Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

MI MEJOR MEDICINA por Ayume46

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Bueno esto es un regalito para cierto boochan enfermo...

Recuperate de una jodida vez que quiero mas de tus fics!!!

Bueno digo queremos... por que esto va de parte mia y de Artemis-chan jajaja

Que te queremos mucho tontin!!!!!!!

Notas del capitulo:

 

 

- Todo es culpa tuya, estúpido cocinero de segunda - dijo Zoro mientras me señalaba con el dedo – tu comida me ha hecho enfermar, es que ya ni cocinar sabes…


- ¡Cállate ya! - Le interrumpí - Deja de quejarte, por lo menos me he quedo a cuidarte… y no te atrevas a decir que mi comida es mala porque tu eres el único que enferma y se queja - le miré con cara de pocos amigos. Era un verdadero suplicio tener que quedarme a cuidarle, pero de alguna manera me sentía culpable por lo que le estaba pasando, si le había sentado mal algo de lo que yo había cocinado si que era mi culpa.


- No hace falta que te quedes, cejillas, yo me cuido solo - dijo tratando de levantarse de la cama, pero sintió una punzada de dolor y volvió a tumbarse.


- Pues lo disimulas perfectamente - me reí, era divertido ver al famoso cazador de piratas Roronoa Zoro tendido en una cama, con las mejillas sonrosadas por la fiebre y… ¿pero en que se supone que estaba pensando? Sacudí la cabeza para despejarme mientras mojaba un paño en agua fría y se lo colocaba en la frente. Me giré para coger el barreño de agua para llevármelo y vaciarlo.


- Voy a llevar esto a la cocina, no tardo, quédate aquí - cerré la puerta y me fui a la cocina, donde vacíe el agua en el fregadero. Aproveché para encenderme un cigarro. Me paré a pensar en lo que había pasado antes, en cómo mi mente se había perdido en él, en su cuerpo, en su personalidad, en su fuerza, en su… mierda, me estaba volviendo a pasar. El cigarro se había consumido entre mis dedos sin haberle dado apenas dos caladas. Dejé la colilla en un cenicero de mala gana y volví a llenar el barreño.


Cuando llegué a la enfermería, el marimo estaba dormido. Suspiré con resignación y negué con la cabeza. Nunca cambiaría, dormiría en cualquier posición, sitio o situación y durante el mayor tiempo posible. Sonreí y le eché una manta por encima para que no cogiera frío y empeorara y le acaricié la mejilla sin darme cuenta. Él sonrió inconscientemente y por un momento, estuve a punto de acercarme y… ¿besarle? ¿A Zoro? ¿Al marimo?


- Sanji… - murmuró, y salí de la habitación corriendo. Apoyé la espalda en la puerta y me dejé caer hasta el suelo, me llevé las manos a la cabeza. Estaba confundido, no entendía lo que me estaba pasando con el marimo, tal vez el verlo enfermo y el sentimiento de culpa por que se puso así por mi comida, todo mezclado en mi interior, hacía que me sintiera de aquella forma. Fui a la cocina para preparar la cena, que pasó sin mayores altercados que los típicos, pero cuando fui a llevarle a Zoro su plato, no estaba en la enfermería. Salí corriendo con el corazón en puño para encontrarle en la zona donde solía entrenar levantando una de esas enormes pesas.


- ¡¿Estas loco?! - le grité en cuanto le vi. Estaba sudando, la fiebre había subido notablemente.Me acerqué y le puse la mano en la frente, pero me dio un golpe para que la quitara.


No me toques, ¡déjame tranquilo! - no entendía nada de lo que significaba todo aquello, pero después de todo aquel revoltijo de sentimientos que tenía, no pensaba hacer lo que me pedía.


-¿Y si no quiero? - respondí desafiante, dejó la pesa en el suelo y se levantó para ponerse a mi altura.


-Aunque tenga fiebre podría vencerte sin problemas - se acercó a mi, todo en él indicaba que quería pelea. Pero estaba demasiado cerca, demasiado. Le empujé para que se alejara, porque si no lo hacía, no podría controlar mis impulsos. Él me empujo a mí, yo lo hice de nuevo. Me dio un puñetazo que me hizo girar la cabeza. Fui a responder a su golpe, pero me agarró de las muñecas, impidiendo que me moviera. Nos miramos a los ojos durante unos segundos que se hicieron eternos y nos enzarzamos en un furioso y apasionado beso. Mis muñecas se retorcían en sus manos, intentando escapar como fuera de ese agarre. Necesitaba tocarle, sentir ese cuerpo que se acercaba cada vez más al mio, acorralándome contra la pared más cercana. Nuestros labios se separaron unos segundos, dejándome sentir su aliento caliente sobre mi cara...


- Marimo...


Sus manos bajaban por mi cuerpo, mientras su lengua se perdía en mi cuello. Apreté con fuerza mis labios, intentando no dejar salir un solo sonido de mi boca. “No se lo que te pasa... no eres tú pero... Por favor no pares...” Mi camisa fue arrancada de mi cuerpo, dejando que nuestros pechos desnudos se rozaran. Estaba ardiendo... parecía que me abrasaría si me quedaba un segundo más tan cerca de su piel... Se distancio unos segundos de mí, haciendo que le miedo a que todo fuera un error comenzara a debastarme por dentro.


-Quitatelos...


Me quede helado, ni siquiera sabia que responder, realmente estaba sucediendo o solo era....


-Ahora!


Sus manos se aferraron con fuerza a mis caderas, colándose entre ellas, embistiendo con fuerza hasta que al pared de madera crujió.


