“Un pequeño de cinco años, baja las escalera con cuidado, mira a las personas que hay ahí, son sus padres, o eso cree, siente que ha olvidado algo muy importante de su vida, pero no sabe es.
Su mama/ nana, esta cocinando y sabe que no debe acercarse por eso, así que se dirige a la sala donde hay algo que ve, su padre, el quiere salir a jugar así que le pedirá a aquel hombre rubio que lo lleve al parque.
--papa
No termina de decir esta frase, cuando es derrumbado, le duele su mejilla y pone su manita ahí, para ver al hombre frente a el enojado, no sabe por que esta tan enojado, pero sabe que le tiene mucho miedo.
--No me llames así mocoso, que no soy tu padre.
Las orbes color miel, se cristalizan, el hombre al ver eso se enoja y alza la mano
--¡NO TE ATREVAS IEMITSU!—se escucha la voz de la mujer de la casa que se acerca con una cuchara en mano—Tsuna sube a tu habitación
El pequeño asiente y sale de la habitación, mas no obedece, algo le dice que lo haga, pero no sabe que es y tiene miedo, por eso se queda a escuchar la conversación de sus “padres”
--¿por que le pegaste a Tsuna?
--Me llamo papa
--Es por que el cree que eres su padre, no se que paso ese día que se quedo dormido, pero lo que halla sido, le ha hecho olvidar quienes eran sus padres y cree que nosotros lo somos
--Ese niño no es mi hijo, así que no me importa lo que crea
--Iemitsu, Tsuna nos necesita a ambos
--Yo no lo quiero Nana, no se quien es y no me importa, además dentro de unos días me iré de nuevo a trabajar
--entiendo, que te valla bien
Tsuna subió a tropezones las escaleras para encerrarse en su habitación, ahí las lagrimas caían, no era hijo de esas persona, pero mínimo la mujer le quería, además si comprendía bien aquel hombres se iría de la casa y no lo vería.
--Si el no me quiere yo tampoco lo quiero—murmuro mientras se limpiaba las lagrimas, mas una pregunta nació
¿Por qué ese hombre no le quería? ¿Y donde estaban sus padres?”
Tsuna despertó sobresaltado y con algunas lagrimas en los ojos, pero unas terribles nauseas le hicieron salir de la habitación azotando la puerta despertando así a sus compañeros de cuarto, quienes se incorporaron, ambos ya sabían donde hallarlo.
Tsuna estaba abrazado de la taza del baño sacando la cena, pero mientras se calmaba antes de otro vomito noto las lagrimas que caían de sus ojos, entre los recuerdo que el mismo quiso olvidar se hallaba ese, aquel que le indico el odio de aquel hombre hacia el, un odio que nunca entendió, una nueva arcada le vino y continuo vaciando su estomago, la puerta del baño se abrió y Giotto entro para sobarle la espalda, mientras que Reborn aparecería con una vaso de agua para el chico
--¿mejor?—pregunto el rubio teniendo un asentimiento del pequeño
--si gracias, de nuevo la cena me sentó mal—dice con una sonrisa y se levanta saliendo del baño, para iniciar su día
--Reborn—exclama Giottto en su modo jefe—quiero que le hagas unos estudios a Tsuna, ya lleva un mes así
--Como ordene Primo.
Reborn siempre le llamaba Primo cuando se refería a un asunto del castaño. Aquello había sido un trato silencioso entre ambos.
Giotto se había tomado muy a pecho el cuidado de su sucesor, en todos los ámbitos, se había percatado de que Nana era muy despreocupada por el joven y eso le preocupaba, por eso había aceptado sin reparo alguno la custodia del chico.
Bajo para comenzar con el día, ayudaba en lo que podía a Nana.
Tsuna ya había terminado de vestirse, aun era temprano pero ya no podría dormirse.
--¿Qué te pasa Dame-Tsuna?
