Sentí como me miraba a los ojos y después de arriba a bajo, dio una vuelta a mi alrededor y paró justamente enfrente de mí, como inspeccionando un artilugio que jamás había visto antes. - ¿ocurre algo Stark? - escuché al señor Rogers preguntar a ese otro señor que parecía un niño grande por como iba vestido, me daba miedo moverme, no quería causar ningún problema. Los dos hombres echaron a andar hacia una habitación y yo me quedé de pie en el salón, estático como una piedra. Miraba a mi alrededor, era una casa muy grande y con muchas cosas bonitas.
Sentí ruido, venia de la habitación donde habían entrado los mayores, sabía que discutían y también supe que el motivo era yo, así que decidí irme de allí.
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Seguí a Stark hasta la habitación, me molestaba la actitud de éste, en cuanto entré observé a Stark con los brazos cruzados y actitud pensativa. - ¿Por qué pones esa cara? - levantó la mirada y dijo -¿qué es eso? - señaló hacia la puerta - ¿una puerta? - pregunté con la ceja levantada - ¡No! Lo que hay en la sala - me dijo con más ímpetu - No es una cosa Stark , es un niño - dije enfadado - ¡exacto! ¿para que traes ese niño aquí? - dijo con fuerza - No tengo porque darte explicaciones, esta también es mi casa, y puedo traer a quien quiera - Stark hizo unos gestos con la cara acompañados con los brazo y gritó - Odio a los niños - no quería escuchar más las estupideces de Stark , así que volví con Peter, seguro que estaría incomodo allí solo.
Cuando llegué al salón no vi por ninguna parte a Peter y mi mayor temor se había cumplido, se había ido solo, así que cogí mi cazadora rápidamente y me marché.
Ya en la calle miré a ambos lados, e intenté adivinar el camino que habría tomado, y pensé que al no conocer esta zona lo más probable es que hubiera tomado el camino por el que vinimos, así que fui hacía la izquierda.
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No conocía esta parte de la ciudad, había mucha gente que iba de un lado para otro tan rápido que parecía que sus vidas dependían de ello, crucé el semáforo y entré en el parque que había en frente, al fondo se veía un gran lago, había barquitas con gente que parecía divertirse, fui para allá, mientras caminaba, veía como los niños jugaban con sus padres, me sentí muy triste, pues yo carecía de ellos, cuando llegué al lago me senté en la orilla y me quedé ahí pensado lo que me había sucedido en estas 24 horas.
La casa donde vivía con mi tía se incendió, tía May había muerto por el humo, me quedé totalmente solo, Rogers me salvó, y tras una noche en la comisaría de policía esperando a saber si me iría a un orfanato, esta mañana Rogers entró en la comisaría diciendo que él se haría cargo de mí, así que tomó mi mano y fuimos a desayunar a un restaurante de ambiente retro, después de desayunar tortitas con chocolate y dulce de leche, fuimos a su casa y de ahí hasta donde me encuentro ahora. No sabía por que Rogers quería hacerse cargo de mí, solo nos conocíamos de unas cuantas horas, me caía bien, ¿pero de ahí a que se hiciera cargo de mí? No me cuadraba nada, suspiré, no sabía que iba ha hacer de ahora en adelante.
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Llevaba un rato ya andando y no divisaba por ningún lado a Peter, estaba preocupado, un niño de diez año solo por la ciudad era peligroso, para acortar mi búsqueda decidí atravesar por el parque, no creía que me llevara mucha ventaja, pero por si acaso era mejor recortar camino, iba mirando para todos lado, cuando divisé un pequeño sentado a la orilla del lago, era de pelo castaño, menudito y con gafas, lo reconocí inmediatamente y me dirigí raudo a donde se encontraba. - Peter - llamé cuando me encontraba a sus espaldas, se giró asustado, - Rogers - contestó incrédulo - ¿se puede saber porque te has machado sin decir nada? me has preocupado - le contesté mientras me sentaba junto a él. - No quería que tuvieras problemas por mi culpa y oí como discutías con el otro señor - su cara era de circunstancia - No tienes que preocuparte por Stark, es solo un persona malcriada que esta acostumbrado a que todo se haga a su gusto, - Peter me miró con la ceja levanta - el caso Peter es que no tienes que preocuparte, y tu no me supones ningún problema , ¿entendido? - miró para el lago y después de unos segundo en silencio me miró y dijo - entendido - .
