Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cristalizado por RiriSkull

[Reviews - 73]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Todos los personajes usados en este fic pertenecen a Masashi Kishimoto.

Aún con la tarea de Sasuke como referencia (porque en su muy retorcida manera de pensar, donde los exámenes no estaban involucrados,  el copiar no estaba en sus planes) Naruto tuvo sus problemas para realizar algunos ejercicios de matemáticas y entender las miles de palabrerías de historia y sus fechas. Naruto podía jactarse de que su padre, Minato Namikaze era un hombre amoroso y comprensivo con su único hijo. Siempre ayudándolo en lo que pudiera y quedándose hasta pasada la hora de dormir con tal de que Naruto entendiera algún ejercicio de matemáticas o procesos biológicos de plantas; paciente y comprensivo a la mente algo lenta y distraída del menor, con una sonrisa alentadora cada vez que Naruto se equivocaba en las respuestas de los ejercicios y motivándole a volverlo a intentar con mejores resultados.

Ese miércoles no fue la excepción a la regla y aunque Kushina lo regañó por dejar la tarea de vacaciones para lo último, Minato se ofreció a ayudarlo para que no reprobara por flojera. Naruto lo agradecía, tanto a su madre por ser estricta y jalarle las orejas y a su padre por ser cariñoso y alentador.

 

Cerró con fuerza la libreta de historia sin dejar esa zorruna sonrisa que su madre le había heredado. -¡Al fin acabé! -concluyó alzando los brazos al aire.

 

Minato sonrió ayudando a Naruto a arreglar la mochila para el próximo lunes. -Así es... puedes sentirte orgulloso de ti mismo, Naru.

 

-¿Verdad que sí? ¿Verdad? -soltó Naruto brillante de la mirada. -Ahora puedo demostrarle a Sasuke que pude hacer la tarea sin toda su ayuda. Ese teme no me dejará atrás. -alzó un puño al aire justo cuando Kushina entraba a la sala y Minato se ponía en pie.

 

-Sasuke, Sasuke...-burló Kushina. -Alguien debería dejar de ser tan competitivo y centrarse en hacer sus deberes de casa. -acusó con las manos en la cintura, Naruto frunció el cejo haciendo un mohín con los labios, desvió el rostro indignado. Kushina rió en bajito. -Anda vete a bañar para que acompañes a tu papá por las cosas de la cena.

 

-¿Iremos de compras? -preguntó Naruto sin mucho ánimo. Minato asintió a lo que Naruto no pudo objetar nada, el beneficio de salir de compras con su padre era que nunca compraban lo que su madre necesitaba y siempre bastante comida basura.

 

Kushina se le puso enfrente a Minato. -Quiero que te centres en la lista. -sentenció con aire autoritario y severo. Naruto comenzaba a despedirse de sus golosinas.

 

-Va, va... prometemos no salirnos de ella. -se disculpó Minato alzando los brazos en protección, pero un "Minato"  imperativo y severo le recalcó a Naruto que su madre no estaba jugando. -¡Vamos, Naruto, mejor te bañas regresando!

 

-¿Eh? ¡Minato! -reprochó la mujer sin lograr soltar más quejas; Naruto alcanzo a escuchar el ultimo reproche de su madre justo cuando ambos hombres salían de la casa. -¡Esos dos! Pero me van a ir cuando lleguen.

 

En el supermercado cerca de la casa Namikaze, padre e hijo veían la lista con ojos calculadores, Naruto más con pena la mayoría de las cosas que la lista llevaba eran verduras y vegetales.

-¡Nada de ramen! La mujer está loca. -despotricó Naruto meneando los brazos de un lado a otro.

 

-Compraremos ramen si quieres, pero primero hay que surtir la lista. -apremió Minato guardando el pequeño trozo de papel en su bolsillo. -Anda, Naru... -el mencionado le dedicó una mirada curiosa a su padre. -Veamos quien logra juntar antes lo que mamá pide. -a Naruto le pareció que eso era un reto y tal como un Namikaze Uzumaki no estaba dispuesto a perder. Una sonrisa zorruna y tramposa se dibujó en sus labios.

