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You're my Sky, my Sun and my Moon por Gaara_Uchiha

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Notas del capitulo:

Hello babies! 8D como estan? Llegué yo! 8D Wow ya vamos por el capítulo 20 :D soy genial o que?-auto alagandose(?)-

Bueno lol no interrumpo más, lean y disfruten(?)

Ji Yong salió a paso lento de la habitación, sentía su cuerpo frío, como si fuese un gran cubo de hielo, su corazón latía tan rápido y con tanta fuerza como si quisiera cansarse y dejar de palpitar de una vez por todas. Se sentía tan mal, sus piernas apenas le respondían, si lo hacían era por la inmensa necesidad de alejarse de allí.

 

Llegó a las afueras del instituto, donde había una gran fuente de piedra adornando el lugar. Como pudo, llegó hasta esta, sus manos temblaban y sus lágrimas amenazaban con escaparse de sus oscuros ojos. No aguantó más y se dejó vencer por todos esos sentimientos que revolvían su corazón. Una gota, luego otra, al final se encontraba derramando todas aquellas cristalinas y salinas lágrimas, apoyado en la fuente, dejándolas caer sobre el agua que allí se juntaba, mientras, su rostro se reflejaba en el cristalino líquido, mostrando sus ahora rojos e hinchados ojos.

 

Ya llevaba tiempo sollozando, pensaba que en algún momento se quedaría sin lágrimas, pero no le importo ¿Por qué sentía tanto dolor? ¿Por qué ese sentimiento le estaba carcomiendo tan cruelmente? Llevó su mano derecha a su corazón, todas esas emociones acabarían lastimándolo, y mucho.

 

¿Cuánto tiempo había estado llorando? ¿Diez minutos? ¿Una hora? Eso era algo que no sabía. Su cabeza dolía y no tenía las fuerzas para levantarse, puesto que hace pocos minutos se había sentado en la orilla de la fuente.  

 

El sonoro timbre que anunciaba la culminación de la hora del almuerzo, le aturdió un poco, con pesadez se levantó de donde estaba, pasó sus pulgares por debajo de sus ojos, limpiando todo rastro que indicase que había sollozado anteriormente, acomodó sus rosados cabellos y como cuando llegó allí, a paso lento, se dirigió al aula que le correspondía. Su corazón seguía doliendo, pero no iba a dejar que eso le arruinara la semana ¿O tal vez si?

 

Estaban en la clase de inglés, como era época de exámenes finales, todos y cada uno de los alumnos se encontraban muy atentos a todas las explicaciones de la profesora, todos excepto Lee Seunghyun, quien parecía sumido en sus pensamientos, olvidando por completo que estaba en un salón de clases y que su profesora era una de las más estrictas.

 

— ¿Quiere un castigo, joven Lee?—Preguntó la instructora de ingles, Seungri estaba tan ido que no se dio cuenta siquiera de que todos lo miraban y que esa mujer estaba frente a él, con el ceño fruncido y una regla de metal entre una de sus manos. Pero es que estaba tan feliz, nunca pensó que el plan de Chae Rin funcionara a la perfección, y eso que ambos habían terminado su ficticia relación hace unos pocos días— ¡Lee Seunghyun! —Exclamó la señora golpeando fuertemente el escritorio del aludido con la regla, este se sobresaltó de sobremanera— ¿Quiere un castigo? —Inquirió acercando su rostro al del chico.

 

—No, lo siento mucho profesora Jang—Se disculpó el pelinegro, la mujer soltó un gruñido volviendo hacia la pizarra, susurrando un “que no se vuelva a repetir”.

 

—Oye ¿Y tu en que piensas tanto? —La voz de Chae Rin, lo hizo girarse, sus mejillas se tornaron ligeramente rojas, la chica levantó una ceja y sonrió ladinamente—Cuando salgamos, me cuentas—Más que una sugerencia o una petición, eso sonó como una orden— ¿Ok? —El pelinegro asintió, a veces era mejor no contradecir a su noona.

 

Las horas pasaron, eran alrededor de las tres de la tarde, en la biblioteca se encontraba un grupo de cinco chicos, casi todos ensimismados en sus deberes, los cuales debían entregar al día siguiente. Cuatro de ellos eran universitarios, mientras que uno, quien no estaba haciendo absolutamente nada, aun estaba en bachillerato.

 

—Hyungs… ¿Pueden apurarse? —Preguntó Taemin quien llevaba una hora esperando a que los mayores terminaran lo que estaban haciendo.

