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Presents for you por Vash Zwingli

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Dick llevaba un rato mirando fijamente el calendario, aun quedaban dos semanas para que la fecha señalada en rojo llegase pero el se sentía como si estuviese a la vuelta de la esquina, aunque claro, dos semanas tampoco es que fuera demasiado tiempo. Repaso una y toral vez las posibilidades para ese día pero ninguna terminaba por convencerle pues el esfuerzo que le costo conseguir esa fecha se merecía algo mas que un regalo simple comprado en cualquier sitio, tenia que ser algo verdaderamente especial, algo que reflejase todo lo que significaba esa fecha.


Se tumbo en la cama intentando pensar, había consultado a bastantes de sus conocidos pero ninguno le había dado una respuesta que le terminase de convencer así que había seguido pensando por su cuenta para llegar al regalo perfecto.


Unos golpes en la puerta le sacaron de su mundo, se levanto con algo de pereza para abrir pero antes de cruzar el umbral de su habitación un relámpago rojo paso por su lado hasta quedar tras el.


-¡Hombre! ¿Por qué tardabas tanto? Al final he tenido que abrirme paso yo mismo- esa voz la conocía de sobra, igual que el inconfundible traje rojo.


-Un día de estos acabare instalando uno de los aparatitos de Batman para capturarte y te dejare colgado de la puerta- dijo con una sonrisa confiada.


-Ese día te demostrare que hace mas que un simple juguete del murciélago para capturarme.


Las sonrisas siguieron a las amenazas y tras estallar en carcajadas se fundieron en un amistoso abrazo. Cuando los dos chicos se separaron Wally aparto la capucha del traje y se apoyo con tranquilidad en el moreno.


-Un pajarito me ha dicho que me estabas buscando- comento mientras se encaminaban a la cocina- así que he venido enseguida, se que no puedes vivir sin mi.


-Si que ha sido rápido el pajarito entonces- El primer Robin ya estaba mas que acostumbrado a la forma en la que las noticias se difundían por lo que no se extraño al verle tan rápido cuando había sido hace un rato que había comentado que quería hablar con el- Claro que no puedo, no hay nadie que haga de ventilador como tu.


-Bueno ya sabes, tu se lo dijiste a Red Robin, Red Robin se lo comento a Superboy, Bart lo oyó y aquí estoy - sonrío mientras se sentaban en la mesa de la cocina uno frente al otro con una cerveza fría- así que, ¿en que puedo ayudarte avecita?

Dick dio un trago antes de responderle, Wally era su mejor amigo y estaba mas que seguro de que le seria de alguna ayuda, si no sabia la respuesta al menos tendría imaginación para decirle algo que no se le hubiese ocurrido antes.


-Bueno- empezó apoyando los codos en la mesa y la barbilla sobre las manos- tu tienes hijos.


-Dos para ser mas concretos- respondió el otro imitando su postura, cualquiera que los hubiese visto y no estuviese al tanto de la concertación habría pensado que era una conversación muy seria y bastante desagradable- pero a veces creo que son dos pequeños demonios- esto ultimo logro sacarle una sonrisa a Dick.


-Entonces, ¿Cuál crees que es el regalo perfecto para un pequeño demonio de diez años?


-Vaya- la pregunta había tomado a Flash por sorpresa, se había imaginado miles de situaciones que no eran esa- Pensé que me llamabas para alguna misión súper peligrosa o algo así.


Créeme que si aparezco con algo absurdo y no le gusta puede ponerse muy peligroso, sobre todo para mi.

Wally le dio vueltas a la cabeza durante una eternidad, pero claro una eternidad para un velocista no era mas que unos segundos para una persona normal. Nightwing pensaba que hubiese sido mejor preguntar a una persona con experiencia en la materia y que no estuviese vinculado en ese submundo en el que vivían, pero no había podido ponerse en contacto con Amy por lo que tuvo que descartar uno de los criterios de búsqueda y con esos parámetros su mejor opción era Wally.


