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Agua por Zafira

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Notas del fanfic:

** Los personajes pertenecen a Tomo Takabayashi

Notas del capitulo:

Me he tardado.... vaya que si... pero no era por que no escribía, no, nada que ver... escribo mucho, pero todas mis historias me quitan mucho de mi tiempo, mas el trabajo, mi tesis... y claro, mi novio...

Volviendo a los fic... no me he bloqueado, por suerte, solo me cuesta escribir por mi escaso tiempo... ire actualizando lentamente, aunque este primer capi ya lo conocen, es la mejor manera de iniciar este fic... mañana ya levantare su conti...

Espero que les guste....

Prólogo

 

Como era de esperarse, las más altas figuras de la sociedad mazoku estaban invitadas, la llegada mas sorprendente, después de todos los últimos rumores que corrieron hacía unas semanas, fue la llegada del 27º maou, este iba acompañado por el Gran Sabio, y su guardaespaldas.

Sin mucho disimulo las miradas iban del recién llegado, al consorte del heredero de los Grantz, ex prometido del maou, quien en ese preciso momento se hayaba del brazo de su esposo,  en compañía de su tío y su madre.

Alberos dio la bienvenida al monarca educada y amablemente, y Yuuri contestó el saludo de la misma manera, hubo un silencio total al momento en que el rey, saludaba tanto a Adalberto como a Wolfram… después de aquello la celebración transcurrió mayormente tranquila.

A pesar del tiempo, no pudo evitar sentirse un tanto intimidado al momento de estar en su presencia, la imagen de él intentando dañar a su hijo le había dejado un profundo temor que aún no había podido enterrar, tuvo que hacer uso de todo su autocontrol para no dejarse ver nervioso. La verdad era que no esperaba que Yuuri fuera a la celebración, aunque entendía bien, que no hacerlo hubiese sido tomado como una verdadera grosería.

Podía notar los murmullos de todas aquellas personas, que definitivamente no tenían nada  mejor que hacer que el dedicarse al chisme. Francamente era eso lo que mas le disgustaba de ese mundo al que estaba volviendo, observó a su joven esposo, que en ese justo momento miraba perdido hacia ningún punto en particular, realmente detestaba el efecto que tenía el maou en él, lo que indicaba claramente, que aún sentía cosas por él.

¿Te sientes bien? – pregunto el oji azul, a Wolfram.

¡Si… solo estoy un poco cansado de estar de pie! – contesto el oji esmeralda dirigiéndole una tímida sonrisa al mayor.

¿Seguro de que sólo es eso? – murmuró el mayor para no llamar la atención de quienes los acompañaban.

¡Quizas… podríamos pasar por la mesa de los dulces, antes de sentarnos! – acotó entonces el joven mazoku comprendiendo a la perfección qué era lo que en realidad quería saber su esposo - ¡Estoy bien, no te preocupes!

La música del salón se detuvo, y la voz de Alberos se escuchó firme y clara… se le notaba feliz y orgulloso cuando dio la noticia de que pronto sería abuelo, aquellos que  lo conocían de hacía décadas, podían dar fe, que la última vez que lo vieron con aquel fulgor en su mirar, fue antes de la muerte de su esposa, una explosión de aplausos inundaron el lugar, sólo una persona se mostraba impávida con aquella noticia, pues sólo él veía en aquel nacimiento, el mayor obstáculo para recuperar aquello que por su necedad y prejuicios había perdido. 

La suave melodía del vals comezó a sonar, quien abrió el baile fue Alberos, grande fue la sorpresa de la mayoría de los presentes, al ver como de una manera muy galante, solicitaba al líder de la familia Bielefeld, le concediera esa pieza. La pareja que les siguió fue la de Adalberto y Wolfram… no faltaron los comentarios de lo irónico de la escena, ni de lo poderosa que sería una doble alianza entre ambas familias.

Uno de esos tantos comentarios llegó hasta el sabio y el rey, quienes se observaron seriamente…

¡Realmente sería poderosa… y un tanto inconveniente! – murmuró la reencarnación del estratega de Shinou…

Yuuri no acotó nada… debía mantener cierto control sobre su alterego, a quien la sola idea de aquello pareció desatar su furia. Aunque no era sólo el oji oscuro el que se debatía con el disgusto debido a esos comentarios, también Gwendal veía en esa posibilidad un verdadero problema.

