Harry era un mago extraordinario a su edad, con 17 años y dominaba hechizos de alta dificultad, pero sobre todo había vencido al mago mas tenebroso de todos los tiempos, El-Que-No-Debe-Ser-Nombrado había sido vencido por él, era un mago famoso a su edad, pero aún así la ley mágica dictaba que debía concluir sus estudios en Hogwarts, y no solo el, también los que no habían empezado en ese curso por una u otra razón debían volver, y los que habían ido, debían hacer ciertos exámenes que determinarían si pasaban de curso o repetían. Entre uno de los repetidores de séptimo se encontraba una rubia serpiente, Draco Malfoy, al termino de la guerra se explico su situación, que el no fue mortífago porque así el lo hubiera deseado, que se vio obligado, y cuando la guerra estaba por finalizar el se unió al lado de la luz, eso ayudo mucho en su juicio, aunque sus padres no tuvieron tanta suerte, su Madre, Narcissa fue condenada a arresto domiciliario por 20 años, mientras que su padre, Lucius, fue condenado a 35 años en la prisión de máxima seguridad de Azkaban. En sí esa era la razón por la cual muchos tuvieron que re-cursar o bien asistir al curso, al cual nunca se presentaron.
De Gryffindor los que se encontraban en séptimo eran: Harry, Hermoine, Ron, Seamus, Ginny (quien paso exitosamente el examen), Neville quien por desgracia no paso el examen, Parvati. De Slytherin: Draco, Pansy quien tampoco paso el examen, Blaise, Theo, Astoria (quien paso su examen), y Daphne. De Hufflepuff: Justin, Hannah, Susan. Y de Ravenclaw: Terry, Mandy, Padma, y Luna quien paso al séptimo.´
Hermoine y Ron volvieron a ser prefectos, al igual que Draco y Pansy, mientras que de Ravenclaw Terry y Luna fueron prefectos.
Como los de séptimo año eran muy pocos alumnos las 4 casas compartían las asignaturas obligatorias y la mayoría se encontraba en las mismas optativas.
Harry no comprendía porque pero sentía su vida vacía o quizá algo mas como aburrida, o incompleta. A veces para des aburrirse o perder tiempo salía a caminar al bosque, el cual seguía estando prohibido para los alumnos, pero como siempre a Harry le gustaba romper las reglas.
Un día como cualquiera Harry se levanto, se baño y bajo a desayunar donde ya lo esperaban sus amigos de antaño.
Harry, aquí.-Le hablo Ron al entrar.
Buenos días.-Saludo mientras se sentaba al lado de Ron y enfrente de Ginny.
¿Cómo amaneciste?-Pregunto Ginny, pregunta que hacía cada mañana y Harry contestaba siempre lo mismo.
Bien Ginny, Gracias.-Con exactamente el mismo tono monótono de siempre.´
Apúrense que llegaremos nuevamente tarde a pociones.-Recrimino Hermoine, quien se encontraba sentada al lado de Ginny y enfrente de Ron. Así cuando terminaron su desayuno se dirigieron todos los alumnos de Gryffindor de séptimo juntos a pociones.
Las clases con Slughorn eran mucho mejores que las que Harry recordaba de Snape, a pesar de que lo que vio en el pensadero cambio mucho su idea hacia el ex profesor de pociones, no cabía duda de que prefería a Slughorn como profesor, el si era justo con todas las casas, no solo favorecía a la suya. Aunque ahora Snape era el profesor de Defensa Contra Las Artes Oscuras, pero como era la especialidad de los Gryffindor no tenía excusa para bajarles muchos puntos, y no era tan favorecedor con su casa.
La clase paso con su normal rumbo. En todas las clases había algo que llamó la atención de Harry sin que el se diera cuenta, Malfoy parecía inconforme, nostálgico, ausente quizá, no era del todo sensación de Harry, pero al parecer Malfoy extrañaba a Snape en la clase de pociones, desde el primer grado se le notaban sus grises ojos brillar al ver a Snape hablar sobre las pociones o bien prepararlas, se notaba un vacío en sus ojos cada clase de pociones, sin saber porque y siendo inconsciente del porque, a Harry le molestaba el hecho de que el rubio extrañara al ex profesor.
El resto de las clases transcurrió como diariamente lo hacia.