-Ya sabes que yo no me encargo de los regalos- reconoció tras unos segundos- de hecho soy bastante malo para ellos, pero una de las tardes que me quede con los pequeños hice unos muñecazos para tenerlos entretenidos y ahora no se separan de ellos, diría incluso que les gustan mucho mas esa marionetas mal hechas que cualquiera de los juguetes que les hemos regalado -la sonrisa en la cara del otro era la propia de un padre orgulloso de sus hijos pero Dick no pudo pasar por alto la picaresca que siempre había tenido y sonrío también- creo que a los niños les gustan mas las cosas que están hechas directamente para ellos, que son únicas y que nadie mas las puede tener.


-Wally eres un genio- sonrío, en un principio había descartado esa idea pero tenia razón, si le daba algo que ninguna otra persona tuviese seria como poner a la altura el regalo.


-Lo se- sonrío guiñándole un ojo a Dick y reclinándose en la silla.


Pasado un rato se despidieron con un par de gestos, la idea le había gustado bastante y el problema ahora venia en que no sabia exactamente que hacerle. Damian era bastante especial, y no solo por lo difícil que era tratar con el y comprenderle, si no también porque tenia unos gustos bastante concretos, debía encontrar algo que hacer que no se convirtiese en un motivo para que quisiese su cabeza colgada en la pared.


Se tumbo en su cama intentando que se le ocurriese algo bueno pero era mas difícil de lo que parecía. Se puso de lado dándole la cara al armario y vio asomarse parte de su traje de Nightwing, sonrío recordando el tiempo que lo había dejado abandonado y cambiado por el de Batman, el cambio no le había gustado nada pero al menos había podido conocer mucho mejor a Damian y eso era algo de lo que siempre se alegraría. Abrió la boca sentándose en la cama y sin dejar de mirar el traje, ¡eso es! Le había dado una idea genial, ahora solo necesitaba la ayuda de alguien especializado y tenia en mente a la persona perfecta.


Llamo a la mansión para asegurarse de que no había nadie mas que el mayordomo, y en cuanto lo hubo confirmado se dirigió lo mas rápido que pudo al encuentro de Alfred, en ese momento solo el podía ayudarle. Cuando llego el ingles le esperaba en la puerta con las manos a la espalda, siempre había estado cómodo con Alfred pero a veces podía notar como si con una mirada vise absolutamente todo lo que le preocupaba.


-Imagino que el hecho de pedir mi ayuda tendrá algo que ver con la recién descubierta fecha de nacimiento del amo Damian - sonrío mientras guiaba al chico a uno de los salones de la mansión- ¿me equivoco amo Dick?


-Como siempre no, no lo haces -sonrío sintiendo que le había descubierto muy pronto, apenas habían dado dos pasos dentro de la mansión y Alfred ya sabia para que había ido sin que el abriese la boca- De hecho.. Quería pedirte que me enseñases a hacer un peluche, un oso de peluche mas bien.


La expresión de Alfred pareció no cambiar un ápice pero el que le conocía pudo ver la sonrisa que asomaba por sus labios. En todos los años que llevaba trabajando como mayordomo en la mansión Wayne nunca le habían pedido algo así, pero claro después de conocer a Dick como el lo hacia no era de extrañar que ese chico prefiriese regalarle algo especial hecho por el a Damian para que el propio Robin se sintiese especial. No compartía su simpatía por el niño, pero eso no quería decir que no aprobase ese gesto por parte de Nightwing, definitivamente Dick era un chico encantador.


Al cabo de unos minutos ya estaban organizándolo todo para que el mayordomo le enseñase, no estaba muy seguro de que fuese a conseguir hacerlo, al menos a la primera, pero sabia que ese hombre que le había cuidado durante años tendría paciencia con el y le ayudaría a crear su regalo perfecto.


La tarea de realizar el oso no había sido fácil, estuvo yendo durante las dos semanas siguientes a la mansión a escondidas, ocultándose de Damian y de Bruce, aprovechando cuando ellos salían de patrulla para verse a solas con el mayordomo de la mansión y seguir con su proyecto. Los primeros intentos habían salido francamente mal, el primero parecía un dragón, el segundo era mas bien parecido a un cerdo pero finalmente el tercer intento fue lo bastante bueno como para ganarse el titulo de “oso de peluche”. La parte mas difícil sin duda había sido la siguiente, la base le había costado pero para los accesorios del osito Alfred tuvo que implicarse mas en el trabajo corrigiendo los fallos del primer Robin, tenia que admitir que ese chico le ponía verdaderas ganas.

