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Que ganga. por black_phenix

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Notas del capitulo:

Este es un shot que hice hace mucho, espero les guste. 

 

 

 

 

 

Que ganga.

 

 

 

— ¡¡Gane a un Uchiha!!

 

Se detuvo de golpe, abrió los ojos enormemente y, con parsimonia, limpia su oído. Creyó escuchar mal. Sí, eso era, nadie que se considerara hombre, o amara mucho su vida, se atrevería a tocar a un Uchiha y mucho menos ponerlo en venta para un juego de árcade de subastas. ¿O No? Entorno la vista, tratando de captar, al menos, la silueta del presentador del juego en aquella feria improvisada que había propuesto hacer la Hokage. Se le había ocurrido la magnífica idea que después del regreso de Sasuke y, claro, cómo no, la derrota de Uchiha Madara, se realizara un evento que calmara a las masas dolidas durante los últimos meses. Trato y trato, pero no logro ubicar a nadie que haya gritado aquello.

 

— ¡¡Gane un Uchiha!!

 

 

Lo volvió a escuchar mientras se detenía de golpe por la potente voz que al parecer, o de alguna manera, conocía. Miro de nuevo al conglomerado de chicas frente a él. No encontraba a Sasuke, sólo esas mujeres arremolinándose frente a una tarima. Se golpeó mentalmente… Ésa debía ser donde vendían a Sasuke. Al final de cuentas  el muy maldito era el último Uchiha en pie. Trato de abrirse paso y, a golpes, gritos disconformes y una que otra cachetada con unos senos de proporciones alarmantes, sin llegar a ganarle Tsunade, logro llegar al frente donde quedo con la boca des-perfoliadamente abierta.

 

 

Naruto no creía, ni muchos menos querían hacerlo, lo que estaba viendo. Si pudiera sacaría sus ojos para limpiarlos y volver a intentarlo. Lástima que no podía. Miro al presentador, o presentadora. Era la única persona con valor, fuerza descaro y ovarios que podía atrapar  a Sasuke y obligarlo a que hiciera… hiciera… pues aquello que estaba haciendo. Sasuke estaba con un traje que hacía que el más puro de los hombres se corriera sin siquiera tocarse: pantalones entornados alrededor de su trasero y parte frontal, mostrando un gran bulto; ese debía ser el monstruo de miembro del cual siempre se jactaba, aunque nunca lo gritara abiertamente. Aquella camisa de un blanco pulcro, semi abierta hasta el quinto botón. No tenía nada más encima, más que su mirada que decía entre comillas al aire “Se me pegan o me compran y no lo cuentan’’.

 

— ¡¡ ¿Quién da su mejor oferta?!! — Grito la Hokage, sí, la única con el valor y las copas suficientes como para obligar a Sasuke a hacer aquello, recibiendo números cuantiosos y equivalentes a mini fortunas. ¿Era que esas mujeres no tenían pudor? Sus maridos las miraban fijamente, como queriéndoles decir que estaban justo a su lado, como para que estuvieran gastando dinero para comprarse a un chiquillo durante un día completo “eso decía el letrero”.  Naruto entorno la vista. Sasuke no estaba nada mal, se lo tiraban un par de veces en la tarde  antes de devolverlo  y listo. Como amigos al final y matándose como siempre con miradas y retos que él mismo ponía. Aunque ganara cinco de diez retos, para ambos era una ofensa quedar empatados. Sasuke odiaba quedar a la par con un idiota como lo era Naruto y a Naruto le fastidiaba de sobremanera quedar empatado con un imbécil ególatra como aquel.

