Es un 5 de Julio, ha sido una gran fiesta, varios de sus amigos han venido a desear un feliz cumpleaños. Para ello Alfred, mejor conocido como; América, había organizado una celebración sin precedentes, comida abundante, grandes artistas musicales de fama mundial, fuegos artificiales, de todo, en resumen fue la fiesta del año, sin olvidar los grandes regalos que recibió.
Sin embargo Alfred, no es feliz, le falta algo en su vida, la ausencia del amor lo está consumiendo desde adentro y no por no sentirlo, sino por miedo a no ser correspondido, incluso los héroes tienen temores, pero Tony, su amigo alíen quien es el único que sabe este mal, desea ayudarlo y decide darle un obsequio algo inusual.
El joven rubio se encuentra descansando de la gran fiesta que tuvo durante la noche, cuando recuerda que su amigo extraterrestre le dijo que le iba a dar su regalo al día siguiente y como no es muy paciente decide salir en su búsqueda.
Al cabo de dos horas, Alfred está cansado de buscar a su plateado amigo, se dirigió rumbo a su recamara que era el único lugar que le faltaba, al llegar a esta vio sobre la cama, un objeto que le llamo la atención, se acerco para verlos mejor; hasta que vio una nota.
Dear Alfred:
Sé que no te atreves a revelar tus sentimientos hacia esa persona especial, es normal tener miedo, yo lo tuve cuando llegue a tu planeta.
Pero ahora, ya no tengo de que temer y muy pronto, tampoco lo tendrás tu.
Ojala te guste mi regalo, es un casco de realidad virtual, cuya función es mostrar lo que tu corazón desea y hace que lo vivas, al menos en tu mente.
Atentamente tu mejor amigo.
Tony.
Al terminar de leer la nota, el americano se puso el caso y lo encendió.
Alfred lo primero que ve es oscuridad absoluta, pero esto va cambiando, siente como unos rayos de distintos colores se dirigen a él.
Se ve un mundo llenos cristales morados, lilas y blancos, el piso es azul claro y el cielo es grisáceo con brillos rosas, no hay animales, las pocas plantas no son verdes, son negras con rosa y cubren los alrededores de los cristales, que al parecer son como el equivalente a las piedras.
Alfred esta maravillado con lo que ve, pero al dar unos pasos, se da cuenta de que esta vestido como un astronauta, sin embargo no le da importancia y sigue caminado, pero no ve a nadie, hasta que sale una especie de humo blanco enfrente de él, no puede creer la figura que se encuentra detrás del humo, decide quitarse el casco para ver mejor.
La figura es de un ser vivo, es fina, de baja estatura, la cual esta vestida con una especie de toga blanca, este ser se va acercando hacia nuestro astronauta, el rubio no puede creer lo que ve, es el ser más bello que sus ojos han visto, es muy familiar para él, al tenerlo a pocos pasos lo detiene.
- Japón-. Susurra Alfred.
El ser sonríe, al verse reconocido, es igual al bello amor del rubio, su estructura es menuda, delgada, es de baja estatura, con cabello y ojos oscuros, lo único que lo diferencia con el verdadero Kiku, es el par de antenas que salen de su cabeza.
- Alfred-San, que gusto verlo aquí-. Dijo el ser, mientras abrazaba al rubio.
- Mi Kiku, ¿Qué haces aquí?-. Respondió el rubio mientras contestaba el abrazo y acariciaba el cabello de su amado.
- Esperándolo, para que me lleve con usted-. Respondió el japonés para dejar de abrazarlo y empezar a besarlo con ternura.
- Hágame lo que usted quiera, soy suyo-. Dijo Kiku al romper el beso, estaba todo sonrojado.
El americano no puede creer lo que oye, pero sin importar eso, empieza a dejarse llevar, comienza a besarlo con lujuria, como si no hubiera mañana, Kiku responde el beso, coloca los brazos alrededor del cuello de Alfred, se deja guiar por el rubio, este ultimo coloca las manos en los glúteos del moreno por encima de la toga, son firmes y redondos, Alfred empieza meter las manos en la toga para sentir mejor la piel del japonés.
Kiku solo emite dulces y suaves gemidos por las sensaciones, Alfred rompe el beso y comienza a acostar sobre el suelo azulado a su lindo amor, lo comienza a desvestir al igual que lo hace consigo mismo, el japonés se sonroja al máximo a ver al rubio totalmente desnudo y excitado.
Alfred lo empieza a besar en el cuello, siendo por todo el pecho, dándoles unos pellizcos a los pezones del morenos, los cuales están totalmente erectos, Kiku solo emite gemidos, pero estos son ligeramente más fuertes, esta totalmente sonrojado.
El rubio a ver el despierto miembro del japonés, lo introdujo en su boca y empezó a devorárselo con pasión y rapidez, Kiku no puedo aguantar más y se descargo en la boca del americano. Alfred se trago todo lo que su pareja le ofreció.
El rubio llevo hacia la boca de Kiku, sus dedos para que este los lamiera y asi lo hizo el moreno, ya estando lo suficientemente mojados, Alfred los llevo a la entrada del moreno y los introdujo para dilatar la entrada.
Ya estando listo Kiku, el americano se introdujo en el japonés para comenzar a embestirlo con fuerza y potencia, el moreno no podía con todos los estímulos que se vino en su torso, el rubio al ver la semilla de Kiku sobre este se descargo en su entrada.
Alfred agotada por la acción, salió del cuerpo de Kiku y se recostó al lado de el para abrazarlo por la cintura y acercarlo a él, el japonés se durmió al instante.
El rubio al ver eso, solo sonrió y murmuro; “Te amo, Kiku”, al decir esto cerro sus ojos y todo se volvió oscuro nuevamente.
El dulce sueño había acabado, el joven se quito el casco, se encontraba triste porque deseaba tener a su dulce Japón en la realidad, no es una simulación.
- Muy pronto, Japón, pronto te diré lo que siento y seremos felices-. Se dijo a sí mismo, esperando ser correspondido, tal vez el 11 de febrero será el día o antes.