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Batalla por tu Amor por Okuni-chan

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Notas del capitulo:

HOLA


asdasdasd


Bueno, mis lectores, aqui les traigo el segundo capi asdasd. Lo se, dije q subiria el lunes, pro no dije cual lunes XDDD todas mis actulizaciones sern en lunes.


En este capitulo... Bueno... No habra lemon XD, y como les dije a los q me pusieron review (Cynthia-swan, Fabi-sama, Kathe-chan, Kayonara-san, las quiero chicas :D), sabran sobre el novio celoso de Ace XD


Bueno, disfruten el capitulo

-¿Cómo te fue, Luffy?- Le preguntó su abuelo.

-Bien… Me ha ido bien- Respondió Luffy mientras el automóvil de su abuelo se perdía en el tráfico de aquella tarde de Arlong Park.

-------FLASHBACK-------

-Luffy- Dijo un señor de edad a su nieto que bajaba del contenedor de un camión con unas pesadas cajas en sus brazos- Tu habitación es arriba al lado del baño. ¿Pero qué haces, Luffy? Son demasiadas cajas para ti, déjame ayudarte…

-No, viejo, yo puedo solo- Dijo el chico- Tú mejor ayuda a los demás a bajar los muebles.

-Si tú lo dices - Dijo el abuelo mientras se disponía a bajar un pesado armario.

Luffy caminó lentamente hacia la casa, jadeando por el peso de las cajas y sin poder ver nada porque las cajas no lo dejaban.

-Solo… Solo un poco más…-Se decía el muchacho mientras avanzaba dificultosamente- Debí dejar que el viejo me ayudara…

De pronto, se escuchó a alguien gritando “CUIDADO” seguido de un ruido sordo y el estruendo del contenido de las cajas esparcido en el suelo. Luffy permaneció sentado en el suelo por unos instantes mientras se recuperaba del susto, cuando alguien le habló.

-¿Estás bien?- Le preguntó un muchacho que parecía por lo menos dos años mayor que él. Tenía los cabellos negros y pecas en ambas mejillas. Vestía unos shorts negros y una camiseta sin mangas de color naranja y zapatillas negras, además de coderas, rodilleras, un casco y un skate bajo el brazo- Lo siento… ¿Te hiciste mucho daño?- le dijo mientras le adelantaba su mano para ayudarlo a levantarse.

-No, no mucho- Respondió Luffy tomando la mano del chico; solo entonces vio lo agraciado que era y también pudo notar que tenía un muy bien trabajado cuerpo- No te preocupes… Fue culpa mía por llevar tantas cajas….- Añadió sintiendo que su corazón iba a salírsele del pecho.

-No, fui yo el que no veía por donde iba, por cierto me llamo Ace- Le sonrió- Portgas D. Ace. Mucho gusto.

-Monkey D. Luffy- Respondió este mirando a Ace algo sonrojado; “Qué bonita sonrisa, parece amable” pensó.

Los dos muchachos comenzaron a charlar mientras recogían lo que estaba tirado.

-Así que te mudaste recién- Le dijo Ace- Aquí está tu… conejito- Añadió sonriendo.

-¡Ah!- Luffy se sonrojó violentamente al recibir el peluche de manos de Ace- Siento que hayas visto eso…

-Ja, ja, ja tranquilo- Se rió Ace, “Tiene una risa bonita”, pensó Luffy- Yo tengo uno parecido, de hecho… solo que el mío es blanco.

Los dos muchachos continuaron sentados en el suelo hablando y riendo aún después de haber recogido todo y llevado entre los dos las cajas a la puerta de la casa. Permanecieron así largo rato, Luffy, contándole a su nuevo amigo sus anécdotas y Ace, riéndose de las ocurrencias de Luffy.

-¿En serio?... Ja, ja, ja, ja…No puedo creerlo- Decía Ace riéndose tanto que le asomaban lágrimas de sus ojos- Jamás me había reído tanto en mi vida…

Ambos disfrutaban de la compañía del otro cuando…

-Luffy, ya te hacía en tu cuarto con las cajas… ¿Quién es tu amigo?

-Lo siento- Dijo Ace levantándose del suelo y sacudiendo la parte de atrás de sus shorts antes de estrecharle la mano- Me llamo Portgas D. Ace y vivo a dos cuadras de aquí, mucho gusto, señor.

-El gusto es mío, muchacho- Sonrió Garp- Así que ya conociste a mi nieto.

