Para Duke Deblin Joey era un gran pedazo de carne, un monumento a la belleza masculina, piel blanca algo quemada por el trabajo pero aun así muy suave a la vista y mas al tacto, piernas largas medianamente musculosas, marcadas firmes y bien torneadas, vientre… ¡uuh! Su vientre era plano y marcado con seis cuadritos bien definidos, el torso era lo mismo, hombros anchos, brazos fuertes pero delgados, sí, su cuerpo estaba deliciosamente marcado pero con una delgadez increíble que lo hacía aun más apetecible, lo hacía ver frágil y varonil al mismo tiempo y su rostro, oh por Dios, sin marcas ni cicatrices, alguien podría jurar que nunca le había salido un grano o cualquier imperfección en la tersa piel de su rostro su ojos eran cafés con un brillo dorado, grandes pero ligeramente rasgados su nariz aguileña sus pómulos delgados, encima de su afilado mentón se dibujaba un leve delineado rojizo que era su boca todo esto enmarcado en un hermoso, brillante y sedoso cabello rubio, ¿Cómo era posible un muchacho pobre sin acceso a cremas especiales ni shampos caros ni salones de belleza y mucho menos a un gimnasio decente pudiera tener un cuerpo como ese? había una sola respuesta a esa incógnita… una belleza natural, si de esos seres humanos que casi no existen, naturalmente hermoso y perfecto
Para Kaiba todo eso era solo un plus, sí, poseía una belleza natural y nadie podía negarlo, Joey era algo mas… podía no ser el chico más listo del lugar, pero jamás haría algo malo para complacer a nadie, si tenía un problema se lo guardaba, no quería molestar a nadie con sus asuntos personales, pero él lo notaba, en esas ocasiones parecía más distraído, era cuando le contaban un chiste y era el último en reírse, o simplemente no se reía por estar mirando por la ventana, así había sido cuando fue víctima de un secuestro exprés y lo habían dejado muy golpeado, nadie más que él había investigado realmente y se había hecho cargo de los gastos medico sin que nadie lo supiera, pues le hizo creer al padre que los gastos habían corrido por cuenta de un subsidio del gobierno, Kaiba estaba secretamente enamorado de Joey “el perro” Wheeler, pero en lo práctico lo trataba como basura, lo insultaba y echaba en cara su estupidez y el pan nuestro de cada día eran sus peleas, pelas que en ocasiones se volvían físicas, en donde Kaiba tenía la ocasión de de tocar a Joey
Sin embargo ya se estaba hartando, el imbécil de Deblin con sus mentiras y sus cursilerías estaba más cerca de conquistarlo que él con todo lo que había hecho y no que echara en cara nada, solo que lo necesitaba, llevaba tanto imaginando como sería una verdadera noche de pasión entre los dos, en ocasiones se le quedaba viendo insistentemente imaginando lo que sería si el mismo pudiese quietarle la ropa, lo estaba deseando desesperadamente y no sabía lo que haría si no lo lograba, no sabía de que podría ser capaz…
Al inicio del receso Duke comento –no chicos, yo creo que el perro no vendrá-
-valla, eres un genio, no sé cómo se te ocurrió- ironizo Yami abrazando a su novio Yugi
-pues a mí me preocupa mucho, yo creo que iré a visitarlo después de clases- respondió Yugi con preocupación en su voz
-yo voy contigo- apoyo Tristán Taylor el mejor amigo de Joey y más apegado a él, no representaba ningún conflicto eso para nadie pues era completamente heterosexual –mi hermano nunca falta a la escuela y menos desde que su padre se está regenerando-
