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Giratiempo... por Sami chan

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Notas del fanfic:

Espero que este les guste, y haber si ahora si me dejan un...no pido más, un pequeño mensajito, no?   plissssssss 

Giratiempo…

 

 

      Y ahí estaba Harry Potter, sentado frente a la barra de un bar con una copa de whisky  bailando entre sus dedos, suspiro sonoramente ocasionando que el barman lo volteara a ver y con un brillo encendido en sus ojos almendrados le dedico una sonrisa muy esperanzadora, el moreno solo le sonrió a modo de disculpa, levanto su copa y a modo de brindis con el chico se tomo su contenido de un solo trago, el barman no perdió la oportunidad y se acerco apresuradamente y volvió a servir en su copa, un ligero temblor en sus dedos no paso desapercibido para el moreno que lentamente recorrió con la vista desde el principio de esa delicada mano viéndolo paulatinamente hasta que llego al hombro y de ahí siguió por el largo y tierno cuello hasta llegar al rostro que ya ardía por el intenso rubor por la manera en la cual era escudriñado tan meticulosamente, vio sus labios rojos, húmedos y ligeramente entreabiertos y sin querer dejo escapar un ligero suspiro que hizo al chico sentir un ligero tirón en su entrepierna, siguió por la recta nariz y al llegar a sus expresivos ojos almendrados…estudio todo su rostro en conjunto y encontró lo que no buscaba…si, muy lindo pero eran facciones masculinas y el no buscaba eso…él no era gay.

 

       Desilusionado cerró los ojos,  volvió a tomar el contenido de su copa de un solo trago y  lentamente saco de su cartera dinero y pago lo que ya había tomado, se deslizo despacio del banquillo alto y con una seña se despidió del chico dejándolo sin querer algo…excitado, salió a la calle y comenzó a caminar sin rumbo especifico, metió las manos en los bolsillos del pantalón de vestir que le provoco ponerse ese día, eran unos pantalones negros que se amoldaban perfectamente a su cuerpo, delineando unas perfectas piernas y resaltando un perfecto y apetitoso  trasero cubierto por el largo del saco que le gustaba combinar con una camisa clásica en color avellana, sin corbata y con los primeros botones abiertos,  abandonando ligeramente al descubierto parte de su pecho, dejando a la imaginación por lo poco que se alcanzaba a ver unos pectorales muy bien formados, resultado del ejercicio que se notaba que llevaba a la practica muy a menudo.

 

      Camino por un buen rato, sin dirigirse a un lugar en concreto, solo caminaba, ese día en especial se sentía algo nostálgico, y no era porque recordara  a alguien en específico, era solo que había ocasiones como esa en la que la depre lo asaltaba.

 

      Vivía con un amigo el cual en esos precisos momentos tenia una reunión en el departamento que compartían ya desde hacia cuatro años, el nunca convivía con los amigos de su compañero, ya que este era gay y el era heterosexual, no era homofóbico ni nada por el estilo, incluso había ocasiones que  a veces deseaba ser como su amigo, por lo mismo fue el pequeño juego con el barman, pero era solo que ahora no le apetecía charlar con alguno de ellos, quería mucho a su amigo y era por eso que  precisamente le daba su espacio, y cuando este tenia sus reuniones él hacía lo posible por no regresar hasta el día siguiente, cuestión aparte de que en más de alguna ocasión los que llegaban a ir por primera vez, y de casualidad por x causa el aún no abandonaba el departamento se le insinuaban creyendo que él era de los mismos gustos, no se molestaba al contrario a veces les seguía la corriente pero siendo sincero consigo mismo  prefería dejar a su amigo con sus invitados.

 

      Ya con algo de alcohol en el cuerpo decidió meterse a otro bar y tomar algo más, no tomaba muy a menudo pues se le subía con facilidad a la cabeza, pero ese día tenia ganas de tomar más de una sola copa.

 

      Vivía en el Londres muggle desde hacía ya cinco años, tenía un prospero negocio sobre artículos deportivos, le iba muy bien económicamente, y no es que lo necesitara pues tenia una herencia que iba acrecentándose en el banco de Gringotts, pero no le gustaba tocar un solo galeón de oro de su bóveda, de todos modos no lo necesitaba, vivía con ciertos lujos y podía vivir con más comodidades si así lo quería e incluso podía vivir solo, pero estaba tan acostumbrado a la compañía de su amigo y compañero que no pasaba por su mente el tratar de cambiar su modus vivendi.

 

      Se fue a sentar hasta la orilla de la barra, y pidió un whisky doble, e ignorando a todo el mundo a su alrededor y sumergido en su propio universo, paso un buen rato, el bar al que se metió no estaba muy concurrido y eso fue lo que lo indujo a entrar ahí, el ambiente era más bien como bohemio, y contribuía a que estaba algo oscuro, así que disfruto de sus tragos sin mirar siquiera a su alrededor, pasado un buen rato decidió irse a buscar un lugar para pasar la noche, nunca vio el reloj de pulsera que traía pero seguramente su amigo ya estaría terminando con su reunión, no conto con que al salir del bar y le pegara el aire en el rostro, este hizo que de repente los pocos o muchos tragos de whisky que había bebido se tornaran al mil por ciento y todo comenzó a darle vueltas en la cabeza, se sintió perdido en un segundo y trastabillando logro detener a un taxi, al cual se subió le indico la dirección y este lo llevo hasta un edificio de departamentos, pago al taxista y entro en el edificio.