 

-Estoy listo. -apuntó, pero antes de hacer algo señaló a la derecha de su padre. -¡Papá, es tu jefe el señor Sarutobi!

 

Minato volteó el rostro sintiendo las mejillas calientes por temor a ser encontrado en semejante actitud con su hijo, Naruto aprovechó la distracción de su padre, tomó la lista de su pantalón y desapareció con ventaja. -¿Ah? ¡Naruto Namikaze Uzumaki, tramposo!

 

El día siguiente llegó con una pequeña llovizna que el actual invierno trajo, encerrando nuevamente a Naruto junto a su aburrimiento. Jugaba un videojuego en línea mientras gritaba miles de palabrotas contra Shikamaru, quien era su oponente y al parecer no le estaba dejando nada de tregua al rubio.

-¡Shikamaru, maldito, voy a borrarte esa segura sonrisa de un puñetazo!

 

-Vale, pero primero intenta derrotar mi nave. -en el monitor de Naruto se vio como un pequeño objeto volador de color rojo disparaba contra uno de color verde destruyéndolo.

 

-¡DESGRACIADO! -gritó Naruto para después ser golpeado por la palma de su madre.

 

-Nada de palabrotas. -reprochó Kushina.

 

-¡Pero mamá, Shikamaru me está destrozando! ¡Debo desahogarme como todo un hombre! -excusó Naruto, pero ver la fría mirada de su madre le hizo callar y ganarse una carcajada burlona por parte de Kiba, quien no hacía mucho se unió a la pelea. -¡Cállate, perro!

 

-¡¿Qué dijiste?!

 

-¡No, tu no, mamá!

 

Kiba y Shikamaru únicamente escucharon un golpe fuerte y después en sus monitores como las naves de Naruto desaparecían.

 

-Creo que su madre lo asesinó...-supuso Shikamaru.

 

-Seeh... venga, sigamos. -y así ambos continuaron con su juego sin el rubio. 

 

La cena en casa de la familia Namikaze transcurrió lenta, mientras que Kushina le platicaba su día a Minato, éste no podía evitar ver el enorme chichón que sobresalía de la cabeza de su hijo. No preguntó, seguramente lo tenía bien merecido. Pasando la cena su madre lavaba los platos que se usaron y Minato veía un poco de televisión, Naruto se encerró en su cuarto prendiendo la laptop naranja, se recostó en su cama y puso a correr el chat, se encontró con sus amigos Kiba y Shikamaru conectados, así como Hinata (una peliazul penosa y tierna que siempre que podía le sacaba de algún apuro), Sakura también estaba en línea, pero fuera de ellos... no estaba Sasuke.

-Que idiota... ni siquiera lo tengo en el chat, no sé porque diablos me ando fijando. -cerró el programa y se dejó caer pesado contra la almohada.

 

-'...su hermano asesinó a toda su familia...'

 

La mano que abrazaba la almohada se convirtió en un puño tenso.

 

-'...se suicidó frente a los ojos de su hermano...'

 

Alzó un poco la mirada centrando sus ojos azules contra la pantalla del monitor.

 

-'...es el único sobreviviente de semejante homicidio...'

 

Naruto se enderezó, pegó su cuerpo contra la pared logrando que la computadora se equilibrara sobre sus piernas y con la duda temblando en sus dedos comenzó a teclear. Se sentía como un traidor por recurrir a las noticias de la red, por dejarse influenciar por las palabrerías, pero ya no podía con esa intriga... necesitaba saber la verdad sobre Sasuke y si el internet sería su herramienta para lograrlo la tomaría.

 

SASUKE UCHIHA ASESINATO

 

Oprimió el botón de "Buscar" y cientos de páginas, la mayoría de periódicos, se desplegó frente a sus ojos, todas cubriendo muy a su manera la nota sobre un asesinato de una familia. Naruto tragó duro, paseó sus ojos por las páginas y optó por meterse a la cuarta donde parecía haber más fotos graficas que tranquilizaran su morbo infantil y curioso.

