Cumpleaños
Has pasado dos meses enteros desde que su relación terminó y desde aquello las oportunidades de verse se habían reducido notoriamente, lo cual era un alivio para ambos, pues cada vez que se cruzaban por los pasillos de la compañía o en los conciertos un incomodo escozor se instalaba en sus pechos.
No obstante, aquel día Kyuhyun se sentía un poco más miserable que de costumbre. Era 3 de febrero, el día de su cumpleaños y aún no podía creer que sería el primero, en años, en el que estaría solo. Y con solo se refería a sin "él".
Las razones de su ruptura habían sido por mutuo acuerdo, ambos estaban muy ocupados con sus carreras y constantemente separados en diferentes ciudades. Además de que a Kyuhyun le habían escogido para una versión China de "We Got Married", Siwon había esperado que Kyuhyun declinara, pero no lo hizo.
Todo eso y una gran serie de malentendidos acompañados de celos irracionales -una muy mala combinación- habían hecho que sus corazones se hirieran y por miedo a hacerlos añicos habían decidido dejarlo hasta ahí, por el bien de ambos y del grupo.
Dos meses, dos tortuosos meses y ambos se veían felices a los ojos del otro, como si su relación jamás hubiese existido, como si el amor realmente se hubiese terminado. No obstante, por dentro sus corazones dolían y se aferraban a una esperanza que ambos creían perdida.
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Kyuhyun comenzó a prepararse para un día agotador, le parecía imposible que justo el día de su cumpleaños le hicieran trabajar de más, pero esa era la vida de un Idol después de todo. Leyó algunos de los miles de mensajes que le habían enviado sus fans por twitter y se sintió realmente querido, por primera vez en todo aquel largo tiempo.
El sonido de alguien al tocar la puerta llamó su atención. Se acercó a la entrada de la habitación del hotel y abrió la puerta para ver quien era.
Al parecer era un empleado de recepción. Entre sus brazos tenía un enorme ramo de flores y entre ellas una tarjeta. Las flores eran hermosas y despedían un aroma silvestre. Kyuhyun se sintió sorprendido, no por el hecho de que alguien hubiese encontrado flores de ese tipo cuando el clima era casi glacial, sino porque podía reconocer aquel estilo de flores donde fuera. Eran las que él solía darle.
"Siwon" pensó inevitablemente. Tomó el ramo entre sus brazos temblorosos y agradeció al hombre de recepción. Sus ojos le ardían por el esfuerzo que hacía para evitar que las lágrimas recorrieran sus mejillas.
La tarjeta no tenía remitente, pero la letra era inconfundible.
"Búscame después del concierto de esta noche, ahí te daré tu verdadero regalo."
Su corazón latía con tanta fuerza que sentía como su pulso martilleaba su cabeza. No sabía que clase de regalo podría darle Siwon, pero tampoco estaba seguro de poder estar a solas con él sin ponerse a llorar como un bebé. Le extrañaba y aún le seguía amando, pero las heridas no sanan con facilidad.
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El concierto había sido éxito, como siempre, las fans había gritado más fuerte que nunca y habían entonado todas y cada una de las canciones con ellos. Incluso habían hecho un enorme cartel para él. Varias fans le habían entregado regalos y aunque no fuesen cosas lujosas sabía que las atesoraría el resto de su vida.
Además habían sumergido su cabeza en una tarta de cumpleaños. Aquello no le había parecido muy genial, pero se había vuelto una tradición entre ellos. Más tarde se vengaría.
Después del concierto se dirigieron a un pequeño club que habían alquilado para festejar su cumpleaños. El ambiente era maravilloso, sus hyungs le consentían y lo mimaban como nunca. A pesar que lo suyo no eran los abrazos y muestras de afecto, se dejó hacer feliz por estar con ellos.
Sin embargo, las flores y la nota de Siwon aún seguían en su mente, el mayor no se había acercado a él más de lo estrictamente necesario.
Un poco después de media noche, cuando todos estaban un poco pasados de bebidas alcohólicas, Kyuhyun pudo observar como Siwon se alejaba del resto y se dirigía a un área vacía y más privada del local. Tomando aquello como una señal, se disculpó con uno de sus hyungs y camino tras Siwon hasta esa área.
Se sentía realmente nervioso, no sabía que esperar por parte de Siwon. Ya en la habitación, permanecieron parados frente a frente por minutos enteros. Hasta que Siwon se atrevió a acercarse y abrazarle con fuerza, presionándole contra su pecho, besó su frente con cariño.
Sabía cuanto daño se habían hecho y más que nada sabía el daño que él le había hecho a Kyuhyun con sus celos sin sentido y sus ataques de posesividad extremos. También sabía que era hora de eliminar aquel ambiente incomodo entre ellos y por ello debían hablar, por ello había decidido darle aquel regalo a Kyu.
- ¡Feliz Cumpleaños Kyu!- le sonrió al momento que acariciaba sus mejillas. - supongo que deseas saber cual es tu verdadero regalo.- se mordió el labio inferior ansioso.
Kyuhyun no supo que decir, todo lo que había pensado aquella mañana era cierto, su pecho dolía y estaba reprimiendo las ganas inmensas de llorar.
- Aquí está- dijo entregándole una pequeña caja envuelta de un color azul y con un moño plateado. - Espero te guste, sé que quizás ya no tenga caso y que tu ya no sientas lo mismo que antes por mi, pero pensé que deberías tenerlo. Ábrelo.
Las manos de Kyuhyun temblaban al momento de romper la envoltura. Las palabras de Siwon habían taladrado su interior, pues él jamás había dejado de amarle y creía que jamás dejaría de hacerlo.
Abrió la caja lentamente y lo primero que vio fue una hoja que tenía algo escrito.
"Mi corazón jamás dejará de pertenecerte. Quisiera no haberlo arruinado, quisiera seguir poseyendo el tuyo."
Sus ojos comenzaron a aguarse, y su vista se tornó borrosa. Retiro el papel que contenía aquel mensaje para descubrir el pequeño corazón de plata sostenido por una cadena del mismo metal. Lo tomó entre sus manos y cuando leyó la escritura tras este no pudo reprimir más sus sollozos.
"Por siempre tuyo. Siwon"
Siwon que había esperado expectante su reacción, sintió un escozor en los ojos al ver como el cuerpo de Kyuhyun se sacudía movido por los incontrolables sollozos. Por un momento se sintió culpable, quizás jamás debió darle aquello a Kyu.
Lo había comprado meses atrás y pensaba entregárselo a Kyu como regalo de aniversario, pero las cosas no habían ido como lo planeado y habían terminado separándose. Sin embargo, su corazón siempre pertenecería a Kyuhyun y este debía saberlo de alguna u otra forma.
Los brazos del menor le rodearon y pudo escuchar quedos "gracias" contra su cuello. Estuvo aturdido por unos segundos, pero finalmente correspondió al abrazo. Sus ojos ya no podían contener más las lágrimas y estas ya se encontraban bañando sus mejillas.
- Jamás he dejado de amarte- escuchó que Kyuhyun decía- ¿Cómo podría? Te amo, te amo.- Kyuhyun besaba sus mejillas, secaba sus lagrimas y besaba sus ojos. Siwon le detuvo y besó sus labios con desesperación, dos meses sin probarlos habían hecho mella en su cuerpo y lo único que deseaba era besarlos lo que le restaba de vida.
Se quedaron en esa habitación el resto de la noche, besándose con alevosía y recordándose entre caricias, vaivenes frenéticos y te quiero's silenciosos lo mucho que se amaban.
Fin.
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