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A TWILIGHT CAROL por kiku-shiro

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Notas del fanfic:

Dios mio no puedo creer que haya hecho esto….

No me gusta crepúsculo, bueno si me gusta, solo no me gusta la protagonista, vi las películas…. Con mi hermana y no pude dejar de notar que Edward y Jacob harian una pareja maravillosa

No malentiendan, me gustan casi todos los personajes, bueno, TODOS

Menos Isabella… Bella, asco…

No me agrada ok, con ese punto claro…. Esta idea me llego con la fechas y después de leer unas preciosas historia en francés e ingles… en español hay muy poco

Si tienen la oportunidad de saber francés o contar con un traductor google xD les recomiendo “De la haine à l'amour” por Parys

Llore, sufri, grite y maldeci jajaja

Al punto, pues esto es por las fiestas y planeo escribir en algún futuro, (aparte de mis demás fincs) algo de esta hermosa pareja.

Me inspire en aquella película “Hombre de familia” con Nicolas Cage… es bastante buena

Ahora si… declaimer…

No poseo Crepusculo ni ninguno de los otros libros, ni ningún personaje… si asi fuera Isabella no existiría, Jacob aparece desde el principio, habría una escena yaoi por hoja xD y los vampiros no brillarian en el sol (¬w¬ eso es raro)
Ahora si disfruten….

Esto es un UA Edward no se ha casado, si esta en una relación con su “novia” la susodicha no es vampira…
Rosaline molea…
Alice es tan extraña como siempre, Seth es el chico moe de costumbre etc, etc. Etc…

A TWILIGHT CAROL

Jasper miraba a su hermano moverse de un lado a otro dentro de la habitación, dándole semejanza a un león enjaulado. Desde que Edward había llegado a casa, el vampiro empático supo que algo había pasado, no necesitaba del don de su hermano para saberlo… sus emociones era todo un torbellino…

Ira, angustia, molestia, furia, tristeza y un sinfín…

-Si haces un agujero en la alfombra, a Esme no le agradara…

El vampiro de cabello cobrizo le fulmino con la mirada, cosa por demás extraña, normalmente Edward era diestro para controlar sus emociones, lo que hubiera ocurrido en verdad devio de ser serio para impactarle de esa forma.

Una oleada de calma inundo al vampiro mas joven… era obvio que Jasper comenzaba a preocuparse…

-Basta…-gruño Edward

-Entonces dime lo que te pasa… es muy molesto sentir toda esa furia que despides

Aquellas simples palabras bastaron para que Edward volviera a rememorar lo sucedido hace pocas horas. A ese perro sarnoso y su estúpida imprimación.

Justo cuando su vida comenzaba a ser tal como él había deseado. Por fin había encontrado a su alma gemela, su dulce (Kiku-shiro colapsa de agonía en el piso) Bella, al fin podían estar juntos y tenia que venir ese perro pulgoso para arruinar su felicidad.

Sin importarle la presencia de su hermano se marcho rumbo a su cuarto. No noto a Esme al lado de las escaleras hasta que esta le llamo…

-Edward… no quieres ayudarnos con…

El joven de cabello cobrizo no dejo que la hermosa vampira terminara de hablar. Con voz cargada de furia le interrumpió –No quiero saber nada, estaré en mi habitación…

-Pero… abriremos lo regalos…

-No me importa… no quiero nada. Solo déjenme en paz…

Y sin volver la vista subió las escaleras para encerrarse, sin percatarse de la mirada triste de su madre

~~++~~++~~++~~++~~

**La una de la mañana del 25 de Diciembre**

Edwar Cullen se encontraba sentado en la cama que había conseguí para uso de su novia, pensaba en todas las palabras crueles que le había dicho a Jacob, en la forma en que trato a su familia, en especial a Esme… y en la soledad que sentía, mas que nunca. No pensó en Bella, ella estaba de vacaciones con su madre…

Tan metido estaba en sus pensamientos que no se percato de que ya no estaba solo, solo el golpe de algo caer le alerto…

En el suelo estaba el menor de los lobos de La Push, vestido con un bello abrigo verde botella con el cuello y mangas decorados de bordados blancos y un lindo gorro navideño del mismo color.

-Que diablos haces aquí Seth…- gruño el vampiro

El joven lobo sacudió el polvo de sus ropas, mientras trataba de acomodarse el abrigo y la gorra. Sus mejillas se veían ligeramente sonrojadas, a causa de la vergüenza por su torpeza.

