Había pasado un mes y tres semanas, faltaba muy poco para las vacaciones de navidad, era época de exámenes finales, casi todos los estudiantes estaban muy preocupados estudiando ya que dichas pruebas tenían el mayor puntaje en lo referente a las calificaciones.
Dentro de una de las aulas, un hombre de cabellos negros algo largos, quien llevaba lentes, impartía su clase. Su nombre era Kim Jae Joong, el profesor de química.
Quedaban pocos minutos para que el timbre sonara, en su pupitre, totalmente frustrado, se encontraba un pelinegro, al parecer no estaba entendiendo nada de lo que el profesor decía, eso se podía ver por la expresión de su rostro.
—Hyung ¿Estas entendiendo? —Preguntó un chico rubio que estaba atrás del muchacho.
— ¿Tu también, Ren? —El mayor frunció el ceño girándose hacia su compañero, primero Minhyun lo atosigaba ofreciéndole su ayuda en matemáticas y ahora Minki venia con lo mismo—Ya se lo dije a Minhyun y ahora te lo diré a ti, estoy perfectamente bien, no necesito ayuda—Musitó volviendo su vista al pizarrón, murmurando un par de cosas. Ren no hizo más que negar con la cabeza, ya lo tenía muy claro, JR reprobaría.
Por fin sonó el timbre, los alumnos guardaron sus cosas para disponerse a salir del salón, Jonghyun hacía lo mismo. Cuando estuvo a punto de cruzar la puerta, la voz del maestro lo detuvo.
—Jonghyun, ven acá un momento—Dijo el hombre que estaba sentado en una silla giratoria con sus brazos apoyados en el escritorio frente a él. El aludido se dirigió a su mentor sin oponerse.
— ¿Qué sucede? —Preguntó estando en frente del mayor, este lo miró con una expresión calmada muy propia de él.
—Vas muy mal en mi materia, también en física y matemáticas—Comentó mirando fijamente al chico.
—“Como si no lo supiera” —Pensó el menor—Lo sé, profesor Kim—Susurró bajando su cabeza ligeramente.
—Como sabemos, puedes aumentar tus calificaciones en los siguientes lapsos, después te todo, apenas está comenzando el año escolar—JR asintió—Pero…—Hizo una pausa cruzando sus manos a la altura de su barbilla—No sería bien visto que el heredero de una de las empresas más importantes de toda Corea, tenga bajas calificaciones en estas tres asignaturas—Su mirada y su voz eran severas, el chico pelinegro solo se limitaba a escuchar al hombre, y, en algunos momentos, a asentir—Tu familia se ha esforzado mucho, todos han sido excelentes estudiantes ¿Y tú? ¿Te vas a quedar atrás? —Cuestionó, JR negó repetidas veces—He hablado con los demás profesores y hemos llegado a un acuerdo—Jonghyun alzó la vista, encontrándose con los oscuros y penetrantes ojos del mayor—Decidimos hacerte una prueba algo…diferente—Comenzó a explicar.
— ¿Qué quiere decir con eso? —Tragó saliva esperando la respuesta del hombre.
—Quiero decir que tendrás un solo examen con las tres materias, será más difícil, con más preguntas, más ejercicios, y con el doble de puntaje—Dijo de una forma tan serena y simple, como si eso fuera lo más normal del mundo—Deberás esforzarte al máximo si quieres pasar ese examen—Afirmó—Necesitaras un tutor, ven a verme mañana en el primer receso—Sentenció firmemente—Ya puedes retirarte—Hizo una seña con una de sus manos, indicándole al chico que podía irse, este asintió y salió del aula.
Estaban en clase de historia, la materia más aburrida según muchos, y la más interesante para otros. Minhyun se notaba muy concentrado, prestando mucha atención a lo que el profesor decía. Toda esa concentración se fue al desagüe cuando un chico que estaba a su lado lo llamó, se giró haciendo una mueca de molesta, odiaba que lo fastidiaran cuando estaba escuchando alguna clase.
—Ella te envía esto—El muchacho que lo molestaba le mostró un papelito arrugado señalándole a una chica que estaba en la puerta. La pelinegra estaba asomada a un costado del marco de la puerta, sonreía ampliamente, con un sonrojo adornando sus mejillas.