 

 

 

— ¡¡50 mil yenes y las escrituras de mi casa!! —Escucho Naruto a lo lejos lo que gritaba una chica algo mayor de edad, unos 39 máximos, proponiendo vender su casa sólo para meterse con Sasuke. ¡¡Dios!! El mundo se estaba acabando. Bueno… exageraba. Sasuke tenía más que lo suyo no lo negaba pero…

 

 

 

— ¡¡100 mil yenes!! —Escucho un grito ahogado al fondo. ¡¡Un hombre quería a Sasuke!! Vio como el Uchiha arrugaba el ceño, no le gusto para nada la mirada lasciva de aquel sujeto. Sus ojos ónix se movían por toda la población, porque eso sí, no era grupo, a su alrededor se reunió casi toda Konoha. Los muy malditos lo deseaban tanto como para reunirse para comprarlo. ¡¡Maldita vieja borracha y sus malditas amenazas!! De haberlo sabido se hubiera ocultado hasta el día ese. Mira que amenazarlo con decirle todo a Naruto. Sus ojos continuaron su viaje hasta topar con un pelo alborotado, rubio, y unos ojos color celeste que debitaban entre preocupados y divertidos. Bufo, el Dobe tenía que meterse también en eso…

 

 

— ¡¡500 mil yenes!! —Se escuchó a una voz algo chillona gritar. Tanto Naruto como Sasuke la buscaron, ¿Quién diablos daba tanto por el teme? Allí, a lo lejos, casi al fondo, y Naruto casi subido a la tarima por los empujones de las locas enamoradas del hermoso cuerpo de Sasuke,  podía apreciar a la figura que estaba vestida con un traje que te hacia fregarte los ojos. Sasuke se viro con el ceño fruncido y los ojos entornados, un brillo de preocupación atisbo en el fondo de esos pozos negros. Preocupación y dolor, claro está, por qué quién demonios soportaba ver a Sakura vestida con aquel traje flamante de un color chillante y, por todos los budas del mundo, ese maldito color rosa.

 

 

 

Las cosas eran claras. Naruto sabía de antemano que la Hokage no haría otra cosa que tener un plan bastante bien pensado antes de colocar a Sasuke en la tarima y no arriesgarse a que el susodicho matara a quien osara pedirle algo más que servirle todo el día. Por eso las dos razones porque Sasuke estaba mordiéndose los labios. Primera: no le agradaba hacer aquello y segunda: la Hokage había usado un Jutsu de sumisión.  En otras palabras; tenía que hacer todo lo que el que lo comprara dijera por todo ese día. Maldita sea la vieja alcohólica y su complejo de sádica, por que aquella sonrisa ladina no era por estar solamente feliz, su maldita mente debía de atisbar lo que venía cuando lo compraran.

 

—1,000, 000 millón de yenes…—Tsunade pensaba replicar a la persona que había hecho ese ofrecimiento y, antes de que se negara la voz de Naruto volvió con una oferta que sabía la anciana no despreciaría, porque sería enterrarse viva—, y seis cajas de vino importado de 1980 de la reserva del casillero maldito—sonrió triunfante al ver que la vieja chocha de su jefa lamia sus labios probando el vino que le ponían en bandeja de oro. La razón era simple, Shizune se había encargado de que su maestra no consiguiera vino, más que el de baja calidad. Por eso Naruto sabía que había ganado, más la exorbitante cantidad de dinero que daría, no es que le molestara gastar ese dinero, si tenía de sobra. Las múltiples misiones de nivel doble s que se le asignaban le dejaban cuantiosas sumas de dinero… era prácticamente millonario.

 

 

— ¡¡Vendido!! —Anuncio sin darles tiempo a regatear con una cantidad mayor o una oferta mejor… que maldita oferta ni qué demonios… Esa era su oportunidad. Y mucho más al ver como Shizune planeaba interponerse con aquella intromisión de Naruto, aunque le molestara, el rubio jugó bien sus cartas. Naruto había ganado una batalla no antes planeada con facilidad. Maldito crio. Sonrió; así debía de ser quien sería el próximo Hokage.