-No soy Seth… soy el fantasma de las navidades presentes…- sonrió alegremente el adolescente

-Ya leí ese libro… y tu no te pareces mucho al personaje- bufo molesto Edward, ¿es que acaso todos los lobos de La Push estaban locos? –Mas te vale que expliques que haces aquí… ¿acaso te mando el perro sarnoso?

El menor bufo ligeramente fastidiado -Tu mismo lo dijiste… ya leíste el libro… así que sabrás a que nos lleva esto. Y no soy Seth, solo tome la forma de alguien que conoces…

El mayor veía fijamente al joven frente a él, era cierto que algo no cuadraba con este “Seth”, su aroma no correspondía y le rodeaba cierto aire… ¿mágico?

-Como decía… soy el fantasma de las navidades presentes y he venido a hacer que veas de lo que te pierdes… tal vez así puedas recapacitar y encontrar algo de espíritu navideño… que bien falta te hace…- eso ultimo lo musito en voz baja, aunque el vampiro igual lo escucho

-Y si no quiero?

-Vamos… no tienes que ser tan amargado- se quejo el lobo –Solo sujeta mi abrigo…

-Si lo hago te iras después?- pregunto ligeramente escéptico por la petición

-Si… y no me te molestare mas- sonrió tal como lo haría el verdadero Seth. Una sonrisa alegre y positiva…

Tentativamente, el vampiro de cabello cobrizo se sujeto del abrigo verde, de pronto, todo se volvió borroso, como un torbellino de colores y formas, su habitación pareció disolverse solo para estar de pronto en la cocina de su casa.

-Bien… llegamos…- sonreía el menor, nada perturbado por el pequeño viaje

-No podríamos haber bajado por las escaleras?- gruño el vampiro, se sentía ligeramente mareado, suerte de ser un ser inmortal sin necesidad de alimentos humanos, sino, los habría vomitado

-Donde estaría la diversión?- rio el menor- Además si ves el reloj te darás cuenta…

Edward volvió su mirada, realmente curiosos por ver a lo que se refería el joven lobo. Hay, en el reloj se podía ver claramente como las manecillas apuntaban a las 12 en punto…

-Vamos…- le jalo el adolescente; al parecer se había quedado embobado viendo la hora

Ambos se dirigieron a la sala de la familia Cullen. El bello árbol de navidad se alzaba alegremente, adornado por brillantes luces de colores, bellas esferas, guirnaldas rojas y doradas, y coronado por una bella estrella plateada; toda la habitación esta rebosante de colores, brillantes noche buenas adornabas las paredes y la mesa.

Alrededor de la chimenea se encontraba su familia, Carlisle y Esme estaban sentados juntos, Rosaline estaba recostada en el regazo de Emmett, mientras su hermano jugaba con los rubios cabellos de la hermosa mujer, Alice y Jasper estaba sentados en la alfombra frente al fuego, Alice jugaba con una hojas de papel rojo, tratando de hacer flores de origami, mientras Jasper observaba divertido como su esposa peleaba con el papel.

-Bien… creo que es hora de intercambiar los regalos- suspiro el patriarca de los Cullen, Edward pudo ver como su “madre” miro tentativamente hacia las escaleras, como esperando algo.

-Tal vez deberíamos esperar un poco mas… quizá Edward baje pronto- pidió la maternal vampira

-Llevamos horas esperando a ese idiota- o si, los comentarios de su dulce hermano no se hicieron esperar –Si no quiere estar con nosotros, pues mejor…

La rubia se veía molesta, aunque si te concentras mas en su rostro, podías apreciar la tristeza en su mirada. Y Edward lo noto

-Quien quiere empezar?- trato de amenizar el ambiente la pequeña Alice, quien no se veía tan alegre como de costumbre –Le daremos mañana sus regalos a Edward…

La escena continuo, pero Edward no pudo concentrarse del todo, comenzaba a sentir un vacío en su estomago…

Veía a sus hermanos reír y contar bromas, mientras sus padres trataban de hacer paz, aunque parecían igual de divertidos que sus hijos…

-Ellos estuvieron esperándote…- comento el espíritu a su lado –En verdad quería pasar la navidad juntos… como una familia

-Como los años anteriores…

-Si, al parecer estas fechas les hacen sentir mas humanos o que se yo…- se encogió de hombros el joven lobo –Bueno… tenemos algo mas que ver…

Aun sin ser consiente de sus acciones, tomo el abrigo del menor y nuevamente el torbellino de colores los engullo. Solo que en esta ocasión no fueran a dar a una cálida sala… sino a una nevada calle…