-pues no me parece tan extraño-intervino una castaña de ojos azules pero con voz despreocupada –Joey no es del tipo que sea muy regular, es muy irresponsable, yo pienso que solo le dio flojera, como cuando faltó una semana entera, ¿recuerdan?-
A Kaiba se le revolvió el estomago, la ocasión que mencionaba la chica era cuando había estado en el hospital, había hablado con los directivos de la escuela y había pedido discreción sobre el asunto, pero claro que Seto lo sabía, y se lo había contado a sus amigos, Yami a Yugi y él a Tris que había estado hecho una maraña de nervios los primeros días, de hecho, hasta lo habían ido a visitar el último día, así Tea no se había enterado pero tampoco es que le hubiese preocupado, sin embargo era la mejor amiga de Yugi, aun que en esta ocasión hasta al enano le parecía su comentario fuera de lugar
-sí, recuerdo que estuvo toda una semana en el hospital por un problema fuerte- dijo Tristán, que era el menos sensato del grupo
-¡wow! ¿En serio?- La chica arqueó la ceja y se cruzo de brazos –yo no sabía, pero seguro algo hizo para que eso le pasara… preocúpense si quieren pero estoy segura que Joey solo tiene flojera y por eso no viene a la escuela-
-solo estoy escuchando tonterías… - anuncio Seto Kaiba y tomo su libro se dio la vuelta y se alejo del grupo -… me largo-
-no les parece el hombre más interesante del mundo- suspiro la chica castaña mirando la espalda de Seto Kaiba al alejarse, provocando que el resto de sus amigos imitaran al ojiazul rodando los ojos con fastidio de los comentarios de la imprudente chica dejándola sola
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En la casa Wheeler a las 10:30 a.m. Joey salió del baño, no tenía ganas de nada, así que solo se acostó a dormir nuevamente, sin embargo su padre entro con un café en mano para levantarlo, estaba decidido a ser un buen padre
-te bañaste… no debiste, vamos, vístete- dijo con tono serio, si estaba preocupado tal vez trataba de esconderlo
Apenas Joey saco la cabeza de la sábana para contestar -¿Qué es lo que quieres papá? No tengo ganas de nada-
El hombre se sentó junto a su hijo y lo sacudió un poco –ya se que te hicieron… vamos a denunciar-
-te lo prohíbo escuchaste- respondió el rubio de un salto –no voy a pasar por esa vergüenza-
-vamos hijo…- intento explicar el hombre pero el rubio lo interrumpió violentamente
-¡te dije que no!- gritó y se volvió a esconder bajo las sábanas para llorar quedito –no entiendes que no quiero-
El hombre jaló las sabanas y vio la cantidad de billetes, al tomar uno descubrió que no eran yenes, sí no dólares, y aun que eran de baja denominación era demasiados, era mucho dinero el que había ahí –¡¿qué rayos es esto?!- preguntó extrañado y sorprendido -¿en serio fue violación, verdad Joey?- pregunto nuevamente el hombre serio a su hijo abriendo los ojos asustado
-¡lárgate de mi cuarto! ¡Púdrete! ¡Vete al infierno!- gritó ofendido dejando sus lagrimas correr amargamente –por eso precisamente no voy a denunciar-
El señor Wheeler se mordió el labio inferior y miro a su hijo avergonzado, el que lo conocía tan bien –lo lamento hijo… yo no…-
-solo vete- dijo Joey triste metiéndose de nuevo entre las sábanas –déjame solo- estiro la mano hasta la mesita que estaba junto a su cama y tomando lo primero que tuvo a la mano lo lanzo a su padre sin darle a su objetivo puesto que no era su real intención dañarlo.