-Sí, y me gustó mucho conocerlo- Dijo Ace sonriendo a Luffy, “¡Le gusto! ¡Dijo que le gusto! ¡Yiha!”, pensaba éste- ¡Oh, no! se me ha hecho tarde, Buenas noches, Señor… Hasta luego, Luffy, vendré a visitarte en estos días.

Ambos se despidieron de Ace antes de entrar a la casa con las cajas y todo lo demás para acomodarlo todo.

------- FIN DEL FLASHBACK-------

Esa noche, Luffy soñó con el muchacho que se había robado para siempre su corazón.

* Al día siguiente con Sanji y Okuni*

-¡Corre, niña! ¡Qué lenta eres!- gritaba Sanji corriendo camino a la escuela.

-¡Cállate!- le respondía su prima, que corría unos cuantos pasos detrás de él- ¡Que todo esto es por tu culpa!

-¡¿Mi culpa!? ¿Quién fue la que se quedó dormida?

-¡Porque tú no me despertaste!

-¡No me voy a pasar la vida despertándote a ti! ¡Tengo mis propios asuntos importantes que atender!

-¡”Asuntos importantes que atender”! ¿Pajearte en el baño es tu asunto tan importante?

-¿D-de qué mierdas hablas?- Sanji se sonrojó violentamente, no porque le ofendiera el comentario, sino porque en parte era cierto - ¡¿Cómo sabes tú eso?! ¡Y además una señorita no debe usar el verbo “pajear”!

-Entonces es cierto…

-¡CLARO QUE NO! ¡Ahora cállate y sigue corriendo, que perdemos el bus!

Mientras los dos primos discutían, Monkey D. Luffy, su compañero de clases pasaba por ahí en el auto de su abuelo.

-¡Viejo, son Okuni y Sanji, para!

El auto paró y Luffy abrió la ventana para llamar a sus amigos.

-¡Sanji! ¡Okuni! ¡Suban!

Los muchachos no pensaron dos veces para subir al asiento trasero del auto y dar las gracias al abuelo de Luffy por llevarlos. Luffy bajo del asiento del copiloto para sentarse con sus amigos en el asiento de atrás.

-¿También se quedaron dormidas, niñas?- Pregunto Garp a las “amigas” de Luffy.

-Soy varón- aclaró Sanji algo molesto mientras Okuni y Luffy se reían.

-Oh, perdón muchacho, me está fallando la vista, ji, ji, ji...- Se excusó el hombre, conteniendo las risas.

-Nos retrasamos porque Sanji estaba pa…- Fue callada por la mano de su primo.

-Sí, señor, nos quedamos dormidos, je, je, je…- Dijo Sanji nervioso.

Al cabo de unos minutos llegaron al colegio y se dirigieron al auditorio para el discurso de bienvenida que el director Sengoku daba todos los años al inicio de clases. Por el camino, se encontraron con Usopp y Chopper, que les guiaron hasta donde Tohsaka les había guardado asientos cerca de la entrada. Al cabo de un rato llegaron Nami y Vivi junto con Zoro, que parecía contento de no haber llegado tarde. Los muchachos se pusieron a conversar sobre lo aburrido que sería tener que escuchar al director dar un discurso que todos se sabían de memoria. Pronto Luffy perdió el interés en los que decían sus compañeros y desvió la vista hacia la entrada del auditorio, donde vio algo que hizo que su corazón se pusiera a latir de manera desenfrenada.

-¡Ace!- gritó el muchacho para llamar la atención del que acababa de entrar.

-Hola, Luffy- Le saludó este con una sonrisa radiante- Nos vemos…- añadió mientras un muchacho rubio con un corte de cabello extraño lo tomaba del brazo y se lo llevaba de allí, haciendo que se perdieran entre los alumnos, dejando a Luffy con la mano levantada.

-¿Le conoces?- La voz de Usopp lo trajo de vuelta a la realidad.

-¿Huh?

-¡A Portgas!

-¡Ah, sí! Bueno, lo conocí el fin de semana, cuando me terminaba de mudar- Dijo Luffy- ¿Por qué?

-Porque se saludaron con... mucha confianza.

-¿Ustedes le conocen?

-Bueno, sí. Es el chico más popular de la escuela, es (muy) guapo, tiene moto, es el mejor alumno de su clase, es buen deportista, sus padres tienen dinero, etc.- respondió Okuni contando con sus dedos las cualidades de Ace- Tiene todas las características para ser el más creído y patán del mundo, pero es muy sencillo y amable… Y por si fuera poco, todos en la escuela se mueren por salir con él- finalizó.

