿Adónde irá?

-      La última vez fue a comprar no sé qué cosa - respondió Mikoto.

-      Pronto será su cumpleaños, Naru-chan - su hermano apareció en el recibidor - Deberías pensar qué regalarle.

Naruto dejó escapar una ligera risa. Los presentes lo miraron extrañados. ¡Regalarle algo a Sasuke! ¡Qué gracioso!

-      Ay, Deidara - Naruto tosió un poco - Es  lo más hilarante que has dicho en toda la semana

-      ¡Oh, vamos! - exclamó - ¿Están peleados?

-      ¿Verdad que sí? - intervino Mikoto - Algo no anda bien entre ustedes

-      Todo está perfecto, Mikoto-san - sonrió

Los presentes guardaron silencio. "Perfecto" y esa sonrisa. Parecía triste.

-      ¿Rompieron? - se atrevió a preguntar Itachi

¡Todos pensaban lo mismo! ¿Por qué? Deidara, su madre, Itachi y Mikoto lo veían ansiosos, esperando su respuesta.

-      S-Sasuke y yo no... - carraspeó - no somos pareja.

Ahora las expresiones cambiaron. Lucían sorprendidos e incrédulos. Cómo le molestaba que la gente pensara que eran novios. Le incomodaba. Ya hasta estaba comenzando a pensar que de verdad le gustaba Sasuke. Después de todo, sus familias eran muy unidas. Su hermano Deidara e Itachi llevaban saliendo ya varios meses, de hecho ya iban cerca del año.

-      Bueno, bueno - Deidara rompió el silencio - Vamos, Itachi, ya es hora de irnos.

-      Muy bien - se levantó y caminó hacia el rubio y dirigiéndose a los demás: - Hasta luego

-      Hasta luego - respondieron al unísono

-      Hijo - Mikoto se levantó - Si ves a Sasuke dile que venga a verme cuando tu padre llegue, se me va volando el tiempo con Kushina

La pelirroja soltó una risita. Era verdad. Mikoto estaba ahí desde la mañana y habían platicado todo el día. Itachi asintió y se alejó junto con Deidara. Kushina y Mikoto volvieron a la mesa. Naruto volvió a la cocina, tomó su tazón de arroz y comenzó a comer. Al tomar el primer bocado, oyó la voz de su hermano, que todavía no se iba.

-      ¡Mamá! - llamó - ¡Sasuke-kun está aquí!

-      ¡Oh! - la voz de Kushina sonaba emocionada - ¡Haz que pase!

Casi contenía la respiración. Oyó un pequeño barullo, pero Sasuke no hablaba. Hasta que su voz se logró escuchar en el recibidor, cerca de la cocina:

-      Buenas tardes, Kushina-san - saludó - Sabía que estarías aquí, Mamá

-      Claro - rió, nerviosa - ¿Ya ha llegado tu papá?

-      No - respondió

-      Qué bien - suspiró - No me he quedado tanto tiempo, entonces

-      Sasuke-kun - habló Kushina - Come algo de arroz, te ves pálido

-      Sí, hijo - secundó Mikoto

-      Hay en la cocina - sonrió la pelirroja - Siéntete libre de servirte

-      Gracias, Kushina-san - hizo una reverencia - Con permiso

-      Propio

Sasuke se dirigió a la puerta de la cocina. Mikoto y Kushina intercambiaron miradas cómplices al oír cómo la puerta se abría. El azabache ya estaba dentro. Naruto pudo oír sus pasos. Las manos le sudaba... ¿Pero qué demonios? No pudo ni siquiera tomar otro bocado de arroz. Tiritó al percibir a Sasuke a un lado de él.

-      ¿Y a ti qué te pasa, dobe? - le preguntó

-      N-nada... - titubeó - ¿Q-qué... qué haces aquí?

-      Vine a verte, torpe - respondió en tono obvio

-      ¿P-para qué? - dejó el tazón en la barra, temía que se le resbalara

-      No sabía que tu hermano fuese el novio del mío - evadió su pregunta

-      No te hagas el idiota, tú como yo, sabes que ya llevan tiempo saliendo - dijo. Guardó silencio y después añadió: - Todos piensan lo mismo

-      ¿Que somos novios? - inquirió

-      Sí - resopló

-      No sería mala idea - rió, divertido

Naruto no pudo responderle... ¿No sería mala idea? Volteó a ver al azabache, éste miraba hacia el infinito, embelesado. Respiró agitado. ¿Qué era esto que sentía?

