Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

KATAKIUCHI por Ayume46

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

LO DE SIEMPRE.... ARIGATO ODA-SAMA POR DARME A MIS TORTOLITOS!!!! XDD

-Por fin es la hora...

 

Anude mi pañuelo en mi cabeza y puse las manos sobre las empuñaduras de mis amadas katanas. Después de dos semanas de insufrible espera, de seguir y sobornar a lo mas despreciable de aquella maldita ciudad había tenido lo que quería, el escondite de esas malditas ratas. El edificio pasaba desapercibido a primera vista, es más había pasado cientos de veces por delante de sus puertas durante este tiempo sin saber que allí estaba lo que tanto buscaba. En la puerta una anciana se mantenía sentada en una silla, mirando a todo transeúnte que se acercara demasiado a las puertas, y claro esta yo no había pasado desapercibido para ella.

 

-Jovencito que buscas por...

 

-Tienes dos opciones maldita vieja... Huye o muere como los demás.

 

Sus ojos se desencajaron por la sorpresa, notando como su cuerpo comenzaba a temblar por el miedo... Segundos después su figura se perdía por un callejón cercano, sin decir una palabra o mirar atrás.

 

-Me has echo un favor... Aunque fueras una anciana seguirías siendo una dama para él.

 

Era el momento, desenfunde mis katanas y derribe la puerta de una patada, encontrándome con cuatro hombres sentados tranquilamente. Tras la sorpresa se levantaron de golpe, echando mano a los bultos que escondían bajo su ropa.

 

-Muy lentos...

 

Antes de que las pistolas de esos hombres pudieran disparar cayeron al suelo derrotados. Podía ver las heridas abiertas en sus pechos, dejando la sangre resbalar lentamente hasta el suelo, formando un charco cada vez más grande. No pude evitar sonreír, degustar la visión de esos malnacidos muertos... “No hay tiempo para esto.” Seguía caminando por la casa, degollando y cortando a todo aquel que tenía la poca fortuna de encontrarse conmigo. Al fin había recorrido la planta baja llegando hasta las escaleras. “Solo son dos plantas, si no esta aquí...” Mi mirada se desvió hacia arriba, observando el último de los peldaños. “Tienes que estar ahí.” No dude un segundo, corriendo hacia el piso de arriba.

 

-Ahí esta!!!

 

En cuanto estuve en la parte superior me vi rodeado. Aquellos hombres apuntaban sus fusiles hacia mi, dejando sin ninguna escapatoria.

 

-Maldito estúpido... Quien te crees que eres eh? Un héroe? Jajajajaja!!

 

Las risas de aquellos malditos resonaban en mis oídos, provocando que el poco autocontrol que había decidido mantener se esfumara.

 

-Yo soy el idiota?

 

Sus risas pararon en seco, haciendo que sus ojos me miraran fijamente.

 

-Un héroe salva personas... Yo no vine aquí para eso, precisamente.

 

“Para eso ya es demasiado tarde, verdad?”

 

-Estúpido orgulloso! Deberías temernos como hace el resto! Acaso sabes quienes somos eh?

 

-Quienes sois... Idiotas muertos.

 

-Pero que...

 

-Disparad!!!

 

Detuve los proyectiles con mis katanas, usándolas de escudo para acercarme lo suficiente a ellos.

 

-Te tengo.

 

-AHHHHHH!!!

 

El primero cayó gritando, agarrando su hombro mientras su brazo cercenado golpeaba el suelo, manteniendo aun en su mano el arma que portaba.

 

-Cabrón!!

 

El siguiente de ellos no tardó mucho en caer, esta vez en completo silencio... no en vano antes de tocar el suelo había muerto.

 

-Quien es el siguiente?

 

El miedo en sus ojos, como sus pasos retrocedían mientras sus caras se desencajaban viendo a sus compañeros... inevitablemente esa imagen vino a mi mente de nuevo, sus ojos apagándose...

 

-NOOOOO!!!

 

Mi acero se clavó en su interior, atravesándolo de lado a lado, dejando que el rojo liquido resbalara por la hoja goteando lentamente.

 

-P...por...fa...vor... yo....

