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Corre por Chris Yagami

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Notas del fanfic:

Continuación del segundo final de "Un ángel llora"

Notas del capitulo:

Inspirado en la cancion de *Corre* de Jesse and Joy.

Corre.

Han pasado ya años desde que estuviera con él, desde que aquellos sucesos detuvieran mi vida, que me hicieran pensar que ya nada valía la pena sin ellos dos… aun lo pienso de uno pues siempre lo voy a recordar, pero ahora casi todo es diferente.

De nuevo estoy solo en esta casa que comparto con esa otra persona, mi rutina no es muy diferente a lo que vivía en aquellos años, es casi la misma, solo hay una cosa que lo diferencia y esa es mi actitud y lo que me lleva a hacer todo lo que hago. Ahora mismo estoy cocinando para cuando el vuelva de su trabajo, yo lo hago aunque él me dijo que no era necesario, he terminado mis estudios universitarios, pero no he tenido un trabajo aunque él me dijo que no me lo iba a negar, pero la verdad prefiero atenderlo a  él, darle un poco de lo que me ha regresado con su afecto. Su sonrisa es algo que le debo, sus miradas. Lo amo mucho.

Pero que tonto soy, me hacen falta algunas patatas para poder terminar el guiso, debo ir en una carrera hasta el supermercado para hacerme de algunas, quiero darle una buena noticia y todo debe ser perfecto, esas benditas patatas no me pueden faltar así que tomo unos cuantos billetes y me dispongo a salir.

El supermercado no está muy lejos, son un par de cuadras que recorro caminando, no demoro demasiado. En menos de quince minutos ya estoy en camino a la casa particular que comparto con mi marido, en la puerta me dispongo a abrir, pero una voz me congela… su voz me congela.

-Shun- dice mi nombre. Esto tiene que ser una pesadilla. Me giro y me encuentro con sus ojos azules, sus cabellos rubios y sus finas facciones bronceadas.

-Tu…- no puede ser él, no puede volver a mi vida, esto tiene que ser una pesadilla.

-Hola, Shun- ¡No!... ¡No, no, no! Esto no esta bien, él no debe estar aquí- ¿No dirás nada?

No sé que decir, quiero ignorarlo, aparentar que jamás lo he visto, que es un completo desconocido. Uso la llave de la casa y me adentro, intento volver a cerrar pero él está dentro junto conmigo, ha empujado la puerta y me ha derrumbado, las patatas están regadas en el piso y yo no puedo moverme, he comenzado a temblar mirándolo a los ojos.

-Te extrañé mucho, Shun- dice inclinándose para ayudarme a ponerme de pie, pero no tomo su mano, no lo hago, simplemente miro sus ojos- ¿No me extrañabas?

¿Qué demonios decirle? No esperaba que el irrumpiera en mi vida en estos momentos, cuando estoy saliendo adelante, ahora no sé que puede pasar. No quiero reconocerlo pero su presencia me hizo revolver mucho dentro de mi, mi corazón saltó, no se si de angustia o de anhelo. No puedo sentir esto aun, no puedo seguir estancado de esta manera.

-Shun- se inclinó e intentó besarme pero pude reaccionar, desvié el rostro y sé que eso lo molesto- ¿Qué sucede?

-¡Vete!- grito comenzando a llorar. No puedo creer que lo haya dicho, nunca le había hablado así, siempre le tuve miedo.

-Por favor- ruega y siento que le debo algo cuando es el quien me debe demasiado, me quitó todo, o al menos lo intentó.

-¡Lárgate!- volví a gritar.

Fue entonces que se levantó y salió de mi casa. Cuando cerró la puerta mi llanto se volvió desgarrador, no puedo creer que volviera, no es así como debían ser las cosas… ¡No puedo creer que yo reaccionara así! Él estaba fuera de mi vida, yo era alguien diferente, una persona que no pensaba más en él… ¿Por qué estoy llorando por esto entonces?

La cena que preparé, las palabras que ensayé, la velada que planee desde hace tiempo, todo quedó en la basura. Es nuestro aniversario y yo me lo pase pensando en ese encuentro mientras mi esposo comía la cena romántica que intenté prepararle. Me mira con sus ojos azules, escudriña mi rostro pues normalmente no paro de hablar de lo que sea, de Seiya, de sus hijos, de él y su trabajo o mi hermano… nunca estoy tan callado… y la noticia que quise darle se quedo atorada en mi corazón. Esta debió ser una cena memorable.

