Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El amor llega de donde menos se piensa por GumiGuminola

[Reviews - 9]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Buenas, aqui Gumi presentando su primer fic luego de algunos años xDD 

para quien queden dudas y demas, soy un CHICO asi es, hombre y bla bla xD 

 

en fin espero que les guste y me dejen muchos Reviews xD

 

Disfrutar

P.D: es corto porque es la Introduccion a la historia

“Cariño recuerda, cuando conozcas a alguien que realmente valga la pena, un calor increíble crecerá dentro de ti, lo sabrás apenas veas a esa persona porque no solo su aroma, si no todo su ser en general será completamente diferente y especial y cuando ese día llegue, sabrás lo que se siente el  amor en verdad.”

 

Palabras vacías, tontas y ridículas palabras que siendo pequeño se atrevió a creer, su madre no era una mala mujer era amable y cocinaba muy bien, pero siendo el cómo era, un delincuente sin futuro era normal que le pareciera ridículo creer en una cosa absurda como lo era el tal amor, nunca lo había experimentado como tal, solo deseo de ese que sientes cuando ves un culo bonito en un autobús o una chica lleva una falda tan corta que no deja nada a la imaginación.

 

Esa mañana se iniciaba un nuevo curso escolar en la academia en la que apenas y se atrevía a asistir, no es que le molestara completamente pero no era bueno estudiando, así es Kiba Inuzuka nunca había sido y nunca sería un buen estudiante, él prefería saltarse las clases eh ir a la azotea a fumar y perder el tiempo con sus amigos de clase.

 

Su despertador, puntual como siempre empezó a sonar apenas se dieron las 7 de la mañana, pobre y desdichado reloj que siempre tenía la mala suerte de terminar golpeándose contra el suelo o contra la pared, siempre por culpa de algún manotazo proveniente del castaño malhumorado que quería dormir más.

 

De mala gana y como siempre, con unas cuantas maldiciones y recordatorios de madre a su pobre y golpeado aparatejo se puso de pie, arrastrando sus pasos hasta su lavabo en donde se lavo la cara y los dientes antes de vestirse para bajar a desayunar. Kiba era un chico bastante atlético, se podía ver por los perfectos músculos en su torso y brazos, pero aun así era bastante delgado ya que él no se ejercitaba, su musculatura era proveniente de las peleas a las que constantemente se veía involucrado y claro que dejaban algunas marcas visibles que con orgullo mostraba siempre que podía.

 

Luego de que el corto aseo personal termino y cuando se vistió por fin con su uniforme, bajo a hacer lo que más le gustaba en la vida además de ver faldas cortas y pelear, comer la deliciosa comida que su madre tenía lista día a día esperándole en la mesa.- buenos días –anuncio con flojera, pasando su mano por sus alborotados cabellos mientras continuaba arrastrando los pies incluso por las escaleras.

 

Buenos días hijo mío.- su madre amable y servicial como siempre le atendió con la mejor sonrisa del mundo, mientras terminaba con maestría de preparar un rico y extenso obento para que su hijo no sintiera hambre durante las clases, además por supuesto de la vasta y exquisita comida que ya estaba servida en la mesa.

 

Si si… como sea –sentándose de mala gana engullo todo lo que hubo a su paso, si no se trago uno o quizá dos palillos en el transcurso no se había alimentado bien, apenas termino el ultimo bocado tomo su mochila y se puso de pie, tomando con su mano libre el obento que su madre ya había atado y dejado sobre la barra.- ya me voy… -grito y sin esperar respuesta salió de aquella casa a completar la rutina a la que ya estaba acostumbrado.

 

Apenas amaneciendo y con el típico fresco de una mañana, pocos locales en su ciudad se estaban abriendo apenas, florerías, panaderías y demás establecimientos que había grafiteado alguna vez y que jamás había pisado con la intención de comprar alguna de las cosas que estos vendían.

Cuando llego a la estación del metro se detuvo en esta sin mirar a nada realmente, perdido en sus pensamientos y su fastidio de saber que estaría recluido en aquel colegio unas cuantas horas antes de ser libre por fin.

 

El tren llego y con este multitud de personas que tenían que llegar a algún lugar, murmurando multitud de cosas a las que jamás prestaba atención, hablando por teléfono o navegando en internet, cosas vánales y absurdas que jamás habían llamado su atención y que como siempre, solo lograban fastidiarle.

 

Mientras más se acercaba a aquella institución de educación donde usualmente estaba, más comunes se volvían los ruidos, chicos y chicas de varias edades que se reunían con sus amistades para tomar clases y demás tonterías, que parecían felices de volver a soportar el aburrido parloteo de los maestros y que parecían disfrutar recibir cientos de kilos de tareas que al final no servirían para nada y de aprender cosas que realmente nunca servirían en la vida real, pero él como siempre solo pasaba de todo eso, siendo ajeno a todo y a todos los seres vivos que pudiesen cruzársele por el camino.

 

Apenas cruzo por aquella puerta que le separaba de la libertad y le ataba a una cruel y sádica institución de tortura mental, su mirada se escondió en su cabello, prefería no hablar con nadie, no pasar cerca de nadie, pasar de todos y como siempre todos hacían lo mismo ¿Por qué? Pues la razón era bastante sencilla, todos en la escuela conocían a Kiba y sabían de lo que era capaz, nadie en su sano juicio se le acercaría y le dirigiría la palabra, a menos claro que quisiera pelear con él y llevarse de recuerdo uno o dos agujeros donde antes hubiera dientes.

 

Pero como si todo el universo y de paso los palillos en su estomago estuviesen en su contra ese día, una bola de papel dio justo en su cabeza, situación que causo un tétrico y sepulcral silencio en toda la escuela o al menos en esa zona, ¿Quien sería tan tonto como para meterse con Kiba tan temprano? ¿Por qué lo haría? ¿Para qué? ¿Acaso quien lo hizo tiene un crayón en el cerebro?


Hey tu sucio perro estúpido! –una voz fuerte se escucho del otro lado y que provenía de nadie más que el autor y terrorista de aquel acto de la bola de papel, quien le apuntaba con su dedo índice mientras sonreía de manera burlona y estúpida, mostrando dos hileras de perfectos dientes blancos.- escuche que eres el matón de la escuela… o lo eras porque voy a quitarte el puesto –el dedo índice que le apuntaba se volvió a apuntar a su dueño.- Uzumaki Naruto… futuro matón de esta escuela!

Notas finales:

que tal? gusto o no gusto? 

 

deberia continuarlo? o dejarlo ahi y suicidarme con galletas de animalitos? 

 

si desean que lo continue o tienen alguna opinion haganmelo saber por Review

 

nos estamos viendo! :3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).