No hablamos más durante la hora que estuvimos allí sentando, se acercaba la hora de comer, y el estomago de Peter me alertó de que tenía hambre, giré la cabeza y pude ver como en su carita empezaba a dominar un color rosado muy gracioso, sonreí y propuse volver a casa a comer.
La vuelta la hicimos hablando, conociéndonos un poco más, aprendí que le gustaba el chocolate, que su comida favorita era los macarrones con tomate, que su color favorito era el verde, que odiaba las matemáticas pero aun así era bueno en ellas, y que de mayor quiere ser químico. Cuando llegamos a la torre, Malcom el portero nos saludo, entramos en el ascensor y noté como empezaba a inquietarse - No te pongas nerviosos, Stark al principio es un idiota, pero cuando uno se acostumbra, incluso se le coge cariño - Peter soltó una pequeña carcajada y se relajó un poco, el ascensor se abrió, salimos al gran salón en donde Stark había estado observando a Peter esta mañana, nos quedamos parados ante toda la gente que había, era solo los vengadores y Pepper pero para Peter era demasiada gente nueva. Nos acercamos y presente a Peter uno a uno, mientras esto sucedía, Stark estaba en la barra de la cocina sirviéndose un vaso de whisky, su cara era de descontento.
- Steve - dijo Pepper - habéis llegado justo a tiempo para la comida - le sonreí a la pelirroja demostrando mi agradecimiento, desde que nos conocimos, me cayó en gracia y nos volvimos amigos, sabia que esa simple y sencilla frase era un aliento de ánimo y de apoyo. Me dí la vuelta y le dije a Peter que se quedara con los chicos, que todo estaba bien, aunque no hacia falta ya que me lo vi hablando muy animadamente con Bruce, parece ser que tenían gustos en común, así que me dirigí a la cocina con Pepper.
- De vuelta con Micky Mouse - soltó Tony mirando para el salón - ¡Tony! - le regaño la mujer
- No te molestes Pepper, se siente amenazado porque le da miedo perder el puesto de niño mimado del grupo - espeté con gracia mirándolo, su cara se cuadró, apretó su mandíbula con suma fuerza, me miró, con una mirada salvaje, por una parte no me importaba, sabia que la verdad dolía, pero por otra, esa mirada me dio tristeza. Sentía como si mi corazón se partía, dolía y no sabía por qué, tragó con fuerza el resto de Whisky y se fue a reunir con el grupo.
Sentí como me ponían una mano en la espalda, giré y me vi como Pepper me sonreía, le devolví la sonrisa y nos pusimos a cocinar.
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Hoy no fue un buen día, Fury me había llamado para hablar sobre la ampliación de los vengadores, yo me había opuesto totalmente, bastante me costó encajar con los chicos para que extraños vinieran a alterar mi vida, y eso pasó cuando llegué a casa, un mini extraño vino para alterarla, en medio de salón el capitán iceberg acompañado de un mocoso, después de la agradable charla con el capi, salió corriendo detrás del crío y ahora después de unas cuantas horas ese hongo, estaba infectando a todo los demás. ¡odio a los críos!
Me senté en el sofá, mirando como todos estaban pendiente del tal Peter, el doctor inestable hablaba con él como si fuera un compañero de laboratorio, Legolas, lo inspeccionaba como si de su nuevo arco se tratara, Thor era el único que no le prestaba mucha atención , quizás por ver un partido de basket y por último la araña silenciosa, miraba al crío con cierta ternura ¿es que esa mujer podía tener instinto maternal? El caso es que todos parecían conforme con que el dichoso Peter se encontrar entre nosotros.
