Nuevamente estas llorando, no sabes como se me oprime el corazón cuando te veo así.
No es necesario que pregunte el porque de tus lagrimas, ya se que se trata del tonto de Potter. Ya no llores mas mi amor, no llores, el no merece tus lagrimas, las cuales opacan el brillo de tus ojos de plata.
No sabes lo que me pasa cuando te veo así, me dan ganas de cruciar a ese maldito por hacerte llorar, como odio a la persona que más amas…si lo supieras me dirías que solo tengo que tratarlo, para ver que es maravilloso.
El no te conoce como yo, aunque le ames, yo soy tu mejor amigo, el cual te conoce desde niños. El que cuida tu frágil corazón, el que consuela tus miedos y vela por las noches tus sueños, soy el que te ama en silencio y entregaría la vida por ti. Por que te conozco mejor que la palma de mi mano…
Si, Draco, te amo, te amo desde hace años y tu no te has dado cuenta, a lo mejor confundes mi amor con una simple amistad, la que te he profesado desde que te conozco.
Mientras te abrazo y secas tus lágrimas en mis brazos, te digo que no importa porque hayan peleado ni que tan fuertes fueron los gritos, lo que importa es que se aman y nada ni nadie podrá contra ello.
No sabes lo que esa respuesta causa a mi alma, la que se estremece más que tu cuerpo gracias al llanto.
El tener tu cuerpo tan cerca del mío y no poder tocarlo…
El sentir cada uno de tus latidos y saber que no son míos…
El verte feliz a su lado…
Tal vez algún día te diga lo que se esconde en lo profundo de mi corazón, o tal vez mi amor por ti termine…pero mientras esto pasa, yo estaré siempre aquí, esperando tu próxima pelea para sentirte junto a mi, oler el dulce perfume de tu cabello, imaginado que eres mío y que ese sentimiento eterno que profesas hacia un tonto que no sabe que te lastima es mío por un momento.
Si, si supieras que te amo con todo mí ser, todo seria diferente, a lo mejor lo dejarías por mí, o en el peor de los casos me dejarías a mí. Por ello prefiero quedarme en silencio y ocultarte lo que siento, para no perderte y morir lentamente…
Y siempre es aquí, cuando llaman a la puerta, diciendo que él te espera afuera.
Así que te separas de mi, secas tus lagrimas mientras me preguntas si estas presentable, a lo que siempre te respondo que pareces un ángel. Me sonríes y corres al espejo para comprobar que no miento y tras unos minutos que se te hacen eternos (según tu para hacerte el difícil), sales tras el dueño de tu corazón, con aquel al que no tengo comparación…porque yo soy tu amigo y él es y siempre será tu amor…