 

El último de esos hombres estaba justo frente a mi, detrás del cuerpo sin vida que colgaba de mi espada. La saque de golpe de su interior, sintiendo como su sangre aun tibia manchaba mi ropa tiñéndola del mismo color. Me acerque a él, acorralándolo contra la puerta, esa en la que estaba seguro que se encontraba mi objetivo...

 

-Esta ahí, verdad?

 

El pobre chico a penas atino a asentir con la cabeza muerto de miedo.

 

-Perfecto...

 

-Dejame... te... te lo suplico!!

 

Cayó de rodillas frente a mi, mostrándome como las lágrimas corrían por su rostro. Ahora que lo miraba más de cerca...

 

-Tu estas allí... Te vi aquella tarde en el mercado...

 

Su expresión cambio en un segundo, confirmándome que había dado en el clavo. Intentó negarlo, suplicó, lloró, grito clemencia...

 

-Cobardes...

 

Mi katana se alzó sobre su cabeza, reflejando su gesto aterrorizado durante un segundo... hasta que mi acero se hundió en su cráneo.

 

-Él era mucho mejor que todos vosotros.

 

Abrí la puerta, buscando con la mirada al responsable de que mi vida fuera un desastre, de que hubiera dejado de ser un mugiwara.

 

-No tienes donde esconderte.

 

Aquella especie de oficina estaba cubierta de papeles, mapas, esquemas...

 

-Preparando otro, verdad?

 

Solo fue un pequeño sonido, apenas perceptible... pero provenía de aquel pequeño armario. Me acerqué hasta él y sin mediar palabra clavé mi katana en él, oyendo el grito de dolor de quien se escondía dentro.

 

-Parece que encontré al rey de las ratas...

 

Abrí el armario, encontrándolo encogido, sujetando su brazo herido.

 

-Quien demonios eres? No pareces un marine...

 

-Un marine? Desde leugo que no... Más bien todo lo contrario, o eso era al menos.

 

-Un pirata? Entonces por que tu...

 

-Por que? Eso debería preguntarte yo a ti... Por que le haces eso a tu propia gente? Por que los asesinas sin piedad? Cobarde...

 

-No queremos estar bajo el yugo de esos malditos del Gobierno Mundial! Nosotros queremos... AHHH!!!

 

La presión de mi mano sobre su cuello le hizo callar, detener esas consignas sin sentido, esas excusas baratas que usaban para justificar su maldita barbarie.

 

-Me importan una mierda tus ideas, que seas un maldito bastardo...

 

Solté su cuello y alcé una de sus manos hasta pegarla a la pared.

 

-Podríais haber seguido con vuestra estúpida guerra sin sentido durante años y es probable que jamás hubiera sabido de ella. Pero por desgracia tuvimos que desembarcar en esta isla.

 

El hombre me miraba incrédulo, incapaz de entender de lo que le hablaba.

 

-El momento equivocado, el sitio equivocado...

 

-AHHH!!!

 

Mi espada se clavó en su mano manteniendola presa contra la pared. La otra mano no tardó mucho en unirse a la primera, justo al lado contrario, dejando su cuerpo colgado de la pared, crucificado...

 

-No se de lo que hablas... Pero ten piedad de mi, te lo ruego!!! Mi familia... mi hija... mi esposa...

 

-Jajajajaja!! Alguien como tu hablando de piedad? De familias? De seres queridos?

 

Lancé una patada contra su estomago, haciendo que expulsara el aire de sus pulmones.

 

-Tu no te mereces eso.

 

Me acerqué hasta la mesa, separando la silla para sentarme y contemplar mi obra.

 

-Necesito una copa.

 

Alcancé la botella de licor que había sobre la mesa y comencé a beber. Un trago tras otro, mientras sus suplicas se iban nublando y mi mente se perdía en lo que me había llevado a esto.

 

-Él si la merecía...

 

 

 

------------------------------FLASHBACK-----------------------------------------------

 

 

 

Porque siempre tenia que acabar de burro de carga de ese maldito idiota? Si tan solo no tuviera esa jodida deuda con la bruja...

 

-Deja de perderte en las musarañas y espabila marimo!!

 

-Estas buscando pelea idiota? Por que si quieres yo te a puedo... Mierda!!

