-Peter comía algo de cereal mientras veía la televisión, más específicamente las noticias. Gruño cuando comenzó un reportaje de cómo los “héroes” salvaban Nueva York o de eso debería tratar si no fuera porque estaban diciendo todo lo contrario, específicamente que Tony Stark no debería estar en ese grupo, que solo causa problemas y desastres. Peter hizo otro sonido molesto, no podía ayudar mucho a esa opinión cuando en pantalla muestran escandalosas fotos del mencionado billonario.
—Mute —dijo una voz familiar—. No deberías ver eso a la hora del desayuno, te arruinara el día.
Peter sonrió avergonzado.
—No puedo evitarlo —volvió su vista a la pantalla viendo como ahora los presentadores hablaban y hablaban pero no salía sonido alguno. Imágenes del Capitán América aparecieron y Peter bufo con hastió—. ¿Cuándo lo superaran? No debe ser tan difícil acostumbrarse a ver a mi padre contigo, incluso ha dejado de hacer tantos escándalos. Son unos idiotas que buscan cualquier forma de manchar su nombre.
Lo cierto es que a estas alturas de su vida ya debería estar acostumbrado a la prensa.
Steve sonrió mientras preparaba una taza de café en la maquina que su padre invento. Seguramente, la mejor maquina de café existente en el mundo. No se lo piensa decir a su padre, pero obtuvo el premio mayor al tener a alguien que lo ame tanto como Steve lo hace.
—Oh, es que tienen la idea de que corrompo a su querido Capitán América —dijo una tercera voz que fácilmente reconoció como Tony.
Peter rió ante el comentario porque eso no es del todo falso. Tony se acerco a Steve y le beso los labios antes de quitarle la taza de café de las manos y darle un sorbo.
—Ewww, para ningún hijo del mundo es encantador ver a su padre dándole arrumacos a su novio.
Tony rodo los ojos.
—Sera mejor que te vayas preparando para tu primer día de clases en… —Tony entrecerró los ojos con disgusto—, Midtown Science High School. En serio Peter, ¿pública?
—Tony —regaño Steve y se acerco a susurrarle al oído los suficientemente bajo para que Peter no pudiera escucharlo.
—Oh… OH.
—Ok no quiero saber que se secretean —se paro para dejar los platos sucios en la cocina—, los veo en la noche. Happy me llevara.
—No tan rápido tu adolescente escurridizo.
Peter se odio por no correr más rápido porque se quedo a solo un metro de la puerta. A veces desearía tener la súper fuerza de Steve.
—Iremos contigo, se supone que los papas van con su hijo el primer día de clases y esa clase de cosas que hace la gente normal, hacer algo normal podría sentarnos bien, no quiero decir que debemos ser normales porque no somos nada normales y hacer cosas normales es tan aburrido como la gente normal--
—Tony —dijo Steve con ese tono especial que suele usar con su padre y que significa “cállate”.
—…que viven sus aburridas vidas con cosas monótonas, lo que me recuerdo al otro día que iba por un Starbucks y debo recalcar que no había tenido más que una taza de café, pero necesitaba urgentemente café así que hice correr los números resultando que esa sucursal estaba especialmente cerca--
—¡Tony! —repitió Steve con un tono de voz más alto que la ultima vez haciendo que Tony se callara abruptamente.
—¿Lo volví hacer? Si, por supuesto que lo volví hacer, lo siento, me callare, sep, mejor me callo.
Peter vio a Steve con ojos llenos de necesidad pidiéndole silenciosamente que lo sacara de este apuro porque definitivamente no quería llegar a su primer día acompañado de su papá y su novio aka conocido como el Capitán América icono nacional y chico dorado de América. Y especialmente, sabía que su papá lo hacía por fastidiarle, yep, definitivamente, lleva haciéndolo toda su vida.
—Tony, tenemos una reunión con el equipo para hablar sobre tácticas estoy seguro de que Peter puede entenderlo e ir solo su primer día y por cierto tu café se está enfriando.
«Y Dios bendiga a Steve Rogers y toda su gloria», pensó Peter. Antes de que su padre pudiera objetar algo se echo a correr mientras gritaba un: ¡Llegare para la cena!
Happy lo esperaba en la limusina abriéndole la puerta para subir. Al menos no era una enorme y se podía consolar con eso. Peter pasó la mayor parte del camino ideando como decirle a Happy que lo dejara por lo menos cuatro cuadras antes de la preparatoria y no sonar desesperado o sospechoso como para que le pasara la noticia a su jefe, osea, su padre.
