Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Pierrot por hana midori

[Reviews - 46]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Kuroshitsuji NO ME PERTENCE ES PROPIEDAD DE YANA TOBOSO esto lo hago sin fines de lucro ni dinero (?)

Notas del capitulo:

bueno como dije antes esta es una secuela de Muñecas de Porcelana, espero no hacer una segunda tempo chafa >.<

sin mas preambuelos el fic ^^

Fuego…solo eso, fuego. Me rodeaba por completo y por más que quisiera escapar solo me veía más envuelto en el. Seguí corriendo, intentando alejarme, no reconocía el lugar donde me encontraba, solo sabía que tenía que huir de ahí. Entonces lo vi…pensé que era una ilusión pero era él.

 

--Sebastian

 

Camino hacia mí, y cuando estuvo lo suficientemente como para tocarme, se desplomo en el suelo.

 

--¡Sebastian!—grite mientras me incaba a su lado--¡Sebastian, Sebastian!—la sangre salía a borbotones de su pecho, no sabía qué hacer, estaba a punto de romper en llanto…

 

 

 

--¡bocchan!

 

El niño abrió bruscamente los ojos, sentándose de manera precipitada en la cama, mirando en todas direcciones.

 

--¿se encuentra bien?—pregunto el demonio al notar el miedo en los movimientos de su amo. Este giro la cabeza con rapidez, y después de unos segundos soltó un suspiro de alivio.

 

“Menos mal…fue solo una pesadilla”

 

Se dijo a sí mismo, dirigiéndose al borde de la cama, donde se sentó.

 

--si, solo que tuve un sueño extraño, es todo. —el ojirojo lo miro un rato, si bien no con preocupación si con curiosidad, ¿abría soñado con su pasado? Ciel al notar la mirada que le lanzaba el mayordomo dejo escapar un bufido molesto.

 

--¿Qué?

 

--nada bocchan—se apresuro a decir al tiempo en que sonreía, tomo la taza que ya tenía lista desde hacía unos momentos, se acerco y se la dio, depositando un suave beso en la mejilla del peliazul. Este solo se sonrojo levemente, dándole un sorbo al té.

 

--¿Qué tengo que hacer hoy?

 

--hoy no tiene negocios pero tiene una cita con Lady Elizabeth. —nuevamente suspiro, las visitas de su prima siempre lo dejaban agotado.

 

--¿a qué horas llegara?

 

--a las 3 en punto… ¿Por qué pregunta?—el conde sonrió perversamente, aun tenían mucho tiempo de sobra.

 

--porque…deseo entretenerme mientras llega—solo era una excusa, la verdad era que desde el día anterior la buscaba.

 

--oh, veo que bocchan quiere algo de atención—sus ojos se encendieron, dejando ver un color rojo intenso lleno de lujuria y sensualidad.

 

--mmm no me molestaría—Sebastian bajo hasta la altura del niño, rozando sus labios con los de él. Ciel no quiso esperar pues en cuanto pudo atrapo la boca de su sirviente, iniciando un beso, el cual su mayordomo profundizo introduciendo su lengua. Sus manos recorrían con lentitud la figura del menor, tentándolo a entregarse por completo. Se separaron por la falta de aire y el mayor aprovecho para recostar al niño en la cama, quedando encima de él.

 

--hoy esta muy…ansioso—le susurro cerca de su oído, lamiendo este, escuchando como Ciel dejaba salir un suave suspiro.

 

--ayer no te quedaste conmigo—le respondió mientras le quitaba el saco.

 

--tenia unos encargos, además pensé que le haría bien descansar…--deslizo lentamente su mano por uno de sus muslos, subiendo hasta introducirla dentro del camisón.

 

--ya estoy descansado.

 

--cierto—iba a besarlo nuevamente cuando…

 

--¡SEBASTIAN-SAN!

 

Ambos reconocieron la voz de la sirvienta, seguramente había roto algo.

 

--tks

 

--bocchan debo…

 

--si ya se—lo empujo con algo de brusquedad, realmente estaba enojado.

 

--regresare pronto—se puso su saco y se retiro de la habitación, una vez solo Ciel termino de beber su té, el cual había dejado a medias y espero a que Sebastian regresara.

 

**************************************************************

 

El reloj dio las 12 de la tarde, ahora se encontraba en su estudio, practicando algo de violín. Era uno de sus pasatiempos favoritos, y cuando estaba estresado le ayudaba a relajarse.

 

Las cosas habían cambiado mucho en los últimos meses, no solo su manera de pensar, si no también su relación con el demonio. Gracias a un suceso que prefería olvidar había encontrado otra razón para vivir, y aunque su venganza seguía en pie he igual de fuerte que al inicio, esta solo había pasado a segundo plano.