- ¿Y es seguro que no se puede revertir a Hulk? - escuche como el mocoso preguntaba muy seriamente a Bruce - Lamentablemente no Peter, pero es por el momento, se que algún día lo lograré - el niño cabeceo afirmativamente sacando una risa a Bruce, por lo que me dí cuenta el chaval era bastante inteligente, - ¿Qué te gustaría ser de mayor Peter? - - Me gustaría ser químico, pero no descarto la opción de ser fotógrafo, es algo que también me apasiona- al escucharlo hablar me recordó al vejestorio, ese habla no es de un crío, pensé, aun teniendo diez año debería tener un registro más coloquial. Otra cosa que me impactó es que le gustaba la química. - ¿Qué rama de la química te gusta mas? - - Oh!, pues la bioquímica esta bien, al igual que la química física …- eso me interesa - y también la química aplicada a la tecnología, pero no soy capaz de decidirme por una sola - puso una mano sobre su mentón pensando, vaya crío raro, pensé.
- A la mesa todo el mundo - Pepper llamaba a la mesa, me levanté y me senté a la cabecera, poco a poco se fueron sentando todos a la mesa, a mi costado derecho Clint, y al izquierdo Bruce, a lado de Legolas se sentó Natasha y a su frente Thor, el crío tomo asiento al lado de este y el capitán después de servir tomo asiento a mi frente, quedando el único sitio libre para Pepper al lado de la viuda. - Espero que sea de tu gusto la comida Peter - le dijo maternálmente Virginia - Gracias - se limitó ha decir este. Todos comíamos en silencio, y veía como Steve estaba constantemente pendiente del crío. Las palabras de Steve que me dijo en la cocina, me dolieron bastante, que aun pensara que era un crío mimado después de todo el tiempo que llevamos juntos, me hacia pensar que me había equivocado al pensar que todo se había solucionado entre nosotros. Había trabajado bastante en mí comunicación, y especialmente mi comunicación con él, el motivo de porque no lo sabia explicar, pero Roger hacia que pensara más de dos veces las cosas que hacia y decía.
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Llevaba una semana viviendo con Steve y los vengadores, todos eran muy agradables conmigo, excepto Tony, solo me hablaba si le era estrictamente necesario, y eso pasaba escasamente, Steve pasó los primeros días entre papeleos, por mi adopción y para mi ingreso en la escuela, decía que no podía perder ni un día más de clase, y me encontraba desayunando a las siete de la mañana con un dormido Bruce que daba cabezadas mientra intentaba tomar su café, Steve ponía delante de mí un plato repleto de tortitas con sirope de chocolate y nata, una gran taza de leche. Tony que estaba enfrente mía miraba el periódico mientras bebía de su taza, el sonido del ascensor nos hizo que todos mirásemos de quien se trataba el invitado que osaba venir a estas horas tan tempranas. - Buenos días a todos - era la señorita Pepper que entraba con un maletín, al llegar a la mesa, Steve le puso por delante una taza de descafeinado - Gracias cielo - le agradeció - Tony papeles para firmar - le dijo
- Más tarde Pepper, tengo que arreglar la armadura, el bichejo ese feo de la última vez la dejó para el arrastre - tras decir esto bajó para su taller, al cual yo tenia el acceso restringido.
- Peter apúrate o llegarás tarde - me apremió Steve, así que tomé mi última tortita llenándola de nata y bebí el resto de la leche, recogí y cogí mi mochila - Que tengas un buen día Peter - me dijo Pepper - Llámame si quieres que pase a recogerte, peque - Steve se había convertido en el hermano mayor que nunca tuve - sí Steve, adiós- .
Sábado, y en la torre sólo estábamos Tony y yo, sentado en la mesa de diseño que había cerca de la cristalera, me encontraba haciendo la tarea, y como no las matemáticas estaban haciendo de las suyas, llevaba media hora con las matrices, tan concentrado estaba que no me percaté de la presencia detrás de mí - No entiendo como te han podido adelantar tanto de curso cuando no puede hacer esta simple matriz - levante la cabeza, y ahí estaba Tony con una de sus sonrisa de ser superior, y en cierto modo me sentía inferior, pero me motivaba, pues Tony era un genio, y al que secretamente admiraba con todo mi ser - No me gustan - espeté - eso es porque no las entiendes, si las entendieras, verías que son facilísimas - me arrebató el lapicero de la mano y en un abrir y cerrar de ojos, había resuelto la matriz, mi cara no podía demostrar más mi sorpresa.