—Mnn Happy —dijo al abrir la ventanilla que divide el compartimiento del chofer, el mencionado lo vio a través del espejo retrovisor.
—¿Qué sucede joven Stark?
—¿Puedes dejarme aquí? He estado algo perezoso últimamente y me vendría bien caminar un poco y relajarme para empezar mi primer día de clases… estoy algo nervioso.
Lo que le pareció un momento eterno no fue nada más que unos segundos en lo que Happy lo pensó. Se orillo y detuvo el auto no muy seguro de seguir la curiosa petición, pero tras años de trabajar con los Stark una caminata mañanera no parecía ser tan descabellada.
—¡Gracias! ¡Nos vemos! —salió de la limusina tan rápido como pudo, camino sin detenerse hasta perderla de vista—. Bien Peter, parce que nadie te vio. Ahora lo siguiente… ¿en donde quedaba la escuela?
Por un momento se paniqueo hasta que recordó que basta con buscar en el GPS del celular para dar con el lugar. Bendita tecnología.
Al llegar admiro el lugar, era grande y no era toda una maravilla sofisticada como otras escuelas que había visto con su padre, pero le gustaba. Se encontraba repleto de estudiantes llegando y no muy lejos de él pudo ver una limusina arribar, pensó en esconderse con temor de que fuera Happy o peor aún, su padre.
No es que estuviera avergonzado de ser el hijo de Tony Stark ni nada de eso, al contrario, amaba su vida. No cualquiera puede decir que vive con súper héroes. Pero ansiaba experimentar lo que los demás, quería probar ante su padre que puede lograr cosas por sí mismo. Que puede no tener el súper genio de Tony Stark o la fuerza de Steve, o la frikeante puntería de Clint ni la mirada asesina de Natasha… ok, sería bastante genial ser como Natasha, y no mencionara a Thor porque bueno, él no cuenta por ser alien/dios/Asgardiano, pero por lo menos puede presumir que tiene el coraje para querer dar un paso por sí mismo.
No sabía cómo explicarle eso a su padre sin que haga que vaya a pensar que se encuentra bajo la sombra de él o que esta avergonzado de que él sea su padre. Peter sabe de sobra los daddy issues que tiene.
Regreso la vista a la limusina y de ella bajaba un joven de cabello castaño oscuro… oh, ¡ese es Harry Osborn!
Peter sonrió porque al menos iba a tener a alguien conocido con quien conversar. Harry se percato de su presencia y le hizo una seña para que se acercara, al estar a su lado una ventanilla de la limusina bajo y se encontró con el padre de Harry.
—Buenos días Mr. Osborn —saludó amablemente. Y por algúna razón podía escuchar el monologo de su padre en la cabeza: “No te acerques mucho a Norman Osborn, ¡Su dinero esta bañado en sangre!”
—¡Peter! No tenía idea que estarías en… —noto como por una fracción de segundo observo la escuela con desdén, seguro la idea de una escuela pública le desagrada mil veces más que a su propio padre y Peter estaba bastante seguro de que Tony nunca vería el lugar con irritación.
—Si bueno quise cambiar un poco de ambiente.
—Me gustaría que Harry estuviera por esa misma razón, pero me temo que él no es un chico tan brillante como tú —con una inclinación de cabeza se despidió y volvió a subir la ventanilla mientras la limusina se retiraba.
—Señoras y señores: Norman Osborn —dijo Harry con una voz teatral—. Tan encantador como siempre.
Peter no pudo evitar reír.
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Steve recibió la llamada de Happy avisándole que Peter le había pedido dejarlo un par de cuadras antes del destino, no le hizo mucha gracia, pero ya se esperaba que el chico hiciera algo así. Suspiro cansado. Al parecer va a ser un largo semestre, por si las dudas le comentó a Happy que no le dijera nada a Tony, no era necesario complicarle la tarea a Peter.
—JARVIS, ¿puedes monitorear a Peter?
—Sí, Mr. Rogers. Siempre que el joven Stark tenga el celular que Mr. Stark le proporciono.
—Por las mañanas Peter va a estar caminando algunas cuadras en dirección a su escuela, avísame si hay alguna anomalía durante ese transcurso.
—Por supuesto, Mr. Rogers.
—Ah y… no le digas a Tony —agregó. JARVIS no contesto durante un pequeño transcurso, Steve podría jurar que el AI estaba considerando las opciones.