 

 

Sasuke por su lado agradecía y se maldecía mil veces. Por lómenos estaba seguro que el rubio no lo haría hacer cosas desagradables que en verdad disfrutaría hacer con él. Vio a lo lejos a Sakura bufar, no le gusto que Naruto comprara a su muy preciado Sasuke, pero con la sonrisa que puso, parecía que paneaba algo para ese momento. Se acercaba a paso ligero entre la multitud que comenzaba a retirarse molesta. Sasuke se dio cuenta de las intenciones de Sakura y sin más, se bajó de la tarima y se acercó al de ojos azules, quien le sonreía con altanería. ¿Era él, o esa sonrisa le gusto bastante?

 

 

—Parece que Sakura planea hacer un trato contigo para tenerme—dijo Sasuke  mientras apuntaba a la chica que venía y, al parecer, sacando de su ensoñación y sonrisa de triunfo al Uzumaki. Naruto miro en la dirección donde apuntaba el azabache, discretamente, y discernió la figura de aquel traje que le hizo fregarse los ojos un poco antes de poder enfocar bien la ladina sonrisa de la chica.

 

 

— ¿Y, tú quieres irte con ella? —Pregunto Naruto con una ceja enarcada y una pose algo arrogante al parecer de Sasuke. ¿Desde cuándo Naruto se comportaba así? Se encogió de hombros, como diciendo que el asunto le importaba poco. Naruto entorno la mirada antes de colocar un dedo en la barbilla del Uchiha y hacer que le mirara a los ojos—. Lo siento por ti, Sasuke—dijo con una Voz tanto ronca como sexy al parecer del portador del Sharingan—, pero por todo el día de hoy y mañana hasta esta hora, eres mío— Sasuke trago en seco con ese comentario antes de sentir como lo tomaban del brazo y lo halaban hasta una de las atracciones montadas.

 

 

Sakura,  para mala fortuna de ambos chicos, los había alcanzado antes de que terminaran su huida: — ¡Naruto!—Casi grito, ya estaba cerca. El rubio bufo para asombro del moreno, ¿no que le gustaba Sakura?

 

—Dime Sakura-chan —volteo con una hermosa sonrisa. Vale, a Sasuke ya le estaba dando escalofríos. Era la primera vez que observaba esos cambios de humor tan rápido, ni siquiera él era tan sínico.

 

 

—Hola, Naruto… Sasuke-kun —susurro con voz melosa lo último, Sasuke aprecio la leve mirada controlada que dejo relucir por un segundo la rabia que sintió el rubio al escuchar ese apelativo tan cursi que uso Sakura para llamar a su persona. El azabache sólo la miro fríamente antes de dejar de prestarle atención, cosa que le agrado al de ojos azules—. Quería pedirte que si… bueno…tu sabes.

 

—No, no sé, ¿podrías ser más explícita? —Contesto de vuelta sin dejar de tener aquella sonrisa que iluminaba la noche.

 

 

—Bueno… ya que tu no piensas usar a Sasuke en… nada útil. ¿Podrías dejármelo? —Se expresaba inocente con aquella sonrisa. La Sakura real estaba feliz dentro de su cabeza, gritando que ya lo tenía y que podría disfrutar de Sasuke esa noche.

 

 

—Por supuesto que…—Sasuke parecía tener un tic nervioso, ¿Naruto planeaba entregarlo a Sakura sin más? Pero para su sorpresa, como para la de Sakura, Naruto cambio su expresión a una seria y una mirada gélida que hizo un escalofrió recorrer los cuerpos de ambos—... No—dijo antes de volver a colocar aquella hermosa sonrisa y salir caminando con Sasuke de la mano. Sakura quedo choqueada y Sasuke parecía que trataba de quitar un Ninjutsu ilusorio que nunca existió. Al parecer, había muchas cosas que cambiaron durante su ausencia.

 

Durante las próximas dos horas de la mañana, ya que el vendito festival comenzó a eso de las nueve de la mañana, incluyendo la subasta de su persona fue a las 10, ya eran las doce, y ellos se habían puesto a recorrer todo el parque temático. Era divertido, Sasuke no podía negarlo, inclusive el pasarse tiempo sin discutir con el rubio era entretenido. Claro está, no discutía ni le insultaba, por el estúpido Jutsu que lo doblegaban a hacer todo lo que quería Naruto.

