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La verdad de Tsuna por Anle Ruma

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Notas del capitulo:

Perdon, perdon, perdon, gomen, gomen, gomen, sorry, sorry, sorry.

 

Me secuestraron la semana pasada y no pude actualizar, aqui esta el capitulo de la semana pasada.

mil perdones de verdad

= Era un día hermosos en Namimori, en aquella casa oculta en el bosque se podía apreciar a los tres habitantes de la casa.

 

El dueño, un hombre de ojos azules y de modales refinados, su hijo mayor, de ojos  azules, tez blanca y cabello negro y el menor de la familia y alegría de la casa, un niño castaño, tez blanca y ojos que demostraban inocencia.

 

Aquella pequeña familia era feliz, aunque tenía un secreto que solo dos personas en aquella mansión conocían…

 

*/*/*/*/*/*/*/*/*/

 

Era una mañana normal en la cas, los tres miembros de la familia desayunaban y platicaban de lo que harían aquel día.

 

Como siempre el pequeño de la casa jugaría  en su habitación, dibujaría en el comedor y cuando su hermano terminara sus lecciones jugarían en el jardín.

 

Todo bajo la atenta mirada azul de su padre, quien tendría una sonrisa en el rostro y minutos después bajaría a jugar con sus pequeños.

 

El pequeño castaño era feliz, su padre y su hermano lo amaban y la mayoría de los sirvientes también, había uno que otro a los cuales no se acercaban, pero de ahí en fuera su vida era feliz en aquella casa.

 

El salía de esa casa los días miércoles, al parque más cercano a casa…

 

Aunque era el único día en que salía de casa, lo disfrutaba al máximo

 

~*~*~*~*~*~*

 

Era un día de junio, la peculiar familia estaba desayunando.

 

--papi—llamo el menor de la familia

--dime Tsuna

--yo… bueno… quiero un columpio aquí ¿se puede?

--mmm...si ¿Por qué no?—respondió con una sonrisa su padre—ahora quiero que hagan sus deberes y en la tarde escogeremos el árbol para hacer el columpió.

 

Ambos niños asintieron y así en la tarde ambos escogieron el olmo más grande del lugar.

 

Ahí se dispuso el columpio para el menor  quien estaba feliz con su nuevo obsequio.

 

~/~/~/~/~/~/

 

Había llegado un nuevo sirviente, era de aquellos que daba la sensación de ser peligroso y que no debía acercarse a el.

 

El hombre era tosco y mal encarado. El seria el nuevo jardinero.

 

El pequeño Tsuna estaba en la sala cuando algo le hizo asomarse un poco y lo que vio lo dejo en shock, el nuevo jardinero estaba quietando su columpio.

 

Con todo lo que sus piernitas le daban salio intentando detenerlo, pero se tropezó y se lastimo.

 

Al alzar la vista vio como el hombre se alejaba con lo que alguna vez fue su columpio.

 

Se levanto con lágrimas y se fue a las escaleras a sentarse, le dolía su rodilla y estaba triste por que le habían quitado su columpio.

 

Sintió como alguien le daba un beso en la frente al alzar la vista se encontró con su padre, quien le sonreía

 

--¿Qué paso Tsuna?

--El… el nuevo jardinero… quito mi columpio… quería detenerlo… pero… me caí…

 

Exclamo mientras las lágrimas caían por sus ojos

 

Aquel hombre de mirada azule limpio las lágrimas de su heredero, para después cargarlo y llevarlo a su despacho.

 

Así le curo la herida y le permitió jugar, hasta quedarse dormido…

 

Al día siguiente despertó y descubrió su columpio de nuevo

 

*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/

 

Era  un día tranquilo, los más pequeños de la casa jugaban en jardín mientras que el padre estaba haciendo algo en sus habitaciones.