—Por supuesto, Mr. Rogers —repitió y es una de esas ocasiones en las que se vuelve a impresionar del genio de Tony al inventar a un AI capaz de contestarte con una voz de incertidumbre, porque si, el tono en el que JARVIS acababa de responderle claramente era de duda.
Aun recordaba la primera vez que entro a la mansión, pensaba que la voz que salía de ningún lado era un fantasma y que la casa estaba embrujada, y después, vino la realización de que Tony vive en una casa parlante.
—Steeeeve —escucho la voz de Tony provenir desde la sala—. Steeeve es una emergencia.
—¡Ya voy! —contestó, aunque verdaderamente dudaba que fuera una emergencia.
Cuando llego se encontró con Tony desparramado en uno de los sofás. Steve enarco una ceja como interrogativa.
—Estoy aburridooo, no hay nada en la tele, ¿puedes creerlo? Pago 700 canales para que haya algo interesante que ver, y no, porque lo más interesante que he visto es el canal de cocina y deja de ser interesante cuando un montón de chefs comienzan a pelear y la comida ya no es exactamente deliciosa cuando cae al suelo, es decir, ¿en serio?
—Simplemente cambia de canal —dice al hacerse espacio en el sofá para poder sentarse. Las piernas de Tony terminaron sobre su regazo.
—JARVIS cambia de canal.
—Sí, Mr. Stark
—Tony podrías simplemente dejar de ser tan flojo, tomar el control y cambiar de canal tu mismo.
—No-oh. Mi genio es para cosas más asombrosas que cambiar un canal.
Steve le dio un ligero golpe en la pierna.
—¡Eso no se hace Steve! —se quejo—. Eres un súper soldado con toda su súper fuerza y pudiste haberme roto un hueso y si eso me pasa, ¿quién manejaría mi compañía? Eso enojaría a Pepper y créeme nadie quiere ver enojada a Pepper es una bestia, a veces me pregunto si no es mutante, en serio, ella podría ser como una she-Hulk.
—TONY. —dijo Steve con tono exasperado y agrego—: Prácticamente Ms. Potts es quien maneja la compañía. No seas tan dramático.
—¡Hey! ¿Vieron las noticas de hace rato? —preguntó Clint con malicia al entrar a la sala y echarse en otro de los sofás—. Al parecer Tony, eres el responsable de la invasión extraterrestre de la semana pasada —dijo burlón—. ¿Cuándo aprenderás a cerrar tu bocota y no hacer enfadar a los hombrecitos verdes? Porque no es a los únicos a los que enfadas, si tuviera un dólar por cada vez que la cagas seria más rico que tú.
Tony abrió la boca para objetar en su defensa pero la volvió a cerrar y se hundió de hombros dándole la razón.
—Que puedo decir; es uno de mis encantos.
Eso sí, Tony podía ser muy hablador y tener la culpa en muchas cosas más Steve podía dar su palabra que él no fue el causante de la furia extraterrestre de la semana pasada.
No le hacía gracia que los medios culparan a Tony de cualquier percance, incluso hubo una vez que lo culparon del calentamiento global. Era una de las cosas que más le desagradaba del siglo veintiuno, ya no había tanto respeto por el prójimo como en los cuarentas. Quizás si hablaba y hacia que le pidieran una disculpa a Tony…, antes de que pudiera hablar para quejarse las palabras se le quedaron en la boca porque fue interrumpido por Tony.
—Oh no, se que estas pensando en esa cabeza de abuelito tuya, y créeme, esa no es la solución. No me importa Steve, deberías saberlo, he tenido que lidiar con los medios prácticamente desde que estaba en pañales y debo decirte que eran pañales de diseñador. En fin, el punto es que nada de lo que digas les hará cambiar de opinión. Es más les voy a dar un motivo para envidiarme más.
Tony rebusco en su bolsillo del pantalón y saco una pantalla transparente que Steve reconocía como “celular de Tony imposible de usar por alguien que no sea Tony porque ni siquiera tiene botones y es solo una pantalla que abre miles de opciones que nadie más entiende”. Es de esos momentos en los que le desespera que todo lo que Tony haga tenga que ser extremadamente inteligente, le hace sentir un hombre de las cavernas.
Tony lo apunto con el celular y un flashazo lo dejo cegado por un segundo, para el siguiente Tony tecleaba… ¿se dice tecleaba aunque el celular no tenga teclas?, como sea, tecleaba algo, eso es seguro.
