DRACO MALFOY DE…
Capítulo 2
Dolor
- El querrá estoy seguro –dijo con determinación el patriarca Malfoy, sabia que el corazón del muchacho era todo un Gryffindor y este no lo abandonaría además de que el vincula que lo unía con Narcisa tendría que reforzar su decisión para ayudar a su hijo.
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- Señor Potter –dijo el elfo doméstico Krecher entrando en la sala principal de la mansión.
- Que sucede –dijo Harry (su porte había cambiado drásticamente, era mas alto que Ron, sus músculos era mucha mas notorio y su mirada era mas madura, como si toda su niñez se hubiera ido)
- Hay un señor en la entrada…
- ¿Señor? –Pregunto su pelirrojo amigo- seguro que es algún periodista buscando una entrevista.
- O Alguien del ministerio –dijo Hermione.
Los tres se encontraban en la antigua casa de Sirius, los funerales y celebraciones causadas por la guerra habían disminuido, ellos juntos a otros combatientes eran símbolo de la lucha contra los magos oscuros, pero después de un tiempo, se habían cansado de todo las bolas de hipócritas del ministerio y periodistas amarillistas que inventaban toda clase de historias.
- No señorita –dijo el elfo en forma resentida pero con respeto– es el señor Malfoy.
- Lucius Malfoy –dijeron en perfecto coro Harry, Ron y Hermione.
- Si –dijo la criatura.
- Que creen que querrá –dijo Ron.
- Lo mas seguro es que quiera que intervengas para que le devuelvan todos sus bienes –aseguro la única mujer.
- Intervenga –dijeron Ron y Harry.
- Si –contesto toda ufana la bruja- le han quitado todos sus bienes y les confiscaron todas sus cuentas, en este momento no tienen ni un Knaut partido a la mitad
- Señor, amo lo hago pasar –pregunto el elfo viendo con resentimiento a la castaña al vanagloriarse de la desgracia de una familia de sangre puras.
- Hazlo –ordeno Harry, el elfo salio con una inclinación.
- ¿Lo vas a atender? –pregunto Ron confuso.
- No les parece, que es hora de que le hagamos pagar a los Malfoy por todo los que nos han hecho –dijo Harry con una sonrisa de serpiente.
- Me parece una buena idea –dijo con altanería Hermione, pensando en todas esas veces en que los Malfoy la miraran como si fuera alguien inferior a ellos.
- Tu dijiste que estaban en desgracia –acuso Ron a Hermione –No creo lo que estoy oyendo, se supone que nosotras somos grifyndors -Ron no podía entender por que su mejor amigo y su novia decían eso.
- Si –afirmo Hermione –pero la idea de Harry es buena, veamos hasta cuanto se pueden arrastrar las serpientes.
- Pero…-Ron ya no pudo decir más, ya que la puerta sonó interrumpiéndolos.
Toc, toc.
- Pasen –dijo Harry sentándose detrás de su escritorio.
- Amo –dijo el elfo inclinándose –el señor Lucius Malfoy.
- Retírate –le dijo Harry al elfo.
- Señor Potter –saludo Malfoy con una inclinación.
- Me extraña verlo aquí –dijo Harry mirándolo.
- Vino por una intervención de nuestra parte –dijo Hermione mirándolo como si fuera ahora él algo inferior.
- Señor Potter, puede ser que conversemos nosotros dos –pidió el rubio tratando de ignorar las palabras de la castaña.
- No lo creo señor Malfoy –dijo Harry al mismo tiempo que se levantaba – si quiere decir algo puede decirlo acá delante de mis amigos y si no por favor retírese –haciendo un gesto para retirarse.
- Si usted así lo deseo no me opongo –dijo Lucius con los dientes apretados.
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- Hasta luego Señor Malfoy –se despidió Harry de su futuro suegro.
Lucius hizo una inclinación hacia Harry y luego un asentimiento ante los amigos de su futuro yerno y retirándose detrás del elfo que lo guiaba hacia la salida.
- Todavía no lo puedo creer –dijo Hermione cuando la puerta se cerró.
- Pobre Malfoy –comento Ron, al escuchar la historia de esa familia, no podía negar que esa familia no era santo de su devoción, pero el era un león de corazón siempre leal (omitan por favor lo del sexto libro ya que regreso), valiente y defensor de la justicia, eso si lo de ser fosforito era otra cosa.
- Ron como puedes decir eso –dijo incrédulo Harry.
- Que acaso no recuerdas de todos por lo que no hizo pasar –dijo Hermione no creyendo lo que su novio acababa de decir.
- Si Ron que te pasa –dijo Harry mientras servia copas con vino.
- Imagínate por todo lo que debe estar pasando, primero es un mago fértil, el nunca va a ser dueño de su vida, su padre lo mas seguro es que se pudra en Azkaban, su madre esta a punto de morir y no tiene nada –informo Ron recordando todo lo que el mayor de los Malfoy les comunico.
- Por fin va a saber como es la vida –dijo con voz dura Harry.
- Era hora de que se le rompiera la burbuja –aclaro Hermione.
- Saben lo que significa que sea un mago Fértil –pregunto Ron.
- Si –dijeron Harry y Hermione.
- Pues no lo saben –afirmo Ron- ustedes saben que ellos se tienen que poner al servicio para todo lo que quiera su marido, no puede hacer nada si su marido no les autoriza, su marido tiene el control de su vida.
- Eso es lo que le hace falta al hurón –dijo con una sonrisa Hermione –alguien que lo ponga en su lugar.
