El problema no es que Steve Rogers sea celoso.
No.
Ese no es el meollo del asunto, aunque parte de ello es que Bruce Banner se las ha hecho de amigo con Tony.
El verdadero PROBLEMA es que el Hulk adora a Tony.
Hace alrededor de diez minutos que termino la pelea contra los robots del Dr. Doom porque al parecer el hombre no tenía nada mejor que hacer que ir a destrozar Central Park.
Steve suspiro por tercera vez viendo en dirección al Hulk que tenida entre sus enormes manos la pequeña figura de Tony, aun desmayado. No se preocuparía tanto si Tony estuviera en su armadura (aún así lo haría, tiene que aceptarlo), pero no podía tranquilizarse si Hulk lo seguía sujetando. Tony es pequeño y frágil en comparación.
—Hulk, ¿podrías darme a Tony? —preguntó nuevamente con un tono amable intentando no sonar exasperado. A sus espaldas Clint reía como si fuera la cosa más divertida del mundo. Incluso Natasha tenía una sonrisa socarrona. No le molestan las sonrisas, al contrario, la gente debe ser feliz. Pero en Natasha da miedo. Ella da miedo.
—No. Tony en peligro —contesto con voz aprensiva. Steve volvió a suspirar.
Durante la batalla Tony se encontraba sin su armadura, por lo tanto, era el miembro más vulnerable del equipo. Steve estuvo a punto de sacarlo del área si no fuera porque el Hulk lo tomo en sus manos para protegerlo y no lo soltó en todo el transcurso de esta. En algún momento debió desmayarse he ahí que Clint no deje de reír y comentar “Stark es como la princesa Fiona en manos de Shrek”.
Steve no entendía la referencia, pero no le gustaba. Si Tony va a ser una princesa él debería ser su príncipe y tener un felices para siempre.
Nota mental: Jamás decirle a Tony princesa en voz alta, seguro se enfurecería, haría el berrinche de su vida encerrándose en su taller y no saldría en una semana. Si tenía suerte.
El resto del equipo parecía estar disfrutando un buen rato a expensas de Tony.
—Lo voy a cuidar bien, es mi novio, ¿recuerdas? —no quiso sonar tan posesivo.
Hulk pareció pensárselo, eso esperaba porque esto se estaba volviendo bastante ridículo. Después, para su buena sorpresa, Hulk dejo a Tony en brazos de Steve con cuidado (raro en él) y con uno de sus dedos le acaricio el rostro.
—Gracias —dijo Steve un tanto más aliviado.
Nueva nota: No dejar a Bruce Banner a solas con Tony.
Media hora más tarde Tony vio todo el acontecimiento en las noticias.
Clint no deja de llamarlo Sleeping Tony.
Steve tampoco entendía esa referencia.
El problema no es que Steve Rogers sea celoso.
No.
Ese no es el meollo del asunto, aunque parte de ello es que Bruce Banner se las ha hecho de amigo con Tony.
El verdadero PROBLEMA es que el Hulk adora a Tony.
Hace alrededor de diez minutos que termino la pelea contra los robots del Dr. Doom porque al parecer el hombre no tenía nada mejor que hacer que ir a destrozar Central Park.
Steve suspiro por tercera vez viendo en dirección al Hulk que tenida entre sus enormes manos la pequeña figura de Tony, aun desmayado. No se preocuparía tanto si Tony estuviera en su armadura (aún así lo haría, tiene que aceptarlo), pero no podía tranquilizarse si Hulk lo seguía sujetando. Tony es pequeño y frágil en comparación.
—Hulk, ¿podrías darme a Tony? —preguntó nuevamente con un tono amable intentando no sonar exasperado. A sus espaldas Clint reía como si fuera la cosa más divertida del mundo. Incluso Natasha tenía una sonrisa socarrona. No le molestan las sonrisas, al contrario, la gente debe ser feliz. Pero en Natasha da miedo. Ella da miedo.
—No. Tony en peligro —contesto con voz aprensiva. Steve volvió a suspirar.
Durante la batalla Tony se encontraba sin su armadura, por lo tanto, era el miembro más vulnerable del equipo. Steve estuvo a punto de sacarlo del área si no fuera porque el Hulk lo tomo en sus manos para protegerlo y no lo soltó en todo el transcurso de esta. En algún momento debió desmayarse he ahí que Clint no deje de reír y comentar “Stark es como la princesa Fiona en manos de Shrek”.
Steve no entendía la referencia, pero no le gustaba. Si Tony va a ser una princesa él debería ser su príncipe y tener un felices para siempre.
Nota mental: Jamás decirle a Tony princesa en voz alta, seguro se enfurecería, haría el berrinche de su vida encerrándose en su taller y no saldría en una semana. Si tenía suerte.
El resto del equipo parecía estar disfrutando un buen rato a expensas de Tony.
—Lo voy a cuidar bien, es mi novio, ¿recuerdas? —no quiso sonar tan posesivo.
Hulk pareció pensárselo, eso esperaba porque esto se estaba volviendo bastante ridículo. Después, para su buena sorpresa, Hulk dejo a Tony en brazos de Steve con cuidado (raro en él) y con uno de sus dedos le acaricio el rostro.
—Gracias —dijo Steve un tanto más aliviado.
Nueva nota: No dejar a Bruce Banner a solas con Tony.
Media hora más tarde Tony vio todo el acontecimiento en las noticias.
Clint no deja de llamarlo Sleeping Tony.
Steve tampoco entendía esa referencia.