 

Pasaron a almorzar al Ichiraku ramen, claro está.  A Sasuke no le gustaba, pero al menos era agradable al paladar, y más si era de vegetales. Transcurrieron un par de horas más, entre chucherías y una que otra cosa que se le antojaba a cualquiera de los dos, por que Naruto le permitía escoger cualquier atracción que le gustase.  Se detuvieron en la sala de los espejos…

 

 

— ¿Te gustaría entrar, Sasuke? —Pregunto Naruto mientras observaba los espejos principales…  Aquellos que te dan una muestra de lo que puedes ver dentro. Sasuke no dijo nada y sólo se adentró, siendo seguido por un sonriente rubio, el cual, sin que el Uchiha se percatara, cambio el letrero del frente y puso una advertencia.

 

 

Camino a paso monocromático, detrás de Sasuke, observando su figura cambiar entre los lizos espejos. En unos era fornido, en otros bajito y muy cabezón. Los que más disfrutaba eran los de Sasuke…

 

 

—Y dime, Sasuke. ¿El Jutsu de Tsunade Baa-chan no te permite mentir? —Pregunto curioso. Sasuke se tensó, pero dudo que el rubio fuese a preguntar algo fuera de lo común, y tampoco, por el estúpido Jutsu, podía mentirle.

 

 

—No, no me permite mentirte…

 

 

—Oh… —fue la escueta respuesta que soltó mientras se adelantaba unos pasos del Uchiha—. Dime, Sasuke… — el aludido lo miro intrigado. ¿Desde cuándo Naruto analizaba lo que diría? No le gusto para nada el tiempo que el aludido trataba de ordenar lo que diría—. ¿Que sientes por mí?

 

 

¿Cómo demonios soltaba tal pregunta, sin más?

 

 

—Eres un gran amigo- sí, lo hizo bien, el rubio no podía dudarlo, aunque se tratasen como animales, sabían bien que eran los mejores amigos.

 

 

—También eres un gran amigo, Sasuke—sonrió con eso, la sonrisa del rubio era esplendorosa. Trago en seco al ver la mirad seria de Naruto—.Ambos sabemos que no me refería a eso. No evadas la pregunta. ¿Qué sientes por mí?

 

—Un… ¿Un g-gran afecto? —se maldijo. ¿Cómo diablos tartamudeaba ante este chico? Naruto estaba bastante cambiado, y más al ver su cuerpo, con aquella fina camiseta de color negro y eso pantalones de color naranja ajustados a sus piernas.

 

—Oh… — volvió a decir mientras se acercaba felinamente a Sasuke, el cual, sin darse cuenta, retrocedió un paso—. Y… ¿Cómo llamarías a ese sentimiento?

 

 

Sasuke abrió enormemente los ojos, la había cagado: — C…cariño—bufo mentalmente. ¿Por qué coño le temblaban las piernas?

 

 

 

Naruto siguió caminando, haciendo retroceder más a Sasuke, el cual se dio cuenta sólo cuando topo contra uno de los espejos: — Y dime… ¿Qué tipo de cariño?

 

 

¿Cuándo coño Naruto se volvió  tan sexy y suspicaz? Su aliento chocaba contra su rostro… ¿eso era aliento a menta? Al parecer, sí, y estaba alterando sus hormonas… con sólo eso ya sentía su miembro despertar. Bajo la cabeza, sentía impotencia y vergüenza. Naruto seguía esperando respuesta, con sus dos manos apoyadas a cada lado de Sasuke contra el espejo. Suspiro, ya no tenía salvación y quizás el rubio lo odiara por eso, o creería que era un fenómeno: — Cariño amoroso— su voz salió frágil y cristalina. Otro suspiro escapo de sus labios antes de que Naruto levantara su rostro… ¿Qué demonios? El rubio sonreía alegremente. Ante eso Sasuke no tenía salvación. Se volvió a repetir… ¿desde cuándo Naruto era tan sexy? —. Naru…

 

 

No pudo seguir, en ese momento todo resquicio de lógica se perdió, sus ojos se cerraron, disfrutando de aquel beso. Naruto lo había acallado de la manera más simple que había existido, y que no muchos utilizaban por temor a ser masacrados a bofetadas

 

 

—Sasuke, te lo preguntare de nuevo… ¿Qué sientes por mí?