- Eso es justo lo que estoy pensando –aclaro Harry también con una sonrisa.
- Ya estoy con sueño, voy a subir a mi habitación –dijo Ron mientras salía de la sala– buenas noches.
Ron no podía creer que sus amigos pensaran en pisotear a alguien que ya estaba tan pisoteado como lo era Draco Malfoy, su madre siempre le había dicho que nunca había que abusar, Ron detestaba y aun detesta a Malfoy pero no esta bien tratarlo mal cuando estaba pasando por esos momentos tan difíciles, la verdad nunca se imagino que Malfoy seria un mago fértil, (eso se anuncia al mundo mágico cuando el mago tiene los 17 años) recordó a Fred que había muerto en la guerra, el también era un mago fértil, el único de todos los hermanos (la familia se entera cuando nacen ya que al nacer tienen una marca de nacimiento en la cadera en el lado derecho) sus padres fueron muy buenos dejando que Fred eligiera a alguien, pero no tenia que pasar antes de que el cumpla los 21 años todo dependiendo de el, él al comienzo lloraba en silencio por la vida que le tocaría vivir, pero siempre se ocultaba o simulaba para que nadie se de cuenta (su tía Muriel había propuesto llevarse a Fredd para educarlo y casarlo con un buen partido, pero Arthur se había opuesto rotundamente, el también había visto como sufrían dos de sus hermanos cuando se casaron por conveniencia) ya que sus familiares miraban mal el que sus padres lo dejaran tan libremente, muchas veces hubo discusiones sobre su custodia..
- Fred –dijo Ron mirando hacia el cielo –lo voy a cuidar como si furas tu- prometió.
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- Que pasa con Ron –pregunto Harry a Hermione, ellos dos se quedaron un rato mas en sala a conversar.
- Debe ser solo el cansancio, no sabe lo que dice, seguro que mañana después del desayuno se le pasa –afirmo Hermione.
- Si eso deber ser –dijo Harry ya mas calmado –no se que haría sin ustedes –agradeció Harry.
- Nosotros prometimos estar a tu lado, juramos que viviríamos contigo hasta que todos nuestros planes se materialicen –afirmo la castaña con una sonrisa- y luego Ron y yo nos casaríamos y tu serás nuestro padrino –dijo Hermione mirando a Harry como un hermano.
- Gracias –dijo conmovido Harry.
- No te me pongas triste- regaño Hermione.
- Si, es mejor que vayamos a dormir.
- Hasta mañana Hermy.
- Hasta mañana Harry.
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En el hospital San Mungo
- Draco –dijo Lucius asustado cuando vio la cara de su hijo toda sonrojada y con varias lagrimas escurriéndole por sus mejillas.
- Papá –dijo con lágrimas en los ojos- los del ministerio vinieron, le dijimos que tú estabas en el baño – informa el rubio menor -pero se dieron cuenta de que…
- Señor Malfoy –dijo un auror escoltado por cinco aurores –por favor síganos.
- Draco - dijo su padre mientras lo abrazaba y le ponía una nota discretamente dentro de su túnica para que los del ministerio no lo vean.
- Papá –dijo llorando Draco y aferrándose a el.
- Draco no te preocupes –le dijo Lucius mientras se separaba de su hijo limpiándole las lágrimas delicadamente y le daba un beso en la frente.
- Vamos de una vez Malfoy –dijo un auror fornido mientras separaba a los rubios.
- No, no papá, déjenlo –grito el menor de los rubios.
- Agarenlo –ordeno un auror a un subordinado, el auror agarro a Draco para que se alejara de su padre.
- Suéltenlo –grito Lucius, uno de los aurores lo golpeo en el estomago, quitándole todo el aire.
- Déjenlo en paz –gritaba Draco llorando.
- Vamonos -ordeno el líder, Draco todavía gritaba, tratando de soltarse, pero su carcelero era el doble de su tamaño y peso.
- Papá, no por favor –lloraba Draco a lágrima viva viendo como arrastraban a su padre hasta la puerta, luego desaparecieron.
- Papá –lloraba el rubio todos los presentes miraban atónitos la escena, algunos con pena por el pobre muchacho y otros con sastifacción por ver que un mortífago tendría lo que se merecía.
- Señor Malfoy –dijo una enfermera al pobre muchacho –su madre ya…
- No –lloraba Draco y pelea más duro hasta librarse del auror que aflojo su agarre cuando vio que el joven mago ya no intervendría en el arresto de su padre y lo vio dirigirse hacia la cama de su madre.
- Mamá –dice despacio el rubio mientras se acerca al lecho de su madre.
Narcisa con manos temblorosas buscaba la mano de su hijo, lagrimas corrían por sus pálidas mejillas, ella escucho el grito de su hijo, su hijo estaba sufriendo y ella no podía hacer nada para evitar la tristeza de su hijo, no se pudo despedir de su marido, y ella solo le iba a dar mas dolor.
- Mamá –dijo Draco agarrando la mano de su madre.
- Hijo perdóname –susurro la mujer.
- Por favor mamá no te vayas.
- Hijo.
- Mami por favor no me dejes solo –dijo con lagrimas –te necesito.
- Lo siento.
- Mamá, por favor quédate conmigo.
- Hijo yo…
- Por favor, no me dejes.
- Yo…
- Mamá no, no por favor, te necesito.
- Te amo –fue lo ultimo que pudo decir antes de cerrar sus ojos para siempre
- Nooooooooooooooo.
Bay…
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La imagen no es mía
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