Los guardianes de la décima generación estaban ese día lejos de su líder.
Si bien las ordenes del segundo se los prohibía, el joven cielo especial tenia otros dos guardianes poderosos, el arcobaleno del sol, el mejor asesino de toda la mafia Reborn y el fundador de la mas poderosa familia, quien era tutor del joven: Giotto, Primo Di Vongola.
Así que no debían preocuparse por el joven.
Cada uno de los guardianes hacia una actividad distinta en ese momento.
Estaban concentrados en sus cosas que solo el sonido del gong y las campanas los distrajeron.
Hibari se hallaba en la azotea de la escuela, se encontraba descansando, había terminado de firmar los documentos de la escuela por lo que ahora se encontraba tomando sus siesta, mas esta se vio interrumpida cuando aquellos sonidos llenaron la ciudad para detenerla unos cuantos minutos.
Se incorporo del techo de aquel cuarto escuchando y cuando el silencio lleno de nuevo la ciudad, decidió irse a la sala de recepción, pero al bajar del techo se encontró con alguien que no se encontraba ahí anteriormente.
Sobre el suelo y con la ropa rasgada se hallaba aquel herbívoro con el que había querido tener una pelea cuando fueron las dichosas pruebas de la primera generación.
Frunció el ceño, el en ningún momento escucho la puerta abrirse o un quejido.
Dejo aquel misterio para otro momento, por ahora tendría que adelantar su reunión con su pareja debido a ese herbívoro, no que no lo molestara, pero no seria necesariamente sentimental, sino por algo referente a la manada.
--Tsunayoshi
~~ ¿Que pasa Kyoya?
--Te veo en tu casa en media hora, llevo a un amigo de tu padre
~~ ¿Un… una migo de mi padre?—se escucho que se susurraba del otro lado—entiendo, nos vemos en media hora, te amo Kyoya
--Y yo
Hibari se volteo para ver como Alaude se comenzaba a incorporar
--herbívoro
Alaude despertó sobre un frío suelo, se sentía adolorido y en cuanto abrió los ojos se encontró con un suelo distinto al que esperaba encontrar, se sentía mareado aun cuando de pronto escucho una voz. Al alzar los ojos se encontró con un chico que conocía.
Hibari miraba al herbívoro verlo y fruncir el ceño, como intentando explicarse algo
--Herbívoro levántate debemos ir a la casa de Tsunayoshi—fue lo que salio de los labios de la décima nube
Alaude termino de levantarse y seguir a su sucesor, si bien no era de seguir ordenes, estaba muy confundido en ese momento como para ponerse a discutir, además el tal Tsunayoshi era el heredero de la voluntad de Primo.
El grupo de Kokuyo se encontraba paseando por la ciudad de Namimori, esperaban que diera la hora para encontrarse con el joven vongola, al parecer tenia algo importante que decirles, mas no sabían que podía ser.
Mientras jugaban en el parque como niños pequeños, disfrutando un poco de la niñez arrebatada.
Chrome estaba en un columpio al igual que Chizuka y Ken se divertía en la resbaladilla, Mukuro a pesar de ver como sus amigos se divertían a su forma, mientras que el los miraba, recordaba que de no ser por Chizuka y Ken su hubiera dejado tortura mas, de no ser por Chrome se hubiera perdido en vendice.
“Mukuro estaba parado frente a la tumba de su pa´ una enfermedad se lo había llevado, dejándolo solo con su padre.
El hombre de mirada azul y un peino gracioso según los niños con los que estudiaba le sonrío, y el pequeño de casi cinco años lloro en los brazos de aquel desconocido que sabia que era su padre
--Ya Mukuro, duele lo se, pero algún día lo veremos de nuevo, por lo mientras mi niño nos iremos a otro país
--Pero papa el—dice mirando la tumba
--vendremos a visitarle dos veces por año, pero el me pidió llevarte a otro país mi niño y lo pienso cumplir
--¿A dónde?
--un amigo mío se fue a un lugar llamado Japón, la ciudad exacta no se, pero he escuchado de una ciudad naciente, podremos reiniciar ahí
--¿Cómo se llama?