 

 

Esta vez fue Sasuke quien lo beso, no cálido ni salvaje, fue de una manera única. Sus lenguas enfrascadas en una cruenta batalla para saber quién ganaba. Quien por lógica era Sasuke, pero perdió ante los toques que le propicio el rubio: — ¿De verdad necesitas respuesta?

 

 

Lo pensó: — Sí… —susurro cerca de aquella fina boca.

 

 

—Te amo—termino para unir sus labios, pero fue Naruto quien los separo de nuevo, necesitaba terminar con todas sus dudas, y esa era su mejor oportunidad…

 

 

— ¿Desde cuándo…?

 

 

Sasuke estaba hastiado, su miembro palpitaba violento…necesitaba atención. Tomo la mano de Naruto y la puso a tantear la entrepierna por encima de la ropa y respondió con un gemido que calentó más que la sangre del hermoso Jinchuuriki.

 

 

— Siempre… —se detuvo y agarro la mano que planeaba adentrarse en sus pantalones—. ¿Y tú?

 

 

Naruto se había sorprendido por ambas, la respuesta y la pregunta: — Siempre… —respondió de igual manera, pero hubo otra incógnita que lo asediaba—. Desde cuando es… ¿siempre…?

 

 

Beso…

 

 

—Desde que estamos en la academia, el primer día que te vi…estuve tentado a marcarte como mío… —soltó junto a un sonoro gemido que fue acallado por la boca de Naruto. El moreno planeaba hacer la misma pregunta Pero Naruto  se adelantó.

 

 

—Desde que te conocí en la academia… estuve tentado a que me poseyeras… —si el corazón de Sasuke estaba acelerado, ahora era un todo terreno con dificultades motoras.

 

 

 

Otra vez sus bocas se unieron, sin afán de separarse a preguntar otra duda… lo sabrían para cuándo terminaran con aquello. Las manos del rubio repasaban, por debajo de la ropa, la figura de adonis del azabache. Con parsimonia, sus manos se calentaban por las pequeñas vibraciones que producía la piel de Sasuke. Estaba nervioso, estaba ansioso, estaba extasiado saboreando aquella boca. Lo que siempre busco, lo que siempre anhelo, lo que siempre deseo estaba ocurriendo en ese momento, mientras las mismas miradas que ellos daban al espejo, se reflejaban candentes hacia lo que ellos mismos hacían.

 

 

 

Sasuke,  por su parte, se sentía más vivo, más deseado, en el paraíso. Las manos de Naruto se paseaban lentamente por su piel. Estaba nervioso, y las leves vibraciones que su cuerpo producía lo corroboraban. Los finos y largos dedos de Naruto inconscientemente despertaban su lívido, aquel deseo que siempre estuvo dormido por temor, aquel deseo que siempre, en los entrenamientos, tuvo que reprimir. Que iluso de su parte. Tuvo miles de oportunidades, y por cobarde nunca quiso actuar. Pudo poseer a Naruto cuantas veces hubiese deseado si tan sólo el placer lo hubiese embargado en aquellos días. Un fino dedo, colado en su ropa íntima, tocando la punta de su pene erecto, lo saco de sus cavilaciones para que soltara un sonoro gemido…

 

 

—N… Naruto… —dijo mientras sus mejillas se tornaban rojas. Qué demonios le importaba. Estaba deseoso de adentrarse en ese cuerpo que con maestría lo dominaba. Era el seme, lo sabía. Pero Naruto actuaba más como uno que otra cosa.