 

     Vivía en el cuarto piso, eran más o menos las tres de la mañana, y deteniéndose por la paredes camino despacio hasta el elevador, subió en el y apretó el botón de su piso, llego hasta la puerta de su departamento, metió la llave y entro, todo estaba a oscuras y por inercia pues conocía al dedillo la ubicación de cada muebles llego sin problema hasta su habitación, nunca se le ocurrió encender la luz de su lámpara,  sentía como si se hubiera tomado todo el alcohol de Londres, con trabajos se desnudo quedando solo en bóxers y aventando su ropa y zapatos por todos lados, se acerco a  su amada cama y deslizándose suavemente dentro de la sabanas sintió un cuerpo tibio bajo estás, no pudo pensar en nada pues al momento sintió un calorcillo tan delicioso  que sin pensar lo abrazo, sintió el pequeño sobresalto de ese cuerpo al momento de sentir su mano sobre su piel, y deslizándola  despacio  por una cintura muy estrecha que se le antojaba de alguien muy delicada, aspiro con fuerza y llego a lo más profundo de sus fosas nasales un aroma que le embriago aun más todos los sentidos, y con la mente nublada se acerco y jalando posesivamente ese cuerpo hasta tenerlo pegado completamente a su piel, comenzó a besarle el cuello, decidido su mano comenzó a pasear por esa piel, comenzando por el delicado y suave cuello, acerco su nariz al hombro de su acompañante y aspiro mientras dejaba ahí un manso beso, su mano acaricio ese fino brazo y sintió como se erizaban los bellitos de esa delicada piel, en su mundo alterno sonrió para sus adentros, si se le erizaba así la piel, eso indicaba que lo estaba disfrutando, así que siguió con su recorrido y del brazo paso directamente a posar su mano en el vientre de quien quiera que fuera que estaba ahí suspirando por los toques cálidos de su mano, la sintió temblar y dejar escapar un gemido, eso indicaba que iba por buen camino, por un instante pensó en darle las gracias a su compañero por haber llevado a una chica a su reunión, pero sobre todo por haberla dejado dormir en su habitación.

 

     Con la mente nublada por el alcohol y por el aroma tan delicado que lo acababa de extasiar aún más si es que se podía, siguió con su tarea de hacerla sentir bien, generalmente no le gustaba tomar alcohol pues era poco tolerante a este, fácilmente se perdía si tomaba algo más de la cuenta, por esa razón era que cuando lo hacia era en compañía de sus amigos, pero como ya tenían casi dos años sin reunirse pues, era el mismo tiempo sin probar nada.

 

     Así que después de dos años de abstinencia, tomar la cantidad que tomo en esa salida, pues era de esperarse que con poco cayera de borracho.

 

     Suspiro y abrió los ojos, todo estaba muy oscuro, demasiado, aun así alcanzo a ver los ojos que lo miraban fijamente, los noto porque tenían un brillo muy especial y lo dejaron sin aliento, no podía verle la cara pero eso no le importo, si esa chica tenia ese par de ojos tan bellos, tan expresivos, llenos de pasión, así debía tener el alma, pues dicen que a través de los ojos se puede ver el alma de quien sea.

 

     Levanto una mano y tomándola del mentón para evitar que se alejase, se acerco a ella y beso sus labios muy suavemente, con ternura infinita recorrió lentamente todo su semblante depositando suaves besos por todo el rostro bajo su mano para tocar ese par de montes que ya se imaginaba pequeños y tiernos acunando entre sus manos, de pronto sintió como a punto de tocarlos una mano lo detuvo y dándole un pequeño beso lo alejo despacio, se sintió un poco frustrado pero sintiendo como su acompañante se daba la vuelta y se colocaba de espaldas a él dándole pauta a que siquiera por ese camino, sonrió y no lo pensó, vaya ni siquiera podía pensar, así que solo siguió a sus impulsos tomo un mechón del largo y sedoso cabello y lo olisqueo, inhalando muy fuerte y llenando sus sentidos de ese aroma sonrió,  y decidió seguir acariciando tiernamente esa fina cintura, deslizo muy suave un dedo por el contorno de esa delicada figura, depositando pequeños besos en la elegante espalda, siguió con su recorrido hasta ese par de dura nalgas que se le ofrecían como un manjar a los dioses, las beso, acaricio, mordió con suavidad y finalmente con su lengua llego hasta una entrada que permanecía oculta todavía más en la oscuridad, lentamente abrió esas apetecibles nalgas e introdujo su lengua en ella que como una pequeña serpiente que buscaba ávida su cueva y contenta daba con ella, deslizo su mano por esa cadera y acaricio el plano vientre lentamente, su mano se deslizaba hacia ese delicado monte de Venus para  introducir un par de dedos en ella, cuando sintió como lo volvían a detener, y suspiro dándose por vencido, pero no todo estaba perdido, así que su lengua trabajo lentamente preparándola para poseerla por detrás, murmuro sin varita un par de hechizos que hizo desaparecer sus bóxers y después uno de  lubricante, y la sintió temblar ante su cercanía y lentamente con toda la delicadeza de que fue capaz por fin la poseyó, oía sus jadeos y sentía que su alma se iba al cielo, nunca se había sentido así, la escucho murmurar bajito su nombre entre gemidos, no se le hizo extraño pues todos los amigos de su compañero sabían su nombre, y así la hizo llegar al clímax al mismo tiempo que él.