 

--Yoshimune, Tsuna, vengan

--¿Qué pasa padre?—pregunto el mayor de los dos

--Quiero que vean algo, vengan

 

Así los tres entraron en la habitación del niño de casi nueve años, en la pared de la izquierda había sido dividida en siete secciones y cada una representaba un fenómeno natural referente al cielo.

 

--¿te gusta Yoshimune?

--Si padre, mucho

 

El había decidido ponerlo en esa pared, ya que la cabecera de la cama ya tenía una decoración.

 

--Ahora vamos  a la habitación de Tsuna.

 

Así llegaron a la del mas chico de la familia, ahí en la cabecera estaba la misma imagen que en la pared de su hermano.

 

Subió a su cama y toco la pared

 

--¿Te gusta Tsuna?

--si, papi

--Es el cielo y sus seis guardianes, ellos te cuidaran en la noche

--¿guardianes?—pregunto Yoshimune

--Si verán, el cielo es amplio y cubre a todos protegiéndolos, pero el no puede hacerlo solo, necesita a sus guardianes, esta el sol, quien alumbra a los demás, brillando desde el cielo, también esta la nube que es independiente y solitaria, se mueve através del cielo, ella también atrae a la lluvia que es pasajera que se lleva todo lo malo, esta la tormenta, poderosa violenta que destruye al enemigo del cielo, junto a la tormenta esta el trueno, quien golpea de forma certera una sola vez y por ultimo la niebla que oculta al cielo cuando es necesario, haciendo que el enemigo se confunda

--¿Por qué nos cuidaran papi?—pregunto Tsuna mirando a su padre

--Es simple, ustedes dos, son mis pequeños cielos y cuando tengan la edad suficiente elegirán a sus guardianes para que sean sus amigos

--¿Tu tienes guardianes padre?

--Si, tengo seis grandes amigos, pero solo uno es de Japón, los otros cinco son de Italia, espero que pronto los conozcan.

 

~*~*~*~*~*~*

 

Era una noche de tormenta, el padre de familia había decidido checar a sus dos retoños.

 

El mayor estaba tranquilamente dormido, por lo que decidió ir a la habitación del  menor.

 

Al abrir la puerta se encontró con que Tsuna estaba despierto.

 

--Tsuna

--Hola papi

--¿Por qué no estas dormido?

--No tenia sueño, se me espanto por un trueno

--¿Miedo al trueno o a la tormenta?

--No, ¿Por qué les temería?—pregunto ladeando su cabeza-- Tu has dicho que son mis guardianes, nunca me lastimarían, no debo temerles

--Entiendo, pero ¿Por qué no duermes?

--No se, creo que son raras las veces que puedo ver así a los guardianes

 

El hombre de mirada azul sonrío ante las palabras de su pequeño

 

--Comprendo, ahora mi querido niño, acuéstate a dormir

 

El pequeño se acurruco en la cama, mientras su padre lo cobijaba, de pronto el hombre se quito la capa que llevaba y se lo ponía a su hijo.

 

Después de taparlo con ella, le acaricio la cabeza, para darle un beso en la frente y así salir.

 

Tsuna se quedo completamente dormido

 

~/~/~/~/~/~/

 

Hay algunos sirvientes que son malo, el jardinero, aquel que le había quitado su columpio era un ratero, en ese instante estaba sacando, del estudio cosas importantes de su papa.

 

--¡Ladrón!

 

Grito el pequeño Tsuna, él sabia que debía hacer eso y corre, y así lo hizo, lamentablemente callo y el ladrón lo sujeto

 

--Maldito mocos, me la pagaras

 

Tsuna comenzó a removerse, tenia miedo, en un arrebato mordió a quien lo sujetaba, quien después de quejarse, lo sujeto con más fuerza, haciendo que Tsuna intentara soltarse con más ímpetu.