—Oh… Gracias—Susurró el castaño tomando el pedazo de papel que el otro chico tenia entre una de sus manos, miró hacia donde estaba la muchacha y le sonrió igualmente, desarrugó la bolita de papel y leyó su contenido, una sonrisa ladeada se formó en su rostro, volvió su vista a la puerta percatándose de que Danee seguía allí, asintió levemente, ella repitió ese gesto y sonrió nuevamente para después retirarse de ahí.
—“¿Qué le habrá dicho?” —Era la pregunta que se hacía Aron, por alguna razón, una que él seguía negando rotundamente, estaba furioso, su entrecejo estaba fruncido, sus ojos entrecerrados y su mandíbula apretada.
— ¿Celoso? —La voz de Baekho lo hizo reaccionar, el chico de cabellos platinados lo mirada con una ceja levantada y una sonrisa ladeada.
— ¿Celoso de quien? —Preguntó haciéndose el desentendido—No sé de qué hablas—Dijo mientras fingía escribir algo en su cuaderno.
—Eres tan idiota…—Murmuró Dong Ho en un tono de burla.
— ¿Qué dijiste? —La voz de Aron subió de tono, el profesor le regañó por eso.
—No hay nada en la pizarra, babo—Después de que dijera aquello, la cara del heredero de la familia Kwak se puso tan roja como un tomate, no pudo hacer más que hundirse en su pupitre, totalmente avergonzado.
Por fin sonó el timbre de receso, los pasillos del instituto estaban atiborrados de estudiantes, además, el bullicio era innegable. Un chico de cabellos negros peinados en forma de cresta, estaba recostado en una de las blancas paredes, sumido en sus pensamientos, como si no hubiese nada a su alrededor.
—Hyung—Llamó un chico de cabellos igualmente negros, solo que él los tenia cortos, el mayor salió de sus pensamientos al oír la voz del muchacho—Ya estoy aquí—Informó sonriendo levemente.
—Oh…claro—Musitó Young Bae haciendo lo mismo—Tengo que decirte algo…—Eso apenas pudo ser escuchado por el menor.
—Bien, escucho—Dijo Seungri.
—Aquí no…—Su sonrojo era evidente, no es como si fuese la primera vez que se le declaraba a alguien, pero si era la primera vez que hacía eso con un chico.
—Bueno…—Seunghyun estaba confundido ¿Qué era eso para lo que su hyung lo había citado? ¿Y por qué no podía decírselo ahí?
—Sígueme—Hizo una seña con una de sus manos y el de cabellos más cortos le siguió. Llegaron a la biblioteca del internado, no había mucha gente, por lo tanto nadie les molestaría o se entrometería en el asunto.
— ¿Y bien, hyung? —Seungri parecía impaciente, como un niño pequeño.
—Yo…—Dudó unos segundos ¿Pero por qué lo pensaba tanto? No le iba a proponer matrimonio o algo por el estilo—Me gustas—Dijo por fin, habló tan bajito que ni siquiera él pudo escucharse, pero bueno, estaban en la biblioteca, debían estar callados.
— ¿Qué? —De verdad no había escuchado nada.
—Me gustas—Repitió un poco más alto.
—Hyung, no escucho nada— ¡Vamos! O Seungri estaba sordo, o realmente Taeyang estaba hablando demasiado bajo—Estamos en la biblioteca, no huyendo de la policía—Bromeó el menor.
—Seungri, me gustas—Suspiró, si no lo escuchaba, tendría que sugerirle ir a un otorrino.
—Mira hyung, no sé si piensas que tengo oídos biónicos o algo parecido—La paciencia de Young Bae tenía sus límites ¿Cómo era posible que le estuviera confesando sus sentimientos a Seunghyun y esté no le escuchara? ¿De verdad estaba hablando tan bajito? ¿Será por los nervios? Taeyang negó con la cabeza.
— ¡He dicho que me gustas! —Gritó tan fuerte que seguramente los niños del pre-escolar, lo debieron haber oído. La bibliotecaria regañó estrictamente al mayor por ese acto. Seungri por su parte, estaba ahí parado frente a él, sus mejillas estaban rojas y no sabia que decir ¡Le gustaba a su hyung! —Si tu no… Si no te gusto, no hay problema—Trataba de hacerse el fuerte a pesar de que su corazón palpitaba mucho más de lo normal.
