Otro día más en Hogwarts, en una habitación de griffindor Harry se levantaba para ir a desayunar suerte que era sabado, ya que aún estaba cansado y tenía agujetas pues el día anterior había tenido un partido de quidditch contra slytherin, pero lo que más obsesionado lo tenía era lo que había visto cuando volvía del partido.
Se había retrasado celebrando la victoria de su equipo y como consecuencia cuando llego a las duchas ya no quedaba nadie, o almenos eso creia él porque cuando entró en los servicios para cambiarse escucho un ruidos extaños que procedían de las duchas; eran como grititos,como.. no no podía ser ¿realmente sonaban gemidos?
Entre preocupado y curioso Harry se decidió acercarse a las duchas vaya a ser que su mente juvenil y su imaginación calenturienta le estuvieran gastando una mala pasada y allí hubiese alguien herido y necesitase ayuda.
Pero lo que si que no se hubiera imaginado es lo que se encontró cuando llego a las duchas o mejor dicho a quien se encontró, debajo de una de las duchas estaba el principe de las serpientes, Draco Malfoy, estaba desnudo y no había nada en él de su habitual control y elegancia más bien parecía salvaje,el pelo mojado se le pegaba a la cara, tenia la boca entreabierta como en una invitación, las gotas de agua le caían por todo el cuerpo siguiendo el recorrido de sus bien formados musculos, sus manos realizaban cada vez movimientos más frenéticos (un momento ¿se estaba haciendo una paja ahí en las duchas comunes? Harry no salía de su asombro).
Parecía como si Malfoy lo hubiera sentido porque en el momento que se asomó a las duchas fijó su mirada en él, una mirada completamente diferente a las que solía recibir por parte de Malfoy, tenía los ojos ardientes, oscurecidos por la pasión y la mirada que le echo fue como si le estuviera devorando.
Cuanto Malfoy vió a Harry susurro con voz ronca entre sorprendido y excitado -Potter- y nada más pronunciar ese apellido su cuerpo explotó convirtiendo su sangre en fuengo y sumergiendose en un delicioso orgasmo.
Una vez recompuesto centró su atención en Harry que seguía ahí mirándolo como si fuera un extraterrestre y poniendo una sonrisa maliciosa dijo
- ¿Qué pasa Potter nunca has visto a alguien masturbandose?
Al oir la pregunta de Malfoy, Harry decidió que era el momento de irse rapidamente porque aunque discutir con Malfoy era lo más normal del mundo, casi como respirar, esa situación era realmente incomoda no le salia ni una solo palabra y estaba avergonzado (no todos los días te encuentras a tu enemigo masturbandose y pronunciando tu apellido durante su orgasmo).
De modo que el gran salvador del mundo mágico salió corriendo hacia su habitación como si le persiguiera el mismísimo hombre del saco.
Lentamente Harry volvió a la realidad y se encontró con Hermione mirándolo preocupada y Ron comiendo como si estuviera realmente hambriento (como siempre).
-Harry ¿estas bien? llevas todo el desayuno muy raro - le preguntó su amiga.
Así era Hermione siempre estaba pendiente de todo, Harry intento ponerle una sonrisa tranquilizadora y le contestó
-Estoy bien lo que pasa es que estoy cansado, ya sabes por el partido de ayer y aún tengo sueño.
Eso pareció tranquilizar a su amiga que le sonrió y le dijo- si estuvisteis geniales en el partido lo disteis todo.
Mala eleción de las palabras ya que Harry sin querer pensó "el que de verdad lo dió todo fue Malfoy en las duchas" y esque después de eso como iba a mirar a su enemigo a la cara sin avergonzarse y recordar aquello.
Y así se pasó el resto del domingo sin poder apartar las imagenes de su peor enemigo desnudo y mojado.