 

De un momento a otro el hombre lo soltó y dejo caer a Tsuna, quien lo miraba

 

--Eres un monstruos, un maldito fenómeno—exclamo el hombre

 

El pequeño no entendía las palabras del hombre, quien había retrocedido, para huir, pero Tsuna no lo dejaría, sabia que las cosas que se llevaban era muy importante para su papa, así que se sujeto a su pierna y de la nada unas llamas aparecieron.

 

Tsuna temeroso lo soltó y al ver a sus manos con llamas, se asusto y corrió a su habitación…

 

 

Horas mas tarde la puerta de su habitación se abrió y Yoshimune apareció, el iba buscando a su hermanito y al verlo acurrucado debajo de la cama, con mucho cuidado lo saco, sin despertarlo, lo acomodo como pudo en la cama y salio a buscar a su padre.

 

Después de un rato despertó y se encontró con su padre y su hermano al verlos se alejo

 

--¿Tsuna?

--¿estas bien hermanito?

--Váyanse, no quiero lastimarlo

--Tsuna ¿Qué paso con ese hombre?

--Yo…

--Tsuna por favor, dinos

 

Así Tsuna les contó todo, completamente todo pero nunca alzo la mirada que había bajado al iniciar su relato, solo lo hizo cuando su papa le levanto el rostro, al ver los ojos azules de su papa sin ningún atisbo de asco o miedo lo abrazo y comenzó a llorar.

 

--Tranquilo Tsuna, lo que te paso es normal para mi familia

--¿Enserio?

--Si, recuerdas, tu sensación graciosa que te da con las personas—el pequeño asintió—bueno eso es la intuición y el hecho de provoques llamas es normal, yo lo hago--dice mientras lo separa un poco y produce llamas en sus manos—Yoshimune también

--Es increíble que tenga el don, al igual que ustedes

Exclamo el niño haciendo un muestra, era secreto de un pequeño grupo que el mayor de los dos no era hijo biológico del hombre.

 

--entonces ¿no soy un fenómeno?

-- Para nada, cuando seas más grande te enseñare a usarlo

--Yo ya estoy aprendiendo

 

El hombre ojos azules no quería ver a su hijo triste, por lo que decidió hacerle cosquillas, de pronto Yoshimune  se unió a dicha tarea.

 

La risa de los tres se escucho por el pasillo

 

*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/

 

Los meses pasaron y la rutina de la casa cambio cuando el hijo mayor dejo de aun lado a su hermanito…

 

Iba por los pasillos de su casa, estaba buscando a su hermano mayor, mientras corría por el jardín lo diviso

 

--¡Hermano!—le grita, pero el chico simplemente lo ignora--¡Hermano!—vuelve a llamarlo y le da alcance-- hermano ¿Por qué no me contestas?

--Yo no soy tu hermano Tsunayoshi

--Eso ya lo se, pero siempre te he llamado así

--Pues ya no quiero que me llames de esa forma

--¿Por qué?

--Por que no me gusta, no quiero que un niño como tu me llame así

--¿Un niño como yo? ¿De que hablas?

--Déjame en paz mocoso, no quiero que me vuelvas a llamar hermano—dice el chico empujando

--Yoshimune

 

Murmura mientras ve como el chico que por tres años lo llamo así y le había prometido serlo siempre se alejaba.

 

El padre de los dos nunca supo de ese intercambio

 

~/~/~/~/~/~/~/~/~/

 

Iba corriendo por los pasillos de su casa, había hecho un dibujo que quería que su padre observara.

 

Vio a su hermano salir de una de las tantas habitaciones que tenia aquel lugar.

 

--¡Yoshimune! ¡Yoshimune!—grito y el mencionado lo observo con fastidio

--¿Qué quieres Tsunayoshi?

--Quiero enseñarte mi dibujo, míralo.

 

El choco tomo el dibujo y observo a tres personas, conociendo a su anterior hermano sabia que eran ellos, pero lo que le llamo la atención eran las dos personas con alas en el cielo.