 

Finalmente y después de mucho esfuerzo el oso estuvo terminado a tiempo, al día siguiente era el cumpleaños de Damian y Dick no podía esperar para ver la cara que pondría al ver su regalo. Estaba mas que claro que Robin no iba a celebrar ni de por casualidad su cumpleaños, seguramente ni siquiera le diese importancia pero para eso mismo estaba el ahí, para hacerle pasar un día especial, un cumpleaños era algo especial y debía pasarse ese día de la misma manera, por eso mismo Dick había decidido que hoy Damian seria su niño mimado.


Había pensado en hablar con Bruce para llevárselo un rato pero como una oportunidad caída del cielo fue el mismo Batman quien le pidió que se ocupase de el ese día, tenia que ir a una reunión muy importante en otra ciudad y no iba a poder estar. Nightwing sabia de sobra que su mentor no era muy dado a las fiestas pero eso no significaba que no le molestara no poder estar en el cumpleaños de su hijo, después de todo no se había perdido ningún cumpleaños de ninguno de sus Robin.


Ahora estaba de camino a la mansión, tenia planes para pasar un buen día con el menor así que estaba impaciente por verle. Una vez que llego a la residencia Wayne se adentro en esta hasta encontrar al joven entrenando en la cueva, al parecer no tenia previsto descansar ni el día de su cumpleaños.


-Veo que el tener un año mas no afecta a tus habilidades -comento sonriendo y acercándose.


-Los años solo sirven para ganar experiencia, no deben considerarse como nada mas- detuvo un momento su entrenamiento para mirar al mayor acercarse- estas interrumpiendo mi entrenamiento, ¿Qué quieres Grayson?


Empezaban bastante mal, desde el primer momento del día en el que se habían visto Damian ya había dejado claro que no le importaba lo mas mínimo que fuese su cumpleaños, pero eso era algo que Dick se negaba a dejar así, sabia que probablemente te ganaría una buena paliza pero seria con un buen motivo.


-He venido a llevarte una vuelta- sonrío acercándose a el y revolviéndole el pelo- te importe o no la fecha en la que estamos hoy es tu cumpleaños y quiero que pases un buen día.


Damian no tardo en chasquear la lengua, había tratado de comprender a ese hombre, pero era imposible, su lógica le superaba. Esa fecha para el no tenia ninguna importancia, solo había sido el día en el que le habían sacado de la incubadora donde su madre le había criado, no necesitaba recordar un día así.


-¿Qué te hace pensar que iré contigo?- dijo cruzándose de brazos y mirándole fijamente.

-Que no quieres quedarte aquí solo encerrado todo el día.


-No estoy solo, tengo a Titus.


Damian era un chico complicado, eso Dick lo sabia mejor que nadie, pero debajo de toda esa hostilidad que demostraba al resto del mundo se escondía un niño, al fin y al cabo tenia diez años no podía pedir ser un adulto tan pronto. Desde hacia tiempo había sido entrenado para matar, para ser el asesino perfecto, el cambio que tuvo que soportar al entrar en la familia Wayne fue bastante fuerte pero el sabia mejor que nadie lo mucho que se había esforzado en encajar en aquella familia, en dejar a un lado todo lo que Talía le había enseñado. Damian quería ser aceptado y aunque se mostrase reticente a relacionarse con los demás solo era un niño que necesitaba que le quisiesen, y la mejor prueba de ello era que ahora se encontraba a su lado en el coche mientras iban directos al centro de Gothan.


El gusto de Robin por los animales, especialmente por los gatos, no era demasiado conocido entre la familia, pero Dick lo sabia por lo que había decidido que la mejor forma de empezar el día era ir al Zoo de Gothan y dejar al chico curiosear entre las jaulas de los animales. La cara de Damian al encontrarse frente a las rejas había sido muy graciosa, como una mezcla entre emoción, incredulidad y enfado, esa era una de las emociones que no dejaba que nadie salvo Nightwing viese.