 

     Llevaba los mismos cuatro años sin una relación estable, había tenido sus queberes pero nada de importancia, sabía que estaba en una situación muy vulnerable, así que no debía emocionarse…pero esa sesión de sexo fue…wowww,  desde hacía ya mucho tiempo que no sentía tal conexión con alguien, y ese par de ojos tan…bellos y expresivos, sentía que de algún lado ya los conocía, pero no estaba en condiciones de ponerse a pensar en donde.

 

     Así fue que amaneció y mucha luz entrando por su enorme ventanal, lo despertó y con mucho trabajo abrió los ojos, sentía que una manada de centauros habían pasado por su cabeza, de pronto recordó a su acompañante y se sopetón los abrió, olvido momentáneamente su dolor y la luz, desilusionado busco entre sus sabanas y descubrió tristemente que se encontraba solo en esa ahora ya enorme cama, suspiro, se levanto y se dirigió al baño, abrió su botiquín y saco una botellita con una poción anti resaca, nunca pensó usarla pero si no había otro remedio…

 

 

     Al cabo de casi  una hora salió de su habitación, ya iba bañado y bien vestido, en esa ocasión se había puesto unos pantalones azul marino con rallas muy, muy delgadas que acentuaban su trasero de forma sugerente y por el cual los amigos de su compañero de piso le… como vulgarmente se dice, echaban  los perros, iba con una camisa de un azul muy tenue, un saco que delineaba su figura y que hacia juego con el pantalón e igual sin corbata y con los primeros botones desabrochados, zapatos muy bien lustrados y con una agua de colonia cara y tan grata a los sentidos del olfato que el que se le acercaba deseaba perderse entre los brazos del moreno de ojos verdes.

 

     Había madurado, y eso mismo lo demostraba también en su vestimenta, sabía como debía vestirse y para que ocasiones, en los días de trabajo vestía muy formal y en fin de semana le gustaba usar sus jeans de mezclilla y su sudadera o una simple playera, su cabello…su cabello era cuestión aparte, ese nunca se doblegaría, por lo mismo lo llevaba algo corto, aun así esa mata de cabello lo hacia ver al mismo tiempo formal y rebelde, le gustaba el contraste.

 

     Algo ansioso salió de su habitación y busco en la cocina, en la sala, en todo el departamento hasta que llego a la habitación de su compañero, pero curiosamente este ya no se encontraba en el lugar, suspiro frustrado y decidió a irse a trabajar, ya hablaría con su amigo al regresar de su trabajo, definitivamente le urgía preguntarle por la chica que estuvo en su cuarto, no le diría lo que paso aunque ya sabía que su amigo lo intuiría, aún así el era un perfecto caballero y no diría nada que ensuciara el nombre de su dulcinea…

 

-          Estoy loco   -   sonrió para si mismo  -   completamente loco, como es posible, una noche con ella, no sé su nombre, no vi su rostro y aún así siento que esta hecha para mi…

 

Estaba tan de buen humor que ese día termino hasta más temprano sus reuniones de negocios, se apresuro a llegar a su departamento y hablar con su amigo, al cual por fin encontró…

 

-          Hola…   -   apresurado entro a la sala y se quedo mudo por completo al ver que su amigo no estaba solo   -   lo siento, no sabia que estabas acompañado  -  se detuvo al ver frente a si una larga cabellera rubia platinada, cubriendo una espalda que seguramente era de la chica que lo había cautivado por completo, sabia que si veía esos ojos sabría sí era ella, sonrió y envalentonado camino alrededor del sillón y parándose de frente decidió a presentarse con esa chica, al segundo de aquello se quedo mudo sin saber que hacer o que decir al reconocer al personaje sentado en su sillón, en su sala y que tenia ya unos buenos seis  años sin ver…trago saliva y dijo   -   ¡Malfoy!  

 

-          Potter…   -   el rubio se levanto despacio y tímidamente  le ofreció su mano en calidad de saludo, el cual por un momento temió que le hiciera lo de la primera vez… que lo rechazara  -  tanto gusto verte…  -   medio sonrió  nervioso y evadió su mirada.