-Es prácticamente el chico perfecto- intervino Tohsaka-… Pero tiene un solo GRAN defecto.

-¿Ah sí? ¿Y cuál es?- Peguntó Luffy.

-Marco Fènghuáng- dijeron las chicas al unísono.

-¿Marco Fong qué?- inquirió nuevamente Luffy- ¿Y quién es ese?

-¿Viste al chico que se parece a Butters de South Park que se llevó a Ace cuando lo saludaste?- Dijo Okuni por toda respuesta- Es él. Es su novio y es… ¿Cómo le dices “ramera” a un chico?

-Creo que no se ha inventado eso- Dijo Chopper divertido.

Los demás siguieron hablando de Marco; le contaron por ejemplo que es hijo de uno de los abogados más importantes de Arlong Park, que su padre hace jugosas donaciones a la escuela, por lo que Sengoku le consentía muchas cosas, también le contaron sobre lo celoso y posesivo que era con Ace y que no dejaba que nadie lo mire siquiera, que generalmente era amable con la gente, pero cuando veía que buscaban más que una amistad con “su” Ace, se convertía en el mismo diablo. A Luffy, a primera vista le pareció un chico normal, tal vez algo engreído, sí, pero de ahí a más…

-Ya veo… Pero… Ace es tan lindo y amable…- dijo Luffy -No puedo creer q este con alguien como Marco…

-Así que te gusta- Dijo Nami con malicia- Muy bien, Luffy, tienes excelentes gustos.

-¿Lo conquistarás?- Aventuró Vivi.

-Luffy, te aconsejo por tu bien, no demuestres mayor interés por Ace y resígnate a ser solo su amigo- Le dijo Okuni seria.

-Pero… ¿Por qué?- pregunto Luffy indignado- Yo lo trataría mejor de lo que lo hace Marco…

-¿Tienes idea de lo que Marco le ha hecho a los que intentaron alejarlo de Ace?- Okuni ensombreció su semblante- ¿Acaso tienes alguna idea de lo que ese… ese maldito ha hecho?- añadió muy preocupada. (No se venguen de sus rivales amorosos, chicos, eso está mal).

-Okuni-neesama…- Tohsaka intento calmar a su amiga, pero ella se apartó bruscamente y les dio la espalda.

-Mi mejor amigo…- A Okuni se le quebró la voz- Él cometió el error de acercarse demasiado a Ace, y Marco… y él…- la chica dejo escapar inevitablemente unos cuantos sollozos- ¡Yo no quiero que te pase lo mismo, Luffy!- Añadió antes de salir corriendo del lugar.

-Voy por ella- dijo Sanji antes de correr tras su prima.

-¿Y qué le pasó al mejor amigo de Okuni?- pregunto tímidamente Luffy.

-Pues… A ella no le gusta que recordar eso- dijo Zoro seriamente- Si quieres saber, pregúntale tú.

Al cabo de un rato volvió Sanji, pero no traía a su prima con él.

-¡Sanji!- Dijo Chopper- ¿Y Okuni?

-No le encuentro- dijo Sanji recobrando el aliento, preocupado-. La busqué en todas partes y no está… Joder, ¿Por qué tenían que hacerle recordar precisamente eso?

-El tema solo salió- Dijo Usopp-. Pobre Okuni, fue un golpe muy duro.

El discurso transcurrió normalmente (Si por normal me refiero a aburrido, entonces fue extremadamente normal ¬¬) y todos fueron a sus respectivas clases. Okuni no apareció en la primera hora (Física) ni en la segunda (Geometría). A la hora de almuerzo, los chicos salieron y se sentaron donde siempre esperando encontrar ahí a su amiga, pero no le vieron ni el polvo.

-Intenté llamarla por teléfono, pero lo apagó- dijo Sanji al cabo de un rato soltando su teléfono en su regazo.

-Pobre Okuni-neesama- dijo Tohsaka- Justo cuando empezaba a reponerse.

-Pero… ¿Qué le paso a su mejor amigo?- Preguntó Luffy, a quien la curiosidad lo estaba matando- ¿Qué le hizo el tal Marco?

-Ya te dije, Luffy, no te podemos decir- Dijo Zoro- Fue algo que le pegó muy fuerte y si quieres saber, pregúntale tú. Si lo quiere contar, claro.

Pasó un rato en el que todos comían en silencio, hasta que Chopper dio un respingo que sobresaltó a todos.

