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PADRES PRIMERIZOS por CandyCristal

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Notas del fanfic:

Un beso y abrazo para:


 


 


* lekue


* proserpinah


* Beloblack


* remi


* Iona


* LIZY


* liaran_10


* frokwears

Notas del capitulo:

Aclaraciones


 


En esta historia se omite el capitulo de 19 años después.

Capitulo 1

 

 

 

Pobre de mí

 

 

 

En un cómoda casa al este de Inglaterra una pareja de jóvenes acababa de despertar después de toda una noche de sexo salvaje y sin control, hace solo un mes y medio que se habían casado, hace solo dos semanas su luna de miel en Venecia había terminado y tuvieron que regresar a su casa recién estrenada.

 

 

 

El morocho estaba tocando suavemente a su esposo en el vientre, luego se fue acercando poco hasta su cuello al que empezó a lamer lujuriosamente, empezó a mordisquear su oreja luego se fue girando hacia el rostro de su bello esposo paso su lengua por los labios de su amado, mientras lo besaba suavemente.

 

 

 

-           Hola como despertaste -le dice el morocho a su esposo rubio que habría perezosamente sus hermosos ojos grises. 

 

 

 

-           León -dice el rubio todo soñoliento a su marido, se acerca para  besarlo… huaGGGGGGG -salio disparado para el baño.

 

 

 

-           ¿Estas bien?  -le pregunta Harry pasando por la puerta del baño. 

 

 

 

-           Tu que crees Potter -dijo molesto el rubio aun abrazado al retrete, donde había vomitado todo lo que tenia en su estomago.

 

 

 

-           Que genio que te gastas – Draco se giro y lo miro con ojos asesinos- Ya no te molestes -dijo tratando de acercarse el pelinegro, pero Draco volvió la cara otra vez al inodoro, después de un rato Draco salio del baño siendo ayudado por su marido.

 

 

 

-           Estas bien -volvió a preguntar Harry se apartaba para mirarlo de frente. 

 

 

 

-           Claro cuatro ojos no soy un debilucho -dijo molesto el rubio saliendo de la habitación –en un momento se me pasa.

 

 

 

-           Si tú lo dices –dijo el morocho, la verdad no le sorprendía que Draco tal vez estaba con alguna indigestión, su adorable esposo estaba comiendo todo tipo de cosas, que no tenían buena pinta para él.

 

 

 

-           Claro Potter, ahora ven vamos a desayunar –pidió el mago mas pequeño jalándolo por la escaleras para que se apure.

 

 

 

En la cocina Draco se puso a preparar al desayuno (habito que se acostumbro a hacer para su marido desde que llegaron a su nueva casa). 

 

 

 

-           No te parece mucho -dijo Harry viendo con ojos desorbitados todo lo que Draco sacaba del refrigerador.

 

 

 

 -          ¿Que! ¿Esto? -dijo mostrando los alimentos- son solo 7 huevos, 6 panecillos, 10 salchichas, 9 rodajas de tocino, galletas, budín, 1 bolsa rosquillas, mantequilla, mermelada, dulce de leche, leche, crema batida, jugo de calabaza, queso, jamón, yogurt, varias tostadas y unas cuantas frutas -piña. manzana, guineo, frutilla, cereza, papaya, uva y durazno– es solo hasta la merienda de las 10.

 

 

 

 Harry miro el reloj de la cocina (un reloj normal que marcaba la hora) era las 7:30 y todo eso solo le duraría dos horas y media, luego se giro hacia se menudo esposo con los  ojos como platos. 

 

 

 

-           No te parece mucho -pregunto con cautela Harry, sabiendo de antemano que si decía algo podía ser usado en su contra.

 

 

 

 -          No, esto me va durar hasta la merienda de las 10 que…

 

 

 

-           ¿Cómo? -dijo en shock el pelinegro confirmando su teoría de que todo ese alimento no seria suficiente para su rubia tentación. 

 

 

 

-           Potter -advirtió el rubio.

 

 

 

 -          Pero amor no es…, digo acaso te…, digo tu…, no te vas a engordar –trato de decir suavemente a su esposo.

 

 

 

-           Potter nosotros los Malfoys no engordamos solo… -el rubio se callo al ver su desayuno liviano y luego a su marido- no nos engordamos y ya no molestes -respondió molesto. 

 

 

 

-           Bueno -dijo ya resignado Harry y no tratando de tentar a su suerte.