 

--¿Quiénes son?—pregunto señalando esa parte del dibujo

--son nuestras madres—respondió con una sonrisa—como ambas no están, se fueron al cielo

--Mi madre esta en el cielo, la tuya no, ella te abandono en cuanto naciste

--¡Eso no es cierto!—grito el pequeño

--Claro que lo es, lo escuche de los sirvientes, dicen que tu madre te odiaba y por eso te abandono con padre, e incluso que padre no te quiere, te tolera, solo por que te pareces a ella, que le arruinaste la vida a ambos, ellos no querían hijos, no aun

--Mi… mientes—exclamo

--No lo hago, ¿Por qué crees que papa no te saca? Se avergüenza de ti, por eso solo te saca una vez por semana, para que no se burlen de el

 

Con aquellas palabras crueles se fue, sin ser conciente que su hermano había lloraba y que unos ojos azules habían visto la escena y se sentía muy mal…

 

 

La cena pasó en silencio, el más pequeño de la familia había indicado que se sentía enfermo, por lo que comió poco y se fue acostar, su padre una hora mas tarde fue a verlo.

 

--Tsuna ¿todo bien?

—Si papi, creo que mañana ya me sentiré mejor

--¿seguro?

--si—exclamo con una sonrisa

--Tsuna sabes que me puedes contar lo que sea ¿verdad?

--Si papi, lo se

 

El nunca se había quejado de salir solo una vez por semana, en la mansión tenia todos lo que quería, bueno casi todo, siempre en su cumpleaños y en navidad deseaba tener un amigo como Yoshimune o como aquellos de los que hablaba su papa.

 

El hombre de mirada azul se sentía perdido, en ese instante deseaba a alguno de sus amigos que le consejera como ayudar a su hijo, mas por que este no le tenia la confianza completa.

 

--Tsuna te prometo que iras dos días seguidos al parque—exclamo dándole un beso en la frente.

 

Deseaba que esa decisión ayudara a su pequeño

 

*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/

 

Aquel miércoles en la tarde después de regresar del parque y como siempre se sentaron para comentar de ese día.

 

--Hay una familia nueva en la ciudad

--¿Cómo sabes eso Tsunayoshi?—pregunto Yoshimune

--Vi un niño que nunca antes había visto, pero nadie se acercaba a el, su pelota se resbalo y yo la tome y se la entrego, me dijo gracias en italiano—respondió el joven niño son una sonrisa

--Bueno si va mañana al parque ¿Por qué no juegas con el?

--¿crees que quiera?

--Claro que si, ¿Por qué no?

--pero ¿Cómo le hago para que me hable?

--Chocolate, dale un chocolate y habla con el en italiano

--Eso hare—dijo con una sonrisa

--padre—llamo Yoshimune—mañana es jueves

--Si… y mañana iremos de nuevo al parque, quede con Tsuna ayer

--¿no estas enojado Yoshimune?

--No, podré ver a mis amigos mañana

 

El pequeño sonrío, lo que menos quería era que su hermano siguiera molesto con el, aunque no supiera el por que

 

Jueves en la tarde.

 

--¿y? ¿jugaste con el niño?

--Si, es muy  bueno, papi, me darías mas clases de italiano para que pueda hablar con el

--Claro ¿y como se llama?

--.Rokuro Mukuro…

 

~*~*~*~*~*~*

 

--papi… el papa de mi amigo quiere que valla a su casa este fin de semana ¿puedo ir?

--Me temo que no Tsuna, lo mejor será que tu amigo venga a pasar el fin de semana aquí

--Yo le diré cuando nos veamos…

 

~/~/~/~/~/~/

 

Aquel miércoles, llegaron los dos hijos de la familia con un niño más, el padre no había podido ir por ellos al parque, por lo que no había conocido al padre del único amigo de su hijo menor.

 

El niño de cabello azul peinado en forma de piña, a pesar de la timidez inicial descubrió que aquella casa seria un lugar completo para jugar.

