Capitulo 1: Ruptura
-NEJII, TE AMO!!!! – gritó el rubio a todo pulmón al cruzar la puerta de la pastelería de su prometido.
El aludido sintió que la cara le ardía de vergüenza y quiso desaparecer en ese momento, que la tierra se lo tragara pues no era la primera vez que su pareja le avergonzaba en publico. De verdad se preguntaba seriamente que es lo que le había visto al rubio ese; sí, tenía que aceptar que era físicamente bellísimo y que igual también una buena persona, pero a veces tan impulsivo y bobo; en definitiva tenían muy poco en común y él estaba planteándose seriamente el dar por terminada su relación antes de que fuese demasiado tarde.
-¡¡Hola amor!! – saludó el rubio de marquitas en las mejillas al estar detrás del mostrador.
Intentó acercarse hasta su novio y darle un gran beso en los labios pero el otro chico se lo impidió.
-Espero Naruto, estoy ocupado, - señaló a la fila de clientes que tenía formados para pagar en la caja registradora – te veo mas tarde en mi casa ¿vale?.
Naruto hizo un puchero de decepción y frunció los labios, aun así contestó con su característica despreocupación.
-Esta bien, voy llegando a mi casa, me dieron la tarde libre. Te veo mas tarde, te amo bebé, no lo olvides. – acotó despidiéndose con un agitar de manos.
-Sí, hasta luego – musitó por lo bajo.
***
Naruto Uzumaki, paramédico de Konoha, de 27 años de edad, uno ochenta de estatura, rubio de ojos de un azul intenso y piel ligeramente bronceada; un alma libre que se guiaba por instinto, de naturaleza noble y decidida que por ahora atravesaba por la mejor etapa de su vida, pues estaba a punto de contraer nupcias con el guapo de Neji Hyuuga un joven chef especialista en repostería fina, perteneciente a una de las mejores familias del pueblo y que además estaba que se caía de bueno, con su piel blanca y cabello castaño largo, además de sus peculiares ojos de un color aperlado; un buen sujeto, aunque de carácter reservado.
Daban las ocho de la noche y Naruto había pasado por Neji, como se lo pidió y ahora iban en el coche del ojiazul, dispuestos a pasar una agradable velada.
-¿A dónde quieres ir Neji? – preguntó el rubito con una enorme sonrisa, dedicándole un vistazo rápido a su novio para luego volver su vista hacia el camino.
El ojiperla lo pensó por un momento – Ermm… ¿Qué te parece ir al teatro? Esta la puesta en escena del violinista en el tejado, hace un año fui con mi familia y me pareció muy buena, me gustaría verla de nuevo.
Naruto emitió un pequeño bufido – Nah Neji, eso suena muy aburrido… ¡Ya sé! Vamos al cine, hoy estrenan Ninja asesino IV La revancha, estará genial – terminó con entusiasmo.
-¿Para que me preguntas, si siempre terminamos haciendo lo que te da la gana? – replicó enfadado el Hyuuga.
-No te enfades bebé – trató de conciliar acercando la mano para acariciar la pálida mejilla, más le fue apartada de un manotazo.
-No me toque – gañó ofuscado y empezando a vociferar – y ¿sabes que? Ya decidí que hoy no quiero salir, así que me bajo aquí – hizo por abrir la puerta del auto pero este iba en movimiento, cosa que puso muy nervioso al ojiazul.
-Espera Neji, tranquilízate.
-¡Pará el coche Naruto, siempre es lo mismo contigo, ya no te aguanto!
Los arranques de Neji eran cada vez más comunes, Naruto les restaba importancia creyendo que se debían a los nervios por la boda, aparcó cerca de la acera y miraba con ojos de preocupación a su exaltado novio.
-Por favor Neji, perdóname, vamos a donde tú quieras, pero no te enojes – suplicó lastimeramente.
-No ¿Sabes que? No estoy de humor ahora, y no quiero pelear, llévame a casa ahora.
-Esta bien, como tú digas.
El camino a casa del Hyuuga se hizo en completo silencio por parte de ambos, la mirada de Naruto reflejaba la profunda tristeza por el malestar que involuntariamente le causaba a su amado novio; mientras que el otro aun conservaba su careta de enojo.