 

[La tragedia ocurrida el miércoles veintitrés de julio en la colonia Magekyo, resultó no ser un accidente si no de un hecho premeditado y el causante yacía muerto junto al cadáver de sus padres mientras que el hijo menor de la familia era fiel testigo de cada uno de los asesinatos ocasionados por su hermano mayor, Uchiha Itachi.]

 

Naruto tragó pesado al leer las primeras líneas de la noticia. Entonces era verdad, los padres de Sasuke habían sido asesinados por su propio hermano; no podía controlar los pesados latidos de su corazón, sintiendo como el aire le faltaba, pero la obscena necesidad de seguir leyendo y llenarse más la cabeza de esas frías líneas le impidió quitar los ojos del monitor.

 

La noticia redactaba en los siguientes párrafos como se presumía tener conocimiento de las muertes de los padres y que seguramente Sasuke había estado escondido en algún lugar de la casa presenciando todo. Para Naruto el solo hecho era aterrador, pensar en ver como alguien de tu familia asesinaba a tus padres le erizaba la piel, depositando un sentimiento de lastima y pesar por la suerte de Sasuke. Naruto se aventuró a buscar imágenes del suceso, pero únicamente encontraba la sala (lugar del asesinato) con manchas de sangre, ni un solo cadáver. A su cabeza albergó la idea de que serían imágenes sumamente graficas y frías para mostrarlas tranquilamente en la internet, pero Naruto se jactaba de tener estomago fuerte (ya antes había visitado sitios de asesinos seriales con fotos graficas de los cadáveres y nada fue lo suficientemente fuerte como para traumatizarlo) y poder aguantar cualquier cosa, pero por más que buscaba no encontraba alguna imagen que valiera la pena.

 

Como si un golpe fuera dado en su cabeza, Naruto comprendió lo que hacía, había caído al mismo bajo y morboso nivel de sus compañeros, buscando sobre una nota que no le correspondía saber. Una noticia que su mejor amigo guardaba en lo profundo de su cabeza seguramente para evitar alguna mala pasada.

-Soy igual que ellos...-pensó de pronto cerrando las páginas y dejando a la vista el fondo de escritorio de su banda de música favorita. -, queriendo saciar las ganas de ver más y no respetarlo... pero...-mordió su labio inferior con tanta fuerza que se puso blanco. -¿Por qué no me dijo nada? ¿Por qué me dejaba seguir insistiendo? ¡Mierda! ¡Sasuke!

 

Con un nuevo propósito en mente, Naruto se aseguró a si mismo sacarle la verdad a Sasuke, así tuviera que molerlo a golpes, porque para él no había cavidad en el hecho de que ambos eran mejores amigos y un secreto de esa magnitud estuviera guardado tan celosamente por el pelinegro.

 

Por fin el lunes daba inicio y con ello el primer día de escuela, así como el final del curso de primaria, poco faltaba para que Naruto pasara a la secundaria y de ahí a la preparatoria, pero eso no motivaba ni un poco al rubio que bajaba las escaleras para llegar a la cocina donde lo esperaba un desayuno completo y la sonrisa siempre honesta de Kushina.

-¿Por qué la cara larga, Naruto? -la pregunta sacó de su ensimismamiento al aludido. -¿No te hace ilusión ver a Sasuke? Era lo que tanto gritabas como cotorro.

 

-¿Ilusión? No se dignó a buscarme en todas las vacaciones, vaya amigo. -se quejó Naruto sentándose frente a su desayuno y comenzando a devorarlo. -Pero que espere a que llegue, va a desear no haber regresado a clases porque lo voy a golpear tanto que terminará llorando.

 

A las palabras de Naruto, Kushina únicamente le palmeó la cabeza en señal de dejarle pasar tan malos modales de hablar con la boca llena de comida.

-Cuando seas más grande, Naruto, comprenderás que los amigos no lo son todo y que ellos hacen tranquilamente sus vidas sin ti. -confesó ella tomando asiento junto a Naruto que se mostraba disconforme con esa idea.

 

-No Sasuke, él siempre estará conmigo. -aseguró Naruto viendo la ligera sorpresa en el rostro de su madre. 'Porque no tiene a nadie más...' terminó de devorar su comida, tomó su mochila preparada (gracias a su padre) y salió de la casa dejando a su madre con muchas cosas que decir.