 

 

-          No…el…el gusto es mío…   -   al igual que el rubio, Harry también medio sonrió nervioso y muy desilusionado, acción que no paso desapercibida para ninguno de los chicos ahí en la sala y que por alguna razón el moreno ni siquiera había tomado en cuenta, aún así le dio la mano recibiendo el cálido saludo de parte del rubio, así que viéndose comprometido y algo avergonzado y muy decepcionado saludo a los demás, saliendo como alma que lleva el diablo de aquel lugar, siendo seguido por su amigo llegando hasta la cocina.

 

-          Harry… ¿Qué pasa?   -   lo siguió y se coloco a un lado de la isla de la cocina en donde el moreno llego y se recargo muy pensativo.

 

 

-          Nada…  -   dejo escapar un suspiro y cerro los ojos  -    ¿sabes quien es la persona que acabo de saludar de mano en la sala?

 

-          Mmm…me imagino que tu si, ya que lo llamaste por su apellido, es Draco Malfoy  y si lo conozco, es de mi circulo de amigos, y de hecho después de ti, él es mi segundo mejor amigo ¿quieres conocerlo mejor?   -  pregunto creyendo que  el ojiverde  le había preguntado eso por que quería saber algo más del rubio, así que sonrió algo divertido y dijo  -   ya sabia que tenias que dar tu brazo a torcer, y salir por fin del closet, pero nunca me imagine que tuvieras el gusto tan refinado, aunque sinceramente…

 

 

-          ¿sinceramente que…?   -    no pudo evitar  ser curioso.

 

-          Es de los más difíciles, si quieres algo con el, mmm…pues no creo que te la ponga nada fácil   -   dijo algo pensativo.

 

 

-          No seas gillipollas Isaac, no busco nada con el…  -   suspiro y algo melancólico  dijo   -  el era un compañero de colegio y verlo, así…de repente, me descoloco por completo… además es hombre   -   dijo algo enojado, de repente recordó por lo que había irrumpido en la sala de esa forma y le pregunto  -   oye por cierto, ¿la chica que trajiste anoche… quien es?

 

-          ¿chica…anoche?   No Harry yo nunca traigo  chicas a mis reuniones, es de mala suerte, sí, las tengo y muchas pero no las invito nunca, sería mi muerte…social   -   le guiño un ojo y le sonrió, escucho que lo llamaban  y salió de ahí, dejando a Harry con el alma en un hilo, completamente choqueado, y sin saber que hacer o que pensar…

 

 

-          No…no…no, la chica de anoche…sí era una chica…   -   dejo caer las dos manos sobre la isla y cerro los ojos, sentía que el piso se abría bajo sus pies, comenzó a sudar y sintió vértigo por el cual casi sintió que le falto el piso, de pronto sintió unas manos sobre su cintura que lo sostuvieron y abrió los ojos asustado.

 

-          Lo siento…no deseo incomodarte, pero…te sientes bien, ¿te veo algo pálido?

 

Por instinto Harry se soltó de un jalón, sintió que esas manos le quemaban y sin poder evitarlo, de un manotazo se aparto  de ellas y dio un paso hacia atrás, era Malfoy…

 

-          Eeh…yo…lo siento, no pretendí ser grosero…    -   no quería mirarlo a los ojos y disculpándose dijo mientras salía apresurado   -   disculpa, debo irme.

 

-          Claro…   -   muy pensativo estuvo ahí por espacio de unos cinco minutos, suspiro nostálgico, al principio estaba algo  asustado pero después de esto, lo que estaba era… ¿decepcionado, triste…?  Se dio la vuelta y salió de ahí, dejando un aroma muy agradable a los sentidos, en ese preciso instante el moreno regreso por un vaso de agua, y sonriendo reconoció ese aroma y corriendo salió de la cocina y entro en la sala nuevamente buscando con la mirada, todos lo observaban callados y sonrientes, esperando que el amigo de Isaac por fin se pasara del lado de la luz, o sea de su lado de la acera, todos lo miraban expectantes lo vieron buscar ansioso sin decir nada, salió de ahí dirigiéndose al baño, busco y nada, busco por todas las habitaciones  y nada, desilusionado regreso a su habitación y ahí se encerró, hasta que los amigos de Isaac se fueron yendo poco a poco, al cabo de un buen rato salió, ya iba vestido con el pantalón del pijama nada más y se dirigió a la sala, esta ya se encontraba vacía, decidido a averiguarlo se encamino a la habitación del chico, pensó encontrarlo en ella, la puerta estaba entreabierta y sin tocar la abrió muy despacio, lo que vio lo descoloco por completo.

 

 

     Ahí estaba…si, era Draco Malfoy con la camisa del pijama de Isaac caminando descalzo hacia la cama, lo miro de arriba hacia abajo y su corazón se acelero sin querer, despacio recorrió con la mirada esas masculinas piernas, muy bien formadas, largas, de piel muy pálida, si,  pero eso no le quitaba lo apetecible que se veían, lo miro caminar y aguanto la respiración, la tela de la camisa del pijama no era ni remotamente transparente ni sexi, era una simple camisa blanca de un pijama común y corriente pero delineaba perfectamente la figura del rubio tan pero tan bien que sin querer se tuvo que morder el labio inferior para atrapar un suspiro que apunto estuvo de escaparse de entre sus labios, supo que no traía bóxers debajo de ella  y sintió un tirón en su entrepierna, despacio lo recorrió con la mirada hasta que topo con su largo cabello, ese cabello que se veía tan sedoso, se imagino enredando sus dedos entre cada hebra y…y cerro los ojos y aterrado  se dio la vuelta y corrió hacia su habitación…

 

-          Por Merlín…casi babeo…  -   asustado se encerró en sus aposentos y decidió no salir por nada del mundo, coloco un hechizo antisonorisante y se dedico a pensar, estaba asustado y nervioso,  nunca en su corta vida pensó ver a Malfoy, menos así como lo había visto, vaya de hecho nunca pensó en volver a verlo.