-Hasta mañana. – dijo bajando del vehículo sin dar tiempo a su pareja de reaccionar.
"¿Por qué?" se lamentó Naruto llevando sus manos a su cabello, presionando un poco a los costados de su cabeza y encogiéndose sobre el volante.
Estuvo unos minutos observando la casa de Neji, más especifico hacia la ventana que sabía pertenecía a la recamara de su adorado ojiperla, miraba la luz encendida y como la silueta humana se movía tras la cortina, seguía con la vista el movimiento hasta que la luz se apagó.
Suspiró abatido y encendió el coche decidido a ir hasta el bar Ichiraku donde con seguridad se encontrarían bebiendo sus amigos.
Al llegar al establecimiento, entró y fue recibido con unos gritos de bienvenida, al fondo del lugar, en una mesa apartada de la puerta lugar se encontraban Kiba, un chico castaño que llevaba unos extraños triángulos invertidos de color rojo en la mejilla, cosa que según él formaba parte de su clan y que era todo un honor con el cual se les identificaba ante el mundo, al lado de él se encontraba Shino Aburame, otro joven extraño que siempre llevaba lentes negros así fuera de noche, al parecer era muy tímido, pues casi no hablaba, además de que el abrigo que llevaba le cubría gran parte del rostro con el cuello alto de este; por otro lado de la mesa se encontraba Sai, uno de los mas guapos del grupo, con su piel extremadamente pálida, de cabello corto negro y lacio, además de ojos profundos del mismo color de su cabello, al lado de este azabache se encontraba Shikamaru, el cerebrito del grupo, experto en computadoras y que además trabajaba para el gobierno, a este joven parecía costarle trabajo hasta respirar, como si tuviese la flojera siempre encima y dispuesto a darle la espalda lo mas que se pudiera a los problemas, con su lema "relajémonos que esto es problemático".
El rubio se acercó hasta la mesa, saludó rascándose la nuca y se sentó dispuesto a relajarse y pasar un buen rato.
***
Neji se dejó caer pesadamente sobre la cama después de haberse acomodado el pijama; llevaba varios días analizando su relación con Naruto, no es que no lo quisiera, simplemente las diferencias entre ellos ya le estaban cobrando factura; él se consideraba una persona madura, refinada y centrada, comparándose con el rubio, este era atolondrado, revoltoso, escandaloso, soñador y un romantico empedernido que le gustaba levantar castillos en el aire en resumen "todo un niño" y él necesitaba estabilidad, cosa que dudaba que pudiera encontrar con Naruto.
Decidió dejar a un lado sus pensamientos pesimistas y descasar, pero como todas las noches necesitaba del relajante sonido de la música para conciliar el sueño, llevó su mano hasta el buró donde se encontraba la consola de radio y la encendió.
Tal parecía que el destino no quería darle tregua, pues al prender dicho aparato se encontraba sintonizado en la estación donde se emitía un programa conducido por el psicólogo especialista en relaciones de pareja, el reconocido "Uchiha Sasuke".
"Bien amigos, esta noche traigo para ustedes los conceptos básicos para una buena relación, descritos en mi libro que lleva por nombre "El príncipe azul no existe" para los que estén familiarizados con el tema, responderé a sus preguntas con gusto, así que no duden en comunicarse conmigo"
Neji comenzó a poner atención a la melodiosa voz que salía del aparato, muy interesado en el tema, como si Dios le estuviese dando una señal para aclarar su enturbiada mente.
"Exacto" respondía el psicólogo a la llamada de una radioescucha "Claro que puedes tener una relación perfecta, pero debes dejar de lado los conceptos de romanticismo, eso de que el amor es suficiente para subsistir es una falacia, maduremos y pongamos las cartas sobre la mesa, para una relación sana y duradera se necesita tener cosas en común, puntos de vista parecidos, si no la pareja esta destinada al fracaso, así que si, el matrimonio para toda la vida si existe, siempre y cuando te cases con alguien que sea muy parecido a ti, y que tenga los pies en la tierra."
"Gracias señor Uchiha" contestó la radioescucha y colgó la llamada.