-¡Esperen!- dijo- ¡Claro! ¿Cómo no se me había ocurrido?- añadió pasándose la mano por los cabellos.

-¿De qué hablas?- Le preguntó Usopp.

-Sí, Chopper, déjate de misterios- dijo Sanji- ¿Acaso sabes donde se pudo haber metido la enana?

-¿Buscaron en la enfermería?- dijo Chopper como si fuera lo más obvio del mundo.

-¡LA ENFERMERÍA!- gritaron todos.

-¡Cierto!- exclamo Sanji golpeándose la frente- Joder… ¿Por qué no fui allí en la mañana?

-¿La enfermería?- preguntó confundido Luffy.

-Sí, a veces van ahí los alumnos que se sienten muy tristes- dijo Usopp- ¡Vamos rápido, que va a empezar literatura y ya saben cómo es Mihawk!

Todos se levantaron, y corrieron escaleras arriba hacia el consultorio de la enfermera; Luffy solo los siguió, preguntándose qué había sido eso tan terrible que había hecho a Okuni ponerse de ese modo. Subieron algunos pisos hasta dar por fin con la enfermería, que era una habitación cuadrada, en la que había estantes con medicinas y utensilios, un escritorio y dos camas con su respectivo dosel. La enfermera no estaba.

Luffy paseó la vista por todo el lugar hasta dar con una cabellera negra sobresalir de un dosel.

-Ustedes vayan a clase- dijo Sanji al resto- Ya va a sonar el timbre, nosotros nos encargamos.

-Bien, Sanji-kun- dijo Nami y ella junto con los demás se dirigieron al salón donde tenían literatura.

Cuando los dos muchachos llegaron donde Okuni, la encontraron sentada en la cama, con las rodillas vendadas y su almuerzo a medio comer.

-¿Okuni?- la llamó Luffy poniéndole una mano en el hombro mientras Sanji se sentaba al borde de la cama.

-Hola, Luffy- respondió ella con un poco de vergüenza.

-¿Estás bien, pequeña? ¿Qué te pasó? - le preguntó su primo fijándose en las gasas que cubrían las rodillas de su prima.

-Algo, sí- contestó la chica- Ah, y me caí mientras estaba corriendo, así que vine aquí.

-Oye, no fue mi intención hacerte llorar- le dijo Luffy sinceramente afligido- No tenía idea… Me siento horrible… Espero que no me odies mucho.

-No te odio, Luffy- le respondió la chica, esta vez mirándolo y sonriéndole tristemente mientras se levantaba para ponerse los zapatos - Deben pensar todos que soy una idiota…

-Claro que no- dijo de repente Sanji- Todos tenemos algo que nos hace llorar a veces, pero, ¿Por qué no fuiste a clases, si solo estabas aquí?

-Me… me quedé dormida, y como me olvidé cargar el teléfono anoche, se me bajó la batería- contestó la chica de forma tímida.

-Mejor vámonos, que la clase empieza en cinco minutos…

Luffy cargó las cosas de su amiga mientras Sanji le rodeaba los hombros con el brazo, para que no hiciera mucho esfuerzo. Bajaron las escaleras y acompañaron a Okuni hasta la puerta del baño de mujeres para que se lave la cara y se arregle el uniforme.

Llegaron al salón, donde ocuparon sus respectivos asientos, cuando ingresó parsimoniosamente un profesor alto, de cabello negro y ojos color miel, a Luffy le pareció que daba un poco de miedo, ya que cuando comenzó a pasar lista, le clavaba la mirada a cada estudiante conforme decía su nombre, haciendo que el chico o la chica se estremeciera.

-Es como si te acuchillara con su mirada- murmuró Luffy al oído de Zoro.

-Lo sé- dijo éste.

-Bueno- Dijo el profesor cuando terminó de pasar lista- todos aquí ya me conocen, y para los que no- su mirada ámbar se detuvo en Luffy-, me llamo Dracule Mihawk y les enseñaré literatura. Hiwatari, Kotobuki, háganme el favor de repartir estos libros a la clase.

Tohsaka y Okuni (esta última con cierta dificultad) se levantaron de un salto de sus asientos y comenzaron a repartir los libros del pupitre del profesor a todos los demás alumnos (“Gracias, Tohsaka-swan” murmuro Sanji cuando Tohsaka le entregó el suyo).