 

     Es más no pensó en ver a nadie del mundo mágico nunca más, solo a sus amigos y eso seria en el Londres muggle, había huido del mundo mágico después de la guerra, porque ese mundo le recordaba que aunque Voldemort era un mago oscuro y era el malo de la película, él… lo había matado, para el mundo mágico era un héroe, sí, pero por más que lo aclamaran y felicitaran, sobre su conciencia pesaba una muerte, y eso dolía, y mucho…fuera de quien fuera…y sí, también  ayudo a los Malfoy a que no fueran a dar a Azkaban pero también  soñó en que no volvería a verlos nunca más…

     Y tener ahí a Malfoy cerca…demasiado cerca de hecho, era volver al pasado, un pasado muy doloroso que se empeñaba en dejar muy, muy atrás.

     Suspiro muy fuerte y sintió el aroma de la chica de anoche, por más que se devanaba los sesos no encontraba la forma de saber quien era esa misteriosa chica que lo había vuelto loco, de repente su mente volvió con una fuerza increíble a situarse en… Malfoy, si en un Malfoy semidesnudo en la otra habitación, y de repente le entro una rabia tremenda…

 

-          ¿Entonces…con que dijiste que no era nada fácil y viene y se queda a chacotear con el?  Maldito me lo dijiste para que no me le acercara   -    apresurado se levanto de su cama  muy enojado y decidido a ir y reclamar salió de su habitación, cuando de pronto a punto de tocar a la puerta reacciono   -   ¿y a mí que demonios me importa si duerme con Isaac, o con quien sea?  si es fácil o no, es muy su puto problema…  -   rumiando su suerte se regreso a su habitación y volvió a encerrarse en ella a piedra y lodo.

 

     Y lo cumplió, no salió de su habitación en el día siguiente, suerte que era sábado y no tenía que ir a su trabajo, además de que era su propio jefe, ventajas de ser el propietario de su propia empresa.

 

     Aun así lo resintió y se sentía triste y nostálgico, así que deseando hacer algo diferente llamo a sus amigos, a los cuales hacía mucho tiempo que no veía.

 

     Se cito con ellos para esa misma noche, saldrían de antro y se divertirían, ja de eso se encargaba él…vaya que si.

 

     Esa noche fueron como antiguamente eran llamados, el trío dorado se dirigio  después de no verse en tanto tiempo, a un antro, discoteca, pub, bar o como sea que se le llamase a esos lugares, a el no le importaba a donde se dirigieran, el punto era salir y no pensar en su compañero de departamento follando como un maldito desquiciado con el rubio en su habitación.

 

     Hermione y Ron se habían casado y tenían una linda hija y aunque ya hacía casi dos años de que no se veían para nada, la intuición de la castaña seguía intacta.

 

     Así que no perdió tiempo y en cuanto el ojiverde tenia ya dentro de su cuerpecito algo de alcohol y que sabia no le daría mucho trabajo averiguar que es lo que le pasaba, puso manos a la obra y comenzó el interrogatorio, interrogatorio que él moreno no pudo capotear y suspirando comenzó a hablar…

 

-          Hermione tuve sexo…    -   comenzó a hablar…

 

-          Wooow…pero Harry eso no debería ser novedad o…que… ¿acaso llevas vida de monje, para que eso sea una gran noticia?  -   dijo la castaña algo sarcástica.

 

-          No te burles Hermione, que esto es serio   -   dijo algo abochornado, pues nunca se había acostumbrado a hablarle de sexo a su amiga.

 

-          No me burlo Harry pero, vaya, tienes ya casi veinticinco años, una edad en la que deberías de tener sexo cada noche   -   miro la cara de terror de su amigo  y corrigió apresurada    -   ok, no cada noche, pero vete en un espejo y mira lo que hay  -  le tomo el mentón y continuo, Ron solo los veía muy callado, sabia que ese llamado de Harry traía algo de trasfondo y ahí estaba Hermione, su esposa tratando de arreglarlo   -   eres un bombón y cualquiera estaría feliz de que posaras tus ojos en ella ¿porque sigues solo?  Eres muy joven, tienes el mundo a tus pies, tienes dinero, juventud, belleza, ¿Qué pasa contigo Harry Potter? Pregunto algo preocupada.

 

-          Que fue el mejor sexo de mi vida…   -   Hermione no lo dejo terminar

 

-          ¿el mejor sexo Harry?  La vida no es solo sexo…o -  pregunto algo  ilusionada    -   ¿acaso te enamoraste?