—No…—Apenas pudo murmurar—Yo…—Desvió la mirada—Me gustas—Dijo sintiendo como su cara se ponía aun más caliente. Young Bae sonrió ¡Le había dicho que le gustaba! Ambos mantenían la misma posición de antes, ninguno decía ni hacía nada, era tan incómodo—Bien…—Eran un par de tontos, no sabían que hacer en una situación como esa ¿Acaso nunca habían tenido novia? ¿Jamás se le habían declarado a alguien? ¿Nunca alguna persona se le había declarado?
Antes de que pudieran por lo menos pestañear, el timbre sonó informando que el descanso había terminado, Taeyang maldijo en su interior ¿Ahora que hacía?
—Hyung, hay que irnos—Farfulló el menor, el aludido asintió e iba a darse la vuelta para poder salir de la biblioteca, pero una mano lo detuvo. Seungri sujetaba una de sus muñecas— ¿Qué pa…?—Se giró quedando frente al otro, nunca pensó que su dongsaeng le jalaría hacía su cuerpo de esa forma, y mucho menos que lo besaría tan violentamente, mordiendo y jalando sus labios, jugando con su lengua. Se separaron por falta de aire en sus pulmones, como era lógico ya que lo necesitaban para vivir—Se hará tarde ¿Quieres que nos dejen afuera? —Young Bae no supo cuando Seunghyun se había alejado de él, ni mucho menos cuando había llegado hasta la puerta. Seungri mordió su labio inferior con parsimonia ¿Acaso lo estaba tentando? — ¿Vienes? —Preguntó, el chico de la cresta asintió, aproximándose hacía él.
Las horas pasaron, ya era mediodía, un grupo de chicos se encontraban sentados en una mesa, disponiéndose a comer. Eran Ji Yong, Daesung, Young Bae y ambos Seunghyun. El ambiente entre todos era tenso, con GD, Seungri y TOP, por lo que había pasado casi dos meses atrás, cuando el maknae le había contado sobre Sun Kyu a Ji, mientras que con Taeyang y Daesung era lo mismo, solo que la razón era distinta.
—No tengo apetito, si me disculpan—Habló el Seunghyun mayor levantándose de su asiento, todos lo miraron al escucharlo hablar.
—Hyung…—Susurró el chico de cabellos rosados en un tono lastimero, el mayor hizo caso omiso, pretendiendo no haber escuchado a Ji Yong. TOP comenzó a caminar, alejándose de ellos—Tampoco quiero comer…—Dijo GD retirándose también, ya estaba cansado de eso, desde que el mayor encontró a Seungri contándole la historia de su ex novia, evitaba todo contacto con su persona.
Sin importar lo que el castaño dijera, Ji lo siguió hasta la alcoba que compartían, cuando estuvieron dentro, el mayor lo miró con furia contenida en sus ojos.
— ¿Por qué me sigues? —Inquirió dejando escapar un gruñido.
—Hyung… ¿Por qué tú…?—No consiguió seguir hablando ya que Seunghyun lo detuvo.
— ¿Qué es lo que quieres, Ji? —Su voz sonaba tan fría que logró erizar los vellos de todo el cuerpo del menor.
—Yo… ¿Por qué me tratas así? —Cuestionó por fin.
— ¿Así como? ¿De que estás hablando? —Actuó como si no supiera lo que Ji Yong le estaba diciendo.
— ¡Sabes a lo que me refiero! —Exclamó acercándose al otro—Llevas tiempo evitándome—Afirmó entrecortadamente—Yo… Si quise saber lo que pasó contigo y Sun Kyu, fue porque…—Otra vez fue interrumpido.
—Ji, hazme un favor—Dijo secamente, el nombrado lo miró muy atento—No me hables, no me mires, no me llames, nada—Siseó con rabia—No eres nada para mí, no tenemos nada que ver—Sus palabras fueron tan crueles que por un momento el pelirrosa sintió ganas de llorar, pero no, tenía orgullo y no se iba a dejar pisotear por Choi Seunghyun.
—Bi-ien…—A pesar de que se mantenía fuerte, no pudo evitar tiritar—Si es lo que quieres… Así será—Indicó con voz firme, arregló un mechón de sus rosados cabellos y dio media vuelta, dejando al mayor solo en la habitación. Su corazón dolía mucho, como si estuviera roto ¿Qué era lo que sentía por Seunghyun? ¿Se había enamorado? Siempre pensó que era una simple atracción, pero al parecer, era más que eso.