-Estoy deseando darte lo que mereces.. cocinerito...


Uní mis labios a los suyos, intentando seguir ese ritmo frenético que marcaba. Sus dientes atraparon mi labio inferior, tironeando de él hasta que solté un pequeño quejido.


-Mmmm....Te gusta provocarme o que cejillas?


Enredo mis piernas en sus caderas, llevándome con él hasta el suelo, donde ambos caímos de golpe. Se deslizó por mi cuerpo... Ya no podía ocultar mis gemidos y mucho menos el temblequeo de mi cuerpo. Sus manos eran increíblemente hábiles, apenas en unos segundos mi pantalón ya no estaba en su sitio y continuaban con su tortura, acariciándome mi miembro sobre el bóxer.


-Ahh... hazlo de una vez.... no puedo...


-Impaciente...


-AHHHH!!!


Solo fue un pequeño mordisco sobre la tela, pero recorrió todo mi cuerpo como si de un escalofrió se tratara. Estaba completamente perdido en sus caricias, no podía pensar en otra cosa que no fuera sentirle por completo. Mi ropa interior despareció en algún momento, al igual que sus pantalones.


-Ven...


Obedecí como un simple gatito ante la orden de su amo. “Jodido musgo... como lo conseguiste eh? Ni quiera puedo resistirme...” Me agarró de la cintura, atrayéndome hacía el hasta sentarme a horcajadas en su regazo. La adrenalina recorría mis venas, mezcla de la excitación y el miedo de saber lo que venía. No me dejó un segundo de respiró besándome esta vez con mas fiereza, como si fuera incapaz de controlar sus propios impulsos. Su lengua recorriendo mi cavidad.... ese maldito aliento que parecía puro fuego... “AHHHHHH!!!” Mi grito se ahogo en mis labios. Podía sentir sus dedos en mi interior, invadiéndome, abriéndome de una manera brusca y fuerte. Un par de lágrimas se escaparon de mi, rodando por mis mejillas. No lo paso por alto, lamiéndolas, degustando el sabor salado en ellas..... y dándole un trato especial a mi erección, que ya comenzaba a gotear mojándonos a ambos. Pura lujuria es lo único que veía en sus ojos... aunque mirando más detenidamente podía verme reflejado en ellos. Estaba sonrojado, mi boca no podía dejar de gemir una y otra vez su nombre...


-Zoro... ahhh... Zoro hazlo.... ahhhhh!!


No tuve que decirlo dos veces pude sentir como su miembro se abría paso en mi interior, llenándome. Me falta el aire, no era capaz de respirar con normalidad. Parecía que subía al cielo con cada nueva estocada, aunque mi interior estuviera ardiendo como el mismo infierno.


-Yo.. no... me voy a...


No recibí una respuesta... pero pude sentir sus uñas clavándose en mis caderas. Sus movimientos se volvieron irregulares, pero tan fuertes que parecían traspasarme. Deseaba mantenerlo en mi interior un poco más... pero mi cuerpo estaba en su limite. Me derramé sobre él, sintiendo como mi cuerpo se contraía una y otra vez por el orgasmo. Esos movimientos hicieron el resto, sintiendo como mi interior se llenaba de un liquido caliente. Ambos nos separamos sin dirigirnos una palabra. El peliverde se recostó en el suelo, mientras yo me debatía pensando en lo que acababa de hacer. “Esto es producto de la fiebre joder!! Por que demonios me deje llevar eh? Soy alguna especie de masoquista? Y ahora que hago? Yo....” Le miré de nuevo encontrándolo dormido con toda tranquilidad. Puse mi mano sobre su frente, comprobando que la fiebre había bajado considerablemente. Era el momento de salir de allí cuanto antes...


-Con suerte mañana no te acordaras de nada...


Quité mi mano, dispuesto a levantarme cuando noté como agarraba mi muñeca.


-Donde demonios crees que vas imbécil?


Me quede estático, intentando buscar una respuesta medianamente coherente.


-Yo.. bueno.. esto no debió pasar... tu tenias fiebre y yo...


-Jajajajaja!!!


-Y ahora de que cojones te ríes musgo?


Levanté mi mano para darle un puñetazo, pero lo intercepto. Tiro de mis muñecas, haciéndome caer sobre su cuerpo. No sabía donde meterme...


-No voy a dejarte escapar tan fácil... mi linda enfermerita....


Mis mejillas parecían arder mientras me dedicaba una de esas sonrisas suyas.


-Cuando quiera empezamos de nuevo con el tratamiento....


-Ni de coña!!!!


-Eh? Pero yo creía que...


Le dí un suave beso en los labios y me deshice de su agarre. Pude oir sus mil y una excusas mientras me ponía mi ropa. Al fin llegue a la puerta, parando un segundo para colocarme la corbata correctamente.


-Cuando te recuperes marimo....


-Entonces eso significa...


-Me voy a la ducha, tengo mucho que limpiar... ya sabes...


Salí corriendo mientras su grito resonaba por todo el barco.


-JODIDO CABRON!!!! VERAS CUANDO TE PILLE!!!!


Apenas llegué a la cocina me encontré con mi adorada Nami-swan mirándome con cara seria.


-Ni estando enfermo puedes dejarlo en paz, verdad?


Solo suspiré y encendí uno de mis cigarros...


-Sanji-kun?


-Cierto.. no puedo dejarlo....

Notas finales:

Bueno lo dicho que lo disfruteis todos aunqeu sea para perver-suke-san jajaja

BESOS!!!!

Aretemis-chan8 y Ayume46


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).