 

-          ¿Quién te entiende Hermi?   -   dijo con una media sonrisa.

 

-          Yo me entiendo Harry, y lo que te digo es que deberías de tener cuidado, y no dejarte guiar por solo un poco de sexo, ¿ya la conoces? ¿de donde es?  ¿es del mundo muggle o del mágico?   ¿te quiere? 

 

-          Tranquila Hermione, pareces mi madre…   -   dijo algo abochornado  ante tal muestra de cariño de su amiga, le sonrió para tranquilizarla, pero no pudo evitar preguntar   -   Hermione…   -   dijo algo  preocupado por la posible reacción de sus amigos ante tal petición  -   eeh…Hermione… ¿tendrás ese giratiempo que usabas en Hogwarts?

 

-          ¿Qué?    -   pestañeo varias veces extrañada ante esa pregunta   -   ¿para que lo quieres Harry? 

 

-          Compañero…eso es peligroso de usar   -   intervino Ron ya muy preocupado.

 

-          Lo se Ron   -   miro a su amiga y le dijo  -   pero lo necesito…por favor, miren chicos…se que es peligroso, pero en verdad es necesario   -   y procedió a contarles todo lo que le había pasado en los dos últimos días, lo único que no les conto ni por asomo, fue que Malfoy había aparecido en su vida, bueno en la de su amigo, pero por efecto domino pues también en la suya   -  …y antes de que pase más tiempo y en verdad sea peligroso, necesito saber…averiguar quien era esa chica y poder localizarla, necesito saber de ella   -   suspiro derrotado   -  llámenlo como quieran, pero su piel se impregno en la mía, su aroma lleno todos mis sentidos, su alma conecto con la mía como si complementáramos… no se explicarme y lo siento  si no me entienden  -   los miro como cachorrito abandonado y pidió   -   por favor…Hermi… ¿lo harás?

 

-          Pero Harry porque no mejor un pensadero…    -   dijo la chica ya muy preocupada   -   seria más rápido y más seguro.

 

-          No, todo estaba demasiado oscuro y mis recuerdos son muy confusos,   y no quiero más caos en mi vida.

 

-          De acuerdo…   -   suspiro la chica  derrotada  pero dispuesta ayudar a su amigo

 

-          Hermione…   -   le dijo Ron a su esposa   -  ¿estás segura? Es muy peligroso…no quiero perder a mi mejor amigo  -  dijo el pelirrojo muy preocupado.

 

-          Lo se amor, pero por eso yo lo acompañare…

 

-          ¿Qué…? No, no, no Hermione, yo puedo hacerlo solo, solo tienes que decirme como hacerlo y lo hare, no soy tan bruto…   -   dijo algo molesto y a la vez angustiado.

 

-          No Harry, esa será mi condición para dejar que lo uses, y no, no eres un bruto, pero eres muy impulsivo y en un arranque de…no se que, puedes alterar el tiempo, ya lo sabes, solo podrías mirar y enterarte de lo que sucedió, no más  -   dijo un poco alterada y moviendo las manos frenéticamente.  

 

     Al moreno no le quedo de otra más que aceptar esa condición o no se lo iba a soltar, de hecho no se lo iba a soltar pero no habiendo de otra…resignado acepto.

 

-          Esta bien Hermione, tu sabes usarlo, así que entonces solo dime cuando lo haremos y estoy a tu disposición.

 

-          No te preocupes Harry, como yo se usarlo no es necesario apresurarse, en estos días yo me estaré comunicando contigo y todo se solucionara para bien, solo ten un poco de paciencia, ¿vale?  -   y mientras le decía lo acariciaba de un brazo para reconfortarlo un poco.

 

-          Vale, yo confío en ti, siempre lo he hecho   -   le sonrió y tomo de un solo trago el contenido de su vaso.

 

 

     Esa noche volvió a su departamento alrededor de la tres de la mañana, algo tomado, pero como estaba preocupado esa noche el alcohol ni mella le hizo.

 

     Entro en su sala y se dejo caer en uno de los sillones, estuvo un par de minutos y decidió prepararse un café, no tenia sueño y un cafecito lo haría sentir mejor, se levanto e imaginándose esa deliciosa y aromática bebida camino rumbo a la cocina, grande fue su sorpresa al encontrar esta ocupada y nada más y nada menos que por cierto personaje rubio que lo hacía ponerse nervioso con solo verlo.

 

-          ¡Malfoy!   -   dijo asombrado de verlo ahí solo sentado en una silla frente a la isla de su cocina con una tasa de té muy caliente.

 

     Este pego un brinco como si hubiera sido pillado preparando una travesura y de inmediato se ruborizo, de la impresión casi suelta su tasa y derramo un poco del caliente líquido sobre sus dedos quemándole la piel un poco y provocando que Harry se avergonzara y corriera en su auxilio. 

