Un nuevo día se abrió paso poco a poco en la vida de los estudiantes del internado H.T.D, haciendo que entre el ajetreo de las clases, no se percataron del paso del tiempo y, cuando se quisieron dar cuenta, el sol estaba ya en lo más alto del cielo.
En una de las habitaciones, un chico alto de cabellos color castaño oscuro se paseaba de un lugar a otro con desesperación, al parecer buscando algo muy valioso para él. Iba tan concentrado en encontrar aquella pequeña flor, regalo de Sun Kyu en su primera cita. Abrió el cajón de una de las mesitas de noche con fuerza y nerviosismo esperando encontrar la marchita flor que tiempo atrás había depositado en su libro favorito pero que, ahora no hallaba por ningún sitio y que esperaba encontrar en el velador. Estaba tan absorto de todo lo que le rodeaba, solo con el pensamiento de hallar la tan valiosa flor, que se dio cuenta, demasiado tarde, de que un vaso de vidrio que reposaba a la orilla de la mesita, había caído por la brusquedad de su acción, quebrándose en varios pedazos, produciendo varios cortes en su mano ahora ensangrentada.
—Mierda…—Masculló molesto retirando algunos trozos de vidrio que aun estaban en su mano— “Idiota” —Se recriminó frunciendo en ceño. Justo en ese momento, a la alcoba entró un pelirrosa, fijó su vista en la sangre que corría por la mano del mayor y lo miró preocupado.
— ¿Hyung…?—Susurró para sí mismo— ¿Qué sucedió? —Preguntó serenamente acercándose al castaño, este ni siquiera lo miró.
—Nada, es un simple corte—Explicó Seunghyun restándole importancia, más el otro no le hizo caso y tomó su mano, como si estuviera examinándola—Ji, solo tengo que ir a la enfermería—Dijo soltándose del agarre del más bajo.
—La enfermera no está, así que siéntate y deja de hablar tanto—Contestó dándole un pequeño empujón al más alto, haciendo que quedara sentado sobre la cama.
— ¿Qué crees que haces? —Inquirió T.O.P más que molesto.
— ¿Piensas quedarte así? Esas heridas pueden infectarse—Respondió GD al mismo tiempo que buscaba algo en uno de los cajones que había en su closet. Se posicionó al lado del más alto con un pequeño bote de alcohol y unas cuantas motas de algodón—Dame tu mano—Seunghyun dudó un poco, más no tardo mucho en acatar las ordenes del menor, puesto que quedó un poco intimidado por la mirada de este, era tan fría que un escalofrío le recorrió por completo.
—Ashh… ¡Ten cuidado! —Soltó un quejido al sentir ese líquido transparente en su herida piel.
—Pues no estaría haciendo esto si hubieses tenido más cuidado—Musitó con indiferencia el chico de cabellos rosados.
—Nadie te dijo que lo hicieras—Refunfuñó el castaño frunciendo levemente el entrecejo.
—Hyung ¿Por qué hablas tanto? —Dijo eso derramando un pequeño chorro de alcohol sobre sus heridas, Seunghyun se quejó una vez más, pero no dijo una sola palabra después de eso—Listo—El más bajo tomó todo lo que había utilizado, desechó los algodones manchados de sangre y guardó en su lugar el recipiente con alcohol para luego retirarse de allí. T.O.P bajó su rostro, mirando expectante sus heridas curadas, las cuales ya comenzaban a cicatrizar. Su corazón latió con fuerza y sintió molestas punzadas en este, creía saber el porqué, pero una parte de él se negaba a aceptarlo ¿Qué era lo que realmente sentía por Ji Yong? ¿Por qué le había dolido tanto esa mirada? ¿Era así como se había sentido el pelirrosa cuando lo trató de esa forma tan cruel? Seguramente había sido mucho peor para el menor.
—Soy…un monstruo…—Se dijo a si mismo recapacitando sobre como había tratado a G-Dragon hace un tiempo. Ahora se sentía la peor persona del planeta ¿Cómo había sido capaz de dañarlo así? Ji solo quería saber que era lo que le pasaba, se preocupaba por él. Remordimiento, eso era lo que en ese momento albergaba su corazón. Furia, por haber actuado de esa forma tan irracional. Culpa, porque por aquel error, había lastimado a la persona que, recientemente, se había dado cuenta que amaba—Soy tan…imbécil—Susurró.