--Namimori….
Había intervenido en una extraña prueba y se había asegurado que la voluntad del anillo del guardián de la primera generación portador de la niebla, pudiera provocarle algún daño a Chrome o a las otras dos chicas, así que al terminar el duelo se comenzó a “hablar”
--De todos modos, tengo una pregunta para el guardián de la niebla—exclamo Daemon mirando de frente a Mukuro
--preferiría que dejara de dirigirse a mi con ese titulo, no asumí ese papel por elección—fue la respuesta mirando fijamente a su ancestro.
Mas las acciones y sus palabras, le hicieron recordar fragmentos de su infancia perdida, pero que seré forzaron con la simple frase
Me pregunto cuan sincero es usted
Era como si supiera que había mentiras que ocultaban una verdad que no quería revelar”
--¿sucede algo Mukuro-sama?
--Nada Nagi, solo recordé la prueba de la familia de Primo, no entiendo por que—susurra para si, cuando el silencio en el cual se instalan es remplazado por las campanas y el gong
Ninguno presto realmente atención a lo que sucedida y decidieron continuar disfrutando de aquel día.
Chrome había visto a un hombre vendiendo helados y decidió ir a comprar algunos para sus amigos, pero mientras corría para hacer las compras tropezó con algo que la hizo caer, al voltear, se encontró con un bastón y cerca de el un hombre que ella conocía.
--¿Oyes estas bien byon?—pregunto Ken cerca de ella y al ver donde ella posaba su mirada frunció el ceño--¿Quién es byon?
--Daemon Spade, el guardián de la primera generación—susurra—Ken ve por Mukuro-sama
Ken no hizo preguntas, así que simplemente corrió donde Mukuro y Chizuka estaban, al llegar con ellos les dice a quien encontró Chrome
Mientras Daemon comenzaba a recuperar la conciencia, había sido separado de sus compañeros de batalla y caído en otra trampa de la cual intento defenderse, pero no lo logro con mucho éxito, escucho voces, pero no las comprendió, después escucho pasos alejándose de el y después acercándose
Para cuando abrió los ojos se encontró con cuatro chicos mirándolo, conocía a dos de ellos, pero a los a otros dos no
--Kfufu, ¿Qué tenemos aquí?
--los guardianes del décimo—exclamo esperando que Mukuro hiciera lo mismo que la vez anterior
--¿Mukuro-sama?
--creo que nuestra reunión con Tsunayoshi se adelantara, ¿nos vamos?
Daemon simplemente sonrío para terminar de levantarse, no se preocupo por que el chico tomara su bastón, era necesario para que confiaran en el y pudiera ir con el décimo.
Lambo jugaba con I-pin y fuuta quienes se hallaban en el parque, se divertían como lo que eran niños pequeños cuyos problemas no son mas que divertirse, mientras se corretean mutuamente cuando se detuvieron solo al escuchar como las campanas y el gongo sonaban, después continuaron corriendo, hasta que Lambo tropezó con algo… mas bien con alguien
--Lambo ¿estas bien?—pregunto I-pin
--¿Quién es?—pregunto Fuuta al ver al chico incosiente
--Lambo-san cree conocerlo
--Yo también creo que lo conozco—dice I-pin mirando al sujeto
Bianchi quien los cuidaba en ese momento, dejo de escuchar los grito de felicidad de los más pequeños, aquello le llamo la atención así que levanto la vista del recetario que tenia en las manos, ahí lo observo cerca de un cuerpo, intrigada se levanto para ver de quien se trataba.
--niños—dice la mujer mirando al desconocido quien comienza a recuperar la conciencia
Lampo había intentado ayudar a sus compañeros durante la emboscada a la que habían sido llevados, pero los separaron y aunque intento pelear con valor, estaba realmente asustado, de pronto cayo, despertó al sonido de unas voces
--¿Quién eres?—pregunto Bianchi al ver que el desconocido ya se había recuperado
--soy Lampo—responde mirando a la mujer y después mira a los niños—el niño-vaca
--¡no soy niño-vaca, soy el gran Lambo-san!