 

-          Lo siento   -   se disculpo sinceramente  mientras le tomaba su mano entre las suyas para revisarlo por si había sufrido algún daño posible, el rubio al sentir esos dedos tomando los suyos tembló ligeramente, he intento retirarlos de un jalón, acción que tomo el ojiverde como que si lo había lastimado profundamente, lo soltó y mientras sacaba un paño para limpiar el liquido derramado, se disculpaba nuevamente   -   en verdad siento si te asuste, es que…sinceramente no esperaba encontrarte aquí.

 

-          No…discúlpame tú a mi, se que este no es mi departamento, pero…

 

-          No, no digas nada, de hecho no es algo que me importe  -   y mientras hablaba sacaba de un gabinete un pequeño botiquín, colocándolo frente al rubio, abriéndolo, sacando varios frasquitos y una venda se sentó y procedió a curar la pequeña quemada, iba a tomar nuevamente la mano del rubio pero este ya no lo dejo.

 

-          No…estoy bien, no soy tan delicado como pareces creer  -   dijo con algo de agresividad pero al instante se arrepintió de su exabrupto   -   lo siento…

 

-          No te preocupes, pero será mejor si me dejas curarte, mañana te ardera y será  peor   -   le sonrió para darle confianza.

 

-          Pero no fue nada, así que deja de preocuparte  -   tímidamente le devolvió la sonrisa  -   mejor continua con lo que venias a hacer…o si me permites hacerlo a mi…

 

-          Eeh…o no, claro que no, solo venia por un café, pero yo mismo lo preparare, mejor dime si se te antoja y de paso te preparo uno a ti  -  al momento que le decía se levantaba de su silla y caminaba buscando dentro de sus gabinetes sacando lo necesario.

 

 

     El rubio no lo podía creer, y de pilón se había quedado mudo observándolo moviéndose con soltura dentro de esa cocina, no podía quitar la mirada de ese cuerpo moverse tan ágil, y eso que solo iba a preparar un café, no quería imaginarlo haciendo otra cosa de mayor peligro, vaya que tenia una mente demasiado volátil, se jacto de si mismo, y sin querer dejo escapar un suspiro, tras el cual el moreno volteo con rapidez y mirándolo fijamente le dijo…

 

-          ¿sucede algo?

 

-          ¿eh…?  -  reacciono inmediatamente  -   no, no, no pasa nada, y no prepares nada para mi, yo ya tengo mi tasa de te, gracias  -  la señalo con una mirada y procedió a tomarla, cerro los ojos, acerco la tasa a su nariz  y aspiro el aroma del contenido de esta, nunca se dio cuenta de que Harry se acerco para ver la  cantidad que tenia la tasa, pero se quedo paralizado ante tal acción del rubio, el mismo no se dio cuenta de que aguantaba la respiración viendo hipnotizado cada movimiento que realizaba este y sin darse cuenta se acerco aún más, quedando de frente y demasiado cerca de rubio que de repente abrió los ojos y se asusto viendo al moreno demasiado cerca.

 

-          Oh lo siento  -  se disculpo Harry con un intenso rubor en su rostro  -   solo quería ver cuanto te tenias en tu tasa si no para preparar otro  -   nervioso ya no sabia ni que decía  -   lo digo por que por mi culpa lo derramaste y…   -   parecía merolico, provocando una pequeña risa en Malfoy, pero lo que en realidad lo descoloco fue mirar ese par de ojos así tan de cerca y ver un brillo en ellos que hizo que se le cimbrara hasta el…alma.

 

-          No gracias  -   y comenzó a levantarse de su asiento llevando su tasa consigo   -   lo mejor será que me vaya a acostar, o si no mañana no podre levantarme, tengo una cita muy importante y a Isaac no le gusta llegar tarde, así que…buenas noches.

 

-          Buenas…noches…  -  Harry le dio las buena noches solo por inercia pues como un bobo  ya no pudo pensar en otra cosa, ya que veía al rubio caminar hacia la salida y vio lo que llevaba puesto…otra camisa como la de la noche anterior…nada más…incluso iba descalzo, sintió un tirón en su entrepierna y mandando todo al diablo corrió a su habitación, entro en el baño y con agua fría se ducho por espacio de unos veinte minutos.

 

 

     Estaba aterrado, pero no podía hacer nada, Malfoy seguía de huésped de su compañero y  no daba señales de quererse ir, estaba casi seguro de que era un plan maquiavélico de Isaac para tenderle un cuatro y hacerlo caer en la tentación, porque definitivamente Malfoy era una tentación hasta para el más heterosexual del planeta, y él de pilón no podía dejar de pensar en la chica de aquella noche en su habitación, estaba completamente seguro de que existía, aunque cada vez que le preguntaba a Isaac, este le negaba su existencia, y para acabarla de joder Hermione no se comunicaba con el, llevaban días sin una sola señal de vida.

 

     Harry estaba cada vez más perdido, tanto que contrato una prostituta y la llevo a su departamento, había tomado algo de alcohol y sin medir las consecuencias tuvo sexo con ella en su cama, después de eso cayo rendido y se quedo dormido.