 

 

 

Draco lo miro mal y empezó a comer todo lo que puso en la mesa, pero solo en su lugar de la mesa. 

 

 

 

-           ¿Draco? -lo llamo Harry. 

 

 

 

-           Que Potter -respondió un molesto rubio por ser interrumpido en medio de sus tocinos, y aun enojado por decirle que estaba comiendo exageradamente.

 

 

 

-           ¿El desayuno no era para los dos?. 

 

 

 

-           Potter eres muy molesto –informo el rubio, luego le paso una tostada simple sin mermelada o mantequilla. 

 

 

 

-           Solo esto -exclamo agarrando la insignificante tostada. 

 

 

 

-           No eras tu el que decía que no había que engordar –dijo con una sonrisa autosuficiente. 

 

 

 

-           Pero, pero…

 

 

 

-           Nada de peros –corto el rubio –no quiero que mi marido sea un gordo, panzón con una calva.

 

 

 

-           Pero amor –dijo el morocho levantándose, Harry Potter ya no era el mismo de hace unos años, ahora media 1,90, sus hombros eran anchos, tenia una musculatura bien definida y su pelo ahora domable caía con elegancia sobre su rostro.

 

 

 

-            Ya amor –dijo el rubio levantándose con una manzana a un intacta en su mano-  para que veas cuanto te amo –le dijo mientras se alzaba en puntillas para besarlo apasionadamente y luego ponía la manzana en las grandes y ásperas manos de su marido.

 

 

 

-           Dragón –solo pudo decir el morocho aun shokeado por la pasión de su esposo y resignándose a que hoy tendría que comer en su oficina en el ministerio.

 

 

 

-           Nos vemos en el almuerzo –se despidió Draco  mientras daba una paso atrás para dejar que su marido vaya a su trabajo a través de la red flu- ha  no te olvides de traer los edredones de la tienda Le Tit –pidió el rubio antes de que su marido tomara los polvos flu.

 

 

 

-           ¿Edredones? –dijo confundido el moreno.

 

 

 

-           Potter -advirtió el rubio, viendo que a su marido se le había olvidado la visita de sus padres (tampoco se puede decir que le había informado a su esposo cuando estaba en sus cinco sentidos, esa noche que abordo el tema de la visita de sus padres había cumplido una de las fantasías mas lujuriosa de su marido, dejándolo tan mareado del deseo que decía si a todo aun sin saber que aceptaba)- acaso te olvidaste de que mis padres vendrían a visitarnos.  

 

 

 

El morocho quedo como si le hubieran dado un sartenazo, como podría olvidar a sus queridísimos y amables suegros que le recordaban una y otra vez que no le daba una buena vida a su pequeño e inocente querubín. 

 

 

 

-           Si una visita –dijo ya resignado Harry, sabiendo de antemano le drama que haría su esposo si decía algo contra sus amorosos padres y trato de sonreír.

 

 

 

-           Gracias amor –dijo todo cariñoso el rubio volviendo a besar a su marido con todo el deseo que era capaz de trasmitir.

 

 

 

-           No es nada –dijo Harry aun atontado por el segundo intenso beso recibido de su esposo, pero su cerebro le hizo un clic – pero Draco para que es el edredón.

 

 

 

-           Para mis padres –dijo simplemente el rubio, empujando suavemente a su marido para que vaya a su trabajo.

 

 

 

-           Se los darás cuando vengan a visitarnos

 

 

 

-           Harry, es para que lo usen en su visita –dijo el rubio ahora empujando un poco mas fuerte a su marido.

 

 

 

-           En su visita –dijo un confuso morocho

 

 

 

-           Claro Harry a ellos les gusta dormir sobre edredones de hilo hindú.

 

 

 

-           ¿Dormir?

 

 

 

-           Por supuesto que dormir –dijo el rubio restándole importancia al asunto- van a tener que dormir en el mes que se van a quedar con nosotros de visita. 

 

 

 

-           Visita, tus padres, un mes –tartamudeo su marido con ojos desorbitados.

 

 

 

-           Vamos Potter ni que fuera para tan…

 

 

 

PLAFFF  

 

 

 

 

 

Harry cayo redondo.

 

 

 

 

 

Bay…

Notas finales:

NO OLVIDEN DEJAR SU COMENTARIO A ESTA HUMILDE ESCRITORA.


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