 

Se sentía patético, casi aborreciendo sus propios pensamientos. Por más que intentaba luchar contra ellos, ahí, muy dentro de su ser, se estaba encajando la espinita de la lástima. Una mala empatía que no lograba borrar; pena por la suerte de Sasuke al tener que ver como sus padres eran asesinados y cargar con esas imágenes el resto de tu vida. ¡Pero no podía permitirse tal sentimiento! Sentir lástima por Sasuke era como no darle crédito a todo lo que le había costado seguir adelante, pretender que su amigo necesitaba de un abrazo cuando seguramente necesitaba otro tipo de apoyo. Uno que Naruto ignoraba como dar.

 

Sin darse cuenta llegó hasta el salón de clases completo (de lo distraído que iba dio gracias al cielo de no sufrir un accidente y que su madre lo matara por idiota.), miró a su alrededor encontrando el salón medio vació. Sakura le saludó con la mano y Naruto correspondió el gesto. Ni Kiba, ni Shikamaru había llegado aún. Caminó hasta su banco y notó que ya no tenía los garabatos de antes.

'Es cierto, hay cambio de lugares por inicio de clases...' dejó su mochila tirada a su lado, Sakura, una pelirosa de ojos verdes a los cuales Naruto llamaba "Lindas Esmeraldas" se acercó al banco del rubio.

 

-Buen día, Naruto. -se sentó en el lugar de enfrente. -¿Hiciste la tarea? Me sorprendió mucho que estas vacaciones no me atosigaras con pasarte mis apuntes.

 

-Ah, eso...-Naruto rascó su cabeza percatándose de algo, desde que Sasuke ingresó al instituto su promedio había subido, tal vez no al mejor, pero si algo decente que le ayudaría a pasar las materias, y ya no recurría a los cerebritos del salón como Haruno o Nara.

 

Sakura mostró una sonrisa delicada. -Al parecer Sasuke hizo gran cambio en ti, Naruto. Me alegra mucho saber que podré verte en secundaria.

 

-Neh, Sakura, dame algo de crédito, también tiene que ver mi esfuerzo con todo esto, ¿No? -inquirió Naruto sonriendo abiertamente.

 

-Pero sin un incentivo nunca lo hubieras hecho. -bromeó Sakura palmeando la cabeza de Naruto como si fuera un cachorro.

 

Naruto siempre había estado enamorado de Sakura en secreto, pero al verla tan madura y centrada en sus estudios se dio cuenta que si ellos llegaran a tener una relación terminaría encerrado en un psiquiatra por las horas de estudio que ella le haría pasar. Su enamoramiento se fue convirtiendo poco a poco en cariño y de ahí en una amistad que no pasaba del colegio, Haruno lo catalogaba de infantil y Uzumaki la catalogaba de estresada como para llevar su amistad más allá del colegio. Pero ambos no descartaban alguna posibilidad de maduración por parte de ambos y poder convivir fuera de las paredes estudiantiles. Tal vez, algún día.

 

-¡Sakura, corre, Sai trajo su nuevo lienzo, dice que te pinto a ti! -gritó una rubia de coleta alta y hermosos ojos azules que asemejaban el cielo claro, Ino Yamanaka tercer lugar de la generación en promedio. Naruto observo a  Sakura levantarse de su silla casi enojada maldiciendo a Sai por haberla dibujado sin su permiso, pero el interés de Naruto murió al ver entrar a Sasuke al aula esquivando apenas con suerte a Sakura y a Ino quien aprovechó para guiñarle el ojo, gesto que Naruto desaprobó con un disgusto.

 

-Me sorprende ver que el regreso a clases no les afecta en lo más mínimo. -se quejó Sasuke dejando caer su liviana mochila contra el suelo y sentarse en su lugar bajo la atenta mirada de Naruto. -Buen día, dobe.

 

-Al diablo con tu "Buen día, dobe" -Sasuke le dedicó una mirada curiosa por la pronta hostilidad. -¿Por qué no llamaste al menos una vez a mi casa si estabas en la ciudad? -le reprochó Naruto con el cuerpo tenso.