Esa noche fui suyo de nuevo, como la mayoría de todas nuestras noches. Me trata con respeto como solo él sabe hacerlo, me ama, lo se, lo ha hecho desde hace demasiado tiempo y yo… yo ahora no puedo decirlo ¿Por qué tenia que llegar en esos momentos?

Me miras diferente
Me abrazas y no siento tu calor

Esa mañana hice el desayuno que el ingirió con tranquilidad. Sé que ha notado mi comportamiento, es fácil hacerlo porque no soy bueno mintiendo ni disimulando, pero no me pregunta nada simplemente sonríe cuando lo miro detenidamente comparando lo que siento al mirar sus ojos a lo que siento mirando a aquel fantasma que ha vuelto del pasado.

-Te un buen día, mi vida- se despide dándome un beso en los labios, yo solo cierro los ojos y lo recibo, ni siquiera contesto.

Ese día lo pasé en nuestra habitación mirando una de las fotografías de nuestra boda… no sé que busco en ella, pero no logro encontrar nada. Dejó el cuadro en el buró junto a la cabecera y me recuesto. Solo me quedó unos segundos cuando tengo que correr al baño para evacuar lo que acabo de desayunar. No me he sentido bien estos últimos días, pero se a que se debe, he recibido los resultados del médico y esto debería ser un motivo de felicidad pero ahora estoy tan angustiado.

De nuevo he salido, esta vez para visitar a Seiya, necesito hablar con él, siempre sabe que decirme y estoy seguro que esta en casa, no trabaja hoy así que no vendría mal una visita. No es desagradable par ninguno de los dos estos encuentros, cada jueves nos encontramos. Camino a su edificio veo un espectro dorado, giro el rostro y de nuevo el esta allí, sonriendo. Con esa misma sonrisa se acerca a mi, cruza la calle y me alcanza. No se porque no seguí mi camino.

-¿Ya estas mas tranquilo?- me pregunta sínicamente ¿Cómo puede estar tan tranquillo después de lo que pasamos?- Si, sé que no lo estás, lo siento.

-¿Qué quieres? ¿Qué intentas hacer?- de nuevo el nudo en la garganta, lo amé tanto.

-Quiero hablar contigo- contesta, no, no le voy a permitir que lo intente al menos, no puede decirme nada que lo justifique- ¿Te invito un café?

Te digo lo que siento
Me interrumpes y terminas la oración
Siempre tienes la razón

-No, dímelo aquí y ahora- soy grosero, pero no puedo perdonarlo… sé que no es bueno guardar rencor, nunca he sido orgulloso pero lo que me hizo no tiene nombre.

-Vamos- apura aun así tomándome de una mano. No me niego, no quiero hacer una escena en púbico aunque se que tarde o temprano voy a estallar.

Llegamos a una cafetería y nos sentamos en una mesa, el pide un café descafeinado para él y una rebanada de pastel de fresas y una taza de chocolate caliente para mi. Lo recuerda, sabe lo que me gusta. Esto debe ser una mas de sus tretas y no quiero caer… pero lo recordó, después de seis años ha recordado que me gusta.

Tu... libreto de siempre  tan predecible
Ya... ya me lo se

-¿Aun te gusta?- sabe que si, se me antoja demasiado y me toca mirar su sonrisa de victoria, pero no es lo que cree, no pienso caer.

-Dime a que regresaste- no sabia que había salido de la cárcel, ni Seiya ni Shiryu me han dicho nada, debía tener aun dos años mas pero esto es sorpresivo.

-Quiero saber…- no, no puede pedírmelo, no puede sugerirlo siquiera- ¿Cómo estás? ¿Eres feliz?

Eso no le importa pero si, soy el hombre más feliz en mi mundo, no hay más mundo para mí ahora que mi esposo y este regalo que quiero atesorar. No voy a decírselo, no tiene derecho a saberlo, ya no somos nada a pesar de que alguna vez fue el centro de mi universo, al principio una estrella que después se convirtió en un agujero negro que consumió todo a mí alrededor dejándome casi vacío.

Así que corre, corre, corre, corazón
De los dos tu siempre fuiste el mas veloz

-Está bien- se rinde después de unos segundos en los que no nos perdimos de vista- quiero estar en paz, Shun, solo eso.