 

Aunque también ahora se preocupaba por más cosas, sobre todo por los detalles pues no quería que los descubrieran, más que nada para no meterse en problemas.

 

Escucho que alguien toco la puerta, por lo que dejo de tocar.

 

--pasa.

 

El mayordomo entro rápidamente, junto con un carrito de metal lleno de dulces y pasteles que obviamente él había hecho.

 

--le traje unos bocadillos—anuncio sonriendo, acercándose más.

 

--no era necesario—respondió de manera seca mientras se daba la vuelta y volvía a tomar una posición cómoda para seguir tocando. Sebastian solo ensancho más su sonrisa, su amo estaba enojado, y sabía de antemano la razón.

 

--¿aun está enojado porque en la mañana lo mande a repasar sus estudios?—el niño se detuvo de golpe, mirando a él pelinegro por encima de su hombro.

 

--claro que no idiota.

 

“eso es un sí” pensó el demonio.

 

--bocchan sabe que no lo mande por que quise—dijo poniendo los dulces en una mesita que estaba cerca del niño.

 

--eso ya lo sé—replico algo molesto, retomando la melodía que había dejado a medias.

 

--¿entonces porque está molesto?—nuevamente la canción se vio interrumpida, Ciel dejo el violín en el primero lugar que vio y encarno a Sebastian de frente.

 

--no estoy molesto.

 

--si lo está.

 

--¿y que si lo estoy?—le dijo al cabo de un pequeño rato de silencio.

 

--le diría que comiera algo dulce—sonrió sensualmente y tomo un pedazo de pastel de chocolate, extendiendo el brazo hacia su amo.

 

--¿algo dulce?—repitió el Conde acercándose con paso lento, sonriendo de la misma forma que el mayor. Cuando estuvo lo suficientemente cerca como para tomar el pastel baño uno de sus dedos con el betún sabor chocolate y lo lamio despacio.

 

--esta delicioso—menciono volviendo a repetir la acción. El demonio lamio sus labios con lujuria, ese niño realmente era excitante…

 

--¿bocchan?—la voz de Finnian los saco a ambos de ese ambiente bastante agradable para traerlos de golpe a la realidad.

 

--¿Qué quieres?—pregunto más que molesto el pequeño, alegrándose un poco de que la puerta estuviera todavía cerrada.

 

--etto...Lady Elizabeth ya llego…

 

--¿Elizabeth?—miro el reloj, este marcaba apenas las 12 con 10 cuando se suponía que su prima vendría a las 3.

 

--hai.

 

Ese era el colmo, primero sus tontos sirvientes interrumpen su encuentro con Sebastian y ahora lo hacia su prima.

 

--dígale que el joven amo bajara pronto—interrumpió el ojirojo ya que Ciel no se veía muy empeñado en contestar,  el sonido de los pasos alejándose fue la respuesta que recibieron.

 

--no es justo—murmuro por lo bajo el niño.

 

--bocchan es su deber atender a su prometida…

 

--¡pero no quiero estar con ella!—le dijo a modo de puchero--¡quiero estar contigo!—corto la poca distancia que los separaba y lo abrazo, Sebastian le regreso el cariñoso gesto.

 

--no es común que se comporte de esta manera…

 

--no me importa—enterró la cara en el pecho del demonio. Sebastian sonrió con dulzura, le gustaba cuando Ciel se portaba como el niño que era. Paso un minuto en que estuvieron así, sin decir nada, aunque sabían de antemano que tenían que irse.

 

--bocchan…

 

--ya lo sé…--se separaron y se dirigieron a la entrada, el Conde aun no había terminado de bajar las escaleras cuando vio que algo rosa se aproximo con muchas rapidez a él.

 

--CIEL—grito Elizabeth mientras lo abrazaba.

 

--lizzi

 

--ne, primera vez que me llamas así sin tener que decírtelo—le dijo alegre sin dejarlo.

 

--jeje supongo—la verdad él lo había hecho para ahorrarse la misma discusión de siempre, en eso noto que una segunda chica estaba al pie de la escalera--¿Quién es ella?—le pregunto mientras la soltaba.

 

--¿ella? Ah sí, ven te la presento—bajaron los pocos escalones que quedaban—Ciel ella es mi amiga la vizduquesa Roxanne Villerfot, vino de Francia a visitarme.

 

--mucho gusto—hizo una pequeña reverencia, era una chica un poco más alta que Elizabeth, tenía el pelo castaña y los ojos verdes, llevaba puesto un vestido morado que le quedaba muy bonito.

 

--el gusto es mío, soy el Conde Ciel Phantomhive.

 

--jejeje lo sé, lizzi me ha hablado mucho de usted por correspondencia—dijo sonriendo.

 

--espero que no te moleste que venga con nosotros…

 

--no, claro que no.

