Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Hasta mi final por Chris Yagami

[Reviews - 79]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Continuación al tercer final de "Un ángel llora"

Notas del capitulo:

Inspirado en la cancion "Hasta mi final" de Il Divo

Por cierto, mis dedos tiemblan últimamente, asi que si creían que cometía errores de dedo, ahora quizás se espanten xD

Capítulo 1.- Se acabó.

Esa noche me dediqué a hacerle sentir cuanto lo amo, de demostrarle en una noche lo que no hice en casi dos años de matrimonio. Fui despacio como nunca antes lo había hecho, esta vez no deshice sus ropas sino que las retiré con delicadeza de su blanca piel, descubriendo cada hematoma en su blanca fisionomía. Él no hacia nada mientras yo me dedicaba a besarlo. Cuando quité su playera simplemente levantó los brazos para hacerme más fácil la tarea pero nada más.

Me detuve en un momento para observar su expresión, tenía los ojos cerrados y respiraba acompasado pero podía ver claramente que estaba esforzándose por no temblar y dejarse llevar. Sus manos estaban cruzadas sobre su pecho y sus ojos cerrados mientras apretaba sus labios. No puedo mentir, mirarlo así me causa un enorme remordimiento, pues en su cara aun hay claras muestras de mi maltrato. Acarició su rostro con delicadeza y me acerco a sus labios para depositar un casto beso que apenas corresponde. Me apartó un poco para mirar sus ojos, sus pestañas risadas se han humedecido por sus lágrimas y no puedo evitar un nudo en mi garganta.

-Shun-susurro para que abra los ojos, y obediente me mira con sus destellos verdes.

Sonrío mirando su expresión expectante y desciendo para besar su cuello mientras mi mano derecha viaja por su pecho acariciando sus pezones. Muerde sus labios tratando de contenerse y eso me enternece. Sigo mi recorrido hasta su entrepierna que acaricio por encima de su pantalón, él arquea la espalda sin poder evitarlo y un tímido gemido escapa de sus labios. Aprovecho esto atrapar su boca y poder introducir mi lengua, pero me frustro cuando no consigo que me responda, es como un muñeco de trapo.

Pero continuo con mis caricias, beso su pecho hasta llegar a su vientre, ese lugar donde descansa nuestro hijo. Está ya un poco crecido lo que me preocupa ¿Desde cuando está en espera? ¿Por qué no me había dicho nada? Pero son respuestas que buscaré después, ahora lo único que quiero es demostrarle que de verdad lo amo, aunque a veces puedo ser el peor de los idiotas.

Cuando esta completamente desnudo puedo darme cuenta de todas esas heridas que yo provoqué. No es que no las viera antes, pero solo hasta ahora me han preocupado. En sus caderas están las marcas de mis manos cuando lo obligaba a estar conmigo, pero no puedo hacer nada para sanarlas, solo puedo evitar reavivar esas marcas amoratadas sobre su pálida piel.

Se queja levemente cuando entro y mirándolo a la cara me doy cuenta que se debe al daño que ya antes le he causado, a las heridas que le he ido provocando desde hace tiempo, pero no me detuve aunque si disminuí el ritmo para complacerlo.

Él se entrega a mi sin oponer resistencia, cuido de él como nunca lo hice, beso cada rincón de su fisonomía y lo llevo a la cumbre del placer en medio de jadeos que no pudo evitar y eso me extasiaba. Ver su agotado rostro sonrojado me hace sonreír, pero darme cuenta de que está llorando hace que mi corazón de un vuelco. Mis manos atrapan una de esas lagrimas que seco al instante cuando el vuelve a mirarme a los ojos. Veo su miedo, su desconfianza pero a la vez, el destello de esperanza por esa sesión que jamás habíamos tenido.

-Te amo, Shun- susurró contra sus labios acariciándolos con los míos. El suspira y lloriquea.

-También yo- contesta en un susurro mientras lentamente se queda dormido.