—¿Qué…?
Clint dejo salir una carcajada al ver lo que hacía y Steve decidió acercarse para ver de qué se trataba.
—¿Twitter? ¿Qué es twitter?
—Una página a la que nunca debes unirte Steve, ni a facebook créeme no les des armas para stalkearte. Me pondría celoso.
—Seguramente Cap tendría más seguidores que tú —dijo Barton con gracia. Steve no entendía que causaba tanta gracia. Decidió no preguntar.
—Disculpa…TE, pero tengo 15 millones de seguidores.
—Y el 70% son haters.
—No seas ridículo Barton —Steve se ahorro comentarios sobre eso, nadie era más ridículo que Tony—, son un 40%
—Lo que nos deja con un 60% de pubertas que aun no han menstruado.
—¡Steeeevee, Barton me está diciendo Justin Bieber!
—¿15 mil seguidoras? ¿Debo preocuparme de eso? —preguntó nervioso y algo molesto, bueno sí, más molesto que preocupado—. ¿Tuitar es como una página de citas?
—¡15 millones! Y no Steve, no es un prostíbulo no hagas caso a Barton esta celoso de que me he acostado con más mujeres que él en su vid…
Suficiente. Una cosa es saber de la desenfrenada y activa vida sexual que tenía Tony antes de conocerle y otra es que se la eche de cara. Se quito las piernas de Tony de encima y sin ocultar su disgusto salió de la sala.
—Excelente Barton —alcanzó a escuchar a Tony— ahora se irá a golpear a los pobres sacos de boxeo y yo me quedo abandonado en la sala sin nada en la tele.
—Tu problema, no es mi novio.
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Las primeras horas de clase habían salido bastante bien, Peter se sentía a gusto con la compañía de Harry, ninguno de los dos había tenido que pasar por la incomodidad de estar solos el primer día de clases sin conocer a nadie más, aunque, conociendo a Harry, probablemente habría hecho uso de su carisma para conseguir compañía.
Pero eso solo era porque al parecer el primer día ningún maestro toma asistencia, ¿mañana qué? Cuando la clase escuche que su apellido es Stark todo se vendrá abajo porque comenzaran a tratarle de una forma completamente diferente.
—Harry, tenemos que cambiar mi nombre de las listas de los maestros—dijo de la nada.
—¿Estás loco? ¿Es el primer día y ya quieres que nos expulsen? Wow, no debo ser muy buena influencia.
—A mi papá eso le daría mucha gracia y probablemente eres mejor influencia que él.
—Pues créeme que al mío no, me amenazo con dejarme sin herencia si no obtengo calificaciones decentes y consideremos que me han corrido de todas las academias…
—Te ayudo con la tarea por un mes.
—Que sean tres.
—Dos.
—Hecho. Y bien, ¿cuál es el plan?
—Pedirles que me digan de otra manera.
—… Creí que al referirte a “cambiar tu nombre de la lista de los maestros” es que se las íbamos a robar o algo así.
—¿Estás loco? Eso no se hace. No hay honor en robar.
Harry rodo los ojos.
—Oye, oye, ya sé que tu mami es un boy scout pero no me des el sermón de--
—Pero —interrumpió—, yo no dije que no podemos hackear los datos, las listas aun no se las entregan, ¿no? —dijo con un tono malicioso que perfectamente le aprendió a Tony. Los malos hábitos por desobedecer las normas siempre están en el gen Stark.
—JARVIS, ¿puedes entrar a la computadora central de la escuela? —preguntó al sacar su celular.
—La pregunta es un insulto joven Stark —contestó JARVIS. Harry dio un respingo.
—¿Puede hacer eso?
—Claro que puede. Es JARVIS. DUH. —le dijo como si fuera lo más lógico del mundo y él era un idiota por no comprender las capacidades de JARVIS—. Necesito que cambies mi apellido y procedencia en todos los documentos oficiales que tenga la escuela sobre mí. Hazme parecer de una familia de clase media.
—Anotado y realizando. ¿Debo notificar a Mr. Stark de su nuevo aislamiento de la rama familiar? Seguro la noticia le hará brincar de alegría.
Ok. JARVIS está siendo un bastardo. Él muy maldito. Y que Harry no deje de reír tampoco ayuda. Le dio un golpe en el hombro para hacerlo parar.
—No lo anotes y no le informes a mi padre.
—Entendido —hubo una ligera pausa en la que Peter se considero victorioso—. Le he informado a Mr. Rogers.