 

     Nunca se imagino encontrar semejante situación tan bizarra en la habitación del moreno, al momento de abrirla y ver semejante desastre se quedo mudo, sintió que su corazón dejo de latir por minutos, hasta que sintió que le hablaban a él…

 

-          Hola guapo…   -   al escuchar esas palabras sintió como se le revolvió el estomago y corrió a vomitar en el baño del moreno  -   ¿te sientes bien amorcito?  

 

     Salió del baño después de haberse enjuagado la boca y refrescado el rostro, iba rojo de la ira, y quiso golpear a alguien en cuanto escucho lo que la prostituta dijo a continuación…

 

-          Hacemos un trío si se te apetece    -   sonriéndole con descaro  -  estás muy guapo.

 

     Ya no aguanto más y tomándola con brusquedad de un brazo, la arrastro hacía la salida al mismo tiempo que iba recogiendo su ropa esparcida por el suelo, se escuchaban sus gritos por todo el departamento tanto que incluso Isaac salió de su habitación ante tal escándalo.

 

-          Maldito, desgraciado maricón como te atreves a sacarme de esta forma, tu amigo ni siquiera me a pagado  -  cuando escucho lo ultimo abrió la puerta y lanzándola hacía afuera sin ninguna delicadeza, le lanzo a la cabeza su ropa y después saco de su pantalón su cartera y sacando unos billetes se los arrojo al suelo y le cerró la puerta en las narices, esta comenzó a vestirse con rapidez y mirando los billetes esparcidos por el suelo aun le gritaba  -   tanta belleza no existe, seguro eres un maldito maricón…

 

     Eso basto para que se abriera la puerta nuevamente mostrando a un rubio furioso tanto que la prostituta se quedo callada al instante y aguantando la respiración y cerrando los ojos espero por un fuerte golpe, el cual no llego pero en su lugar se escucho una voz con tal furia contenida que tembló y sintiendo un miedo inexplicable, se quedo quieta.

 

-          Nunca…nunca en tu vida vuelvas a aparecerte por aquí si aprecias tu vida, y si vuelves a llamarme así…  -   aspiro muy fuerte, se notaba que se estaba aguantando las ganas de en verdad matarla   -  te juro que será lo último que de tus labios salga…  -   cerró la puerta y respirando acelerado cerro los ojos mientras dejando caer su espalda  en esta se fue deslizando hasta llegar al suelo donde abrazando sus rodillas escondió su rostro entre estás y comenzó a llorar.

 

     La prostituta se quedo estática y sin respirar por unos segundos se dejo caer al suelo, oprimiendo con una mano su pecho, sintiendo que por alguna razón oculta en verdad su vida estuvo en peligro, pero se quedo mas impactada cuando por debajo de la puerta alcanzo a escuchar unos sollozos…demasiado dolorosos, reacciono y con prisa termino de vestirse, tomo el dinero esparcido por el suelo y salió huyendo de aquel sitio, definitivamente no quería estar en el pellejo de su último cliente, estaba segura que ni la belleza de esos hermosos ojos verdes lo salvaría…de semejante furia…

 

-          Lastima, el rubio bien que valía la pena dejárselo hasta gratis…  -   y se fue de ese edificio esperando no volver a encontrárselos por ningún lado.

 

     Adentro del departamento la cosa no pintaba para nada mejor, Isaac se acerco lentamente a su rubio amigo y sentándose en el piso junto a él, lo abrazo y dejo que este se desahogara de ese fuerte dolor que lo ahogaba desde ya hacía tiempo, Isaac sabia de esa noche, de esa de la cual Harry le hablaba, de la cual el moreno le juraba que había estado con una chica, el ojiverde nunca se imagino que el ya sabia de primera mano lo que había sucedido esa noche en esa cama…lentamente lo ayudo a levantarse y abrazándolo con un cariño inmenso lo guio hasta  su cuarto, donde se encerró con el y recostándolo en su cama lo cubrió con una sabana, lentamente se recostó junto a su gran amigo y sin decirle nada lo acompaño en su dolor, suavemente le acariciaba el cabello hasta que sintió que se quedo dormido agotado de tanto llorar, no entendía a Harry, no entendía  como no se daba cuenta del gran tesoro que tenia en el corazón del rubio, sabia de propia boca de su amigo que lo amaba ya desde hacia años, movía la cabeza negativamente sin entender como su moreno amigo podía ser tan ciego a veces.

 

     Sintió como en un momento dado el rubio cedió ante el agotamiento causado por tanto llanto y después de cerciorarse que en verdad dormía se levanto despacio y salió de su habitación cerrándola  para que no se despertara, en seguida camino a la habitación de su compañero y amigo y la abrió, efectivamente le daba toda la razón a Malfoy, ahí tirado sobre  la cama estaba Harry… desnudo, con su ropa esparcida por todo el piso, algunas cosas destrozadas, evidencia de que fue sexo rudo, y apestaba a alcohol, toda la habitación apestaba a bar de mala muerte, salteando algunas prendas por el piso llego hasta el enorme ventanal, lo abrió para darle paso a que entrara un aire fresco... en verdad que Harry  lo iba a necesitar…

Notas finales:

Espero y les haya gustado este primer capi, nos leemos despues, byeeee


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