 

Ambos niños disfrutaron de una semana de juegos y demás, el papa de Tsuna estaba feliz de ver a su hijo con una sonrisa.

 

Pero había algo interesante, le había parecido ver al niño con un símbolo en uno de sus ojos algo similar a un viejo amigo que el conocía. El mas extraño de todos, si era sincero consigo mismo.

 

Durante aquella cena, no pudo evitar mencionar aquel parecido.

 

--sabes Mukuro—exclamo teniendo la atención de los niños--te pareces mucho a un viejo amigo, ambos trabajamos en Italia.

--Me gustaría que conociera a mi padre señor Eyasu, mi papa también es italiano y tal vez se llevarían bien

--Creo que cuando valla a entregarte lo hare

--Papi y cuando lo conozcas me dejaras pasar un día con mi amigo

--ya veremos Tsuna, ya veremos.

 

Exclamo, ese “ya veremos” para Tsuna significaba no, pero no le importo, por lo menos su amigo había disfrutado  la semana.

 

Al día siguiente en la tarde fue sorpresa para todos los sirvientes, el hecho de ver la llegada de cinco personas, los tres niños, y dos adultos, su señor y el otro intuyeron que era el padre del amigo del menor

 

Estaban en la sala en aquella ventana que seria después su refugio, Tsuna miro al sillón donde los dos adultos hablaban animados.

 

--Quien iba a decir que tú papa era el amigo del mío—exclamo Tsuna con una sonrisa

--Es cierto, fue una gran sorpresa.

 

Las cosas no cambiarían, pero por lo menos su papa ya no estaría tan tenso cuando su amigo estuviera.

 

~/~/~/~/~/~/

 

Era fácil ve a aquellas dos personas en la casa, la alegría del pequeño era casi completa, aun no entendía por que su hermano no lo quería pero ya no le importaba.

 

Jugaban bajo la mirada de los dos adultos, quienes sonreían.

 

Aquella noche hubo una tormenta y como era costumbre el hombre de mirada azul se encontró con su pequeño despierto.

 

--Tsuna

--Hola papi—saludo mientras miraba la lluvia caer

--/Me gustaría saber que piensa en cada tormenta/ Acuéstate, mañana bajaras al parque

--Si

 

Y el ritual que se iniciara meses atrás comenzó

 

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

 

Era el día de su cumpleaños, lunes catorce de octubre, estaba feliz su amigo Mukuro había llegado días antes y se quedaría hasta año nuevo.

 

Entro corriendo al comedor seguido de su amigo cuyo peinado parecía una piña, al llegar se detuvo de forma abrupta, en el comedor no debía haber nadie, pero en ese instante había unas sombras, eran seis sombras de niños. Que producían varios sonidos, tres parecían ser melodías, un golpe, un grito y un llanto.

 

El niño de peinado extraño también estaba sorprendido ante la presencia de las sombras, sabía que esas sombras no eran ilusiones, que eran reales, pero que no estaban en ese lugar.

 

Miro a su amigo y se acerco a las sombra

 

--Tsuna ten cuidado

--No nos harán nada—exclamo el niño con una sonrisa, su graciosas sensación le decía que podía acercarse—son agradables

 

Dice y es entonces que se percatan que son cinco niños y una niña. De los cinco niños hay un bebe.

 

--Eso es raro ¿Qué piensas Mukuro?

--La verdad no se que pensar, es extraño que estas sombras estén aquí, deberíamos comentarle a nuestros padres en cuanto aparezcan—el pequeño asiéntete, pero en eso se acerca a la única niña--¿Qué pasa Tsuna?

--Esta llorando ¿Qué crees que le halla pasado?

--No lo se…

 

Ambos se quedan en silencio a pesar de tener una extraña cajita, se nota que la pequeña llora…

 

--Mukuro ¿la puedes ayudar?

--¿Cómo?