 

-No lo estaba. -dijo tranquilo al acomodar su cuerpo completamente de frente al pizarrón.

 

-¡No mientas, Sasuke teme! Claro que estabas, tú me dejaste tus mugrosos libros para que hiciera la tarea de fin de curso. ¡Te vi esa noche! -acusó esperando ver alguna reacción por parte de su amigo, pero la sonrisa burlona que recibió lo sacó de sus casillas.

 

-¿Entonces si terminaste usando mis libros? Mira que sigues siendo un dobe dependiente.

 

-¡Sasuke, esto no es de broma! -gruñó Naruto tomando a su compañero de la bufanda que traía encima, pero notó el ligero gesto de dolor que no duró más de dos segundos en el rostro de Sasuke. -¿Y ahora qué te pasa?

 

-Idiota, es muy temprano para que empieces con tus agresiones. -le reprochó Sasuke acomodando la bufanda con su mano derecha, la izquierda estaba resguardada en el bolsillo de su sudadera negra y ésta apenas se movía.

 

-¿Qué te pasó en el brazo? -preguntó de repente Naruto cortando la palabrería de su compañero y casi pudo jurar que Sasuke dudó en verle a la cara. -Oi... Sasuke.

 

-Nada, dobe, un accidente, pero nada grave. -le soltó Sasuke, pero fueron palabras que Naruto no pudo tragarse como una excusa. Tomó el brazo de Sasuke y siendo un poco brusco lo sacó del bolsillo dejando ver un yeso que cubría parte de su brazo y palma. Sasuke se mostró sorprendido por el atrevimiento de Naruto y éste ultimo preocupado por su amigo.

 

-¿Qué...? ¡Eso no es un accidente, teme! -bramó Naruto sacudiendo a su amigo que parecía perder la paciencia por cada jaloneo.

 

-¡Ya deja de zamarrearme, usuratonkashi! -gruñó empujando a Naruto con su brazo sin lograr que éste se moviera un poco de su sitio. -Me peleé con unos idiotas por meterse conmigo, ¿Contento? uno quiso dárselas de listo y me rompió la muñeca. Es todo, deja de sofocarme con tu actitud de ganso que me enfermas.

 

-¿Una pelea? -parpadeó Naruto sin poder evitar una sonrisa traviesa en sus labios. -¡Sasuke, bastardo, me hubieras llamado! Ambos seguramente les hubiéramos pateado el trasero. -se emocionó más al ver una sonrisilla en los finos labios de Sasuke. Esa muestra de aceptación que tanto le gustaba venir del pelinegro.

 

-Déjate de tonterías, dobe, fue rápido de todas maneras. -pero Naruto no podía borrar esa sonrisa ilusionada pensando en cómo sería Sasuke a la hora de la pelea. No había visto más del chico que no fuera esquivar. -A todo esto... -Naruto dejó de fantasear centrando su atención en Sasuke, de repente se había puesto serio cosa que alarmó un poco al rubio. –No…  olvídalo. -y Naruto sintió las enormes ganas de golpear a Sasuke por dejarlo con esa intriga.

 

-¿Maah? ¡Dime, Sasuke! –chilló Naruto con ese insistente tono de voz, Sasuke simplemente  rodó los ojos, pero el rubio sabía que la paciencia de Sasuke no era mucha. –No me parece que, siendo los mejores amigos me saques de tu vida. Yo te estoy involucrando en la mía.

 

-Dobe, no te pongas meloso, es molesto. –Sasuke se acomodó un poco mejor en su banco y Naruto supo que ahí tenía la victoria de esa discusión. –Estuve viendo… algunos niños me miraban demasiado cuando entré al salón. Que yo sepa mi momento de gloria pasó desde hace meses.

 

Poco a poco la sonrisa de Naruto se fue borrando, dejando una mueca vacía, a su mente llegaron las líneas y fotos que encontró de la noticia de la familia Uchiha y como muchos conocían del pasado de Sasuke sin que éste supiera.

-No, la verdad no tengo idea. –soltó regresando a su postura correcta y tomando su mochila para hurgarla. –Toma, gracias por tus notas, mi papá me ayudó en los problemas que no entendía.