—¡TRAIDOR! Esto es malo, esto es malo —comenzó a dar vueltas alrededor del mismo lugar—. Oh Dios, Harry, te apuesto que Steve le está contando en este mismo momento a mi padre y no tarda en llegar aquí volando en la maldita armadura de Iron Man —apunto el cielo— en unos dos minutos lo veremos apareciendo aquí dándome el sermón de mi vida, y en serio, es un asco dando sermones te aseguro que la mayoría son citados del libro “Como lidiar con tu hijo adolescente para tontos”.
Sabía que estaba actuando como toda una reina del drama, pero no podía evitarlo. Incluso Harry estaba impacientado porque una mala noticia más a su padre y estaba colgado, él mismo lo dijo.
—¡Peter eres un idiota! Esta fue una mala idea desde el principio, pero noooo, tú querías esconder tu apellido y ahora los dos vamos a estar muertos. Espera, si, eres un imbécil. ¿Utilizar a JARVIS? ¡Es la creación de tu padre! ¡En qué cabeza cabe que no le fuera a chismear! ¿Y se supone que eres un genio? Puedo sacar cincos de calificación pero te apuesto que con eso soy más inteligente que tú en estos momentos.
Justo cuando iba a responder su celular vibro y lo reviso tan rápido como si su alma dependiera de ello. No es como si no fuera así.
HNLAMOS CUAN'''{ REGRRTESEWA
Sí, bueno, ese en definitiva era un mensaje de Steve. Inconfundibles.
—¿Quién es?
—Era Steve.
—¿Qué dice? ¿Estamos muertos? —preguntó Harry exaltado. Peter le mostro el mensaje.
—¿Qué mierda significa eso? ¿Es alguna jerga de los 40’s que usaban los soldados para evitar a los nazis?
Peter se hubiera reído si no fuera porque sentía el corazón en la garganta.
—No, sólo es Steve y su problema con la tecnología. Decía “Hablamos cuando regreses”. Al menos eso creo, quiero entender que por el momento no estoy muerto y que no sabe que eres mi cómplice delictivo.
JARVIS hablo, por supuesto que lo hizo. El AI sarcástico más inteligente del mundo no se puede quedar callado. Ojalá tuviera cuello para podérselo retorcer.
—Sígalo repitiendo hasta que se lo crea joven Stark.
—Por eso Dummy es mi favorito. —dijo con fastidio.
—He terminado de cambiar su información personal —informó—. Para la escuela usted es Peter Parker.
—Gracias, eso creo.
—Cuando guste joven Parker.
—Ha-ha, muy gracioso —dijo Peter.
—Hay que darle crédito, tiene gusto —le concedió Harry—. Parker no suena nada mal.
No, no sonaba nada mal. Peter vio su reloj.
—Aun nos queda tiempo para ir a la cafetería.
—Bieeen porque me muero de hambre, por cierto, si quieres pasar por persona de clase media definitivamente descarta ese Rolex.
Así que lo hizo, se quito el reloj y lo guardo en uno de los bolsillos de su mochila.
Al entrar a la cafetería perdió la noción del habla. En la fila se encontraba la que seguramente era la chica más hermosa de la escuela. Si decía chica más bonita que ha visto, tendría a Natasha a sus espaldas con una navaja en el cuello en cuestión segundos. La sola idea de pensarlo le daba escalofríos.
—Es hermosa —murmuro atontado.
—¿Quién? —volteo buscando a alguna belleza con curvas envidiables y solo tuvo la visión de un sujeto fornido frente a ellos—. Okeeey tipo, si no lo sabías obstruyes nuestro espacio personal. Y no sé tú, pero yo aprecio mucho mi espacio. Así que, shuu shuu deja de respirar mi mismo aire—Harry hizo un movimiento con la mano indicando que se largara. Peter trago saliva, no consideraba muy buena…, más bien, es una idea muy estúpida correr a un jugador de basketball que mide el doble que ellos.
—No se les ocurra ni ver a mi novia, perdedores —dijo con voz gruesa el mastodonte de dos metros.
—¿Tú novia? —preguntó Harry sin interés, por supuesto que no le iba a interesar ninguna chica de una escuela pública cuando siendo Harry Osborn podría fácilmente conseguirse una modelo—. Créeme grandote, si tuviera interés en tu novia, ella dejaría de ser tuya en cuanto me viera.