¡No me gusta nada, nada lo que estoy viendo! – dejó escapar en un murmullo el mayor de los hijos de la ex maou.

¡No te preocupes, hermano… dudo que Waltorana siquiera considere esa idea! – habló con un semblante de tranquilidad Conrad, aunque no podía negar, que entendía la preocupación del mayor, no solo por lo que implicaría política y económicamente para la nación, sino por lo que significaría familiarmente, pues ya de por si, no estaban en los mejores términos con Waltorana, por tanto, existía una enorme barrera entre ellos y su pequeño hermano.

¡Vaya!... ¡así que así es como se siente mi hijo! – murmuró con un tono divertido el líder de la familia Grantz…

¿Disculpa? – lo miró un tanto confundido Waltorana, debido a aquel comentario…

¡Mi padre solía decirme, que donde quiera que vaya un Bielefeld siempre atraería las miradas de todos! – habló con el mismo tono de voz, pero ahora observando de manera muy penetrante a su compañero de baile - ¡lo que quiero decir… es que ahora se… que se siente ser la envidia de todos!

¡Por Shinou, Alberos… pero qué cosas dice! – sin poderlo evitar apartó su mirada de la del mayor, al tiempo en que se teñían levemente de rosado sus mejillas.

¿Mhmm… qué le estará diciendo tu padre a mi tío? – Wolfram notó casi divertido la imagen de su tío, pocas veces lo había visto sonrojado, generalmente solo debido a las vergüenzas que su madre le hacía pasar.

Adalberto dirigió su mirada hacia los aludidos, no pudo negarse que le parecía asombroso ver a su padre así de contento, hasta se podía decir que interesado… - ¡Tal vez solo quiere dar que decir, a las serpientes y arpías que vinieron solo para calumniar!

¡Parece que mi tío está en problemas! – comento sonriendo el oji esmeralda, volviendo su atención a su compañero… - ¿No te gustaría eso, verdad?

El oji azul sonrió ajustando mas el agarre sobre la cintura de su consorte - ¡Quizás sería bueno… así él pasaría más tiempo contigo, y no tendrías que viajar para visitarlo! – hablo como si la idea no le pareciera nada desagradable… - ¡Sería interesante la verdad… el sol se volvería aún mas hermoso en Grantz!

Aquel comentario logró sacarle un sonrojo al menor, lo que atrajo miradas de curiosidad de los familiares del festejado y de dudas, especialmente por parte de los hermanos de Wolfram.

---**---

¡Muchas gracias por aceptar hacer de mi velada tan agradable, amigo Waltorana! – comentó saliendo al balcón tras el otro noble…

¡El placer fue todo mío, lord Alberos! – comentó el rubio apoyando ambos codos sobre la baranda mientras entrelazaba los dedos.

¡Anteceder el título al nombre crea una absurda barrera, considerando que estamos emparentados, me parece un tanto molesto! – acotó jovialmente el mayor colocándose junto al de ojos verdes observando hacia el jardín, sin prestarle mayor atención a los sonidos de dentro de la habitación.

Waltorana no supo que decir tras aquellas palabras, no era muy común que lograsen que él permaneciera callado… y menos común era que lograsen ponerlo nervioso… no se animó a voltear su rostro en dirección al mayor, así que sólo se limitó a seguir observando el jardín, aunque realmente no estuviera viendo nada…

¿Qué le parecería pasar esta noche conmigo, Waltorana? – soltó de repente el de más edad…

¡Alberos… ¿qué dice?! – aquello sí que logro que se dirigiera completamente al de mirada azul…

¡Bueno… al menos he logrado que me dirija la mirada! – susurró sin dejar de sonreir al notar la reacción del más joven, ahora entendía que las miradas penosas de su yerno, las había heredado muy probablemente de la familia de su padre… - ¡no permitiré que se arrepiesta si acepta ir!

Tras esas últimas palabras volvió a la fiesta, dejando totalmente anonadado al siempre orgulloso líder de la familia Bielefeld… luego de recuperar la compostura y que los latidos de su corazón se acompasaran se dirigió él también al salón.

¡Interesante! – murmuro Murata en compañía de Gwendal, ambos habían sido testigos de aquello, aunque el mayor no hizo ningún comentario al respecto.