--¿Eh? Nada, solo me sentó mal la cena
--¿desde hace un mes?—exclama el arcobaleno mirándolo—estas preocupando a Giotto
--Lo se, y créeme que lo ultimo que quiero es preocupar a Primo—en cuanto termina la frase una descarga eléctrica le llega—Hiiiee Reborn ¿Qué fue eso?
--una descarga
--¡Eso lo se! Pero ¿Por qué me dio?
--Ahh, se mas especifico dame-Tsuna, te dio por llamar a Giotto, Primo
--¿eh? ¿Por que?
--No te has dado cuenta dame-Tsuna, a Giotto le incomoda que lo llames Primo
--Hayato, también le dice así
--si pero Gokudera no vive con el, ni pasa tanto tiempo con el—dice el bebe
--Ya, pero…--exclamo mientras se mordía el labio inferior signo inequívoco de nerviosismo—no se como llamarlo
--dile Giotto o Giotto-san
--no puedo—murmura pero es escuchado por su sádico tutor—no puedo llamarlo de esa forma, algo me lo impide
--o lo llamas Giotto/Giotto-san o llámalo como los niños
--¡Estas loco!—aquél grito le correspondió un golpe que lo derrumbo---Reborn
--Ya te dije tus opciones dame-Tsuna o lo llamas por su nombre o como los niños lo hacen, hasta es momento te quitare el dispositivo—dice el pequeño saliendo
--¿todo bien Tsuna?—pregunta el rubio
--¿Eh? Si, no te preocupes Primo, ahh—exclamo el castaño mirando mal a Reborn-- vamos a desayunar
--¿Reborn?—pregunto el rubio
--no te preocupes, solo un poco de etiqueta.
Giotto suspiro para seguir al arcobaleno.
El desayuno fue como todos los días, Reborn robándole algo de comida a su estudiante, Lambo haciendo lo propio con I-pin, Fuuta calificando la comida, mientras que Nana, Bianchi y Giotto comían tranquilamente, pero ese día algo cambio, Tsuna había dejado su desayuno y había agarrado un poco de fruta a la cual le puso salsa de tomate, provocando que todos lo miraran con asco, cuando el castaño miro a todos
--¿quieren?—pregunto haciendo que todos negaran
Después de eso, el castaño salio de casa para hallarse con sus amigos, durante el trayecto a la escuela ambos chicos, notaron que el castaño estaba sumido en sus pensamientos
--Tsuna ¿Qué te pasa?—pregunto Hayato
--Nada, solo que…--Tsuna se muerde el labio inferior señal de que esta nervioso
--si tienes algún problemas, podemos ayudarte—dice Yamamoto
--Lo se, pero esto debo resolverlo solo
--Tal vez te podamos ayudar un poco
—Reborn me puso un dispositivo que me da una descarga cada vez que lo llamo…--no pudo decir nada de nuevo
--¿lo llamo?—cuestiono Yamamoto al ver que su compañero detenerse--¿de quien hablas Tsuna?
--De mi tutor, Reborn quiere que le deje de hablar por su titulo y lo llame por su nombre
--¿y por que no lo haces?—pregunto Hayato
--Es que no puedo, cada vez que me escucho llamarlo así me siento extraño, me siento mal
--Bueno Tsuna, pues la verdad no sabemos, ¿de que otra forma puedes llamar a Giotto-san?
--No lo se
Después de aquello llegan a la escuela donde las clases pasan normalmente, el joven Vongola a estado repasando en algunos momentos como se escucharía el que llame a Primo por su nombre, pero frunce el ceño ante eso no le gusta como suena.
Las clases terminan y el descanso llega Tsuna, se levanta para llevarle el bento que había preparado a Hibari, sus amigos les sonríen ese día debe estar con su pareja.