 

Sasuke tomó sus útiles sin despegar la escruta mirada de Naruto, que podía sentirla pesada e inquisidora obligándolo a pasar saliva con dureza.

-No se te da nada bien mentir, dobe.

 

Naruto se tragó un suspiro de sorpresa y avergonzado desvió el rostro pensando ahora que sus palabras pasadas lo dejaban muy mal puesto por su conducta. Pero para Naruto aún era muy difícil poder procesar el pasado de Sasuke y hasta lo veía poco probable, viéndolo ahí tan seguro de si mismo como si nada importara. Impávido a burlas o algún trauma que le regresara al pasado, Naruto tenía la impresión de ver en Sasuke un niño imponente, pero acorazado.

 

El nuevo titular del curso, Umino Iruka era un hombre en apariencia amable y de aspecto jovial por esa coleta castaña y baja que amarraba su cabello. Naruto sintió una fuerte conexión con él y sin poder evitarlo estuvo atento a cada instrucción y pedido que el titular tenía, acciones que Sasuke miraba con mala cara. El cambio de lugares comenzó y los alumnos fueron repartidos pensando en la mejor manera de que evitaran dar problemas. Por las palabras de la pasada titular Yuhi Kurenai, Iruka dejó a Sasuke y Naruto juntos, alegando que ella había tenido buenos resultados con Naruto desde que Uchiha ingresó al salón.

 

Un evento sucintó el pequeño caos que provocó en Naruto el cambio irremediable. Un niño pecoso alzó la mano con disgusto captando la atención del profesor Iruka.

-¡Profesor, me he enterado de algo sobre Uchiha! -aquellas simples palabras causaron más de un murmullo y secreteos entre los alumnos. Naruto, quien estaba del lado derecho de Sasuke, puso los ojos en blanco.

 

-¿Ah si? Siendo así lo más correcto sería preguntarle a su compañero si está de acuerdo con decirnos lo que sabe sobre él. –Iruka caminó hasta su escritorio tomando asiento tras él. El pequeño niño se removió sobre su lugar como si la sola presencia de Sasuke fuera desagradable, cosa que irritó demasiado a Uzumaki.

 

-Es huérfano. –espetó el niño, los suspiros y sorpresas llenaron en salón.

 

-¡No te metas con Sasuke! –estalló Naruto, comenzando a ponerse furioso por las palabras de su compañero y más al darse cuenta de las miles de sonrisas cómplices de algunos niños.

 

-Niños, hagan silencio. –pidió Iruka sin precipitarse a ese arranque de cólera por parte de Naruto. –No creo que la condición familiar de Uchiha sea de su incumbencia.

 

-Pero veo un problema, cuando sea el día de entrega de diplomas ¿A quién llevará Uchiha? –continuó el niño sin dejar esa sonrisa cargada de veneno. –Nuestros padres deben de venir a ser testigos de la graduación.

 

-¡Cierra la boca! –exclamó Naruto lanzando su banco y golpeando con la palma de sus manos la mesilla de Sasuke (quien estaba literalmente en medio de la pelea) -¡No tienes ningún derecho de decir eso! ¡¿Qué sabes tú de todas formas?!

 

-Lo que todos en esta escuela dicen. –dijo con agresividad. La cara de Naruto se coloreó de un rojo agresivo y Sasuke prestó atención al repentino ataque de Naruto contra su compañero de clases; su banco fue sacudido por el mismo Naruto que lo había empujado para tirarse contra el otro niño. Una pelea se desató y los niños del salón no tardaron en motivarla, mientras que las niñas chillaban y gritaban por orden.

 

-¡Niños, compórtense! –ordenó Iruka poniéndose en pie e intentando quitar a todos los niños para llegar con el problema, pero parecía que entre todos le impedían el paso. Naruto lanzaba sus puños contra las mejillas de su compañero, mientras que el otro niño intentaba golpearlo con sus piernas en el costado. Sasuke se puse en pie mirando el caos. Tomó su mochila y sin llamar la atención de alguno salió del salón.