-Pudiste enviar una carta- contesto cortante, aunque de seguro la hubiera quemado.

-Shun…- pero no le permito nada mas, me levanto, el pastel está a medio comer y el vaso de chocolate casi sin probar.

-Debo irme, tengo cosas que hacer- me voy, sé que me mira.

Toma todo lo que quieras pero vete ya
que mis lágrimas jamás te voy a dar

La verdad es que no puedo estar más tiempo junto a él. Lo odio, lo detesto con cada fibra de mi ser, pero odiarlo es darle atención y la verdad pensé que eso había dejado de importarme, pero no puede ser así si alguna vez fue el culpable de tanta felicidad y tantos sufrimientos. Él estará presente en mi memoria eternamente. Solo quiero saber si también lo estará en mi corazón. Tengo miedo de que la respuesta no me guste y… no sé que es lo que quiero de respuesta.

Así que corre como siempre no mires atrás
lo has hecho ya y la verdad me da igual.

No pude decírselo a Seiya, no se si él ya sabe de su regreso. No lo creo, de ser así ya me hubiera dicho algo, tal vez para prevenirme o algo así, es mi mejor amigo y sé que quiere protegerme. De cualquier manera, si no lo sabia no quiero inquietarlo, puede preocuparse por los niños en vano, no creo que Hyoga sea capaz de… ¿o si?

-Bienvenido a casa- me saluda alguien desde adentro cuando ya he llegado a nuestra casa, es la voz de mi esposo.

¿Qué hora es? Normalmente llega mas tarde, no tengo tiempo de hacer la cena. Debe estar hambriento. Me dirijo a la cocina y me doy cuenta de que viste con un  mandil azul, el mismo que yo uso para cocina. ¿Está cocinando?

-¿Qué haces? ¿Por qué cocinas?- pregunto intrigado acercándome dispuesto a ayudarlo.

-Bueno, es un buen cambio de rutina.

-Me hubieras dicho que venias temprano, hoy salí a ver  a Seiya- expliqué tomando algunas verduras que ya se encontraban sobre la barra y comencé a picarlas- me has sorprendido.

-Estaba aburrido y quería verte- es su turno de explicar, es común en ambos, no por desconfianza pero siempre hablamos de nuestro días- ¿tu no estás feliz de que este aquí temprano?

Se lo que piensa, por mas que se lo he demostrado aun piensa que tiene que llenar el hueco que mi exesposo dejo en mi, pero no era así… ¿No era? Me siento como basura, el me ama, no me es infiel, me trata con tanto respeto y dulzura y yo… yo también lo amo, lo aprecio demasiado y estoy agradecido con él, me rescató de una terrible depresión, en poco tiempo había perdido todo, primero a mi familia y amigos por culpa de un esposo celoso, después lo perdí a este y por ultimo al bebé que cargaba en el vientre, lo perdí por culpa de sus golpes. Me maltrató siempre, durante todo nuestro matrimonio y noviazgo, es solo que mi sentimiento por él era tan grande que soporté todo eso… pero cuando todo tocó fondo él llegó y supo entrar poco a poco en mi vida. Un año después me di una nueva oportunidad y me convertí en su pareja, dos años después me casé con él y ahora tenemos tres años de casados, es un matrimonio tranquilo, soy feliz y ahora espero el fruto de ese amor que el me profesa y que yo correspondo… y a la vez recuerdo el gran amor que sentí por aquel y la ilusión de mi primer hijo a pesar de la manera tan cruel en la que fue concebido. Estoy confundido.

-¿En que piensas tanto?- brinco sorprendido, solo alzo mis hombros quitándole importancia y el no insiste. Soy basura.

-Sabes que te amo ¿Verdad?- lo miró, él me está mirando con una enorme sonrisa misteriosa.

-Lo se- se acerca, yo no me alejo y me toma de la cintura.

Me acerca a él para que pueda sentir el calor de su cuerpo, se acerca a mis labios y me besa, un beso que se vuelve mas apasionado, reclama todo de mí mientras caminamos al sofá donde comienza a desvestirme. Esta noche fue extraña, me repitió una y mil veces cuanto me ama, siempre lo hace pero ahora… ¿O es que nunca me había importado que lo hiciera? ¿Por qué me importa ahora?

Notas finales:

Espero les haya gustado.


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