Desde el inicio del nuevo curso, se habían creado eventos de convivencia entre las casas, pero Slytherin siempre era repudiado y exiliado por los demás, en cierta manera a Dumbledore le decepcionaba el trato de las demás casas hacia Slytherin(Y principalmente hacia cierto rubio), si bien gran parte habían sido mortifagos, o hijos de los mismos, los que quedaron como alumnos no tenían la culpa de los errores de los demás y no merecían ser tratados de esa manera por los prejuicios.
Llego la hora de la comida, y al parecer la mayoría de los alumnos se encontraban ahí.
Hermoine, tiene que ayudarme con la tarea de historia de la magia.-suplicaba un peli rojo.- Anda que es mucho, ya llevo la mayoría , solo me faltan 5 centímetros.
5 de 15, Ronald, eso es una tercera parte, cuando te falten 3 centímetros hablamos.-
Ginny, hermanita, tu eres piadosa, ¿Cierto?.-
Ron, no pienso pasarte mi trabajo, el profesor Binns notará que me has copiado.-Se excuso Ginny- ¿Te recuerdo el castigo que nos pusieron la ultima vez?
Umh… Esta bien te comprendo, solo espero terminar a tiempo.-
En esos momentos Harry hacia aparición por la gran puerta de entrada al gran comedor, saludo a todos y se sentó.
Oye Harry, ¿Ya terminaste la tarea de Historia de La magia?.- pregunto Ron
¿Teníamos tarea del profesor Binns?.- se sobresalto.-¿Para cuando es?
Harry, tranquilo.- dijo Ginny, mientras tomaba su mano.- Es para pasado mañana, es mucha, pero si quieres yo te ayudo.
Harry no supo ni siquiera porque, pero rápidamente aparto la mano.-Gracias Ginny.- susurró bajito.
La acción del rechazo de Harry hacia Ginny, no paso desapercibida para Draco, que iba entrando al gran comedor con nadie menos que con Astoria Greengrass, tuvo la gran tentación de burlarse la Weasley, pero recordó que en esos momentos el no estaba en posición de hacerlo, a menos claro, que deseara que todos volviesen a atacarlo, como ya solían hacerlo.
Draco se dirigió con sus compañeros de curso y se sentó a un lado de Pansy, quien siempre había sido su amiga, y Astoria se sentó frente a el. Draco no comprendía porque, pero desde que empezó el nuevo curso, Astoria se la pasaba pegada a el como un chicle, no mas bien como una mosca, siempre a su alrededor.
Pansy, Ya termine mi ronda de prefecto, quisiera saber como le haces tu para terminar la tuya tan rápido.-Dijo a modo de saludo mientras se sentaba al lado de ella.
Draco, querido, te contare mi secreto.- y acercándose a su oído susurró.-Solo paso por los pasillos por donde se encuentran los profesores, y al asegurarme de que ya todos me han visto dando mi ronda, me vengo a comer.- y ambos rieron, mientras que la chica que se encontraba enfrente de Draco parecía algo molesta.
Draco se encontraba tranquila e imperturbablemente hablando con Pansy, hasta que sintió que algo se estampo contra su cabeza, al parecer habían decidido volver a atacarlo, se volteo molesto para encarar al atrevido, pero el muy cobarde ya se había escondido y todos se reían de el, a excepción de cierto oji verde de Gryffindor, pero Draco no lo noto. Con un simple hechizo se limpio de lo que le habían lanzado y continuo como si nada.
El día llego a su fin, y con esto llego la noche.´
Harry a pesar de ser admirado y respetado por todos sentía un vacío en su interior, sentía que algo le faltaba y no sabía que era, cuando se sentía así, esperaba a que todos en su sala común estuvieran dormidos, tomaba su capa de invisibilidad, el mapa del merodeador y salía a caminar a las afueras del castillo para despejarse. Esa noche se sentía mas frustrado por aquel sentimiento que lo invadía, y caminaba al parecer sin ningún rumbo, aunque el si se estaba fijando en el camino que tomaba, pues necesitaría volver, era un camino nuevo, nunca lo había tomado, camino quizá por media hora y de pronto vio algo que no se esperaba, un hermoso lago de agua cristalina y reflejando la luna y las estrellas apareció frente a los incrédulos ojos de Harry, contemplo el paisaje, era simplemente hermoso, y al parecer le estaba dando esa paz que estaba buscando, se sentó en el pasto y admiro el bellísimo lago, los arboles cercanos, la media luna rodeada por una pequeñas rojeces nubes, y las estrellas brillantes, al parecer Harry había encontrado un hermoso y pacífico lugar, solo para el.