En un pequeño restaurant que quedaba muy cerca del instituto, un par de pelinegros disfrutaban, aparentemente, de una deliciosa comida. Supuestamente tenían una cena romántica, ya que sus ojos no se despegaban de dos jóvenes que estaban a unas cuantas mesas de la de ellos.
—Sigo pensando que es muy pronto para que tengan una cita—Murmuró Seungri mordiendo un pedazo de pan, su ceño estaba fruncido y su mandíbula tensa haciendo que masticara con torpeza.
—Es que ella es una fácil…—Musitó Taeyang actuando de la misma forma en la que lo hacía el menor. Su “romántica velada a la luz de las lámparas del restaurante” como decía Seunghyun, había sido arruinada de una manera tan drástica en el momento en que al local entraron Daesung y Ji Eun, la chica que conoció el día anterior. Después de un incómodo silencio, ambos chicos se miraron fijamente ¿Por qué estaban actuando así?
— ¿Por qué tu…?—Al haber hablado al mismo tiempo, no terminaron de formular la pregunta.
—Tú…—Comenzó a decir Young Bae— ¿Qué estás…?—Quiso preguntar pero el menor lo interrumpió.
— ¿Qué estás haciendo tú? —Inquirió frunciendo levemente el ceño— ¿Acaso te gusta él? —El mayor no pudo hacer más que bajar el rostro, totalmente avergonzado ¿Y ahora que diría? —O… ¿Te gusta ella? —Esa pregunta, el tono de voz y el trozo de pan francés con el que Seunghyun lo amenazaba, atemorizó un poco al de cabellos más largos.
—…—No dijo nada, realmente no sabía que decir, obviamente no le gustaba la chica, pero la primera pregunta lo había dejado pensativo— ¿Y tú que? —Esta vez era él el que tenía una mueca de disgusto.
— ¿Yo…?—Tembló ligeramente.
—Si, tú ¿Te gusta Daesung? ¿O quizás Ji Eun? —Lo fulminó con la mirada acercando a su cuerpo.
— ¿P-pero de qué estás hablando? Yo no soy el que anda diciendo que ella es una fácil—Se defendió el menor—Daesung es mi amigo, no quiero que ande con cualquier tipa—Mintió, Young Bae entrecerró los ojos.
—Pues… Lo mismo digo—Susurró el mayor, Seunghyun tampoco estaba muy convencido de aquello, pero le restó importancia al asunto. Ambos se dedicaron a terminar de comer.
Mientras tanto, el chico de cabellos de color metalizado, conversaba amenamente con la pelinegra frente a él.
—Oppa, esos chicos llevan rato mirándote—Comentó Eun Ji riendo bajito.
—Oh si, me di cuenta hace un rato—Dijo Daesung un tanto confundido ¿Y ellos porqué lo miraban tanto? ¿Lo estaban espiando? ¿Por qué?
—Aigo, se ve que les gustas—Susurró ella en un tono de voz inaudible.
— ¿Qué dices? —Preguntó sorprendido por la deducción de la muchacha— ¿Por qué dices eso? —Cuestionó, Eun Ji sonrió tímidamente.
—Se nota con tan solo verlos—Explicó con simpleza. Daesung desvió la mirada—Oppa… ¿No te habías dado cuenta? —Indagó con curiosidad, el aludido negó con la cabeza mostrando un leve sonrojo, ella rio de nuevo.
Mientras tanto, en el instituto, Kwon Ji Yong se paseaba por los pasillos de este, no tenía nada que hacer esa noche, sus tres amigos habían salido y no lo habían invitado, el único que seguramente estaba libre esa noche era el Seunghyun mayor, pero obviamente no iba a ir con él.
— ¡Pero que amigos! —Exclamó riendo por su comentario ya que sabía que Daesung saldría con una chica y los otros dos, bueno, él no quería hacer un mal tercio. Su vista se centró en el techo y repentinamente, sintió algo extraño recorrerle todo el cuerpo— ¿Pero qué carajo…?—Se pregunto, era tan extraño, tenia la necesidad de ir hacia algún lugar, pero no sabía cuál, esa sensación de que algo malo iba a ocurrir, lo estaba atormentado. Nunca antes había sentido algo como eso, llevó su mano derecha a su corazón, este latía rápidamente, como si quisiera salirse de su pecho. Inconscientemente fue caminando sin rumbo fijo, hasta que llegó a un lugar que conocía muy bien, ya que anteriormente lo había visitado mucho, la azotea.