 

La puerta de la dirección se abrió con prisa y Kushina junto a Minato hicieron acto de presencia, Naruto estaba sentado frente a la directora, con un parche sobre su mejilla y el ojo morado. Tsunade, directora del colegio Konoha, una mujer ruda, de carácter fuerte y poco paciente, pero con el vicio de la bebida bastante conocido por todo el alumnado, miraba desaprobatoriamente al rubio que era examinado por Kushina.

-¿Pero qué fue lo que pasó, Naruto? ¿Por qué estás así?

 

-Su hijo ha mostrado un comportamiento inadmisible para la disciplina del colegio. –comenzó Tsunade con voz potente ganándose una mirada de reproche del rubio.

 

-¿Qué fue lo que hizo, Naru, directora? –preguntó Minato mientras Kushina seguía examinando a un abochornado Naruto.

 

 -Se peleó con un compañero a golpes. –apuntó Tsunade poniéndose en pie acercándose a la pareja. –El otro compañero ya fue reprendido porque supimos que empezó con el pleito. Pero Naruto fue el primero en irse a golpes.

 

-¡Naruto! –reprochó Kishuna jalando la oreja de Naruto obligándole a chillar. –Ya te hemos dicho que no está bien pelear, mira nada más como quedaste.

 

-Él quedó peor. ¡Además, mamá, estaba molestando a Sasuke! –tomó a su madre por el brazo que no dejaba de toquetearlo y la alejó de él. Miró a su padre. –Tú siempre me has dicho que debo defender lo que es importante para mí ¡Y Sasuke lo es!

 

Ni siquiera por los rostros llenos de sorpresa de sus padres y la mirada cómplice de la directora, Naruto se dio cuenta de la magnitud de sus palabras. Tal vez era aun muy niño para entenderlo, pero algo estaba seguro en su cabeza, le irritaba que molestaran a Sasuke, sentía un caótico burbujeo en el estomago si otra niña o niño se acercaba a platicar con él o le tocaran. Naruto quería saberse único amigo de Sasuke y que fuera también el caso del otro.

 

Dentro del carro, Minato conducía en silencio mientras que Kushina no para de reprenderlo por su arranque inconsciente de ira y haber sido suspendido por tres días. Naruto no le prestaba atención, su mente estaba en otro lugar recordando a Sasuke y su extraña desaparición. Cuando había ido al salón por su mochila no lo encontró, cosa que le preocupó.

-Se acabaron los videojuegos, las salidas ¡Ah, y claro que no saldrás de la casa en estos tres días! Te quedarás a ayudarme con la casa y haciendo tus deberes, porque ni sueñes que te vas a atrasar, llamarás a tu compañera Haruno para que te ayude con la tarea. ¿Entendido, Naruto?

 

Pero el mencionado ni siquiera volteó. Kushina giró su cuerpo encarando a su hijo. -¡Naruto! ¿Me estás escuchando? –a los ojos de Naruto la figura de Sasuke se hizo presente, estaba caminando a la misma dirección que el auto, logrando pasarlo casi enseguida.

 

-¡Papá, detén el auto, es Sasuke! –gritó Naruto jalando el cabello de su padre obligándolo a frenar de golpe.

 

-¡Minato! –reprochó Kushina, y Minato puso cara de disculpa. –No vas a bajar. Estás castigado. ¡Naruto! ¡Oye, jovencito, regresa al auto! ¡Naruto! ¡MINATO!

 

-¿Qué? –preguntó sin mostrarse ofendido por el escape de Naruto del carro, ni haber hecho caso a su madre. –Kushina, es un niño… lo único que le importa es que su amigo de juegos esté bien. Déjalo que haga lo que tenga que hacer.

 

Naruto corría gritando el nombre de su amigo, quien ya hacía mucho se había detenido por el chillido de las llantas contra el pavimento. Naruto llegó hasta Sasuke con una zorruna sonrisa y tomó su mano.

-¡Pensé que te habías escapado a llorar por algún lugar, teme! Pero te estás volando las clases.

 

-¿Llorar? No me confundas contigo, dobe. –espetó Sasuke con la intención de continuar con su camino, pero Naruto se le interpuso mostrando un gesto alegre que sabía descolocaría a Sasuke. -¿Qué te pasa? Déjame pasar.