 

—Apenas comenzamos—Musitó Onew sin quitar la vista de su libreta, el menor dejó escapar un largo suspiro.

 

— ¿Por qué no vas con algunos chicos? —Cuestionó Key mientras leía un libro de literatura.

 

—Taemin no tiene amigos—Bromeó Jonghyun, ante ese comentario, el maknae no pudo evitar fruncir el ceño e inflar sus medillas, dándole un aspecto infantil. Ki Bum rodó los ojos ante lo dicho por el mayor.

 

—Si tengo amigos—Se defendió Taemin cruzando sus brazos.

 

—Pues ve con ellos—La voz de Jonghyun sonaba tan burlesca, adoraba ver rabiar al menor del grupo.

 

— ¡Pues eso haré! —Exclamó levantándose de la silla en donde estaba.

 

—Esta bien, pero cuida de que nadie te vea con ellos, la gente pensará que estas loco si te ve hablando con tus amigos imaginarios—Bromeó el de menor estatura, Taemin estaba furioso ¿Por qué su hyung era así? ¿Acaso le gustaba verlo molesto? Haciendo caso omiso a lo que el moreno le decía, salió de allí totalmente colérico, dejando a Jonghyun con una sonrisa de satisfacción.

 

— ¿Por qué eres así? —Ki Bum mantenía su mirada fija en el Kim mayor, este le miró confundido ¿A que se refería Key? —Eres tan molesto—Tomó sus cosas y al igual que su “hijo” salió de la biblioteca.

 

—…—Eso fue incomodo, bueno, todo era incomodo desde la última vez que lo besó, cuando recibió su segunda cachetada de parte del de ojos felinos—He terminado—Anunció Jonghyun al cabo de unos segundos de incómodo silencio, guardó todo lo que le pertenecía en su bolso, se levantó de su asiento, caminó hasta la salida haciendo una seña de despedida con una de sus manos y se fue ahí.

 

—Esos dos son tan…—Susurró Minho, que por fin decía algo en toda la tarde, mirando hacía la puerta que ahora estaba cerrada.

 

—Extraños…—Concluyó Jinki, el menor asintió.

 

Dentro de su habitación, Taemin se encontraba recostado sobre su cama, muy concentrado jugando con un cubo de rubik que había sacado sin permiso de las cosas de su hyung Jinki,  estaba tan abstraído con aquel colorido cubo, que no se dio cuenta de que la puerta de la alcoba se abrió, dejando pasar a su molesto hyung.

 

— ¿Desde cuando una persona cuerda hace amistad con un cubo de rubik? — ¡Era tan fastidioso! El más alto giró su rostro para encontrarse con la socarrona sonrisa del mayor, quien se estaba acercando a la cama.

 

—Mira hyung, no estoy de humor—Siseó volviendo a centrarse en el cubo.

 

— ¿Ah, no? ¿Y eso por qué? —Cuestionó, por primera vez estaba interesado en lo que diría el maknae, eso se notaba por la expresión de su cara.

 

—Yo… No quiero hablar de eso—Dijo en su susurro casi inaudible. Algo estaba pasando con el pequeño, Jonghyun se dio cuenta de eso.

 

— ¿Es por Minho? —Esa pregunta había sonado más a una afirmación. El mayor tomó asiento a un lado de la cama muy cerca del otro.

 

— ¿Qué estás diciendo? —El más alto estaba algo descolocado ¡De verdad era muy obvio! Un ligero tinte rojo tiñó sus mejillas, Jonghyun sonrió ante eso.

 

—Vamos, no lo niegues—Acarició sus largos cabellos con cariño, un gesto extraño en él ya que no se llevaba tan bien con el maknae—Te gusta mucho—Jaló sus mejillas con una sonrisa burlona.

 

—Hyung…—Sus pómulos estaban tan rojos que parecían un par de luces de semáforo— ¿Por qué estás aquí? —Cambió radicalmente el tema de conversación.

 

—Es mi habitación también ¿Recuerdas? —Rio un poco.

 

—Sabes a lo que me refiero—Respondió frunciendo el ceño.

 

—Pues, vine a disculparme—Musitó rascando su cuello.

 

— ¿Disculparte? —Preguntó incrédulo.

 

—Si, eso dije ¿Qué no escuchas? —No sabía si lo hacía porque le cayera mal el niño o porque le gustaba ver su expresión de enfado, podían ser la una o la otra, o quizás ambas, pero eso no importaba ahora.

