Ayuda
Apenas quedaba una semana para el final de curso, pero a pesar de los exámenes finales el instituto parecía un lugar fantasma. Sasuke ignoro todas las miradas y pequeños grititos de las chicas en su trayecto hacia el baño, no entendía cómo podían gritar y ponerse así, pero no valía la pena intentar comprenderlas.
Abrió la puerta del servicio y automáticamente elevo una ceja, cerró la puerta tras de sí y se apoyo, la visión era, cuanto menos, interesante. Naruto estaba, aunque no lo pareciese, tratando de echarse lo que debía ser colirio en los ojos. Cabe añadir que sin muy buen resultado, pues había un montón de botecitos en el suelo.
-Estúpidas gotas- murmuraba el rubio- cuando sea el mayor líder mafioso de Japón lo primero que hare será prohibir el colirio- dijo firmemente lanzando otro botecito al suelo.
-Te saldría más rentable sacarte los ojos imbécil- respondió el moreno. De golpe el zorro se volvió a mirarle apretando los puños, y Sasuke hubiese jurado que en sus mejillas había parecido un leve rubor al ser descubierto- si no eres capaz de hacer algo que puede hasta un niño de ocho años vete olvidando de ser jefe de nada.
-¡Cállate bastardo!, ¡No necesito tus opiniones!
Naruto volvió a su tarea maldiciendo las gotas y ahora también al moreno. En cambio al Uchiha se le hacía divertido ver como se desesperaba al no lograr acertar ni una gota, pero al cabo de diez minutos comenzó a aburrirse.
-¿Vas a quedarte ahí todo el día bastardo? ¡Me pones nervioso!
El moreno suspiro alzando una ceja, ¿ahora le echaba la culpa a el por no acertar? Bueno pues si se ponía así tendría que cerrarle la boca. Se acerco al rubio cogiéndole con una mano de la camisa y estampándole contra la pared, su otra mano mientras cogió el colirio.
-¡Imbécil! Suelta…
-Abre los ojos y no te muevas- ordeno- eres tan torpe que desesperas a cualquiera- Naruto se negaba a obedecer por lo que le soltó la camisa y elevo su mano hasta sujetarle los parpados para que no los cerrara y sin esfuerzo alguno echo dos gotas, antes de darle tiempo repitió la misma acción en el otro ojo- no era tan difícil ¿verdad?
El rubio estaba sin palabras, pero pronto comenzó a ponerse rojo, y Sasuke no pudo distinguir si era de furia o vergüenza.
-¡No te había pedido ayuda! –Le aparto- ¡y no pienses que voy a tenerte encima tres veces al día durante una semana!- le separo de un empujón dirigiéndose a la puerta- mas te vale no amargarme también la comida.
Con este último grito salió del baño. Sasuke miro de reojo la caja de colirio que había dejado aparentemente olvidada. “Será un idiota, pero la verdad es que sabe lanzar indirectas” sonrió de lado cogiendo la caja, se encogió de hombros saliendo del baño, ya ajustarían cuentas en la comida.
Fin