En otro lugar de la fiesta, Wolfram se encontraba muy entretenido saborendo un pedazo de pastel, sus ojos parecían brillar con luz propia… su esposo había ido a buscar a su padre hacía usos minutos…

¿Cómo te encuentras? – esa voz casi le hizo atragantarse…

¡Hei..ka! – Wolfram se volteó y miro con cierto temor al moreno, casi por reflejo llevó  una de sus manos hacia su vientre…

Ya veo… aun no me perdonas… ni el maou, ni yo dañaríamos a tu hijo – habló sombríamente el joven rey, su mirar demostraba el inmenso dolor que sentía por la frialdad con la que era tratado… - ya he aceptado mi derrota… sólo busco rescatar algo de nuestra amistad…

Yuuri… - dejó escapar el oji esmeralda, odiaba ver sufrir al moreno… pero no pudo evitar la sensación de temor - ¡Dame tiempo… se que podremos ser buenos amigos tú y yo! – soltó con una genuina sonrisa… cuando  el peli oscuro levantó su mano para acariciar el rostro del mazoku…

¡Yo no estaría tan seguro, Heika…! – Adalberto prácticamente se había colocado entre Yuuri y Wolfram - ¡Aléjese de mi familia… o no respondo!

¡Adalberto…! – una chispa de furia le hizo apretar fuertemente su puño… sentía que realmente detestaba a ese hombre, pero debía ser paciente… - ¡Entiendo… pero espero que eso alguna vez cambie! – con un saludo se retiró…

“Imbécil”… pensó el rubio de ojos azules al entener perfectamente las últimas palabras del maou… “Eso no va a cambiar… mi familia permanecerá conmigo”… - ¡Wolfram…!

¡No te enfades… él está sufriendo… Yuuri no es una mala persona! – murmuró el menor bajando la mirada, realmente le molestaba que Yuuri siguiera siendo su talón de Aquiles.

¡No quiero que hables de él, no quiero que hables con él… entiéndeme, no lo quiero rondándote! – el mayor tomó con ambas manos el rostro del más joven, necesitaba apartar la mente de su esposo del maou - ¡Mejor adivina de qué fui testigo!

¿Uhmm? – Wolfram miró confundido a Adalberto...

---*---

No pareces disgustado – decía el tercer hijo de la ex maou al momento de sentarse en la cama…

¿Por qué habría de estarlo? – Adalberto se encontraba quitándose la camisa, estaba satisfecho de que aquella novedad borrara por completo a Yuuri de los pensamientos de su niño…

¡Bueno… si tu padre hablaba encerio… pensé que te molestaría que él… pues que esté con mi tío! – terminó diciendo en voz mas baja…

¿A ti te molestaría que mi padre pretendiera a tu tío? – esta vez era el mayor el intrigado… él sabía que Wolfram amaba a su tío como a un padre, quizás solo Gwendal disputara el respeto que le infundaba el hermano de su padre.

¡No se… no le conocí relaciones a mi tío… aunque si a él le agrada tu padre… no me molestaría… aunque me asusta! – aquello hizo que Adalberto se sentara a su lado… se notaba intrigado - ¡Si no funciona, y ellos pelean… ¿cómo haré con mi tío?!

Tranquilo… sin importar el resultado… mi padre no renunciaría a su amistad con Waltorana, lo respeta demasiado… y ni él ni yo, te apartaríamos de él – un sonrojo en las mejillas del menor le dieron una apariencia muy tentadora… por lo que sin dudarlo unió sus labios a los del más joven en un apasionado beso…

En otra parte del castillo…

Llegó a la habitación que le habían indicado, pero no era tonto y sabía que no podía engañarse… no podría dormir nada esa noche, sentía la necesidad de aclarar las cosas, mas bien lo que deseaba era encarar a Waltorana y exigirle que no permita ninguna relación con el líder de los Grantz… la sola idea lo enfermaba, aunque las palabras de Conrad le habían devuelto algo de calma, ser testigo de aquello se la arrebató por completo… la unión de esos dos sería un problema mas allá de lo político. Wolfram estaría más atado a esa familia si eso se daba, y aunque su hermano iba a tener un hijo de Adalberto, estaba seguro que mas pronto que tarde, ese matrimonio acabaría, pero de no hacerlo… “demonios… si esa relación trasciende, va a ser mas difícil ver a Wolfram… de por sí Waltorana es un problema… sumado Alberos, ya no tendremos contacto con mi hermano”… Sin notarlo siquiera, sus pies ya lo habían llevado fuera de la habitación sin rumbo fijo…