 

-Es que me pone feliz que algo como lo que ocurrió en clases no te afecte. –el agarre en sus manos, por parte de Naruto se intensificó. –Prometo que al siguiente que hable le romperé el culo por meterse donde no le llaman.

 

En un rápido movimiento Sasuke se soltó de Naruto sorprendiéndolo. –Entonces ¿Por qué no te has pateado tú? ¿Crees que soy idiota, usurantokashi?  Has reaccionado así porque sabes que es verdad.

 

-¿D-de qué hablas, teme? –alzó las cejas fingiendo extrañeza, metiendo sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón. –Yo no sé de que hablas… la verdad me da lo mismo; si tu ni quieres contarme todo, perfecto, pero aun así yo…

 

-Cállate. –ordenó Sasuke sacando una autoritaria voz, mientras que su cejo se fruncía en desagrado. –Eres molesto. –sentenció pero Naruto sabía que después de esa frase vendrían más palabras que poco a poco borraban su sonrisa. –Ruidoso, entrometido, idiota… ¿Qué creías? ¿Qué te agradecería el haberme “defendido” delante de la escuela? No seas idiota, regresa con tu perfecta familia y… -pero los brazos de Naruto rodeando a Sasuke acallaron cada queja del pelinegro. -¿Q-Qué… haces?

 

-Te quiero, Sasuke…-susurró Naruto pegando más el cuerpo de su amigo contra el suyo. –Y puede que ahora quiera golpearte por no tenerme la confianza de contarme sobre ti. Pero está bien, sólo porque eres tú para mi está bien. No quiero dejar de ser tu amigo, me gusta mucho estar contigo y sé que es lo mismo en tu caso.

 

-¡No hables por mi, dobe! –sentenció casi en murmullos Sasuke removiéndose sobre su sitio intentando no ser tan tosco. Naruto río sin soltar al pelinegro. -¡Suéltame!

 

-Lo pienso ahora y realmente no se nada de ti. –confesó alejándose de Sasuke sin soltarle.

 

-Está bien. Mejor que no te entrometas. Además es algo tarde para ponerse empático.   

 

-No me importa. En verdad quiero conocerte, Sasuke. –pidió Naruto mostrando una infantil determinación que supo había descolocado un poco a su amigo. –No sé lo que es estar solo, sin tus padres o valerte por ti mismo. Pienso que debe ser muy doloroso. Pero no tienes que hacerlo más. Yo te protegeré de ahora en adelante. Yo seré quien te cuide.

 

-No necesito que me proteja un usurantokashi como tú. Tampoco tengo deseos de meterte en mi vida. Hazme un favor, dobe y deja de entrometerte en donde no te llaman. –se terminó de alejar de Naruto y Sasuke continuó con su tranquila caminata. Pero Naruto era obstinado, necio cuando algo no salía como deseaba.

 

Tomó con fuerza la bufanda de Sasuke y lo jaló hasta que la espalda del pelinegro chocara contra el pecho de Naruto y éste le rodeó en otro abrazo. Sasuke rodó los ojos en una clara molestia.

-Igual lo haré… Sasuke, idiota.

 

Ambos se quedaron en silencio por varios minutos. Naruto recargaba su frente contra la cabeza de Sasuke, mientras que éste estaba quieto.

-Pienso que… debe ser doloroso…-repitió reafirmando su agarre. Sasuke soltó un mudo quejido, pero que Naruto percibió, aunque la fría mano de Sasuke posándose sobre la suya acalló cualquier frase en la boca del rubio.

 

- Si me sueltas… -comenzó con una voz apagada y cohibida. -no te perdonaré…

 

=U_U=

Notas finales:

Aprecio mucho a las personas que se toman el tiempo de dejarme sus comentarios en este fic y espero de todo corazón que este capitulo también sea de su agrado. Hemos conocido un poco más de la vida de Sasuke, pero nada tan profundo, así como la vida de Naruto junto a sus padres. 

Sin más que agregar, espero que este capitulo también les haya gustado y me dejen sus dudas y comentarios. Recuerden se vale opinar 8D.

Byebye!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).