--No se, pero ayúdala Mukuro, yo se que tu puedes

--Bueno lo hare… pero primero debo conocerla para ayudarla, te lo prometo… pero a cambio me la pasare peleando con este chico—dice alejándose de la pequeña y se acerca a un chico mas o menos de su altura—siempre peleare con el

--Pero

--Tsuna no lo lastimare, no lo haremos, te prometo ayudar a la niña siempre y cuando me permitas pelear con el

--Prometido y gracias…Sabes me agradan mucho aunque no los conozca, crees… ¿crees que cuando los conozcamos quieran ser mis amigos?

--Claro, ¿Por qué no lo serian? Ya veras que cuando los conozcamos seremos amigos los ocho

 

El pequeño asiente con aquella sonrisa que lo característica

 

--Tormenta—comienza diciendo señalando con su mano derecha—lluvia, trueno, sol, nube, niebla, niebla

--Y tu nuestro cielo a quien debemos proteger, nosotros somos tus guardianes

--Mukuro...

--Nos has elegido como tus guardianes Tsuna, además tu papa siempre te dice pequeño cielo, así que nosotros siempre estaremos a tu lado como tus guardianes, pero sobre todo como tus amigos, es una promesa

 

El pequeño cielo sonríe y sin saber porque comienza reírse y contagia a su amigo, los sonidos que los habían rodeado desaparecen por unos minutos para después reiniciar…

 

Pero ninguno de los niños se percato de que unas llamas los habían rodeado y aquellas sombras tenían sonrisas

 

Los dos adultos entraron junto a Yoshimune quienes al ver a los niños riendo, sonrieron.

 

Ya que los pequeños se calmaron y se sentaron para poder iniciar la fiesta, así tomaron la decisión de contarles de las sombras que habían aparecido, los dos adultos se miraron y miraron a los niños.

 

--Es verdad papi—exclamo el pequeño castaño—estaban aquí

--Te creo Tsuna—dijo la sombra de ojos azules—pero es extraño que suceda algo así

--¿Es malo?—pregunto el niño de ojos bicolor

--No—respondió sui padre—pero como lo acaba de mencionar es extraño que algo así suceda. Debe significar algo, solo nos queda esperar para saber que es.

 

Los niños asintieron y minutos después uno de los sirvientes entro, dejando la comida.

 

La comida de ese día era espagueti con unas bolas de arroz, las comidas favoritas de Tsuna.

 

Después de comer, partieron el pastel de fresas, ese lunes el pequeño Tsuna cumplía cinco años de edad.

 

Yoshimune, que estaba ahí más por obligación que por gusto le regalo un cuaderno.

 

Mukuro y su papa le regalaron una pelota, así como también hicieron ilusiones para el. Ahí vio el arma que su amigo recibirá en su cumpleaños, un tridente.

 

Estaba feliz por su fiesta al final, termino un poco tarde para el horario de sueño de ambos niños.

 

~*~*~*~*~*~*

 

Estaba en el jardín sobre su columpio mirando el broche que su padre le había regalado , era muy bonito, le extrañaba la figura que tenia pero no preguntaría y tenia la sensación de que lo perdería pronto, aferro el broche a su mano, ese broche le daba protección, pero estaba seguro que tenia un secreto muy importante.

 

Lo guardo entre su ropa y comenzó a mecerse poco a poco hasta alcanzar una gran altura, estaba feliz, eran de esos días que se sentía pleno.

 

*/*/*/*/*/*/*/*/*

 

Era una tarde en el parque donde los pequeños jugaban con la pelota, estaban descansando bajo un Sakura, cuando iniciaron a platicar

 

--¿mi mama?—cuestiono Tsuna

--Si, siempre te he visto con tu papa y no se nada de tu mama

--Bueno no la conocí, creo que murió cuando yo nací ¿y la tuya?

--Bueno… no es exactamente mama, es más bien pa´, murió cuando tenía tres años, por eso mi papa decidió venir aquí

--¿pa´?