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La cara de sorpresa del crío me satisfajo enormemente, sonaba infantil, pero demostrar mi superioridad ante él, me relajaba, aun así me sentí tonto, como si Steve me hubiera regañando, suspiré, sabía que lo que iba hacer tendría repercusión - No creas que me gustas, pero voy a ayudarte con las matemáticas - la cara fue aun más de sorpresa que la anterior - Cierra la boca, pareces bobo - me senté a su lado y le pregunté que problema tenía con la asignatura, tras unas dos horas con preguntas y explicaciones, se estaba acercando la hora de comer - Será mejor que recojas, Steve estará a punto de llegar para la comida - el chico asintió y empezó a recoger - Gracias señor Stark - - Tony niño, no soy un viejo - y lo dejé recogiendo, no terminé ni de dar dos pasos cuando me paré y giré la cabeza - Ah! Y ni se te ocurra decirle nada de esto a nadie, ¿entendiendo? - - sí Tony - y seguí mi camino hacia mi habitación, necesitaba una ducha.
Mientra estaba en la ducha me puse a pensar, después de todo el crío era agradable, y bastante inteligente, se podía mantener una conversación con él, era ordenado, responsable y no daba ningún tipo de problemas, me divertí, reconocí, aun así aun seguí queriendo que se fuera de aquí.
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Los meses iban pasando, y ya estaba totalmente integrado en la casa, y había tenido un gran progreso con Tony, seguía ayudándome con las odiosas matemáticas, y estaban empezando a agradarme, eso si, las clases era algo entre los dos, sabía que después de todo Tony era una gran persona y me lo afirmó una tarde que me llevó al taller, su santuario, empezamos a dar clases, pero no podía concentrarme con todo lo que tenia allí, así que poco a poco fue mostrándome cada uno de los rincones de ese lugar, acabamos desmontando un brazo de una de las antiguas armaduras de Iron Man, me lo pase genial, me presento a Jarvis y le dio una clave de permiso para mi, solo me había pedido que no bajara sin él.
- Peter, vamos de compras, si necesitas algo tendremos a mano el teléfono móvil - me dijo Steve, me quedé solo en la torre, y esta vez me dedicaría a ver televisión, en eso que sentí la musiquilla del ascensor, por ella entro un hombre de estatura media con barba y con cara de enfado, detrás de el un joven de unos tres años mayor que yo - ¿puedo ayudarle en algo? - pregunte, - ¿Dónde esta Stark? - me daba mala espina, por lo menos sabia que con Jarvis no me pasaría nada - Jarvis, por favor, llama a Tony , dile que tiene visita - tal como di la orden le ofrecí asiento, solo el joven se sentó. - Señorito le paso con el jefe - - Tony - llamé, mi voz salio demasiada aguda - Soy Steve peque, ¿que ocurre? - - Steve, hay un señor que pregunta por Tony - - Debo de suponer que usted es el Capitán América - - Así es, ¿con quien tengo el placer de hablar? - - Logan - fue su escueta respuesta - Eh capi ¿con quien estas hablando? - se escuchó de fondo - Tony un tal Logan pregunta por ti, de hecho esta en la torre - se oyó el ruido del traspaso del teléfono - No eres bien recibido allí - la voz de Tony era de puro enfado, ¿quién es este tío?, me pregunté,- Me manda Fury, no creas que tenia muchas ganas de venir a ver tu cara - - Quiero que te vayas de ahí, nos veremos en Shield, Peter enséñale la salida - iba a acompañarles hasta el ascensor cuando sentí como tomaban mi muñeca, giré y vi que era el chico del sofá - No pienso moverme de aquí hasta que hable contigo - espetó el hombre, la comunicación se corto, el chico soltó mi brazo y fui a la mesa cerca del ventanal, y desde allí observé a los dos invitados.