LA APUESTA por Ayume46

Esta noche ni siquiera había podido pegar ojo, recordaba aquellas crueles palabras que le dije y me sentía tan estúpido.... No se porque le solté aquella frase, pero la reacción del cocinero fué lo que me descolocó, huyó de mí y sus ojos parecían tan tristes... "Quizá sea lo mejor, así se alejara definitivamente de mí" Me levanté de la cama y me fuí a la cocina a desayunar, hacía rato que los demás habían hecho lo propio, así me aseguraba evitar estar a solas con él.
-Buenos días.
-Aprovecha que aún queda algo espadachín-san, hoy nuestro capitán se despertó con un hambre más desmesurada de lo normal.
Me senté y observé durante unos segundos a la bestía que deboraba la comida sin miramientos, este niño siempre me hacía sacar una sonrisa. Pero poco duró ese momento de paz, el cocinero parecía haber olvidado mi existencia. Ni un saludo, ni una palabra, nada. La verdad es que pensé que pasaría despues de lo de ayer, pero aún asi dolía y mucho. Mi paciencia estaba llegando a sus limites, él estaba especialmente cariñoso con todos, con todos menos conmigo, que parecía ser una simple mancha en su visión. Esperé a que todos se fueran y me preparé para la discursión, necesitaba algo de él, aunque solo fueran insultos y malas caras.
-Que se supone que....
-Ayudame con los platos.
Esperaba muchas cosas, pero no eso. Parecía relamente enfadado, como si le hubiera calado más hondo de lo que yo pensaba. Pero la cosa no podía quedarse así, tenía que intentar aliviar la tensión en el ambiente.
-Oye, cocinero.
-Dime... ah mierda!
El sobresalto que se llevó por mi llamada hizo que acabará empapado. La visión de la camisa pegada a cada uno de los rincones de la piel del rubio me tensó. No podía dejar de mirarle, mis pensamientos volaban, se perdian pensando que ese magnifico cuerpo podría ser mío. Estupideces, solo eran estupideces, debía salir de ahi cuanto antes o perdería la calma.
-Joder estoy completamente empapado!
-Bueno, yo me voy....
-Sí claro, lo que tu digas....Dejamé tu camisa! Al fin y al cabo es tu culpa que la mía acabara pasada por agua.
Antes de poder contestar, el rubio empezó a desabrocharse lentamente la camisa, hasta que acabó cayendo al suelo por su propio peso.
-Vamos que tengo frío! Ven aqui anda....
Se me acercó tanto que podía notar su fría y mojada piel contra mí. Me quitó la camisa y se acercó lentamente a mi oido para susurrarme.
-Te envidio marimo...
-Que?
-Que tengo envidia de tí... la verdad es que siempre quise tener un cuerpo como el tuyo... no este cuerpo pequeño que parece que va a romperse...
-Tu eres fuerte...
-Ya pero mirate... la piel completamente tostada por el sol, cada marca cada cicatriz...
Recorría con sus dedos esa horrible cicatriz que demostraba lo débil que aún era, pero en ese momento no me preocupaba lo más mínimo. Ver a Sanji tan docil, tan....

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Realmente no lo había planeado así, pero las cosas se estaban poniendo interesantes. Las miradas del marimo me indicaban que no iba desencaminado. Parecía que con cada roce de mis dedos algo dentro de él temblara. Tenía que darle un último empujoncito y caería, lo notaba, sus labios casi parecían estar pidiendo que lo besara y eso me gustaba. "Lo odio con todas mis fuerzas... pero aún asi algo dentro de mí está tan desesperado como él por ese beso"
-Oye, Sanji... lo del otro día...
Otra vez pensaba decirme lo asquerosa que era mi existencia? Estaba preparado para saltar sobre él y hacerle callar pero no tube tiempo de mover un solo músculo.
-No quise decir lo que dije.... simplemente es que contigo las cosas se me hacen muy dificiles....
"Buena excusa espadachin de mierda" Parece que si te calenté y quieres asegurarte que no saldré huyendo. Pero a este juego yo también se jugar....
-No te preocupes....
Me acerque a su cara y le besé en la mejilla, justo en la comisura de los labios, tan cerca que con solo un ligero movimiento nuestras bocas se perderian la una en la otra.
-Sanji?
-Tranquilo, no estoy borracho ni mucho menos... sé perfectamente lo que estoy haciendo... y me parece que también sé lo que quieres...
Su cara lo decía todo, apenas podía creer lo que pasaba pero, a su vez, parecía disfrutar de la tortura que le estaba propinando. Me dirigí a la puerta que daba al interior del barco y le miré. Una mirada que le incitaba, que le decía que tenía vía libre....

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Tube que seguirle, no debía hacerlo, no sabía que le pasaba al rubio, pero era la única oportunidad que tendría con él y no pensaba dejarla escapar, aunque las consecuencias pudieran ser terribles. Llegamos al camarote y cerré la puerta tras de mí. No me atreví a moverme, temiendo que aquello fuera una mala broma que mi mente me jugaba.
-Sanji... realmente no creo que sepas lo que quiero...
-Me deseas verdad?
Aquellas palabras me dejaron en blanco. Realmente el rubio que poblaba mis pensamientos me estaba diciendo lo que creía? No debía dejarme llevar, si lo hacía no podría dar marcha atrás y lo sabía perfectamente....
-Por favor, no me tientes....

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"Te tengo imbecil" La verdad había sido demasiado facil, el marimo no había puesto ni la más minima resistencia, más bien parecía que se estuviera conteniendo por miedo.
-Y que pasa si eso es precisamente lo que quiero hacer?
Estaba disfrutandolo, la venganza me hacía sentir tan bien... "Realmente me siento así por esa razón?" La duda no me dejaba ni un solo instante desde que tube su cuerpo tan cerca del mío en la cocina. Por momentos la idea de que también yo quería lo mismo que el marimo se hacía mas real.
-Lo que pasa es que si me tientas no sabré controlarme....
No sabía a que venía esa frase pero no tardaría en descubrirlo. Su mirada se volvió diferente, igual que cuando se disponía a pelear. Parecía como si fuera a cazarme, siendo yo una simple presa sin defensa posible. Quise retractarme, acabar con este maldito juego, pero era tarde. Sus labios me deboraban y su cuerpo me impedía cualquier tipo de escapatoria.
-Te lo advertí....