Neji se lo pensó por un momento, más por instinto se decidió a llamar.
"Sí, ¿Con quien tengo el gusto?" preguntó el Uchiha a la persona que se encontraba del otro lado de la línea.
"Buenas noches señor Uchiha, mi nombre es Neji Hyuuga"
"Hola Neji, gracias por llamar y bien, dime ¿Cuál es la duda que tienes?"
"Veras, estoy a punto de casarme, lo quiero y es una buena persona, pero últimamente me e puesto a pensar mucho en la relación que llevamos y me he dado cuenta que realmente no tenemos muchas cosas en común" La voz de Hyuuga denotaba un toque de angustia, era raro estar hablando con un desconocido, pero él necesitaba un consejo y que mejor que recibirlo de un profesional ¿No?
"Entiendo Neji, pues bien, por lo que me dices, me doy cuenta de que realmente no deseas casarte con ese sujeto, entonces te pregunto ¿Por qué estas siguiendo adelante con el proceso, si sabes que no va a funcionar? Para mi que ya deberías saber la respuesta correcta, si lo estas dudando, es por que esa persona no es la adecuada para ti, y sería un gran error que continuaras con tus planes de boda, es condenar al fracaso algo que aun no a empezado, no le auguro un buen futuro a tu relación, así que si yo fuera tu, definitivamente daría por terminado el compromiso" el presentador hablaba con tanta seguridad que convenció totalmente a Neji de lo que decía.
"Gracias Doctor Uchiha, de verdad me ha sido de mucha ayuda"
"No te preocupes Neji, estamos para servirte, te deseo suerte" La llamada dio por terminada y el psicólogo siguió hablando "Muy bien amigos a sido todo por hoy, nos escuchamos en otro de mis programas, gracias por sintonizar y hasta la próxima" terminó por despedirse.
Neji apagó el aparato de sonido y respiró un poco más tranquilo, mañana mismo hablaría con Naruto respecto a sus dudas y daría por terminada su relación.
***
En el comodo automovíl del Rubio se encontraban yendo a casa él y sus amigos, a Sai se le había ocurrido pedirle a Naruto que sintonizaran la radio, pues esa noche pasaba uno de los programas favoritos del azabache, uno que hablaba sobre relaciones, y al paliducho le gustaba estar bien informado sobre el tema, Naruto sabiendo que si no daba gusto a su amigo no lo callaría en todo el camino, accedió a su petición; cual fue su sorpresa al encender el radio y escuchar en vivo y en como es que su prometido exponía ante todo mundo sus dudas sobre su relación, algo de lo que él no estaba enterado.
Todos estaban en silencio, sin saber que decir o como brindarle consuelo al Uzumaki, a leguas se miraba como había decaído el ánimo del chico al escuchar a su novio.
-Naruto, – habló Kiba tratando de dar su apoyo – sabes que puedes contar con nosotros para lo que se te ofrezca ¿verdad?
El rubio estaba como ido, no terminaba de procesar toda la información, su corazón dolía, no quería que fuera cierto, rogaba por que fuera un simple mal entendido, ¿podría haber otro Neji Hyuuga en la ciudad? Como le gustaría rogarles a los dioses que así fuera, y que no se tratara de su amado ojiperla, pues si así fuera, no sabría que hacer de ahora en adelante, su hasta ahora perfecta vida se caía a pedazos y él solo deseaba que fuese un sueño, una pesadilla de la cual le gustaría despertar en esos momentos.
"¿Neji, de verdad que no me amas como yo a ti?
Continuara…
Muhaahahahaha, bueno doy comienzo a esta nueva historia, espero lea haya gustado, tengo varios fics en el tintero, y mi salud no a sido la mejor en estos últimos días, estoy tratando de volver a la normalidad, y la única forma de hacerlo, es dándole rienda suelta a mi imaginación, y plasmar las nuevas ideas que me van llegando, o si no se me van atascando como cuello de botella y no dan paso a las que ya tenia anteriormente, espero no decepcionarlos y que me sigan acompañando, dejo de hacer promesas, sin embargo tratare de no abandonar ninguna de las historias que tengo en proceso, lento pero seguro ok…