 

— ¿Y bien…?—Sus ojos se entrecerraron viendo fijamente al mayor.

 

—Lo siento…—Se disculpó—Pero es tan divertido hacerte enojar—Una risita salió de sus labios. ¡Taemin lo sabía! ¡Él amaba molestarlo! —Ahora…—Aclaró su garganta dedicándole una mirada inquisitiva a su dongsaeng.

 

— ¿Ahora qué? —Hizo como si no entendiera de lo que le hablaban.

 

— ¿Cómo que ahora qué? ¿Que pasó con Minho? — ¿Y él por qué de repente se interesaba tanto en la vida amorosa de Taemin? No sabía por qué pero un reciente interés en saber lo que le pasaba al pequeño, le había invadido.

 

—Pues…—Dudó un poco—Ya te dije que no quiero hablar de eso—Cruzó sus brazos y desvió su mirada hacía la pared.

 

—Vamos… Dime—Ordenó frunciendo el ceño.

 

— ¿A ti que te pasa con Key umma? —Otra vez cambiaba el tema tan drásticamente.

 

—No cambies el tema—Murmuró negándose rotundamente a contestar aquello.

 

—Pero… ¡Aigo! ¿Tu si puedes preguntar por Minho y yo no puedo preguntar por Key? —Dijo el menor.

 

— ¿Entonces si te gusta? —La expresión que tenía el de cabellos más largos en ese momento, era épica.

 

— ¡Yo no dije eso! —Sus cachetes se inflaron y colorearon de rojo intenso.

 

—Si, si, como digas—Revolvió nuevamente los cabellos del más alto—Si no quieres decirme está bien, no es como si fuésemos los mejores amigos—Comenzó a decir—Pero… Desde ahora puedes contar conmigo en lo que sea…—Sonrió ampliamente, como solo él sabia hacerlo, con esa mirada de cachorro abandonado que te imposibilitaba la forma de negarle algo. Taemin se sonrojo nuevamente.

 

—Hyung… Gracias—Se veía tan lindo, las mejillas sonrojadas, los ojos brillosos, ese pequeño en momentos inspiraba ternura pura, a Jonghyun esa imagen le pareció la más adorable del mundo.

 

—Eres tan lindo—Le dedicó una sonrisa ladeada ¿Y eso a que se debía? Su hyung estaba actuando muy extraño desde que entró a la pieza.

 

— ¡Hyung! ¡No digas esas cosas! —Estaba tan avergonzado que todo lo que le atormentaba se había esfumado. Si, estaba triste porque Minho llevaba tiempo evitándolo, pero, por alguna razón, cuando su hyung se sentó a su lado, todo eso en lo que estaba pensando anteriormente, se había ido, como si nunca hubiese estado en su cabeza, quedó en blanco.

 

Fuera de la habitación, con su oreja pegada a la puerta, se encontraba un chico de cabellos castaños y ojos felinos, su ceño estaba fruncido y sus puños cerrados con fuerza. Había ido por una bebida a la cafetería y por esa razón no había llegado antes al cuarto.

 

— ¿Qué mierda hace con mi bebé? —Claro, porque Ki Bum estaba tan molesto por el simple hecho de que Jonghyun estaba muy cariñoso con su hijo ¿Cierto? Porque él no tenia otra razón para estar tan enfurecido.

 

— ¿A quien espías? —Una voz muy familiar lo sobresaltó, soltó un gritito, tapando su boca al instante, era Kyung Jae, quien lo miraba divertido por su actitud.

 

—No espío a nadie—Susurró avergonzado pegando su espalda a la puerta, pronto esta se abrió, haciendo que perdiera un poco el equilibrio.

 

— ¿Umma? ¿Qué pasa? ¿Tú gritaste? —Taemin y Jonghyun estaban parados en el marco de la puerta con una expresión de preocupación, Key no sabía que hacer en ese momento.

 

—Yo… Es que me tropecé—Mintió ¿Qué iba a decir? ¿Qué los estaba espiando?

 

—Oh… ¿Te hiciste daño? —Preguntó el menor acercándose al chico de mirada felina.

 

—No… Yo… Me tengo que ir—Sin siquiera esperar una replica de parte de Kyung Jae, lo tomó del brazo y comenzó a caminar, jalándolo consigo.

 

Ambos se alejaron, dejando a un muy confundido maknae y a un Jonghyun molesto, furioso, impotente, celoso.

Notas finales:

Gracias por leer :D soy mala o que? xD no olviden dejarme sus reviews ;)


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