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Hijo de héroes problema de héroes por Vampire White Du Schiffer

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Notas del capitulo:

Drama, lime, Drama y divagues.

+ : : Viñeta II : : +
Poco Tiempo antes de la partida de Kotetsu.

Cuando comenzaron a salir ninguno de los dos tenía planeado cosa como el matrimonio o compromiso. Eran amantes y ya. Todo resultaba más cómodo así. Además de ésa manera ya habían llamado mucho la atención de la Ciudad entera, y una boda no ayudaría a regresarles la poca tranquilidad que un héroe puede tener.

Salvar la ciudad, salvar el mundo, era muy bueno. Tal vez su trabajo con la vocación perfecta fueron factores máximos para reunirlos.

Un novato estratégico y un veterano impulsivo. Pésima unión, pero al encontrar el balance, y peor aún, el amor, esos dos Hércules se sumieron en un equilibrio lleno de pasión.

Barnaby fue el primero en dar un paso, Kotetsu le siguió, y así fueron trazando la línea de su relación.

−Kotetsu-san, quiero quedarme contigo esta noche –le susurró al oído mientras lo abrazaba por la espalda.

−Claro –respondió sin dudarlo, pero captó la idea cuando sintió la lengua del rubio pasarse por su oreja –. E-Espera, Bunny –se apartó de un giro rápido, caso tropezando con el sofá –, creí que iríamos a cenar con Kaede y después.

El joven héroe se quedó meditabundo y suspiró al ver a Kotetsu tan nervioso.

−Como desees –puso las manos en cada bolcillo de su moderno pantalón y sonrió comprensivamente –. Pero llámala, sabes que detesta que la dejes olvidada –se dio la vuelta, dirigiéndose a la cocina por algo de agua.

Desde que se conocían mejor, no como pareja, sino como amigos, el conejo se tomaba ya complacencias en casa ajena. Por lo que podía ir y venir por toda la residencia Kotetsu sin problemas.

Por Dios Odín, que Barnaby quería pasar rato a solas con su novio… quería a Kaede porque, la niña a pesar de no entender la posición estricta de un padre ocupado, era buena. Se trataban como hermanos. Aunque bien Barnaby puede, más bien es seguro, que deseaba ser visto como algo más paternal. Pero, no se lo había comentado a Kotetsu.

Tomó todo líquido en vilo y dejó el vaso de vidrio en la tarja, al abrir el grifo sintió derretirse. ¿Qué tal si no avanzaba a la última base?

Sacudió la cabeza y se encogió de hombros.

−Kaede dice que nos espera en el centro comercial dentro de hora y media –cerró algo extrañado el celular.

−¿Por qué tan tarde? –miró la hora en su reloj,

−No lo sé –se rascó la nuca pesadamente y tenía los ojos cerrados –. Tendrá que ser, y yo que me muero de hambre –a Bunny le pareció divertida tanta madurez.

−Podría hacer algo ligero.

−¿Eh? –se soltó de su postura distraída –. Mmm, no, mejor prepararé mi estómago para una buena cena en el restaurant que encontré con ella, de seguro te gustará.

−¿Qué haremos mientras? –inquirió sin ningún asomo de maldad, pero el veterano lo malinterpretó.

−Bunny-chan, yo, sinceramente…

Una llamada «Oportuna», y el conejo hablaba dándole la espalda al tigre.

−No, estoy bien, estaré allí en media hora –cerró el celular y en seguida encaró a su mentor –. Tengo que regresar.

−¿Adónde? –lo siguió hasta la puerta –¿Qué sucede?

−No es nada, en serio –se acercó rápidamente, se agarró de la muñeca de Kotetsu que sujetaba la puerta ya abierta y le dejó caer un corto beso –. Dile a Kaede que lo siento, será para la próxima.

−¿No te estás yendo porque…? –estaba algo anonadado, pero temía haber sido maleducado con él –. Quisiera hablarte, pero cuando regreses, ¿pronto, no? –sonrió y no notó la amargura que el rubio tenía.

−Te noto preocupado –quería dar un paso dentro del apartamento, pero una nueva e insistente llamada le cortó la inspiración –. Es cosa del trabajo.

−Hummm –murmuró ligeramente molesto, si los dos trabajaban en la misma compañía ¿por qué solo querían a Barnaby? –. Ve con cuidado –lo empujó aún sonriente y se encerró.

Al día siguiente, Kotetsu dormía plácidamente en el piso. ¿Causa? Bueno, mucho vino después de dejar a Kaede con mamá cayó como se esperaba, una cruda como digna ofrenda a Baco.