 

 

—S… Sasuke –dijo, apretando con sutileza las nalgas del azabache. Escucho un lívido suspiro antes de que sus labios formaran una pequeña sonrisa. Mordió lentamente el lóbulo de la oreja del Uchiha, sacando un pequeño gemido que lo hacía querer escuchar más. Restregó sus caderas contra las de Sasuke. Haciendo que sus miembros se restregasen el uno contra el otro.

 

 

Gemido.

 

 

Gemido.

 

 

Suspiro.

 

 

 

—Naru… Naruto, por favor—suplico en un suplicio agónico de placer. Deseaba poseer al rubio. Quería que aquellos labios lo sumieran en éxtasis. Lo quería y anhelaba. Sus dedos agiles levantaron la camiseta que este cargaba, para que sus manos se entretuvieran en las tetillas del moreno.

 

 

Gemí

Se contuvo mientras escuchaba el sonido de su cierre descender lentamente. Apretó con sutileza una de las tetillas  del rubio sacando un suspiro directo en su oreja, antes que esta fuera atrapada en un par de labios sonrojados por la fuerza de su presión.

 

 

 

¿Podría aguantar tanto placer antes contenido?

 

 

Una mano masturbando su miembro expuesto le dijo que no.

 

 

 

Sasuke se sintió en el cielo. Una de sus manos, por inercia propia, bajo hasta el cierre del pantalón de Naruto, tanteando suavemente el miembro palpitante  por encima de la tela, antes de que sus dedos se deslizaran por encima del cierre. Agarro el Zip y lo descendió poco a poco mientras suspiraba.

 

 

Contuvo el aliento cuando sintió una lengua pasearse por su cuello.

 

 

 

Ambas manos se adentraron en el pantalón de un tono anaranjado, estirando el elástico e incursionándose en la ropa interior para posarse en los omoplatos y apretar con fiereza las nalgas. Naruto jadeo en el cuello antes de retirar la camisa del azabache y apoderarse con su boca de una de las tetillas.

 

 

Sasuke se estremecía ante las leves mordidas. Sus manos estaban por debajo de la camiseta  de Naruto, acariciando la espalda y jadeando ante los besos pequeños en su piel. Naruto descendió dando leves besitos en línea recta hasta posar uno pequeño en la punta del miembro del moreno. Sintió una corriente eléctrica atravesar su espalda cuando escucho en sonoro y sexy gemido que escapo de los labios de Sasuke.

 

 

 

—Na… Naruto—rogo en voz baja mientras Naruto  se encargaba de lamer lentamente toda la extensión de su endurecido pene. Era excitante ver desde arriba como la lengua de Naruto lamia lentamente, como si de un gatito se tratase, su miembro. Vio como este abría la boca y metía la punta, para luego sentir una leve mordida que le provoco más de mil sensaciones en un solo segundo.

 

 

Mordió su labio inferior tratando las ganas de gemir con fuerza. Sintió más profunda la felación que le hacia el rubio. Como muchos dice, “la mejor mamada de su vida”. Sasuke agonizaba mientras Naruto subía y bajaba a lo que su lengua envolvía el grueso miembro con su tibia lengua: — Por Kami…—gimió mientras se corría. No pudo avisar al rubio, pero a este parecía que poco le interesaba aquello mientras se tragaba todo su jugo. Sasuke se sonrojo visiblemente con la esplendorosa vista. ¿Qué coño tenia  Naruto que lo encendía de esa forma?

 

 

 

Naruto subió nuevamente y beso con fuerza a Sasuke, adentrando su lengua en la boca del mismo. Compartían la esencia derramada mientras sus lenguas jugueteaban la una con la otra. Las prendas de ropa caían una tras otra. Naruto sabía que nadie se adentraría con el letrero de juego defectuoso. Naruto lamio con gula los dedos de Sasuke, lamiendo, succionando, mordisqueando, levantando aún más de la cuenta el antes caído miembro de Sasuke.