Tsuna llego a la sala de recepción Hibari no estaba ahí, así que no debía tardar en llegar, suspiro y se sentó en el sillón y comenzó a pensar en lo dicho por Reborn, estaba sumido en sus pensamientos que no se percato de que Hibari ya había entrado
--¿Qué sucede Tsuna?—pregunta haciendo que el joven saltara
--Me asustaste Kyoya--dice para después besar a su novio y tomar su lugar sentado en sus piernas
--¿Qué pasa?
--bueno—murmura para después pararse para extrañeza de su pareja, tomo una pluma y un papel—Reborn me puso un dispositivo que me dará una descarga cada vez que llame a mi tutor—dice mientras escribe “primo”—así que no me lo quitara hasta que lo llame por su nombre
--Eso es fácil, llámalo Giotto
--no lo es—dice haciendo un puchero—cada vez que intento llamarlo así me siento incomodo, pero estoy conciente que lo incomodo llamándolo así—dice encerrando la palabra en un circulo—no se que hacer
--¿llamarlo por su nombre es la única opción?—pregunta mientras su pareja se recuesta en su hombro
--No, también el llamarle como los niños
--¿y te sientes cómodo llamándolo así?—le pregunta y Tsuna se queda callado ante la pregunta—eso lo tomare como un si, no veo el problema, llámalo como los niños
--No
--¿Por qué no?
--¿y si se enoja?
--no veo que se moleste por como lo llaman los niños
--pero son eso, niños, yo no se
--Tsuna—lo llama tomando su barbilla—tu quieres llamarlo de esa forma—era una afirmación—hazlo si te preocupa que se enoje, pídele permiso
--¿pedirle permiso?
--si dile que quieres llamarlo así, si el acepta llámalo de esa forma y si no tendrás que llamarlo Giotto ¿entendido?—el castaño asintió mientras abría el bento de su pareja para comenzar a darle de comer en la boca
--Solo espero que no se enoje—murmura la recordar su sueño
--¿Por qué se enojaría?
--¿eh? No me hagas caso—dice mientras come un poco
--Tsuna, ¿Por qué nunca has llamado a Iemitsu padre?
--etto, bueno yo… ¿te gusta lo que prepare?
--Tsuna
--hubo un incidente que hizo que nunca lo llamara así
--¿Qué paso?
--no me preguntes Kyoya
--¿Qué paso?—Tsuna se acomodo en el hueco del cuello de su pareja
--no había tenido recuerdos amargos desde que el llego, mis pesadillas son menores, pero hoy… hoy tuve un recuerdo que fue en cierta forma uno de los primeros cuando me olvide de quien era mi padre, fue donde Iemitsu me decía que no era mi padre y que no lo llamara así, fue la ultima vez que lo vi antes del conflicto con los anillos
Se quedaron en silencio por unos minutos, Hibari estaba mas que seguro que cuando viera a ese herbívoro lo mordería hasta la muerte por dañar a su pareja.
Reborn tenia pensamientos similares desde la azotea donde vigilaba a la pareja, algunas de las conversaciones con nana del tiempo en que los tres estuvieron juntos le indicaba que el, líder de la CEDEF había maltratado al chico emocionalmente y estaba mas que seguro que también físicamente
--Solo espero equivocarme Iemitsu, por que sino no solo te enfrentaras al terror de Namimori sino a una furia superior
Murmuro para después desaparecer.
El almuerzo termino y Tsuna se levanto para irse, pero al hacerlo un mareo le llego por suerte Hibari no se había retirado demasiado
--Tsuna ¿estas bien?
--Si solo fue un mareo por levantarme rápido, nada preocupante—le dice con una sonrisa para después darle un beso casto y después salio del lugar
Tsuna camino un tramo a un lugar donde no había ventanas para recargarse en la pared, no sabia que le pasaba, tenia nauseas, mareos y vomitaba todo lo que comía, no quería preocupar a nadie, por eso no había dicho nada, pero estaba seguro que Reborn y Giotto ya habían comenzado a sospechar, pero tenia que fingir, no quería preocupar a sus amigos aunque una parte de el le decía que estaba haciendo
“Estaba leyendo unos reportes que le habían entregado, agradecía en ese instante que su buen amigo le enseñara su idioma, como lo extraña, como extraña a cada uno de ellos, tenia un año de haber abandonado a su familia, el único que sabia la verdad era su primo quien había aceptado hacerse cargo de Vongola y ocultar aquel secreto.