--Si, es… algo complicado de explicar, me imagino que cuando seas más grande lo sabrás

--Eso creo

 

Después de aquella plática comenzaron a jugar de nuevo, pero ahora Tsuna tenía duda sobre su mama y recordaba lo dicho por su hermano, ¿seria cierto? Esperaba que no, ya que no podría ver a la cara de su papa si era cierto.

 

Esa misma noche su vida cambiaria para siempre.

 

Estaba en su habitación mirando el mural que su padre había pintado para el, cuando la puerta se abre, y alguien lo abraza por la espalda.

 

--Hola papi

--Hola Tsuna ¿listo para el cuento?

--Si…--respondió—papi

--Dime

--¿y mi mami? ¿Donde esta?

--Bien, el cuento será

--Papi ¿Dónde esta mi mami?

--Tsuna no quiero hablar de eso

--¿Por qué no? quiero  saber de mi mami

--Tsuna

--Por favor papi, ¿Cómo se llamaba mi mami?

--¡BASTA Tsuna!—grito el hombre de ojos azules—escúchame bien Tsunayoshi, no pienso hablar de ese tema

--Pe…

--¡ESO NO ESTA A DISCUSIÓN! No voy a hablar contigo de eso, y de no ser por que ya quedamos con ellos en vernos mañana; pero si por mí fuera no saldrías dentro de dos días—exclamo mientras apagaba la lámpara y salía

 

Tsuna solo observo como su padre salía enojado y las lágrimas caían

 

Le había fallado a su papa, el solo quería saber de su madre, solo quería saber si lo quiso o no.

 

~*/~*/~*/~*/~*/~*/~*/~*/~*/

 

Se despertó temprano, su sensación le decía que algo malo pasaría si salía de la mansión, pero necesitaba despejarse.

 

Se levanto y abrió su ropero, ahí miro la ropa que tenia, escogió la mas vieja, pero que aun estaba buena y se la puso, guardo entre su ropa el broche, miro su habitación, miro cada detalle, cada juguete, cada cosa que había en ella.

 

Salio de ella, camino a la habitación de su papa, la abrió con cuidado y observo a su papa dormido, miro con cuidado la habitación de su padre, cada detalle, para después salir.

 

Recorrió el pasillo dejando que su manita pasara por la fría pared, llego a la habitación de Yoshimune e hizo la misma inspección que en la de su papa

 

--Buenos días joven amo—exclamo una de las sirvienta—hoy despertó temprano

--Sip, hoy iré al parque—dijo con una sonrisa—voy a la cocina, nos vemos

--Espere joven amo, yo también voy para la cocina, lo acompaño

 

El pequeño asintió y así ambos bajaron a la cocina y mientras se encontraban con algunos sirvientes, el pequeño los saluda con suma alegría y a algunos se despedía de forma extraña.

 

El pequeño era especial, así que nadie tomo en cuenta su actitud de ese día.

 

Llego a la cocina, donde la cocinera lo saludo con un gran beso en la mejilla.

 

La cocinera y el mayordomo principal, eran las personas que tenían el mismo tiempo que su papa en Japón, cinco años, querían mucho a sus amos y estaban felices de servirles.

 

--¿Qué lo trae a la cocina Tsuna-kun?—pregunto la mujer

--quiero hacer el desayuno de papa y Yoshimune ¿me ayudas?

--No se joven amo, es peligros

--Por favor señora Azuki—exclamo con ojos brillantes—por favor, hare cosas pequeñas, pero por favor déjame ayudarle con el desayuno

--Esta bien

 

Azuki quería mucho al pequeño, ella no pudo tener hijos, así que cuando nació, se hizo cargo de el con permiso del padre.

 

Así el pequeño hizo el jugo acomodo los platos y todo lo que podía debido a su edad.

 

Ya que solo faltaba poner la comida, decidió recorrer con la mirada cosa que noto la mujer

 

--Tsuna-kun ¿pasa algo?