 

--¡genial! Nos divertiremos mucho.

 

--Sebastian prepara el carruaje.

 

--como ordene—el mayordomo rápidamente se retiro para cumplir con la orden de su amo. Ciel se quedo con ambas chicas, observándolas como hablaban de temas que él encontraba aburridos. En esos momentos se lamentaba de no haber podido aprovechar bien su tiempo.

 

--¿entonces Ciel?

 

--¿eh?

 

--¿no estabas prestando atención?—le regaño la rubia.

 

--lo siento, pero que me estaban preguntando.

 

--que si no te molestaría que Roxanne se quedara unos días en tu casa.

 

--¿y eso porque?

 

--porque en mi casa están arreglado algunas cosas y…pues…no se puede quedar…

 

--prometo no ser una molestia—agrego rápidamente la castaña. Ciel las miro unos segundos, si él no podía negarse a las suplicas de una chica menos de dos.

 

--está bien, no hay problema

 

--¡gracias!—dijeron al mismo tiempo mientras lo abrazaban, casi asfixiándolo.

 

--bocchan—interrumpió Sebastian con una sonrisa “extraña”, una mezcla de burla y cortesía. —el carruaje está listo.

 

--muy bien…

 

--¡vamos!—lizzi lo tomo del brazo y lo jalo fuera de la mansión, subiéndose con rapidez al carruaje.

 

--Sebastian, quédate aquí y ten lista la cena para cuando regresemos.

 

--como lo desee

 

--ya vámonos Ciel.

 

--si.

 

En ese preciso instante el vehículo se puso en movimiento, alejándose con rapidez de la mansión.

 

***************************************************************

 

--¿y se divirtió bocchan?

 

Ya era de noche, Elizabeth ya se había ido y la amiga de ella ya se encontraba instalada en su habitación, ahora estaban en su cuarto y el demonio terminaba de cambiarlo.

 

--un poco, pero conseguí algo interesante en el paseo.

 

--ah sí, ¿Qué cosa?

 

--esto…--abrió uno de los cajones de su mesita de noche y saco un pequeño collar dorado con un dije en forma ovalada del mismo color.

 

--¿se lo dio Lady Elizabeth?

 

--si, pero lo que más me pareció interesante fue lo que me dijo: esto hace que las cosas malas se alejen de su portador, incluido los espíritus malvados—una sonrisa diabólica se asomo por sus labios.

 

--acaso quiere probarlo conmigo bocchan—al igual que en su amo dejo ver una sonrisa, solo que en estaba había algo de burla.

 

--supongo que sí—abrió el pequeño dije y una linda melodía comenzó a sonar…

 

http://www.youtube.com/watch?v=9lOzj7dY0sQ&feature=related

 

El rostro del demonio cambio de sonriente a serio, lo cual le causo gracia al niño.

 

Una vez que termino, cerro el pequeño dije y miro a Sebastian.

 

--¿y bien?

 

--digamos que solo asusta a los demonios inferiores, a mí solo me provoca un leve dolor de cabeza—sonrió. Ciel suspiro y guardo el obsequio en el cajón.

 

--bueno, ahora que su curiosidad a quedado satisfecha creo que es hora de que se vaya a dormir.

 

--pero aun no tengo sueño—dijo sensualmente mientras se sentaba al filo de la cama.

 

--entonces supongo que tiene ganas de algo ¿no?—se acerco peligrosamente al chico, acariciando uno de sus muslos con delicadeza.

 

--si…quisiera terminar lo que dejamos pendiente esta mañana—y vaya que lo deseaba.

 

--yes my lord—después de decir esto lo beso ferozmente en los labios, introduciendo su lengua en la boca del niño. Este pasó sus brazos alrededor del cuello de Sebastian, profundizando más el contacto entre ambos. Lo recostó en la cama, posicionándose encima de él, colando una de sus manos por debajo del camisón blanco, haciendo que Ciel se estremeciera.

 

--quítate la ropa—ordeno el Conde cuando se separaron. El mayor rápidamente hizo caso, se quito el saco seguido del chaleco y la camisa, dándole un delicioso espectáculo a su amo. Sebastian volvió a acercarse para devorar nuevamente sus labios, desabrochando el pijama del peliazul, acariciando su pecho.

 

--ahhh…Sebastian

 

--no sabe cuánto quería oír eso—susurro en su oído, lamiéndolo lentamente. El menor sonrió, él también deseaba sentir a su demonio encima de él. Sebastian  comenzó a repartir besos por todo su rostro, hasta que descendió a su níveo cuello, lamiendo y mordiendo toda la deliciosa piel que encontraba a su paso. Ciel solo gemía y gemía, se sentía demasiado bien, pero el también quiera participar en el juego, así que con lentitud dirigió su mano hasta el pantalón de Sebastian tocando por sobre la ropa su miembro.

