Me encontraba recostado en la cómoda de mi cama mis ojos se encontraban cerrados, otro día más en mi monótona vida, tendría que hacer mi desayuno ir al instituto aguantar las molestia de Daniel mi mejor amigo y sobre todo trabajar en el café por medio tiempo, si eso sería normal si no fuera porque en este instantes..
- Valla estos son tus bóxers sí que son pequeños, aun que claro con tu diminuto miembro me imagino que está perfecto..- me grita ese maldito infeliz, pero como puede acabar así.
- ¡¡¡YA SUELTA MI ROPA INTERIOR!!!!.. Maldito pervertido.. para que sepas mi pene está bien para mi edad… ya que apenas estoy en secundaria así que deja de molestar..- gruñí viendo como el idiota de Alexander jugaba con mi ropa interior.
- Así pues yo a tu edad mi miembro media unos 80cm..- gruño orgullosos de sí mismo el muy idiota, acaso está loco nadie puede tener el pene tan grande es inhumano.
- No será.. 0,13 cm…- me burle mientras le arrancaba mi ropa intima, era un maldito depravado.
- Si no me crees mira..- dijo bajándose los pantalanes junto con el bóxers, sentí mis mejillas arder este maldito bastardo ¿Quién se creía?..- soy el Rey Demonio..- susurro sensualmente mientras se volvía a subir la ropa.
- ¡¡¡DEJA DE LEER MI MENTE!!!..- grite ¿en qué momento de mi vida paso esto? como yo puede enredarme con tremendo idiota.
*Flash Back*
Me sentía deprimido nunca pensé que esto acabaría de esa forma, nunca quise que mi madre sufriera y menos que mi padre nos abandonará, siempre creí que él estaba muy ocupado en el trabajo para ir a la casa pero me equivoque, ahora me encontraba aquí en las frías calles corriendo por mi vida, pero realmente ¿había un motivo para que yo pudiera vivir? cuando todo lo que creí fue en una estúpida mentira de niños, ignorando la droga que mama consumía odiando inconscientemente a mi padre que alguna vez vino a mí para venderme.
Era estúpido lo sabía, pero debía ser fuerte por ella y por el por mi dos hermanos gemelos aquellos que prometí proteger después de enterarme de la cruda realidad, sobreviviría por ellos pelearía contra el mundo por poder apreciar una sonrisa en esos hermosos rostros tan inocentes, y le ocultaría la realidad de todo lo ocurrido yoo.. Debía.. Vivir..
- Argg..- un grito se escapo de mi garganta al caer con fuerza sobre el frio pavimento, podía ver como esas sombras me rodeaban maldición.. deseo vivir maldita sea acaso este será el final, me reusó no quiero yo…
- Jo.. interesante dime pequeño ¿cómo te llamas? – susurro una vos entre la oscuridad era atrayente y seductora, me negaba a creer lo que estaba pasando, pero en un acto de desesperación respondí.
- Steven..- susurre frágil como si una mujer se tratara me pareció molesto pero demostraba lo frágil que me encontraba al igual que el miedo que en ese instante sentía, escuche las risas de aquellos grotescos hombres su belleza exterior solo ocultaba el mal que se amontonaban en el interior, esa noche conocí el verdadero significado de muchas cosas, esa vez me quite el vendaje de mis ojos y aprecie la realidad unida a lo que algunos creían cuentos de hadas esa vez lo conocí a él.
- Steven ¿quieres vivir?- una pregunta que lleno mi interior de esperanza, realmente me salvaría el me ayudaría, el detendría a estas horribles criaturas que reclamaban mi sangre.
- Si.. ¡¡argg!!..- respondí, seguido de un grito desgarrador, dolía podía sentir como sus uñas arrancaban la ropa que escondía mi piel, en sus ojos podía ver deseo y a la vez lujuria, era un acto cruel que me llenaba de incertidumbre..- ¡¡QUIERO VIVER AYUDAME!!- grite a la nada mientras varias lagrimas escapaban de mis ojos, no quería no podía yoo.. yoo..
- Entonces crea un contrato conmigo..- susurro en ese instante no fue necesario hablar para aceptar, ya que cada gramo de mi alma pedía por ayuda, sentí que la muerte me estaba tomando, mi cuerpo ardía, mi vista se torno roja, y en ese instante cuando pensé que todo había acabado, vi como una figura bajaba de un gran edificio.- entonces los matare..- dijo y en un parpadeo los dos seres ya estaban muerte, lo mire sorprendido mientras trataba de levantarme..
- Tu ¿Quién eres?..- dije con la poca energía que tenía mi cuerpo, sus labios formaron una sonrisa, mientras se acercaba y me tomaba entre sus brazos.
- Yo soy el rey demonio.. pero puedes llamarme Alexander..- me dijo mirándome seriamente, observe su cabello era corto y negro sin contar que tenía unos ojos azules, me pregunto ¿cómo él con esa apariencia como puede ser un demonio?..- eso es porque así es más fácil es coger la víctima y asesinarla sin que se dé cuenta..- mascullo con esa voz seductora, mientras me mordía el lóbulo de la oreja, Diablos en que me eh metido..
*Fin del Flash Back *
- ohh.. es cierto ahora que recuerdo el traro que hicimos etto ¿de qué se trata?..- pregunte mientras lo miraba seriamente, sus manos se dirigieron hacia mí, haciéndome retroceder pues aun no tenía la suficiente confianza en él.
- Umm.. por ahora no te lo diré lo único que necesitas saber es que te protegeré ah.. y que puedo hacer lo que me dé la gana como.. profanar ese culito que tienes..- me dice el muy desgraciado acariciando mi cabello castaños.
- Hermano no vas ah.. perdón creo que interrumpí algo..- dijo mi hermanita mientras se disponía a salir de la habitación.
- No… no es lo que crees etto el.. jejej es.. un amigo que vino a quedarse por un largo muy largo tiempo..- dije con gañas de llorar realmente esto iba hacer marlo.
- Ohh ya veo así que querías que hiciéramos cosas divertidas.. entiendo pero creo que es obvio que yo soy el de arriba..- opina Alexander mientras se quita la camisa.
- Por favor no seas cruel con mi hermano es virgen..- responde Sary mientras saca una cámara de video..- te importa si los grabo para futuras generaciones..- pregunta con tanta inocencia que creo que me va a dar un paro cardiaco.
- No tranquila pon la por ahí tratare de hacerlo rápido para que Steven no se atrase en el Instituto..- dice muy respetuoso ese maldito traidor.
- Pero ¡¡¡ALTO AHII!!! Ni de coña tendremos.. como que arriba.. para que sepas que nunca me han gustado los hombres aun que no digo que no estás.. ahh.. suéltame Alexander maldito demonio de pacotilla—gruño al sentir sus manos rodear mi cintura, maldita sea me estoy excitando con este violador- auxilio por favor alguien deme ¡¡¡¡¡agua vendita!!!! – grite a todo pulmón a partir de aquí mi vida seria todo un desorden…