+ : : Viñeta IV : : +
Hacía frío.
Por las noches en su ciudad hacía mucho frío, y recordó cuando en una Navidad con su esposa pasó la noche abrazada a ella, inhalando su suave y característico perfume, rozándole los cabellos y ansiando amarla toda la vida. Pero eso no podría ser ya porque la mujer con la que había engendrado una hija y compartido tan bellos momentos ya no estaba con él, no es como si fuese un malagradecido. La vida había sido buena con él, a pesar de que la popularidad de héroe era venido a menos, lo que importaba era prestar un servicio a la comunidad tal y como hacía su ídolo en otros tiempos.
Pero… ¿Y Bunny? Estaba seguro que lo quería, al igual que tenía plena certeza de que éste era, por decirlo de manera adornada, posesivo.
Aunque él no entendía en absoluto la postura del rubio para odiar lo que sea que estuviese creciendo dentro de él, aparte de unos síntomas que le ocasionaban a veces hambre.
Bunny estaba detrás de la puerta con los brazos cruzados.
Kotetsu retrocedió instintivamente, mirándolo con obvio enojo.
—Vine a hablar –y les dio una señal a los matones apaleados para que los dejaran solos.
—Sólo eso voy a permitir –se alejó lo más que pudo –. ¿qué le hiciste a Agnes?
—Nada de lo que no se pueda recuperar en dos semanas –respondió sin problemas.
—¡Cómo te atreviste, es una mujer!
—Es una arpía –escupió molesto, pero al ver el miedo en el moreno volvió a modular el volumen de su voz –. Escucha, Kotetsu-san, tal vez me malentendiste yo en verdad no quise hacerte daño…
—No es lo que parece –replicó frunciendo el entrecejo –. Dijiste cosas horribles y te juro que si las vuelvo a escuchar de tu boca se… se acabó –eso definitivamente golpeó a Barnaby –. Yo no sé por qué ocurrió esto –puso una mano sobre su estómago –, pero no quiero que se le vea como un error si ni siquiera respira, ¿por qué no lo quieres entender, Bunny?
—Ya te dije mis razones y has dicho que no quieres volver a oírlas –respondió calmadamente, con seriedad –¿Y que tal si esa cosa te daña?
—No importa.
—¡Ese es el problema! –explotó y fue hasta él para tomarle por los hombros –. Tú sólo debes pensar en mi Kotetsu-san, sólo en mí –agachó la cabeza y sus manos temblaban –. Justo cuando creía que todo iría bien entre nosotros.
No estará de mas decir que Kotetsu sufría por todo esto, era lastimero estar entre la espada y la pared.
—¿Y si nos separamos en lo que nace? –propuso realmente sin pensar, consiguiendo que los ojos fríos del rubio le penetraran.
—Eso jamás –aclaró.
—Pues no pienso volver contigo.
—Tengo mis propios medios para hacerte regresar a la fuerza –lo soltó poco a poco –. Incluso usando la compañía como excusa, o a Kaede.
—A ella no la metas en esto –respiró profundamente –Si vuelvo a la ciudad no será bajo tus condiciones.
+ : : Viñeta V : : +
El plan de tomar a Kotetsu y arrastrarlo devuelta no se llevó a cabo, a pesar de todo el odio que Barnaby podía tenerle a una criatura que todavía ni conocía, debió aceptar que sin Kotetsu moriría y por eso debía tratar todo el tema con pinzas, incluso pensó en echarle algo al té para provocar un aborto… ¿pero en qué clase de pobre diablo se había convertido?
Dos meses Kotetsu se quedaría con su primer plan en el que Agnes le había ayudado, sólo que ya a conocimiento de todos, por lo que se dedicaría a pensar y descansar en otra ciudad y otra casa en lo que transcurría ese plazo. La idea era cumplir tres meses en los que ya cualquier intento de aborto sería ilegal, con eso hacía olvidar a Bunny de sus estúpidos pensamientos asesinos. Sin embargo, por otro lado…
Barnaby entró en una etapa oscura de su vida, casi podría decirse que se remontó a la época en la que nadie le importaba, que se sabía solo en el mundo y que sólo tenía interés en la popularidad, por ello se enfocó en el trabajo como loco, alejándose cada vez más de la faceta humana que a Kotetsu y a los demás les había costado tanto trabajo sacar a la luz.
El transcurrir del tiempo le pesó en los hombros y era sumamente frío, por no decir arisco, con sus compañeros sobre todo con Karina que estaba desecha ya que sus intenciones quedaron al descubierto demasiado pronto y ella vista como una infeliz mujer capaz de entramar perversos planes, al igual que Agnes.
+ : : Viñeta VI : : +
Los amigos de Kotetsu se empeñaron en ir a visitarle, valiéndoles muy poco los celos enfermizos de Bunny, se escaparon un día y llegaron a casa del héroe en descanso.
—Me alegra mucho verlos –dijo con sinceridad –. No tuvieron problemas con… -sentía la garganta reseca –. Bueno, ya saben.
—Hansome está hecho una furia –dijo el moreno mientras se aplicaba brillo para labios –, nos preocupa.
—Oye, creí que no había que causar molestia a Kotetsu.
—No se preocupen… está bien, aunque él me preocupa más de lo que…
—No digas tonterías –Keith le dio una palmada en la espalda –. Debes ser positivo, muy positivo y las cosas serán mejores –dijo con su aire bonachón.
—Pero volviendo a ti querido –volvió a intervenir Nathan –¿cuándo quieres celebrar?
—¿De qué hablas?
—… ¡pero si la familia espera un bebé! Es motivo más que suficiente para hacer una fiesta, ¿no? –aplaudió.
—No lo había pensado –se rascó el mentón con aire nervioso.
—Qué bueno que nos tienes a nosotros –agregó Iván –. Aunque Barnaby-san se enoje –se echó a reír.
—Es justamente los males que quiero evitar –replicó Kotetsu –. Pero creo que pasar tiempo con ustedes no le hace mal a nadie –sonrió y todos quedaron aliviados.