Desde su llegada al cuarto que ocupaba en su estadía en Grantz no se había apartado de la ventana,  no quería pensar en aquellas palabras… suspiró frustrado al percibir que estaba comportándose con un joven, él hacía mucho tiempo había dejado de ser un niño…

¡Él no mencionó nada de tener una relación seria… solo dijo… “¿Qué le parecería pasar esta noche conmigo, Waltorana?”… pero qué estoy pensando! – soltó después de que observara el lecho tras él… estaba pensando en el suegro de su sobrino, la sola idea era totalmente inaceptable… el sonido de la puerta al ser tocada lo saco de su debate mental - ¿Quién es…? – como nadie respondió decidió ir a ver de quien se trataba…

¡Supuse que no sería propio de un Bielefeld ir al cuarto de alguien con quien no se tiene una relación oficial! – soltó el hombre al encontrarse con el rostro sorprendido del joven noble…

¡Al… Alberos! – pudo pronunciar el oji verde, se esperaba todo menos eso…

¡Pero no voy a poder estar en paz, si al menos no hago el intento…! – y sin previo aviso, acabó con la distancia entre ambos y posó sus labios sobre los de Waltorana, rodeando la cintura con uno de sus brazos, mientras con la otra mano, sujetaba la nuca, a fin de profundizar más su acción.

Cuando se separaron ambas miradas se toparon, lentamente el mayor fue acercándose más al oji verde y este retrocedía,  con cada paso que daba el más adulto mas dirigía a Waltorana hacia la cama…

¡Esto no esta bien! – dijo el tío de Wolfram al ver su camino bloqueado por la cama…

¡Tranquilo… yo puedo cuidar de ti… prometo cuidar de ti…! – susurró Alberos al tiempo de volver a juntar sus labios…

¡Y decías que mi madre le daba malos ejemplos a Wolfram! – aquel comentario logro romper el ambiente que se había formado… ambos rubios se separaron para observar a quien de una manera muy irónica les había hablado.

¡Gwe… Gwendal!

---*---

Murata…. Tú me dijiste que Wolfram era para mí – decía sin denotar ninguna emoción el maou, al ver asentir a su amigo continuó – dime entonces… ¿qué debo hacer?... no puedo ni acercarme a él…

¡Amigo mío… las cosas, están más complicadas de las que esperaba…! – comentó el de piel más clara - ¡serán necesarias alianzas… aunque no creo que en eso tengamos muchos problemas… ellos temen tanto perder a von Bielefeld como tú!

¿Gwendal y Conrad? –pregunto el moreno - ¿Cómo podrían ayudar?

¡Tranquilo Shibuya... debemos hablar con lord von Voltaire primeramente… para que puedas acercarte al joven von Bielefeld, debemos conseguir que algo lo obligue a visitar Pacto de Sangre! – dijo tranquilamente el estratega…

¡No creo que Waltorana lo permita! – soltó con frustración Yuuri…

¡Pero si es justamente él, el que nos va a ayudar, Shubuya… Waltorana será la excusa perfecta que traerá a tu ex prometido nuevamente a ti! – Murata sonrió al leer la confusión en las reacciones de su amigo

¡Él no nos va a ayudar! – soltó incrédulo Yuuri.

¡Es en esa parte, donde necesitaremos la ayuda de lord von Voltaire!

La rendija en uno de sus ojos y la sonrisa satisfecha le dio la certeza a Murata, de que el gran Maou había entendido ya su plan…

¡Ahh… mi sabio… él volverá a nosotros… apagaré el fuego que lo une a él y cuando vuelva a encenderse, solo será por nosotros….!

¡Pero recuerda, Shibuya… Shinou no permitirá que le hagas daño… esa es la única condición que te dió!

Notas finales:

Ok... una vez mas, lamento la tardanza... Gracias por sus reviews, por ciento, fueron la cuota de presión extra que me obligó a seguir escribiendo cuando estaba demasiado cansada y solo quería acostarme....

Jajajaja aunque eso de obligarme suena mal... me alentaba a seguir escribiendo... creo que esa es la expresión que mas le va a mi realidad..

Besos

 

Zafi...

 


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