Un suspiro salio de sus labios, si tan solo su padre le hubiera dicho la verdad meses antes de su muerte el no se hallaría en ese momento solo en aquel país, que aunque amaba, no podía evitar sentirse incompleto.
Una risa le hizo levantar la mirada la puerta para ver como su hijo adoptivo abría la puerta con una gran sonrisa que el correspondió, cuando le iba a preguntar que pasada, vio al pequeño de un año de edad gatear, ver al niño que estaba a su lado y…
No podía creerlo se levanto para salir del escritorio ya ahí ver como el pequeño comenzaba a dar sus primeros pasos, mientras que el mayor lo cuidaba desde atrás
--Eso es, tú puedes—decía el niño con cinco años de edad
El bebe sonrío y camino hasta llegar donde su padre lo abrazo, después con ambas mano cargo a los dos pequeños
--padre, el ya puede caminar—dice con una sonrisa aquel niño que había adoptado
--Si, ya veo y me alegro que lo ayudaras, ahora abra que cuidarlo de las escaleras—dice haciendo que el mayor asiente
--pa…pa—se escucha y ambos ven al bebe quien sonríe—papa
El hombre de mirada azul sonrío y abrazo a sus dos hijos…
En ese momento agradecía que su padre le digiera aquel secreto hasta su lecho de muerte”
Giotto abrió los ojos y permitió que pequeñas lagrimas cayeran, había decidido tomarse un descanso y se había quedado dormido, durante mucho tiempo no soñaba y cuando lo hacia era para recordarle el momento mas terrible de su vida, sus errores y su mayor dolor. Nunca había tenido sueños agradables después de aquel día.
Se sentó mirando a la ventana permitiendo que sus lágrimas cayeran, no entendía por que pero había recordado el día que su hijo lo había llamado papa y daba sus primeros pasos, estuvo muy orgulloso
Se limpio las lágrimas dejando atrás aquel hermoso recuerdo en el pasado. Miro la hora en el reloj de su protegido y sonrío al saber que pronto llegaría a casa.
Mas su sonrisa desapareció al recordar que el también lo llamaba Primo, deseba con todo su corazón que no lo llamara así, que lo llamara Giotto, pero no Primo, lo hacia sentir lejano, como si un muro invisible con el nombre de Vongola los separaba, el no quería eso, el quería que el joven le contara sus penas y secretos como lo hiciera cuando se vieron por primera vez.
La puerta de la habitación se abrió y Tsuna apareció ahí con la mirada cubierta por sus cabellos, aquello preocupo a Giotto
--¿Tsuna? ¿Paso algo?—el castaño simplemente negó—Tsuna sabes que puedes decirme lo que sea ¿verdad?
--si—respondió y Giotto vio aquel tic que el joven tenia—es que… yo… quería pedirte un permiso
--¿permiso?—cuestiono confuso ante lo dicho ya que hasta donde el sabia solo muy pocos sabían del cambio de custodia y Tsuna no era de ellos—claro el que quieras
--¿No te molestaras ni nada?—pregunto con angustia el joven provocando confusión en el hombre de mirada azul
-Tsuna—dice mientras camina y pone sus manos en sus hombros—por Vongola lo juro
Tsuna se volvió a morder el labio en los ojos del primer cielo de Vongola había sinceridad, sabia que la única forma de hacerlo era gritando.
--¡papa!—grita mientras lo abraza dejando en shock a Giotto
Giotto estaba paralizado, pero después reacciono y lo abrazo. El joven ya no lo llamaría Primo, estaba feliz por eso, pero su felicidad era muy grande, por que no solo lo dejaría de llamar por su titulo, sino que lo llamaría de una forma que nunca espero.