 

--mmm—suspiro suavemente al sentir eso, su amo sabía perfectamente como tortúralo. Siguió descendiendo despacio, hasta toparse con los rosados pezones de Ciel, tomo uno con su boca succionándolo suavemente para después morderlo con algo de fuerza.  El menor solo pudo soltar un fuerte gemido, era muy sensible en esa zona. Continuo bajando por todo su cuerpo, lamiéndolo y besándolo sin parar, justo cuando iba a devorar “esa” parte de su amante este le detuvo.

 

--¿Qué sucede?

 

--termina la orden que dejaste a medias—le respondió sonriendo mientras abría las piernas, dejando ver su miembro erguido y su pequeña entrada. El demonio no pudo más que relamerse los labios al tiempo en que acataba la orden con rapidez, deshaciéndose de las últimas prendas que tenia. Volvió a posicionarse encima de Ciel, tomando su hombría y empezando a masajearla.

 

--ahhh…mmm…Se…Sebastian—lo hacía lento, suave, tortuoso.

 

La mano del demonio quedo mojada de pre seminal, y dejo es parte de el peliazul para dirigirse a otra “mas interesante”.  Acaricio con uno de sus dedos la entrada del menor, antes de introducir uno de ellos. Ciel dio un pequeño brinco de dolor, pero rápidamente se tranquilizo y dejo que el mayor lo preparara un poco. Al primer dedo le siguió otro y antes de que se diera cuenta ya había tres en su interior, entrando y saliendo con fuerza.  Sebastian retiro sus dedos cuando sintió las caderas del niño moverse al ritmo de ellos, recibiendo un gemido de reproche. De un movimiento jalo a Ciel, dejándolo sobre sus piernas, haciendo que su miembro rozara de manera deliciosa la ya dilatada entrada, haciéndolos gemir a ambos.

 

--seré dulce para que no le duela mucho—le susurro de manera juguetona, lamiendo su cuello.

 

--idiota… ¡ahhhh!—comenzó a penetrarlo de manera lenta, el niño llevo sus manos a la espalda del mayor, enterrando un poco las uñas, cosa que no molesto a el demonio si no que lo tentaban a seguir con lo que estaba haciendo. Cuando lo invadió por completo, espero un poco a que Ciel se acostumbraba, sabía de antemano lo doloroso que esto era para su amo. Mientras tanto el pequeño suspiraba con fuerza, acostumbrándose a la invasión. Con un suave movimiento de caderas le dio a entender a su mayordomo que podía continuar, y este rápidamente le dio la primera embestida, haciendo gritar de placer al pequeño. Pronto esas embestidas suaves no fueron suficiente para los dos pero Sebastian quería ver que su niño le rogara por mas.

 

--¡ahhh! ¡Se…Sebastian ahhhh!

 

--vamos bocchan…ahhh dígalo. —en esos momentos su orgullo no le importaba, solo quería que el pelinegro no se detuviera.

 

--¡mas, mas Sebastian dame más!—rogo entre gemidos, siendo inmediatamente correspondido. El demonio atrapo los labios de Ciel, besándolo de manera hambrienta y lujuriosa, aumentando el ritmo de las embestidas.

 

*************************************************************

 

La noche paso de manera lenta para ellos, de manera deliciosa, pero para otros no fue para nada parecido.

 

Muy lejos de ahí, un sepulturero peliplata se dedicaba a un proyecto personal en el que había trabajado mucho tiempo

 

--jejeje ahora solo me falta una cosa—dijo sonriendo—espérame aquí—en la cama, había un cadáver cubierto con una manta blanca, esta no dejaba ver nada excepto que se trataba de un humano. Undertaker se dirigió a la parte trasera de la tienda, entrando en el único cuarto que había ahí.

 

--¡¿Qué diablos?!—este estaba totalmente desordenado, los libros, utensilios y estantes estaban en el piso, él había estado todo el día en la parte delantera de la tienda, ¿Cómo era posible que no se diera cuenta que alguien había entrado? Con la mirada hizo un recuentro de las cosas que podían faltar.

 

--jajajajaja—rompio a reír—parece ser que por aquí tenemos un vengador—exclamo divertido, regresando al cadáver que había dejado a medias.

 

Solo una cosa había sido robada…solo una…

Notas finales:

ya se, ya se, cap super largo y aburrido con un lemon chafa pero juro que el argumento es bueno (?)

aprovecho para dar un mensaje personal, Kaname tu en una ocasion me pediste ser una muñeca...aun quieres serlo?? *sonrisa*

agradesco a todos los que leyeron y espero me dejen algun comentario ^^ se acepta de todo (menos comentarios en ingles por que no entiendo xDD)

byeeeeeeeee


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).