-Bien, comencemos la clase- anunció el profesor- Abran sus libros en la página cinco y lean en silencio- añadió mientras escribía algunas cosas en la pizarra. Los alumnos hicieron atemorizados lo que decía Mihawk. Luffy se puso a mirar a todos sus compañeros cuando leían sus libros; vio por ejemplo, que Zoro ponía una evidente cara de concentración (con el ceño fruncido y la vista fija en su libro); vio también que Chopper le preguntaba a Usopp por una palabra que no entendió; vio a Sanji subrayar una oración; a Okuni, que aparentemente había terminado de leer, hojeaba el libro; y por último, vio a Tohsaka, que leía su texto mientras mordisqueaba el extremo de su lápiz.

Luffy empezó a leer y al cabo de unos minutos terminó y se puso a hojear su libro y a mirar las imágenes y las láminas.

-Supongo que ya todos terminaron- dijo Mihawk al cabo de un rato y todos los alumnos se enderezaron en sus asientos, bueno, todos menos Luffy, que se había quedado viendo una lámina de su libro.

El profesor comenzó a explicar mientras la clase lo miraba atento, incluso Zoro, a quien Luffy lo había visto dormirse en las clases anteriores. “Es todo lo contrario que Franky” pensaba Luffy mientras observaba la forma en que mantenía la clase atenta y en silencio sin alzar la voz. En eso, el muchacho desvió su mirada a la ventana y se distrajo mirando una bandada de palomas que pasaba.

-Monkey- la voz de su profesor lo trajo a la realidad, haciendo que el muchacho se sobresalte- ¿Podrías decirme que hay afuera que es más importante que mi clase?- Luffy lo miró un poco asustado.

-Uhh… esto… yo- Luffy casi no podía ni hablar por la impresión que le causaban los ojos ámbar de su profesor, “es como si fuera un halcón que va a devorarme”, pensaba el muchacho- ah… ahmmm…

-Tranquilo, no importa- suspiró el profesor, mientras la clase se esforzaba por no reír (evidentemente era más el miedo que le tenían a Mihawk)- Pero vas a tener que escribir un ensayo de quinientas palabras sobre los cantares de gesta.

A continuación, siguió explicando sobre los cantares de gesta y en qué siglo se originaron y todo lo demás mientras Luffy procuraba no distraerse.

-Kotobuki- llamo el profesor dirigiendo su mirada de águila al acecho hacia Okuni, que le sacaba punta a todos sus lápices de colores- espero que no estés distraída ¿cuál de los cantares de gesta se escribió en Dressrosa?

-El poema de Mio Syd- respondió atropelladamente la chica dejando de tajar como si se hubiera congelado.

-Correcto- dijo Mihawk- tal como lo esperaba de mi mejor alumna- la chica se sonrojó violentamente por el comentario- No como Roronoa, que casi reprueba mi curso el año pasado.

Zoro solo miró con rabia a su profesor. No era tan tonto como para contestarle, sabiendo que si lo hacía se comería una semana de suspensión que luego iría a su expediente.

La clase transcurrió sin más novedad y sonó el timbre de la salida. Mihawk despidió a sus alumnos, que salieron apresuradamente, temiendo quedarse a solas con su profesor.

-Luffy, piénsalo, no te enfrentes a Marco- le dijo Okuni al salir del salón.

-Okuni, tranquila, no me pasará nada.

-Espero que así sea- le dijo la chica.

A la salida, Luffy se despidió de sus amigos y se sentó en una banca del patio del colegio para esperar a su abuelo. No había terminado de poner todos los libros de su mano dentro de su maleta cuando oyó una voz conocida que lo saludaba.

-Hola, Luffy- saludó el muchacho- ¿Cómo estás?

-¡Ace!- dijo Luffy sonriéndole- Hola…

-Ace, ¿Quién es este chico?

El chico rubio que se había llevado a Ace en la ceremonia se paró a su lado y lo tomo del brazo.

-Ah, Hola, Marco- dijo Ace- Él... es un amigo. Luffy, él es mi novio Marco.

-Hola, gusto en conocerte- saludó Luffy a Marco sintiendo que su corazón se partía en mil pedazos, tragándose las lágrimas que sin duda iban a salir- Me llamo Luffy.

-El gusto es mío- le sonrió el otro- Soy Marco Fènghuáng.

Luffy se quedó en silencio frente a los dos muchachos, no se atrevía a ponerse de pie e irse de aquel lugar, no solo por miedo a que sus sentimientos se hagan evidentes, sino también porque sentía que sus piernas no le respondían, así que optó por quedarse allí, mientras Ace y Marco se abrazaban. “Así que era cierto”, pensaba Luffy mientras los otros dos muchachos intercambiaban miradas cómplices, “Yo no lo quería creer…  Yo…” Luffy contuvo una lágrima que se le estaba escapando justo a tiempo para que los otros no se dieran cuenta; pero Fènghuáng no lo pasó por alto.