 

 

Ya estaban desnudos. Naruto se separó de un beso caliente que le había dado a Sasuke y se pegó contra el cristal, ofreciendo su trasero: — Aah…Prepárame…

 

 

Sasuke no lo pensó dos veces, y con la mano que Naruto había lamido, se incoó para tener mejor vista. Delineo un par de veces, con el dedo índice, la  rosada y virgen entrada. Haciéndole estremecer. Sus piernas se estremecían, y su miembro palpitaba con los suaves suspiros de Naruto. Cuando entro el primer dedo, sintió la tensión dentro del mismo. Naruto estaba muy apretado. Se irguió y se dirigió a la oreja del rubio para calmarle: — Relájate…—susurro con voz ronca mientras daba leves mordidas en  el lóbulo—. Esto lo disfrutaremos como lo mejor de nuestras vidas…

 

 

Así mismo como pidió, sintió que la presión bajaba. Aprovecho esto y metió otro dedo. Naruto no sentía tanto dolor, sólo sabía que el placer comenzaba a embargarlo. Sentía los dedos salir y entrar con mayor rapidez, sentía la necesidad de algo más. Sintió cuando un tercer dedo abría más su próstata, y como su cadera se movía sola buscando mayor penetración.

 

 

—Sasuke… por favor.

 

 

Gemido.

 

 

Gemido.

 

 

 

Rogo. Sasuke entendió a lo que se refería y así mismo su cuerpo también se lo pedía.

 

 

 

Retiro los dedos, colocando en su lugar la punta de su pene en la próstata del rubio. Naruto sintió la pequeña presión del pene de Sasuke. Quería que entrara rápido. Relajo sus músculos y permitió libre acceso a lo que trataba que el dolor aminorara concentrándose en los movimientos de la otra mano de Sasuke sobre su miembro.

 

 

 

Sasuke sentía la necesidad de moverse con ímpetu contra el trasero de Naruto, pero sabía que a este le dolería. Suspiro mientras movía con mayor libertad la mano sobre el erecto miembro del rubio, haciendo que se relajara para que su miembro cupiera completo. Al saberse dentro por completo, se apegó a la espalda del Uzumaki, dando leves mordidas y pequeños besos en toda la extensión del cuello del mismo.

 

 

Suspiro.

 

Suspiro.

 

Gemido.

 

 

Naruto comenzó a moverse lentamente, en pequeños círculos contrala inmensa polla de Sasuke. Suspirando y gimiendo bajo mientras terminaba de acostumbrase.

 

 

—Sasuke… muévete… ah,  aah.

 

 

Pedía mientras el Uchiha, haciendo gala de todos sus sentidos, empezaba a dar pequeñas embestidas, Lubricando su miembro con la esencia de Naruto que escapaba de su entrada. Los movimientos lentamente fueron subiendo de tono, junto a las voces de ambos que comenzaban a gemir con más fuerza.

 

 

—Aah… Sa… Sasuke. Más, más fuerte…

 

 

—Mmmm… Na… Naruto. Eres, eres delicioso…

 

 

Gemido.

 

Gemido.

 

Embestida.

 

Suspiro.

 

 

Los movimientos fueron más veloces y certeros. Sus bocas se unieron, apagando gemido tras gemido. Sasuke se salió del interior del rubio, y juntando su ropa en el suelo, lo recostó. Coloco su miembro nuevamente en la entrada, y de una fuerte embestida se adentró a lo profundo del mismo recibiendo un sonoro gemido lleno de placer.

 

 

—Sasu… Sasuke. Te quiero… duro dentro de mí—suplico mientras buscaba la boca del azabache.

 

 

Sasuke no lo pensó dos veces y comenzó a embestir mientras besaba con gula a Naruto. El sonido de sus cuerpos chochando hacía eco éntrelos espejos que copiaban sus movimientos, multiplicándolos mientras se reflejaban unos contra otros.