Fue en el momento en que entró, que sus ojos se abrieron en demasía, sintió su corazón detenerse, sus pies no se movían, sus manos temblaban. Frente a él, sobre la baranda del balcón, estaba Choi Seunghyun.
— ¿Qué mierda estás haciendo? —Por fin reaccionó aproximándose rápidamente al otro chico, quien gruñó al escuchar su voz.
—Ji, vete de aquí—Siseó con odio muy mal fingido—Vete…—Su voz tembló.
—Hyung… ¡Baja de ahí! —Gritó el menor asustado ¿De verdad se iba a tirar por ahí?
—Te dije que te fueras ¿Acaso no entiendes? ¿Eres sordo?—Giró su rostro para encarar al menor.
— ¡Claro que entiendo! No pienso irme de aquí hasta que bajes—Afirmó quedando detrás del más alto—Seunghyun… Baja, por favor—Pidió en apenas un ligero timbre de voz, tenia miedo, mucho miedo—Hyung…—Masculló— ¡He dicho que bajes! —Estalló completamente histérico.
—Ji, te lo diré de nuevo, vete. Me voy a lanzar ¿De acuerdo? Ya no lo soporto—Dijo aquello como si fuese lo más normal del mundo.
—Ah, claro. Las cosas no te salen bien y decides suicidarte ¡Excelente! —Sabía que ese no era el mejor momento para su sarcasmo, pero la actitud del mayor lo sacó de sus casillas.
—Tu no lo entiendes…—Musitó.
— ¿Qué no entiendo? ¿Qué sufres porque la persona que amabas falleció? Pues bien, no lo entiendo, pero supongo que lo entenderé si te lanzas…—Un incomodo silenció se formó después de las palabras dichas por el de cabellos rosados ¿Eso quería decir que lo amaba? ¿Amaba a Choi Seunghyun? —T.O.P…no lo hagas…—Rogó una vez más tomando una de sus muñecas.
— ¡Suéltame! —Fue tan brusco al momento de liberarse del agarre del más bajo, que empujó su cuerpo haciéndolo tambalearse, para al final caer sobre el duro suelo, golpeando fuertemente su cabeza— ¿Ji…?—Abrió sus ojos en exceso al ver que el otro solo reposaba en el piso, sin mover ni un solo músculo, sin quejarse, parecía inerte— ¿Ji? —Exclamó alterado, tan rápido como pudo, se bajó del barandal—Mierda… ¿Ji Yong…? Vamos, despierta…—Decía zarandeando, desesperado, al chico que ahora tenia entre sus brazos—No… Ji…—Un par de finas lágrimas se deslizaron por sus oscuros y profundos ojos. El menor podría estar muerto y todo sería su culpa. Con una rapidez inimaginable, cargó el cuerpo del más bajo saliendo a toda prisa de allí, tenia que llevarlo a un hospital lo más pronto posible.
Eran alrededor de la una de la madrugada, en la sala de espera del hospital central de Seúl, se encontraban cuatro chicos, dos pelinegros, uno de cabellos de color gris metálico y un castaño. Seungri dormitaba en el hombro de Taeyang, quien tenía su vista fija en el techo, mientras que Daesung trataba de calmar un poco al mayor de todos T.O.P, quien estaba más que angustiado.
—Él va a estar bien—Tranquilizó Daesung—Pronto el doctor vendrá a decirnos que no le pasó nada grave—Susurró acariciando la espalda del castaño.
— ¿Y si no es así? Si él…si él... —Antes de que pudiera siquiera intentar pronunciar la frase completa, un hombre vestido con una bata blanca y pantalones negros, entró a la sala.
— ¿Cómo está Ji? —Preguntó Young Bae levantándose de su asiento, causando así que el menor despertara. Todos miraron al doctor y este se dispuso a hablar.
—Kwon Ji Yong recibió un golpe muy fuerte en la cabeza, esto le causo una fractura en el cráneo—Comenzó a explicar, todos asintieron temiéndose lo peor—El joven Ji Yong ha quedado en coma, será mejor que llamen a sus familiares lo más rápido posible—Informó el hombre, los cuatro chicos que estaban allí presentes, no supieron como reaccionar. Mientras Seungri había quedado pasmado, y tanto Taeyang como Daesung no habían podido evitar llorar, T.O.P solo estaba ahí, sin realizar ningún movimiento, ninguna mueca, nada, pero eso sí, se estaba muriendo por dentro ¿Cuánto daño iba a seguir causando? De verdad era un monstruo, o así se sentía.