Si había algo que Damian tenia muy claro era que Dick Grayson estaba totalmente fuera de su comprensión. Al principio había pensado que no era mas que un entupido que pretendía parecerse a su padre y que se interponía en su ascenso hasta llevar la capa del murciélago, pero con el tiempo su opinión sobre el fue cambiando. Grayson había sido el primero en aceptarle, en darle una oportunidad de demostrar como era y que podía hacer bien ese trabajo, había confiado en el, le había apoyado y todo esto sin pedir nada a cambio, no le entendía.


Sin que el dijese nada había conseguido montar un día lleno de actividades que le habían gustado, aunque claro eso era algo que jamás le diría. A su lado el tiempo volaba y aunque sabia las horas que habían pasado no podía asegurar con certeza que esas horas de verdad hubiesen pasado por eso no se extraño demasiado cuando de un momento a otro estaban sentados sobre una colina terminando un helado y viendo como se ponía el Sol, pronto seria hora de volver y comenzar la ronda.


-Tengo algo para ti- dijo Dick limpiándose las manos con la servilleta y haciéndola una bolita- no soy un experto haciendo estas cosas pero espero que te guste.


Damian miro con recelo el paquete antes de cogerlo, si le decía eso podía deducir perfectamente que lo había hecho el por lo que no sabia si tener miedo de lo que pudiese haber dentro, pero algo dentro suyo se revolvió haciendo que se sintiese impaciente. Con cuidado retiro el envoltorio del paquetito descubriendo como debajo de este se encontraba un osito de peluche, que fuese un oso no le extrañaba, pegaba bastante con la personalidad de Dick, lo que verdaderamente le había sorprendido es que ese oso fuese vestido de Robin.

Miro al mayor sin entender mucho de lo que estaba pasando. Su mirada pasaba alternativamente del peluche a Nightwing, que le hubiese regalado un peluche era algo bastante infantil y el no era ningún niño pero que hubiese hecho un peluche con sus propias manos y le hubiese vestido como el… era patético pero no podía evitar querer sonreír y darle las gracias.


-Esto es para niños- miro a otro lado apretando el peluche y mordiéndose internamente la lengua debido a la vergüenza, podía sentir las mejillas arder. Esa era una de las cosas que odiaba de Dick, siempre, no importaba como, conseguía que se sintiese avergonzado y se comportase como un niño, ¡le hacia parecer blando!.


Nightwing no dijo nada, solo se acerco mas a el rodeándole los hombros con el brazo, Damian no dejaba de mirar el peluche, lo cual era bueno, aunque no lo dijese directamente sabia que le había gustado. Esa noche hicieron juntos la ronda, por suerte estaba todo tranquilo salvo por un par de altercados entre bandas y un par de atracos, pero por suerte no pasaron a mayores. Esa noche volvieron pronto a casa, como era tarde Dick decidió quedarse a dormir en su habitación de la mansión, así podía pasar algo mas de tiempo con Damian antes de irse por la mañana, por desgracia Robin no opino lo mismo y nada mas llegar se encerró en su habitación.


Su habitación era tan grande cómo la recordaba, pero ese día se le hizo mas grande de lo que era. Estaba acostado en la cama mirando al techo cuando oyó la puerta abrirse, fingió dormir pero se puso en guardia. Vio como una figura negra entraba y cerraba la puerta tras de si, andando con cuidado llego hasta su cama y se subió en ella despacio, gateo metiéndose entre las sabanas y se le quedo mirando.


-Se que estas despierto Grayson- dijo casi en un susurro haciendo que Dick se relajase y abriese los ojos con una sonrisa.


-¿Has tenido una pesadilla?- pregunto girándose para quedar de frente al menor- no te preocupes, te defenderé de los fantasmas.


La idea del primer Robin era seguir haciéndole bromas en cuanto a temores nocturnos se refería pero no pudo seguir hablando cuando los labios de Damian presionaron los suyos en un beso que duro apenas unos instantes, el actual Robin se separo de inmediato hundiéndose casi en las almohadas, Dick pudo distinguir entre la oscuridad como abrazaba el peluche que el mismo había hecho y no pudo evitar que una sonrisa escapase de sus labios, se acomodo de nuevo en la cama pasando un brazo por la cintura del menor acercándole a el en un abrazo.


-Feliz cumpleaños Damian.


Fin


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