En La Push…

-¿Qué hacemos aquí?- comento extrañado y ligeramente preocupado el mayor

-Venimos a ver a cierto lobo, que no trataste muy bien que digamos…- le reprocho el joven, ligeramente molesto

Ambos entraron en silencio, a la casa de la familia Black. Era un total contraste de su propia casa; la humilde sala estaba decorada con muchos adornos, guirnaldas de hojas frescas y flores naturales pintaban las paredes, un bello árbol decorado con cadenas de palomitas y galletas decoradas, lo mas curioso… parecían tener forma de lobos… probablemente hechas por la dulce Emily, y en el suelo yacía echado un enorme lobo de pelo rojizo, se veía triste, los demás miembros de la manada y el padre de Jacob le miraban preocupados y tristes…

-Vamos hermano… levántate…- rogo el verdadero Seth, tratando de levantar al monumental can, pero este se negaba a abandonar su lugar…

-Vamos Sam¡¡- se quejaba Leah, prácticamente gritándole en el oído a su Alfa, el cual parecía estar apunto de estrangular a la muchacha –Déjame ir a arrancarle el cuello a esa sanguijuela…

-Ya te dije que no…- gruño molesto Sam –Solo empeorarían las cosas… además no creo que Jacob este de acuerdo…

Los demás miraban con lastima, compasión y tristeza a su hermano, quien no levando si quiera las orejas, parecía casi un tapete

-Esta así desde que lo viste…- comento el espíritu, viendo al vampiro ligeramente molesto –No era necesario que fueras tan cruel…

Y si que lo había sido; sabia que el lobo no tenia la culpa de haber imprimado en él; y aun así, le había dicho tantas cosas tan hirientes, a pesar de que sabia lo que podrían ocasionar. La imprimación de Jacob en él, le habían vuelto la razón de vivir del lobo, Jacob solo vivía para ser hacerle feliz…

El gruñido de Leah le saco de sus cavilaciones, la joven nativa, gruñido a su alfa y se encamino a donde estaba Jacob, sentándose junto a su hermano, para unírsele a intentar reconfortar al gran animal.

No supo porque, pero eso le molesto. Instintivamente apretó la mandíbula, tratando de contenerse de lanzarse contra la chica; no sabia porque le molestaba tanto… una cosa era que Seth, quien veía a Jacob como un hermano y un modelo a seguir, acariciara el rojizo pelaje del joven Black y otra era que la hermana lo hiciera…

-No puedes hacer nada…- canturreo el espíritu, se veía feliz de ver molesto al vampiro –Recuerda que solo somos espectadores…

El espíritu sonrió ligeramente malicioso, un gesto totalmente contrario al verdadero Seth

-Creo que podrían hacer una linda pareja ¿no?- Edward apretó aun más la mandíbula –Ambos han sido victimas de la imprimación… Leah con Sam y Jacob contigo… Después de todo tu amas a Bella ¿no?. Jacob podría intentar tener una vida normal, casarse… tener hijos, ya sabes lo normal…

-No puede…- gruño furioso, ante la idea… no sabia porque, no lograba entender, pero la idea de Jacob con alguien mas le hacia sentir la sangre hervir… cosa extraña en un vampiro

-¿No puede ó… tú no quieres?

Antes de que el vampiro pudiera contestar, el remolino se trago la escena, para volver a aparecer en su habitación, la cual se veía bastante frías y desolada, en comparación su propia sala o la casa de los lobos.

-Bueno…. Mi tiempo se termino- sonrió el joven lobo –Que lo que hayas aprendido conmigo, no quede en el olvido…si solo en ti mismo piensas, mas solo te quedaras de lo que desearías…

-Eso último no rimo…

-No soy bueno con las rimas¡¡- grito el espíritu y desapareció

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Edward contemplaba le lugar donde “Seth” se había desvanecido. Reflexionando si lo que vivió fue un sueño o una ilusión.

-Hola…- la cantarina voz de su hermana le hizo voltearse tan rápido que cualquiera su hubiera roto el cuello, suerte de ser un vampiro. Solo que esta “Alice” llevaba una bella túnica blanca, con adornos dorados, sus oscuros cabellos estaban adornados con una corona de laurel y pequeñas flores rojas y en su mano llevaba un candelabro de oro y una vela blanca encendida…

-Soy el fantasma de las navidades pasadas…- sonrió la vampiresa

Edward le miro entre extrañado, confundido y preocupado… a saber lo que le esperaba

Notas finales: Bien la primera parte de este mini finc... faltan dos espiritus y veamos que ocurre con Edward...
dios me siento tttaaaaannn navideña¡¡¡ jojoj soy felizzzzz

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