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El timbre de salida retumbaba en toda la escuela liberando a los alumnos, en el aula donde el trío de empresarios tomaba clases había un grupo que charlaba mientras guardaba sus cosas preparándose para salir
-bueno, entonces ¿quién me va a acompañar a casa de Joey?- pregunto Yugi metiendo los últimos libros a su mochila
-yo me apunto- Tristán Taylor fue el primero en responder –la verdad estoy preocupado por Joey-
-yo voy contigo Yugi- respondió el novio del enano ya listo para salir y con su mochila de una sola aza a la espalda –no te dejaría ir solo, aun que el padre diga que cambió, a mí me sigue dando mala espina-
-está bien chicos, ¿Tea vienes?- pregunto esperanzado Yugi mirando a su amiga mientras cerraba su maletín
-yo paso Yugi, a demás, me gustaría hablar con Kaiba y con Deblin, si pueden darme tiempo- dijo colgándose su mochila despreocupada
-no- respondió sencillamente Kaiba
-yo menos- complementó Deblin restándole importancia –por lo de Joey, hoy tengo una junta importante, por favor Yami, háblame y dime que es lo que pasa y si algo puedo hacer, ¿vale?-
-vale Duke, yo les aviso a los dos- Yami salió del salón junto con Yugi y Tris dejando atrás al resto de sus amigos en solitario con la chica
Una vez solos Tea insistió en hablar con los muchachos
-por favor chicos, solo es un comentario, no les quitare mucho tiempo- dijo cortándoles el paso y evitándoles salir –a demás, seguiré insistiendo hasta que pueda hablar con ustedes-
Kaiba torció los ojos, indiscutiblemente la persona que más le molestaba de la escuela era precisamente la chica Gardner –¿Qué es lo que quieres niña?- pregunto en tono de obvio fastidio –no tengo tiempo para tus tonterías-
-sí- dijo triunfante la chica –veras Kaiba… tu me… gustas mucho- la chica se ruborizo levente y sonrió
-¿es todo?- pregunto el ojiazul restándole importancia
-de hecho, no, y no es que espere más que esto de ti, solo que me escuches-
-ya te escuche demasiado, no me gustas es más ni siquiera me agradas- respondió el seco castaño
-bueno, si es eso entonces yo no tengo nada que ver- intervino el chico dado –arréglensela como puedan- el muchacho torció los ojos, la verdad le molestaba mucho que Kaiba tuviera admiradores aun con esa personalidad tan seca
-sí, pero necesito que tu escuches esta plática Duke- interrumpió Tea –yo se que a ustedes les gusta Joey-
-eso es algo que a ti…- intento decir molesto Duke pero de nuevo fue interrumpido
-a mi me interesa mucho Deblin- alegó la castaña –quiero decirles que me preocupa a lo que se dedica Joey y no quiero que le causen problemas, por mucho que me gustes Kaiba, Joey es mi amigo desde antes-
-¿a lo que se dedica?- preguntó extrañado Duke –no podríamos causarle problemas en su ruta de reparto de periódicos-
-bueno, tal vez le tiré el vino cuando fui al restaurant donde trabajaba- comento burlón Kaiba y tomando sus cosas insistió en su intento de escape frustrado nuevamente por la adolescente –pero ya no trabaja ahí-
-saben a lo que me refiero, yo sé por qué falto hoy, lo dejo su… “novio de turno” y debe estar triste, debe estar por buscar uno nuevo-
Ambos chicos la miraron con curiosidad pero fue Kaiba el primero en hablar –Wheeler no tiene…- hizo una pausa y luego imito la seña de comillas –“novio”-
Fingiendo sorpresa, Tea se volteo y sonrió triunfante -¿quieren decir que no saben?- en su voz se notaba el descaro de quien ha ganado una partida –lo que dijo Tristán esta tarde… que Joey estuvo en el hospital una semana, ¿saben por qué fue?- preguntó con la misma modulación que había empezado a utilizar hacia instantes
Kaiba no permitiría que se manchara el nombre de SU PERRO –podría ser… según tú, ¿Por qué fue?-
-un secuestro exprés- respondió la chica de dando la vuelta y mirando los muchachos para comenzar a jugar con su cabello –lo lastimaron tanto que tuvo que estar una semana entera en el hospital , de hecho, ahí comenzaron los problemas con su novio, el pagó la liberación pero no la cuenta del hospital, su padre dijo que había sido condonado por gobierno, pero su novio no le creyó, y ayer lo dejo finalmente, claro que para eso, le dejo dinero para que pudiera estar bien, pero seguro fue a visitarlo anoche- la muchacha arqueó la ceja dejando su cabello en paz y se sentó en el escritorio del salón
Para ambos jóvenes eso fue extraño, puesto que de alguna forma coincidida con lo que ellos sabían, Kaiba había pagado la cuenta pero no el rescate.