Por que siempre tenía que ser lo mismo con este idiota? Mira que intentaba ignorarle... pero era capaz de sacar de sus casillas a cualquiera.
-Maldito erocook!!!!!!!
-Anda un alga enfadada! Esto... si te cocino sabrás amargo? Jajajaja!!
-No podrás cocinar si te hago pedacitos imbécil!
Los aldeanos de aquel pueblecito costero hace tiempo que habían ido desapareciendo según nuestra conversación subía de volumen y los golpes empezaban a volar entre nosotros. En todas las malditas islas lo mismo... Acaso no entendía lo molesto que podía llegar a ser? La verdad es que por una vez me ponía del lado de sus damas, si tuviera que soportarlo como ellas me volvería loco! “Esto si que es nuevo... Compadeciéndome de la bruja usurera? Si me lo dicen no me lo creo...” Una fuerte patada y mi cuerpo rodó por el suelo hasta dar contra un puesto ambulante.
-Ya se que con tu única neurona es complicado marimo... Pero podrías concentrarte al menos dos segundos en algo que no fuera dormir o comer?
Esa maldita sonrisa de superioridad...
-Tsk... Te juro que un día te matare estúpido...
Estaba a punto de salir disparado de nuevo hacia él cuando una voz me detuvo, dejándome con cara de idiota y un enfado aun mayor.
-Ay... la vitalidad de la juventud....
Me volví con cara de malas pulgas buscando a la dueña de esa voz, encontrándome a una anciana con una sonrisa aun más repelente que la de ese cocinero. “Lo que me faltaba... Acaso esa pasa arrugada no tiene miedo como los demás?”
-Lárguese antes de que salga herida...
-No.
Vale... Hoy es el día de tocarle las bolas a Zoro y no me había enterado? Controle mis ansias de asesinarla y puse mi peor mirada, intentando darle entender que no era bien recibida.
-Uuuuuuuhhhhh!! De verdad que das miedito chico... jajajajaja!!
Definitivo, esos dos eran familia... Seguro!!!! A la mierda la vieja y a la mierda el cocinero, yo me iba de allí en ese mismo instante.
-Lo que tu digas...
Ya comenzaba a andar alejándome de los dos imbéciles cuando volvió a llamar mi atención.
-Debe ser difícil convivir con un bruto como él no?
-Si!!!!!! No sabe lo que me hace pasar este musgo reprimido!!!
Giré mi vista encontrándome con el cejillas haciendo uno de sus habituales teatros mientras la anciana asentía a cada nueva idiotez que salia de sus labios. “Ignoralos... vamos son dos idiotas... iré a beber algo y me olvidare del asunto...”
-Es un maldito vago!! Todo el día durmiendo, comiendo o bebiendo!!! Mientras yo, el pobre cocinero, me la paso alimentando esas bestias...
-Bes... Bestias? Tu si que eres un maldito animal!!! Parece que te la pasas en celo persiguiendo a toda falda que se pone delante!!!
Su actuación de pobre lastimero se fue al garete, mientras la vena en su frente comenzaba a hincharse según su cabreo iba en aumento... “Ahora es mi turno....”
-Te molestan las verdades... HEN... TAI?
Su aura se oscureció como si hubiera despertado a un demonio o algo parecido... Entonces por que no podía dejar de reírme? “La verdad es que no puedo negar que ese idiota es entretenido....” De nuevo habíamos comenzado a cruzar golpes, dejando a aquella anciana de lado, sin prestarle la más mínima atención... Hasta que se cruzó en nuestros caminos, haciéndonos frenar a ambos en el último segundo.
-Que demonios te pasa abuela? Podíamos haberte matado!!!!
-Jajajaja!!
Y ahora de que se reía esa mujer? Definitivamente estaba totalmente loca....
-Oye que te crees que haces?
Esa mujer tiraba con fuerza de mi mano, hasta que noté como la unía con la del cocinero. No tenía ni idea de lo que tramaba, pero ahora mismo no podía quitar la vista del cocinerucho. Podía notar el temblequeo de su mano y.... a que venía esa cara? Para cuando me dí cuenta una luz intensa me cegó la vista y escuche unas palabras de fondo... Aunque no llegue a entender su significado demasiado bien...
-Comprendele y te comprenderás a ti mismo.
Cuando la luz desapareció y mis ojos volvieron a acostumbrarse me encontré tirado en el suelo y sin rastro alguno del cejas de sushi. “Genial... y ahora donde se metió?” Oí unos cuantos ruidos tras el pequeño puesto, dando por hecho que ese idiota había caído allí por la confusión. Aunque ahora que lo pensaba... Era la oportunidad perfecta!! Lo mejor sería salir pitando y llegar al barco para tomarme una merecida siesta... o quizá una botella de sake? Lo que fuera con tal de perderle de vista. La verdad es que aun notaba la vista de uno de mis ojos algo extraña, como si algo no me dejara ver del todo bien... Lo mejor sería que Chopper le echara un vistazo. Caminé lo más rápido que pude hacía el barco que, por suerte para mi, era fácil de localizar. Podía ver el mástil desde donde estaba solo tenía que seguirlo y listo. Apenas diez minutos y ya subía a la cubierta, encontrándome con las miradas de las dos brujas. Pero por raro que pareciera... me estaban sonriendo y poniéndome ojitos? “Vale... La luz de antes me debió hacer daño a los ojos... Eso o yo alucino, a cual de las dos opciones peor...”
-Te estábamos esperando!!
-A mi?
-Claro!!! Quien más que tu podría hacernos uno de esos deliciosos batidos?
Me tome unos segundos para reaccionar... Que yo les hiciera a esas dos un batido? Primero no tenía ni la mas mínima idea de cocinar y segundo... Ni que fuera ese idiota que usan de esclavo!!
-Ni en broma.
Seguí mi camino hacía la cocina, realmente necesitaba una botella de sake... o dos. Desde luego este día estaba siendo raro por no decir otra cosa...
-Sanji-kun!!!!!!
-Eh?
Me volví hacía ellas, buscando al cocinero. Estaba seguro que tardaría por lo menos un par de minutos mas... Lo justo para hacerme con las reservas de alcohol que necesitaba. Por mucho que busque no dí con él, siguiendo de nuevo mi camino hacía mi preciada bebida, hasta que oí una voz que me hizo volverme espantado.
-TUUUUU!!!!
Mi boca se abrió de tal manera que mi mandíbula se desencajaría en cualquier momento. “Tiene que ser una broma.... una jodida y mala broma....”
-Todo por tu maldita culpa!!!!!!!!!
-Que.. yo.. yo...
-Zoro no empieces, si? No tengo ganas de veros pelear de nuevo...
-NAMI-SWANNNNNN!!!!!! ROBIN-CHUANNNNNNN!!!!!!
-Zoro que...
-Cocinero-san?
-Si... Mi linda dama....
Podía ver como nuestros nakamas se repartían, observándonos a ambos de arriba a abajo, mientras yo era incapaz de quitar la vista de mis manos. Mas pequeñas que de costumbre, blancas.... Pase mi mano por mi cabeza, enredando mis dedos en los cabellos que me llegaban hasta cubrirme el ojo... el que yo creía afectado por ese fogonazo.
-Cocinerucho?
-Exacto musgo... O debería decir cejas de sushi?