Shiroyama Yuu, más conocido como Aoi. El segundo guitarrista de the Gazette, mi compañero de cuerdas. Un chico espontáneo, divertido y rematadamente sexy. Sí, he dicho que un hombre me parece sexy. Hace un tiempo que descubrí que me siento atraído por mi mismo sexo, o más bien por cierto compañero de banda de mi mismo sexo.
Y es que cada cosa que veo, absolutamente todo me recuerda a Aoi. Y ya ni hablemos de las cosas azules. Aoi, azul...siempre me he preguntado por qué eligió ese alias... El kanji con el que se escribe me parece muy hermoso al igual que todo él. Es muy diferente al mío, del cual incluso llego a olvidar la manera de escribirlo.
El nombre de Aoi es especial, porque Aoi es especial. Especial para mí. Lástima que yo no lo sea para él, es decir, Aoi es totalmente hetero, por muy femenino que pueda llegar a verme no tengo posibilidades de que se enamore de mí.
Porque Aoi es azul, y el azul es el color de la amistad, no del amor, y Aoi es todo azul, porque es mi mejor amigo. He estado pensando últimamente, en japón apenas si le damos un nombre distinto al azul que al verde, siempre se ha considerado una variante, no algo original, quizá Yuu quería reivindicar eso, que él no era una variante de nada, sino solo él. Me gusta esa teoría.
El azul es un color que inspira tranquilidad, y es que desde el primer momento en el que ves a Aoi sabes que es de confianza, y te encuentras relajado con él. Al menos eso es lo que pienso, quizá sea tan solo una teoría estúpida de un estúpido enamorado. Una sonrisa imperceptible se forma en mis carasterísticos labios cuando esa última palabra cruza mi mente: ''enamorado...'' me lo repito a mí mismo una y otra vez, como si desconociera el significado de esa palabra. En cierta forma es verdad, nadie conoce el significado real del amor, incluso cuando lo sientes nunca sabes exactamente que es lo que ocurre, el amor es impredecible y abstracto, el amor es divertido, el amor es de confianza, el amor tiene una sonrisa perfecta y se hace llamar Aoi.
A-o-i. ¿Cómo tres simples vocales pueden hacerme sentir algo tan grande y a la vez hacerme sentir tan pequeño? Es algo que nunca entenderé...pero de momento, más que entender cómo puede hacerme sentir así me preocupa saber si yo podría hacerle sentir algo así a él.
La música que comienza a sonar en el estudio me hace salir de mis pensamientos. Miseinen. Menor de edad. Una hermosa canción, sin duda. Mis dedos se mueven por mi guitarra de manera casi automática. No quiero equivocarme de nuevo, sería la tercera vez esta semana que Kai me llamaría la atención por ello, y me volvería a interrogar de nuevo. ¿Qué es lo que te ocurre? ¿Por qué estás así de distraído? Las preguntas que mi compañero batería no paraba de repetirme en los últimos días resonaban en mi cabeza como una melodía monótona y vacía.
Por suerte, nadie más que yo conocía la razón de mi repentina distracción. Decidí centrarme en la letra de la canción, así que me quedé observando a Ruki, que cantaba a un par de pasos de mí.
''días azules de adolescente''
Sonreí de nuevo cuando oí a Ruki bajar el tono al pronunciar esa frase. Sí, el azul también es el color de la juventud, y cuando pienso en Aoi me siento realmente como un adolescente, más bien, como una quinceañera detrás del chico más popular del instituto.
Para cuando me quiero dar cuenta, la canción ha terminado y Kai, con un hondo suspiro nos manda a casa, alegando que será mejor descansar y reintentarlo mañana. Guardo mi guitarra en su funda y en cuanto me giro me soprende tener a Aoi frente a mí.
-¿Podemos hablar?-
¿Cómo decirle que no a ese par de ojos negros perfectos?
-Claro-