Lo atraigo a mi pecho para que descanse con tranquilidad. Beso su castaño cabello corto y acaricio su espalda para lentamente caer también en el sueño. Esa noche volví a tener una pesadilla, mas bien eran recuerdos de nuestros años juntos. Regreso rápidamente a los tiempos en que éramos novios, la primera vez que lo agredí aunque no fueron propiamente golpes lo que recibió de mi.

Ese día era su cumpleaños, cuando llegué a su casa con el fin de llevarlo a una cena para celebrarlo, lo encontré hablando con un tipo rubio en su casa. Shun vivía solo, Ikki le había dejado el departamento y se mudó a otra zona un poco apartada. Lo primero que hice fue pedirle al tipo que se largara de la casa y cuando estuve solo con él trató de besarme como saludo, pero lo empujé para alejarlo de mi, lo miré con repulsión. Esa fue la primera vez que sentí celos, llevábamos saliendo cerca de cuatro meses. Lo conocí casi un año antes y me llevo meses conquistarlo, pero al final se convirtió en mi pareja y yo era feliz. Era y es aun un joven muy hermoso, su cara de ángel y su expresión de inocencia son encantadoras, pero fueron precisamente esas características las que me hicieron comenzar a dudar de él. Miraba con desconfianza a los demás jóvenes que lo rondaban y analizaba cada uno de los comportamientos de mi pareja.

Esos momentos cada vez fueron más consecutivos. Le gritaba, lo hería verbalmente y trataba de no apartarme de él, si salía a algún lugar yo tenia que asistirlo o no me quedaba conforme. Conocí a Seiya y a Shiryu casi desde que lo conocí a él pero no me representaban mayor amenaza, no hasta que me enteré que el tipo con descendencia china fue su primer pareja, solo antes de mí. Que siguiera viéndolo y tratándolo con esa confianza me hacia dudar, no podía creer que fueran solo amigos, pensaba que Shiryu aun quería a Shun y aunque al principio solo quería creer que el chino deseaba a Shun, poco a poco me hice a la idea de que el sentimiento era mutuo.

La boda de esos dos llegó cuando teníamos cerca de dos años de noviazgo y aunque quise verme mas tranquilo al respecto, aun me quedaba la duda de su relación. No quise darle importancia, y tratando de dejar esas dudas atrás le propuse matrimonio lo que el aceptó de inmediato con lágrimas en los ojos. La boda sucedió poco tiempo después, para entonces yo ya estaba graduado y comenzaba una nueva empresa en compañía de Shura y Camus, combinando nuestros talentos creamos una empresa de diseño, desarrollo y producción de sistemas de frenos. Todo iba a la cima y por ello podía mantener a Shun, por eso le dije que dejara sus estudios  se dedicara completamente a atender el hogar. No se negó a esto, solo suspiró entristecido y me hizo saber que no le gustaba la idea, pero dejó el curso una semana después.

Nuestro matrimonio fue mal desde el principio, en nuestra noche de bodas, mientras intentaba hacerle el amor podía verlo vibrar bajo el cuerpo de Shiryu y eso me enfureció. Lo tomé de una manera cruel sin darle algún respiro y sus quejas me lo hicieron saber, pero aun así no me detuve, haciéndole saber que era mío de ahora en adelante, que nadie mas podría tocarlo después de mi.

Despierto de mi sueño cuando el sol golpea mi rostro. Shun ya no está a mi lado y no me preocupo, siempre se levantaba antes para preparar el desayuno. Me estiro sobre las sábanas y camino a la ducha para refrescarme mientras aun pienso en todo esto. Yo amo a Shun, de eso no hay duda, pero no puedo confiar en él, en los muchos pretendientes que debe tener o tenia en el pasado. Dudaba de sus palabras pues bien podría haber caído ante las insistencias de cualquiera de ellos, tal vez de ese rubio con el que se veía a veces, Shiryu o quien fuera, sé que muchos estaban tras de él mucho antes y después de mí.

Al salir del baño ya puedo oler el tocino y el café lo que me hace negar levemente. Me preocupa ahora su estado, no debería esforzarse si está de encargo. Después de vestirme llegó a la mesa con todo ya dispuesto, la casa está impecable como siempre y el me mira parado cerca de mi, esperando la critica al platillo y una reprimenda si algo salió mal, es lo que siempre hago, solo me dedico a agredirlo de todas las maneras en las que se me ocurre. No se porque lo hago, tal vez para hacerlo menos y que piense que solo yo puedo quererlo. Sea como sea lo he convertido en una sombra del joven sonriente que era antes.