--¿eh? No nada, solo… siempre me ha gustado la cocina es calida.

 

La mujer entendió que el pequeño no hablaría, así que lo dejo pasar.

 

La hora del desayuno llego y el hombre de mirada azul se sorprendió al ver a su pequeño ya a en su lugar.

 

El desayuno se dio en un ambiente algo tenso, que fue notado por todos, pero nadie comento nada.

 

Después del desayuno el pequeño bajo y comenzó a hablar con los sirvientes, aquellos a los que conocía bien hablaba como siempre y se despedía de forma extraña.

 

--Hola Takagi, ¿Qué haces?

--Nada en especial, chocando el inventario

--Takagi

--Dígame joven amo

--Tú siempre cuidaras a mi papa y a Yoshimune ¿verdad?

--Claro que si amo y también a usted

--También cuidarías a Mukuro y a su papa

--si, también.

 

El pequeño se quedo en silencio mirando a la nada.

 

--Joven amo ¿Qué pasa?

--Nada, solo pensaba, voy a ver a la señora Azuki, para que no haga comida

--¿y por que no?

--Regresan tarde

 

Dijo el pequeño corriendo a la cocina. Después comenzó a recorrer la mansión como si quisiera recordar la mansión.

 

Fue al jardín donde se columpió un rato y después se detuvo para quedarse mirando el jardín, estuvo tentado a dejar su broche oculto por algún lugar, pero no lo hizo, debía tenerlo con el, era necesario, pero estaba conciente de que lo perdería.

 

Las horas pasaron y la hora de irse al parque llego.

 

--Tsuna, ya es hora de irnos.

 

El pequeño escucho a su padre llamarlo, y salio de aquella biblioteca donde estaba para poder irse.

 

Mientras bajaba las escaleras, se detuvo  a la mitad, deseando irse a su habitación y esconderse, pero no lo hizo, bajo las escaleras, había algunos sirvientes que lo miraban a los cuales les sonrío.

 

Por fin llego donde su papa y su hermano, les sonrío, una sonrisa muy hermoso en palabras de los sirvientes.

 

Mientras se preparaba para irse, se despidió de los sirvientes con una mano y una sonrisa.

 

Los sirvientes regresaron el gesto ante la sonrisa tierna del padre y una de Yoshimune.

 

Aquellos sirvientes que estaban en el jardín recibieron el mismo gesto del pequeño y también regresaron

 

--¿Por qué te despides de todos?—pregunto Yoshimune

--Nada más—le respondió Tsuna con una sonrisa

 

El pequeño salio y miro por ultima vez la casa y le regalo una sonrisa…

 

Para Azuki y Takagi, quienes conocían al pequeño sabían que algo andaba mal y quisieron detener la salida, pero sabían que era la única ocasión en que el pequeño era libre de aquella jaula de oro.

 

 

Horas más tardes, una pequeña comitiva regresaba.

 

El joven jardinero al alzar la vista  dejo sus herramientas caer y corrió a la casa.

 

--¡Algo malo paso!

 

Fue el grito que todos los sirvientes escucharon y salieron, minutos después apareció la comitiva.

Había veces que se iban tres y regresaban cuatro o cinco a la mansión, aquella escena no seria rara de no ser por que alguien faltaba.

 

En aquella escena deberían ser cinco… tres niños y dos adultos.

 

Pero regresaron dos niños y dos adultos.

 

Los adultos solo negaron con la cabeza y subieron a dejar a los pequeños que parecían en shock en especial Mukuro.

 

El menor de los tres niños no estaba, el pequeño Tsunayoshi no estaba, entonces como un balde de agua fría cayo en le apareja.

 

El pequeño se había estado despidiendo de todos, aquella mañana, el pequeño sabia que no regresaría de aquella salida.=

 

 

 

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado y de nuevo mil perdones por el retraso.


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