 

Algún estúpido había chocado conmigo, tirando toda la carga que llevaba a cuestas. Si ya estaba cabreado su actitud era la último que me faltaba...

 

-Acaso no piensas pedir perdón o que? Ven aquí que te voy a enseñar modales pedazo de cabrón!

 

Ese chico siguió su camino sin más, mirandome con una sonrisa que no supe como interpretar... Acaso se estaba riendo de mi?

 

-Yo te ayudaré.

 

-Eh?

 

Volví mi vista encontrándome con una chica joven, quizá unos diecisiete...

 

-Mellorine!!!! Olvida a ese estúpido puede arreglárselas!!!

 

-Cocinero no me tientes...

 

-No es nada!! Te ayudo si?

 

La verdad la chica parecía agradable. No pude evitar sonreír al ver como el rubio moría de los celos al ver que no era el centro de atención. “Vaya, vaya... No puedo negar que te pones mono con esa cara...”

 

-NOOO!!

 

La chica me miró asustada por mi grito, dando por hecho que me refería a su propuesta. No me atreví a decir nada, solo escuché los insultos del cejillas mientras seguía perdido en mis pensamientos. “Como puedo pensar que “eso” es mono? Por Dios!! Es un hombre y para mas inri ese imbécil!!”

 

-Disculpate con la señorita y...

 

-Me largo.

 

-Como?

 

-Dijiste que solo quedaba comprar un par de cosas así que no te hago falta, cierto?

 

Lo mejor era salir de allí y alejarme de él antes de que hiciera el ridículo. Pude oír sus protestas y sus gritos pero los ignore por completo. Mi mente ya tenia suficiente trabajo con descifrar a que cojones había venido ese pensamiento...

 

-Más me vale borrarlo y fingir que ni lo pensé...

 

Caminé por aquellas calles sin saber muy bien a donde dirigirme. Si estaba perdido, pero eso me daba mas tiempo para recomponerme.

 

-Maldito estúpido!! Si tan solo pudiera sacarte de mi mente... Por que demonios tengo que pensar siempre en ti coci...

 

Aquel enorme e insoportable estruendo sonó por todas las calles de la ciudad. Instintivamente me tapé los oídos, intentado que aquel silbido que los martilleaba desapareciera de una vez. Pero cuando comenzó hacerlo y volví mi vista me encontre con algo que me dejó paralizado. Una enorme columna de humo y fuego se alzaba entre las casa, justo de donde minutos antes...

 

-Cocinero!

 

Las bolsas cayeron al suelo mientras corría por aquellas angostas calles buscando el origen de aquella explosión. Según me acercaba al lugar podía ver los rostros perdidos en el pánico de la gente, y aquellas conversaciones que se colaban en mis oídos mientras pasaba aunque no quisiera oirlas.

 

-Ha sido en el mercado! Una atentado!!!

 

-Maldito... Nosotros no somos marines somos como ellos!!!

 

-Otra vez no... por favor... Nosotros solo queremos vivir en paz...

 

Al fin llegué al centro del desastre. Los hombres se peleaban contra el fuego y los escombros, buscando como podían algún superviviente, mientras las mujeres miraban la escena horrorizadas y llenaban el silencio con sus llantos. Revisé todo rápidamente, buscando algo que me dijera que me equivocaba, que el rubio no estaba...

 

-Eso... eso es...

 

Podía vislumbrar parte de la fachada de uno de los edificios, lo que hace unos momentos era una tienda de comestibles. Recordaba perfectamente lo que dijo cuando horas antes pasábamos frente a su puerta... “Recuerdame que no quedan especias, si? Tengo ganas de hacerles un delicioso plato de curry a mis damas!!”

 

-Mierda!! Sanji!!!!

 

Me lancé directo hacia allí, apartando escombros con mis manos, intentando encontrar el mas mínimo rastro de él. Era inútil, aquello era una montaña de hierros fundidos y cemento, ni siquiera sabía donde buscar...

 

-Contestame maldito idiota!! Vamos no puedo encontrarte solo!!!

 

-Cof... A... qui...cof...

 

Había alguien justo a un par de metros de mi!! “Tiene que ser él, tiene que serlo!!” Me deshice de los cascotes lo más rápido que pude, dejando visible una mano y el puño de un traje.