Le era muy difícil, porque el tigre era buen hombre, comprender a otro sujeto tan diferente a él, se decía ahora que podía pensar en medio de martillazos contra su cabeza.

¿Cómo iba a decirle a Barnaby que últimamente no quería acostarse con él porque tenía miedo a que algo malo ocurriera?

La primera vez tocó el cielo, el sol, la luna y las estrellas. Se sorprendió de la habilidad para dar amor del joven, demasiado. Creció en él la incertidumbre de no tener muy claro el pasado de su compañero. Y aparte, la última ocasión en la que yacieron los dos en un lecho lacado en lujuria…

Fue con los dos expulsando todo el poder que los caracteriza como héroes. Sí, durante cinco minutos mientras se amaban destruyeron una habitación. Sin exageración. Por ello la televisión y la empresa les habían dado un tiempo de suspensión para que se calmaran. Una especie de castigo, o una especie de vacaciones. De cualquier forma Kotetsu estaba ya harto de estar crudo.

En el baño se pasó media hora, sumergido en agua y jabón hasta que se relajó. Al terminar paseó con una toalla en la cabeza y otra rodeando la cintura. Perladas gotas corriendo por su escultural cuerpo.

−Kotetsu-san –la voz resonó en la habitación.

Ocurrió de súbito y estaban en la cama. Uno sobre el otro, estrellados los labios del joven contra los de Kotetsu. Barnaby no quería ya esperar, se apartó de la chaqueta roja y siguió arriba del moreno, mordiéndole los labios, masajeando los brazos con buenas caricias.

Kotetsu notó frustración en Barnaby. Pero ya estaba demasiado prendido como para poder detenerlo. Ah, esta era la consecuencia esperada.

Pesados jadeos después de unos tortuosos minutos de juego. Al estar Kotetsu desprendido de las toallas, su desnudez fue inmediata. Por ello Barnaby pudo darse el deleite de su vida chupando todo el cuerpo aún húmedo. Le mordió los pezones con algo de enojo y simuló penetrarlo fuertemente con el pantalón en combate.

−Bunny –gimió al oído y fue más de lo que se pudo soportar. Barnaby enloqueció y entró en fase, sus ojos verdes se vieron bañados por el aura azul. El tigre igual. El resto de las prendas desapareció entre rasgueos. Jirones.

Besos ricos. Besos tiernos. Todos traviesos y mojados. Se lamian las quijadas y se mordían los labios otra vez. Fusionaron sus cuerpos no mucho después.

El tigre rugía por tanto deseo y placer. El rubio masturbó rápidamente al moreno.

−Te quiero, Kotetsu-san –masculló al rayar el orgasmo y prendarse de la cintura hasta marcar sus dedos.

Se controlaron. Así que por suerte, sólo la cama quedó hecha trizas.

+ : : : : +

Al despertar, los dos consintieron una conversación necesaria. El moreno estaba acostado bocabajo y Barnaby sentado en la cama.

−¿Por qué saliste ayer? –comenzó el mayor.

−Karina quería ayuda con un trabajo en la ciudad, ¿por qué te emborrachaste? –atacó sin adornos.

−Tuve ganas, ¿y de qué era ese trabajo?

−Es secreto –respondió y miró a Kotetsu sentarse a su lado.

−Ah, está muy bien, sólo me preocupé de más entonces.

−No tenías razones, me puedo cuidar solo.

−Lo olvidaba, pequeñajo –se echó a reír, aunque la broma no le causara mucha gracia a Barnaby.

−¿Qué querías decirme ayer? ¿Por qué me evitabas hasta hace poco? –tomó los lentes de la cómoda y se los puso. Hubo una reacción muy obvia por parte del moreno.

−Tengo curiosidad, nunca he sabido sobre dos next teniendo relaciones como animales, bueno, tu eres el lindo conejo, pero ese…

−¿No es el asunto? –enarcó una ceja –. A mí me tiene sin cuidado lo que piense la ciudad –aseveró.

−Ya lo sé, pero yo, es que, para mí es diferente. Cuando causamos el alboroto por el que nos suspendieron, ¿recuerdas?

−Lo hicimos, ¿y qué?

−Tienes razón, no debe importar lo demás –respiró hondo, al parecer Barnaby estaba muy terco esa mañana y no era buena idea seguir con el discurso tenebroso que tenía preparado, aunque, sería posible mejor cambiar de táctica –. Bunny-chan, solo una pregunta, ¿qué pasaría si yo fuera mujer?