-¡No! Olvidé el libro de álgebra en el salón- dijo Ace golpeándose la frente con la palma de su mano- Vuelvo en seguida- dijo mientras iba corriendo en dirección al edificio C.

Marco lo miró y le dijo “Corre, Ace” con una sonrisa antes de volverse para ver a Luffy con una mirada de hielo.

-¿Qué crees que haces?- le dijo, con voz calmada.

-¿Eh?- Luffy se estremeció por la mirada del otro. Sonreía, sus facciones y su voz eran relajadas, pero los ojos… No se comparaba a la de su profesor de literatura, pero daba mucho miedo- N…No sé a qué te refieres…- Se sobrepuso.

-¡Por favor! No te hagas, ya sé que le has echado un ojo a MI Ace.

-¿Perdón?- Luffy comenzaba a molestarse- ¿Cómo que “tu” Ace? Por si no lo sabes, él es una persona y no es propiedad de nadie, y menos tuya… ¿Y qué si le he “echado el ojo”? ¿Acaso es malo eso?

-Escúchame bien, niño, si me llego a enterar que estas coqueteando con mi novio, te juro que te mato- La voz y la cara de Fènghuáng seguían calmadas, el problema eran los ojos.

-¿Ah sí? Quiero ver.

Marco lo tomó por el cuello de su camisa y lo levantó unos centímetros del suelo. Luffy forcejeó para liberarse, pero mientras más luchaba, más le dolía el cuello.

-Date por muerto, mocosuelo- Le dijo mirándolo con ojos de hielo- No sabes con quién te has metido- Luffy se estremeció. La mirada de Marco le producía una suerte de frío, en contradicción con lo que significaba su apellido: fénix.

-N…No te tengo miedo- dijo Luffy sobreponiéndose.

Marco lo soltó tan bruscamente que Luffy cayo de bruces en el suelo.

-Estás advertido- Dijo Marco mientras Luffy se levantaba adolorido- NO te acerques demasiado a Ace, por tu bien.

Luffy le quería responder, pero la falta de aliento por el golpe se lo impedía. Quería golpearlo pero en ese momento sonó una bocina. Era el auto de su abuelo que venía a buscarlo. Luffy cogió sus cosas y dio la espalda a Marco antes de comenzar a caminar lentamente hacia la salida y subir al auto.

-Volví… ¿Y Luffy?

-Ah, Hola, Ace- Marco le sonrió como si la “conversación” que tuvo con Luffy no hubiera pasado nunca- Vinieron a recogerlo y se tuvo que ir, me dijo que lo despidiera de ti… Es muy simpático, me cayó bien.

-Entiendo- dijo Ace algo decepcionado- Vamos a casa, Marco.

-Claro- respondió éste, calmado.

***

Esa noche, en la habitación de Luffy

-Okuni, debí haberte escuchado…- rezongaba un chico de cabellos negros como la noche, sentado en su cama con el deber de aritmética, cuando de repente sonó su teléfono.

-¿Hola? - contestó.

-Hola, Luffy, soy Ace- dijo la voz al otro lado – Te llamo porque no me despedí de ti y me sentí mal por no haberte dicho adiós.

-ACE- el chico no podía creérselo- tranquilo, Ace, estoy bien…

-Es que sentí que debía despedirme- dijo Ace- Bueno, este es mi número, nos vemos mañana, adiós, que descanses.

-Igual tú, Ace… ¡Espera! ¿Cómo conseguiste mi número?

-Ja, ja, me lo dio Hiwatari-respondió el otro- hasta mañana, Luffy.

-Hasta mañana, Ace…

Luffy colgó el teléfono y acto seguido se recostó entre sus almohadas (el deber de aritmética a tomar por saco XD). El chico que le gusta lo había llamado por teléfono justo después de que el novio de éste le había amenazado. Grabó el número de Ace en su celular y se metió entre las mantas.

Estaba decidido. Luffy no se rendiría, conquistaría a Ace a como dé lugar y si para eso tenía que enfrentarse al temible Marco Fènghuáng, que así sea. Conseguiría el amor de Ace o moriría en el intento.

Notas finales:

Weno, asdasd espero y lo hayan disfrutado, si hubiera alguna queja o su opinion, haganmelo saber.


Nos leemos pronto.... si puedo XD


bss


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