Papa, aquellas cuatro letras hicieron que el pecho de Vongola primo se hinchara de orgullo y las lagrimas que había secado quisieran salir de sus ojos, mas no lo permitió.
Tsuna había estado muy nervioso, llamarlo papa, le ponía incomodo mas por el recuerdo que había tenido, tenia miedo de que este no aceptara que lo llamara así, pero dicho miedo desapareció al sentir el abrazo de su ancestro.
Según todo mundo el hombre rubio que lo tenia en eso momentos en sus brazos decían que era su tatatatatatara abuelo, pero en el poco tiempo que tenia viviendo con el era mas un padre de lo que había sido Iemitsu.
Giotto beso la coronilla de su nuevo hijo para separarse.
La mirada azul y la miel se encontraron y en ambas había felicidad.
--Te dejo para que te cambies y descanses, después baja a comer y que iniciemos tus tareas ¿si?
--claro… papa—respondió el castaño con una sonrisa gemela a la del hombre frente a el, Giotto le beso la frente, aquello se había hecho costumbre
--Descansa
Dice para salir de la habitación con una sonrisa e los labios, esta seguro que debe de agradecerle al bebe tutor lo hecho, mas su sonrisa se congelo y desapareció. Tsuna no era su hijo, el tenia un padre del cual no hablaba mucho, pero no le parecía justo usurpar el titulo de aquel hombre, así que decidió decirle a Nana
--Nana ¿podemos hablar?
--Are~ Claro Giotto-kun ¿Qué sucede?
--Bueno, sabes que Tsuna me llama primo
--Si, aunque no se que significa ni por que te llama así, será cosa de ustedes
--Bueno hoy ha decidido dejar de llamarme y llamarme de otra forma
--¿Enserio? Que bien ¿y como te quiere llamar?
--Padre—murmura ocultando sus ojos, la mujer frente a ella lo mira fijamente, para después sonreírle
--¿y te molesta que lo haga?
--¿Qué? ¡Claro que no!—exclama—me agrada que me llame así, pero si a ti te molesta por que tomo el lugar de tu esposo, no se lo permitiré /aunque no se como le diré que ya no deberá llamarme así/
--Descuida Giotto por mi no hay problema, me agrada saber que tu si aceptas que Tsu-kun te llame así, ojala Iemitsu lo hubiera dicho—murmura pero es escuchada por Reborn quien entraba a la cocina.
Las horas pasaban y Tsuna estaba en la sala estudiando con Giotto, algunas cosas de la escuela y administración en menor cantidad, mientras los niños habían ido a jugar al parque con Bianchi y Reborn tomaba su expreso en la cocina en compañía de Nana
--Mamma, ¿Por qué Tsuna no llama a Iemitsu papa?—pregunta haciendo que la mujer se tense un poco--¿Mamma?
--Iemitsu se lo prohibido cuando Tsu-kun era un niño de cinco años—responde con tristeza al recordar aquel día
--¿Qué le dijo?
--Que no lo llamara así
--¿Le hizo algo mas?—pregunto el bebe bajando la mirada, alo que la mujer suspiro
--Lo zarandeo le dejo los dedos marcados-- respondió con dolor
Reborn solo frunció el ceño bajo su fedora, estaba más que seguro que ese zarandeó había sido más bien un golpe y que Nana mentía protegiendo al hombre que amaba. Pero lo que ninguno de los dos sabia es que una tercera persona los había escuchado y apretaba los puños con furia.
Se alejo de la pared de la cocina que le sirvió para escuchar y miro al joven que estaba resolviendo unos problemas de matemáticas.
Giotto miraba con ternura a Tsuna, una ternura que pensó no volver a sentir después de aquel día, pero que gracias a los niños y ahora a su sucesor sentía y se juro así mismo que no permitiría que nadie lo lastimara ni siquiera ese hombre que debía protegerlo al tener el titulo de padre.