−Te amaría igual –contestó gallarda y velozmente.

−¿Y has pensado en casarte? –penetró en los ojos claros –. Se me ocurrió algo hace poco en que Kaede ya es toda una señorita, y ahora que estoy de descanso, no sé, tal vez… la adopción es una idea encantadora, ¿no te lo parece? –rió bobamente –. Creí que sería una buena obra, ya sabes, muchos artistas –pero Barnaby le cortó el rollo.

−Mi Kotetsu-san nunca pensaría en ésa forma de altruismo para llamar la atención –bufó –¿Qué tiene que ver todo esto con la primera pregunta? ¿Me estás proponiendo matrimonio?

−¡No, no es eso! –se reintegró con pánico, si no hacía las cosas bien se le iría de las manos. Pero, a decir verdad, era momento de sincerarse –. Es que yo… creo, sé que suena estúpido –incluso él todavía no lo creía –, pero, estoy embarazado.

La cara del rubio cambió inmediatamente. Ahora estaba enojado, se levantó en un solo movimiento.

−Llamaré a un doctor que conozco, será un estafador, pero es lo mejor que conozco.

−¿Qué? –corrió a la par de un jadeo cargado de sorpresa –¿Qué estás diciendo? ¿Clandestino y estafador? No creo que sea la mejor persona para confirmar que esté…

−Confío en tus palabras –miró el vientre de Kotetsu –. Lo haré para que te saque lo que crece allí dentro.

−No… yo quería que lo supieras porque –se asomó algo de alegría –, porque yo lo quiero, es alguien creado por ti y por mi –se sentía raro hablando con tanta normalidad.

Barnaby por lo mientras se colocaba ropa interior que había en un cajón destinado para él.

−Yo no lo veo así –gruñó y fue hasta Kotetsu y le agarró de ambas mejillas –. Escúchame, sé que eso no traerá buenas cosas.

−¿Qué es lo que te hace estar tan seguro? –se enojaba con cada palabra despectiva –. Él es un bebé, y ya.

−Lo vas a perder, punto. No soportaría tener un clon mío viviendo en la misma casa. Me enamoré de ti porque eres todo lo que había perdido, eres mi amigo, mi hermano, mi padre y sobre todo mi amante –remarcó muy bien cada posesivo. Si alguien como yo viene a este mundo, te amará de la misma manera idiota, y no lo soportaría. Es en serio, odiaría a ése adefesio toda mi vida porque no pienso compartirte con nadie. ¿Entiendes?

A Kotetsu la cabeza le daba vueltas. Entonces, no tuvo más remedio que…

−¡Jajajaja! –se revolcó por toda la cama riéndose, quedando lo más lejos posible de Barnaby que estaba perplejo –. Mira tu cara –gritó en medio de buenas carcajadas –¿Buena broma, no? ¿Yo, embarazado? ¡Y te lo creíste!

−Kotetsu.

−Escucha, fue una broma de pésimo gusto, ya lo sé, pero eso te pasa por dejarnos plantados a Kaede y a mí –se puso un pantalón holgado y puso ambas manos detrás de la nuca –. Hoy Agnes me llamó para una transmisión en vivo de Wild Tiger con Sky High, así que… ¡Te veo en la noche!  −se escondió en el baño hasta que supo a Barnaby fuera.

No se imaginó la respuesta final de su pareja. Y se sintió muy desdichado. ¿Qué haría ahora?

Al asistir con Agnes, la emprendedora directiva del programa en televisión, se desahogó.

−¿Qué puedo hacer, Agnes-san? –demolido y algo decepcionado seguía sentado con la cabeza hundida en las piernas –. No quiero pelear de nuevo con él, y menos –dejó la frase inconclusa y la mano diestra en su vientre.

−Pobre Kotetsu –su voz no dejaba de ser cantarina y sensual, se aproximó al héroe y lo abrazó en símbolo impropio de una amiga –. Se me ocurre algo, pero debes hacerlo ya mismo.

En ese momento, Agnes y Karina consiguieron el naipe que les faltaba para jugar. Kotetsu desaparecería del mapa con un único contacto: Agnes. Y seguramente, Barnaby moribundo por el abandono de Kotetsu, sería consolado por Karina que tanto lo adoraba.

Notas finales:

ddsaddadas, Sí, medio fumado, pero salió el capítulo sin problemas, creo que esto debió ser el primero (? Gracias por leer, comentar y agregar a favoritos :D
Kiss :3


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