 

 

Ambos se acercaban a su límite. Sasuke tomo en sus brazos el cuerpo de Naruto y lo sentó a horcajadas sobre su miembro. Naruto miro atreves del espejo y vio el pene de Sasuke desaparecer en su interior ¿Esa monstruosidad está dentro de mí?, pensó mientras sus mejillas se teñían de carmín. Sasuke masturbo al rubio e intensifico su movimiento de entrada salida de aquel bello y cálido trasero. Se sentía más que en el cielo. Naruto con un sonoro gemido se corrió en las manos de Sasuke mientras apretaba su trasero, y atrapaba a aquel duro pene con fuerza, sintiendo el calor de la corrida del mismo en su interior.

 

 

Ambos se miraron en la culminación de su acto de amor: — Te amo—musitaron al unisonó mientras se recostaban uno apegado al otro. Sasuke salió despacio de su interior.

 

 

—Sasuke… te quiero—dijo Naruto mientras se apretaba contra el pecho del moreno.

 

 

—Y yo  a ti—mientras lo abrazaba.

 

 

— ¿Qué pasara ahora? —Pregunto Naruto curioso mientras levantaba la vista hacia Sasuke.

 

 

—Simple… somos novios—dijo mientras lo besaba—, y quiero que estés junto a mí, siempre…

 

 

Naruto sonrió mientras cerraba los ojos: — ¿Cómo… si se puede saber?

 

—Múdate conmigo…

 

 

— ¿A la mansión Uchiha?

 

 

—No—dijo pensativo—. A la mansión Uzumaki- Uchiha—sonrió tenuemente mientras veía a Naruto incorporarse.

 

 

— ¿Vamos? —pregunto mientras extendía una mano a Sasuke y con la otra, comenzaba a tomar su ropa para comenzar a vestirse.

 

 

— ¿Dónde…?

 

—A nuestra casa. Quiero dar una repetición-dijo guiñando un ojo a Sasuke. Este se apresuró a recoger su ropa y a ponérsela.

 

 

—Quieres pasar por algo de comer antes de ir a la casa…

 

 

Antes de que Naruto respondiera, mientras se encaminaban al barrio Uchiha, una voz tomo voto de su turno a charlar…

 

 

 

—Sasuke-kun… Naruto —decía Sakura mientras se apresuraba al encuentro con los dos miembros del equipo 7.

 

 

 

— ¿Sí, Sakura-chan? —Decía Naruto con una sonrisa. En su interior realmente deseaba matar a esa chica. Sasuke no le prestó el menor ápice de atención. Su mente vagaba en lo que le haría a Naruto en su cama una vez llegaran a su casa.

 

 

—Bueno… es con Sasuke. Quería saber si mañana estaba libre. Para invitarlo a comer…—sus mejillas se tiñeron de carmín mientras decía aquello. ¿Qué nunca se cansaba de recibir siempre un no por respuesta?

 

 

 

—No lo creo, Sakura—dijo Sasuke y antes de que la aludida soltara otra cosa se apresuró a agregar: — Voy a estar muy ocupado con mi novio.

 

 

A Sakura se le cayó la quijada mientras Naruto ampliaba su sonrisa.

 

 

—No… ¿Novio? —Pregunto nerviosa, para luego poner cara de mala pulga y apresurarse a decir con el ceño fruncido—. ¿Quién…?

 

 

—Pues, ¿no es obvio? —Soslayo la mirada con sarcasmo mientras se apresuraba a abrazar a Naruto por la espalda—. Está parado frente a ti.

 

 

Naruto quería carcajearse con la descompuesta mirada de Sakura: —Te parece si compramos ramen—dijo Naruto mientras agarraba las manos de Sasuke y se acercaba para darle un casto beso en los labios que hizo sonrojar a la peli rosa.

 

 

— ¿Para llevar? —sugirió Sasuke, con una lasciva sonrisa mientras se alejaban de la chica.

 

 

—Por supuesto cariño.

 

 

 

—Más te vale… dulzura.

 

 

 

Beso.

 

 

 

 

 

Fin

 

Notas finales:

Gracias por tomarse las molestias de leer.

 


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