Comiendo el platillo veo como se cubre la boca conteniendo la respiración. Lo miro fijamente hasta que no puede más y corre al lavabo donde evacua lo que no ha comido. Preocupado me planto a su lado y sostengo su cabello hasta que termina.

-Lo siento- murmura tomando agua para enjuagarse la boca.

-¿Te pasa muy seguido?

-No, solo en las mañanas pero no todo el tiempo.

-¿Qué te ha dicho el médico?

-Debo ir esta tarde- sus respuestas son automáticas, parece un robot.

-Voy a ir contigo ¿Está bien?

-De acuerdo- asiente mirando el suelo- la cita es a las tres de la tarde ¿Debo esperarte?

-Si, pasaré por ti e iremos en mi auto- beso su frente para despedirme pero el ni siquiera sonríe. No recuerdo cuando fue la última vez que lo vi sonreír.

En la oficina el día pasa con lentitud, trato de no preocuparme demasiado pero tengo un mal presentimiento con todo esto. Reviso papeles a los que a penas les presto atención hasta que un llamado en  la puerta me hace distraerme aun más de mis asuntos.

-Adelante- de inmediato es Camus el que entra con una sonrisa.

-Buenos días- saluda acercándose para besarme pero desvío el rostro- ¿Aun no te sientes bien?

-Tenemos que hablar- pido mirando sus rubíes. Él suspira y se sienta en la silla frente a mi escritorio esperando a que comience a hablar- creo que debemos terminar con esto.

-Ajá- asiente sarcástico- ¿Cuántas veces he escuchado eso antes?

-Esta vez va en serio- frunzo el entrecejo. Es cierto lo que dice, nuestra relación tiene cerca de cinco meses y en ese tiempo le he dicho demasiadas veces que ya no quiero seguir haciéndole esto a Shun, pero apenas lo encuentro de nuevo con una excusa, al día siguiente vuelvo a la cama de mi amante para satisfacción de Camus- Shun está de encargo- Camus no reacciona, su rostro aun es sereno.

-¿Y eso que?- se encoje de hombros y sonrío por su reacción, sé que está temeroso.

-Las cosas no pueden seguir así, ahora debo ver por mi hijo.

-¿Y es tuyo?- la sonrisa se borra de mis labios- tú mismo dices que te engaña ¿Seguro que no es de Shiryu?

-Es mío- digo con toda seguridad, después de todo la información que recibí de Hagen me lo confirma.

-¿Y cómo quedo yo en esto?- está enojado, lo veo en sus ojos a pesar de que su expresión sigue siendo inexperta.

-Camus- susurro en una disculpa, después de todo yo fui quien lo enamoró.

-No me digas que lo sientes, Hyoga- se levanta indignado y se acomoda el cabello para salir- no voy a dejar que me tires a la basura ahora que te has cansado de mi- amenaza con su mirada fría y sale de mi oficina sin permitirle decir nada.

Camus me gusta mucho,  lo quiero también, es un hombre elegante, orgulloso y muy complicado, eso es lo que me atrae de él, además de su belleza física, no conozco a nadie más con ese tono en su cabello y ojos. Me tomó mucho tiempo hacerme de armas para seducirlo pero al final lo conseguí con ayuda de Shura. Poco le importa a éste el matrimonio, no cree en él y se mantiene alejado de todos esos temas, me ayudó con Camus porque no le costaba ningún esfuerzo y no creo que le remuerda la conciencia el haberme ayudado a engañar a Shun.

Este día fue largo aunque ya no volví después del almuerzo. Cerca de la hora acordada conduje a casa para llevar a mi esposo al médico y saber de nuestro hijo. Espero escuchar buenas noticias, no quiero enterarme que por mis maltratos ese bebé o Shun tengan algún tipo de anomalía.

Notas finales:

Espero saber sus opiniones.

Saludos.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).