 

-Te encontré!

 

En menos de un minuto lo había sacado de aquel agujero, cogiéndolo en brazos y sacándolo de allí.

 

-Vamos... mirame...

 

Sus ojos hicieron el esfuerzo para abrirse, mirándome aunque apenas pareciera verme.

 

-Ma...rimo...

 

-Si soy yo, así que mas te vale resistir si? Estamos llegando al barco, vale? Tu solo mirame y mantente despierto.

 

-Zoro...

 

-Eso hablame! Te ayudara! Vamos tienes permiso para decirme todo lo que quieras, si?

 

-Zoro...

 

Sentí su mano aferrarse a mi camisa, haciéndome desviar mi vista del camino y mirar su cuerpo. Estaba completamente cubierto de sangre, mirara a donde mirara solo podía ver aquel color rojo.

 

-Yo...

 

Por fin me centré en sus ojos, viendo como parecían apagarse lentamente.

 

-Sanji!

 

-Lo siento...

 

-Por que sonríes imbécil? No los cierres...Mirame...Mirame joder!!!

 

Zarandee su cuerpo con fuerza, sin obtener respuesta. Me dejé caer de rodillas, tumbando su cuerpo sobre el suelo, intentando reanimarlo a toda costa.

 

-Por favor... no me dejes... VAMOS SANJIII!!!!

 

Continué durante horas cuidando su cuerpo, intentando conseguir que sus ojos me miraran de nuevo. Allí fue donde me encontraron nuestros nakamas ya caída la noche, tumbado junto a él, rodeándolo con mis brazos para que no sintiera el viento frío que comenzaba a arreciar.

 

 

 

-------------------------------FIN DEL FLASHBACK---------------------------------------

 

 

 

Por eso estoy sentado en esta silla viendo al hombre que planeo la masacre gritar de dolor, por eso mate a cada uno de los que tuvieron algo que ver en lo ocurrido ese maldito día... Metí la mano en mi pantalón, sacando con cuidado una cajetilla de tabaco. Era la ultima que tuvo, la que llevaba ese día entre sus ropas. Estaba manchada de sangre, abollada y prácticamente destrozada... Pero aún mantenía intacto un cigarro, el que guardé esperando este momento. Lo encendí y di una calada, aspirando el humo, dejándome embriagar por el aroma que siempre tenía el cocinero.

 

-Por fin conseguí lo que te prometí... Por fin cumplí tu venganza...

 

Me levanté del asiento, dispuesto a acabar con el último resquicio de esos autoproclamados “amante de las libertades”, cuando confirmé mis sospechas de que pensaban repetir aquel acto. Las cajas apiladas en una de las esquinas dejaban muy claro lo que traían en su interior.

 

-Espero que te arrepientas...

 

-Me... yo.. me perdonas?

 

La sonrisa se pintó en su rostro, mientras yo salía de la habitación y bajaba las escaleras. En cuando llegué a la puerta miré el cigarro prácticamente consumido entre mis dedos.

 

-Ni perdono...

 

La botella de licor que aún mantenía en mi mano cayó en el suelo rodando por él.

 

-Ni olvido.

 

La colilla que sostenía cayó, prendiendo el rastro de alcohol que había dejado en mi camino, subiendo por aquellas escaleras, quemando todo a su paso. Me alejé lentamente, sin echar la vista atrás ni una sola vez.

 

-Solo espero que te arrepientas para cuando volvamos a vernos... en el infierno.

 

Aquella casa estalló en mil pedazos, haciendo que la gente comenzara a gritar y arremolinarse a su alrededor.

 

-Otra bomba?

 

-No puede ser!!

 

La escena era tan parecida a la de aquella vez.... Caminé perdiéndome entre la gente, desapareciendo de la vista de los pocos que me vieron salir del lugar. “Me he convertido en un asesino como ellos... Sin piedad, sin pensar nada más que en lo que yo mismo deseaba... Después de todo yo también tenía mis razones, nee Sanji?”

Notas finales:

Bueno... si lo se he matado a mi rubio!!!!!! TTT.TTT

Pero tenia ganas de hacer algo asi... y esta tarde se me ocurrio la genial idea... ESPERO NO ME MATEN!!!!!

BESOS!!!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).