A veces se preguntaba si Harry y él no habían sido intercambiados por accidente al nacer porque Harry se parecía demasiado a su padre. Tan confiado de sí mismo. Y muy boca floja. En especial lo último. Así que era su responsabilidad ser el equivalente de Pepper Potts en la vida de su mejor amigo. Hora de salvarle el trasero.
—Perdona a mi amigo no sabe lo que dice, está nervioso por ser el primer día —tomo a Harry del brazo para alejarse, pero el grandulón volvió a imponer su presencia. Le apunto con el dedo a manera de que casi le saca un ojo.
—Solo aléjense de mi novia y no les romperé la cara —dijo con una voz que a Peter le pareció repugnante, después se fue.
—¿Encantador el troglodita, eh?
Rodo los ojos.
—Cállate que mayormente fue tu culpa.
—Yo no fui el que le hecho ojo a su novia, por cierto, ¿quién mierda es? Espero que por lo menos valga la pena, mira, todos nos miran, wow, nos hicimos populares muy rápido.
—¿Populares? Nos miran con lástima porque saben que seguramente seremos los próximos idiotas que van a ser apaleados por el equipo de basketball.
—No lo harían si supieran que eres el hijo de Iron Man porque tendrían más miedo de que tu papá le rompiera la cara a ellos.
—Ya hablamos de eso, nada de súper héroes involucrados en mi vida estudiantil.
Se acercaron a la barra de comida, la cual, para ser honestos no contenía nada muy prometedor. Peter y Harry hicieron un sonido de disgusto.
—¿Qué es eso? —era como una masa asquerosa blanca con pedazos naranjas y otros verdes. En su vida había visto nada como esa cosa. ¿Se le puede llamar cosa a la comida?
—No tengo ni la menor idea —Harry estaba asqueado con ver que todo el “menú” era igual de… ¿raro? —. Eh, ¡señora que atiende! —la mujer los volteo a ver con desprecio. Era rechoncha y con un rostro de pocos amigos—. ¿Es esto lo que comen los pobres?
Como respuesta les sirvió dos platos llenos de la cosa blanca y sin postre. A este punto no estaba tan seguro si le hubiera gustado uno. Se sentaron en una mesa sola.
—Genial Harry, sigue insultando a la gente y muy pronto no solo será el equipo de basketball los que quieran apalearnos —suspiro cansado—. Sera un día muy largo —recorrió con la mirada la cafetería, los distintos grupitos se encontraban distribuidos en las mesas. Sus ojos se detuvieron al volver a ver a la chica rubia. Realmente es linda. No como esas personas extremadamente atractivas a las que está acostumbrado ver, es decir, vive en una casa llena de esas personas ridículamente bellas. Ver a alguien que simplemente es linda de manera normal es… bueno.
Al principio, cuando conoció a Steve, pensó que era una especie de androide que su padre hizo basado en la imagen del Capitán América. Nadie podía ser tan perfecto. Después su padre no dejaba de decir que Steve era la cumbre de la perfección humana y Peter no podía negarlo porque, si, era como ver la estatua de un dios griego, y no solo el físico; Steve es una persona amable, bondadosa, lleno de justicia y deseos por hacer las cosas de la mejor manera posible aka en términos más simples: él ES Captain Fucking America.
—¿Crees que un día encuentre a alguien como Steve? —preguntó casualmente, viendo de reojo a la chica rubia. Harry siguió su mirada hasta clavarla en la muchacha, no mostro signo de que siquiera le agradara. Y ni siquiera comento sobre ella.
—¿Qué? ¿Ahora me vas a decir que tienes un crush con el novio de tu papá? ¿El Capitán Sexy? Picaron, con la fama que tenía tu papá no dudaría que te invitara a un trió. Si no los conociera pensaría eso, pero como soy tu amigo de toda la vida solo diré que tienes el mismo fetiche por la gente rubia que tiene papá Stark.
—Eres un cerdo —le arrojo un pedazo de la cosa denominada almuerzo en la cara.
—Así me amas —bromeo— pero ya sabes que no me gusta que me demuestres tu amor a golpes preferiría unos cuantos besos.
Peter rió.
Desafortunadamente el humor y la diversión se le acabo una semana después.
Steve estaba de su lado en toda la misión de ocultar su identidad, pero de alguna manera su padre se las arreglo para sacarle la sopa. Cuando quiso saber —y justamente— como fue eso posible, Steve solo respondió:
La carne es débil.
Peter se considera marcado-espantado-traumatizado de por vida.