-      ¿No te parece? - lo miró directo a los ojos

-      N-no... no me parece - negó con la cabeza - Tú... tú y yo no podemos ser novios

-      ¿Por qué?

-      P-porque... porque eres - titubeó - Eres mi mejor amigo, yo no...

-      ¿Lo soy? - su tono de voz parecía no creerlo

-      S-sí - asintió

Sasuke se incorporó y se colocó frente a él. Naruto se tensó al sentir cómo la distancia entre sus cuerpos se hacía cada vez menor. El calor se agolpó en sus mejillas. ¿Qué demonios estaba haciendo ese teme? El azabache se acercó a su oído y susurró:

-      Dame un beso...

-      ¿Q-qué? - jadeó - ¿Para qué?

-      Nos están oyendo - respondió

-      Con... con que es eso... - titubeó - No... no quiero dártelo

Sasuke soltó un ligero gruñido de molestia por la poca cooperación del rubio. Así que, estando ya cerca de su oreja, la delineó con apenas la punta de la lengua. Naruto soltó un gemido contenido. No pudo reprimir más otro, cuando sintió que Sasuke mordía y lamía su lóbulo. El ojiazul interpuso sus manos entre su pecho y el del azabache, intentando separarse de él.

-      No te resistas - susurró él - Dame un beso, Naruto

-      Y-ya te dije que no - gimió.

-      Entonces te lo voy a robar - dijo, altivo

Se incorporó, quedando tan cerca de su rostro, que el rubio podía sentir su respiración. Sasuke le tomó con su mano la mejilla, mientras lentamente se acercaba a sus labios, peligrosamente. Hasta que por fin sintió la tibia piel del azabache sobre la suya. Al hacer el primer contacto, pensó que se separarían de inmediato, pero fue todo lo contrario. Sasuke se aferró más a él, intentando abrirle la boca, rozando con su lengua sus labios. Naruto sentía que su cabeza explotaría por el calor. Soltó un jadeo, entonces, Sasuke aprovechó para introducir su lengua en la cavidad del rubio, sonrió sobre sus labios y empezó a jugar con la lengua de Naruto, éste se rió. Había sentido gracioso lo de la lengua. Estuvieron besándose hasta que les faltó el aire. Al separarse, el rubio miró a Sasuke a los ojos. Ambos estaban sonrojados.

-      No... - Sasuke sonrió ligeramente - No besas tan mal

Naruto no le contestó. No podía hablar. Toda esa situación lo había tomado por sorpresa. Sasuke se separó completamente de él y suspiró, recargándose en la barra.

-      Sírveme arroz, dobe - movió la mano de arriba abajo.

-      ¿P-por... p-por qué lo hiciste?

-      Tengo hambre, quiero arroz - respondió

-      ¡N-no! - no podía parar de titubear - ¡N-no me refiero a... eso! Sino al beso...

-      ¡Ah, eso! - rió - me dieron ganas... Te veías tan indefenso... tan... deseable...

Al rubio le corrió rápido la sangre por las venas, al oír lo que Sasuke le había dicho. "Deseable" Idiota. Sólo lo había utilizado. Inútil...

-      ¡Sírvete tú, teme! - gritó, sumamente molesto

-      ¡Muy bien! - soltó una carcajada - No tienes por qué ponerte así...

¡No! ¡¿Cómo pudo haberse dejado seducir por un cabrón como ese?! Se cruzó de brazos, mientras lo observaba comer, como si nada. ¡Qué idiota! "Me dieron ganas" "Te veías tan indefenso" "Tan deseable" Maldito lascivo. Estaba tan enojado. No quería gritar, porque la madre de ese maldito estaba en su casa, en la habitación contigua... Ay, Sasuke. Eres un maldito patán. Aunque ese beso le había gustado bastante, se negaba a ceder a los deseos y habladurías de los demás... Sasuke era su amigo, no podría verlo de otra manera... No podía gustarle...

No podía...

¿O sí?

 

 

Notas finales:

Ya sé que la historia aparenta ser más cómica, pero... ahh.. tiene de todo, no se preocupen =)

Espero que les haya gustado mucho!!

バイバイまたね!!

(K)キスして(K)

Byebye, Mata ne!

Kisu shite!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).