Bianchi solo lo miraba el nombre y la vestimenta le indicaba que era igual que el padre de Tsuna
--Es mejor regresar a casa, Tsuna debe estar por llegar, así que vallamos para ver que hacemos con este chico.
Lampo se levanto y comenzó a seguir a los niños y a la mujer alo fin y al cabo el niño-vaca vivía con el décimo
Gokudera venia de la casa de Irie, todas las llamadas de la casa del décimo provenientes de Italia serian trasladadas a su celular, por eso había ido a ver al chico pelirrojo para que le ayudara con ese proyecto, además también le había dicho que localizarían a Spanner para aumentar la seguridad del chico en las calles de la ciudad.
Estaba pensando en que mas acciones para proteger al castaño, dejo un suspiro salir de sus labios, durante algún tiempo confundió admiración y amor fraternal, por el de amor de pareja así el castaño de ojo almendrados, pero al verlo tan feliz junto al maniático de las peleas supo que lo quería ver feliz, pero también supo que lo veía como a un hermano pequeño, un hermano al que proteger.
El quería encontrar el amor como su querido décimo, pero no sabia donde lo podía hallar, solo esperaba que la frase que algunas veces escuchaba que la persona indicada llegara.
Salio de sus pensamientos ante el sonido que irrumpió en la ciudad, frunció el ceño ¿Qué podía significar aquel fenómeno? ¿Algo provocado por los UMAS?
Mas salio de sus cavilaciones al ver a un hombre sobre el piso, el estaba seguro que no estaba ahí hacia unos minutos.
Se acerco a el para descubrir de quien se trataba
--Tch—exclama al ver a quien le hiciera la prueba de sucesión—oye, oye despierta
--mmm...—exclamo G levantándose y encontrarse una mirada esmeralda frente a el—la mano derecha del décimo
--así es, levántateme, debemos ir con el décimo
G solo gruñe pero obedece y comienza a seguir a su descendiente, mientras piensa en sus compañeros quienes se separaron de el durante la batalla.
Yamamoto se había vestido para poder entrenar un poco e inventar una nueva pose de su estilo, estaba concentrándose en su nueva postura cuando esta se rompió por el sonido ahogado que inundaba la ciudad, se detuvo pensando que podría estarlo provocando, mas cuando el silencio reino de nuevo, decidió continuar con su entrenamiento así que volteo para reiniciar, pero recargado en la pared del dojo se halla Asari Ugetsu, sorprendido se acerco a el justo cuando el abría lo ojos
--¿estas bien?—pregunto Yamamoto
--Si, estoy bien, ¿Dónde me encuentro?
--en el dojo de mi casa, creo que lo mejor es que vallamos a la casa de Tsuna—dice Yamamoto—iré a cambiarme para poder irnos
Asari simplemente asiente con la cabeza para verlo partir y mandar sus ruegos a que sus amigos se encuentren bien.
Ryohei iba trotando hacia el templo para poder entrenar, aun no estaba muy seguro en como ayudar a su pequeño hermano, tenia que encontrar la forma de utilizar correctamente sus llamas debido a una emergencia, pero rogaba al cielo no tener que hacerlo, que el embarazo del castaño fuera normal pero aun así debía entrenarse por si acaso
Mientras subía la escalinata del templo se encontró con alguien que estaba incorporándose lentamente, el hombre en cuestión vestía una sotana y parecía tener dificultades para levantarse.
Así que corrió hasta el para detener su caída, ya que eso estaba por suceder.
Knuckle se había defendido como podía de aquello criminales, pero no pudo hacer mucho y solo espero su final, mas este no llego como el esperaba y al recuperar la conciencia se encontraba en lo que era una escalinata, pero no entendía como había llegado hasta ahí, se incorporo con dificultad, mas al estar por completo de pie sus piernas no soportaron su peso y estuvo a punto de caer, de no ser por unos brazos que lo sujetaron hubiera caído
--muchas gracias—exclamo el sacerdote
--no hay nada que agradecer—dijo el dueño de su ayuda, al alzar la mirada se encontró con sus sucesor de la décima generación –lo mejor será llevarlo con Sawada al extremo
Dice el líder del club de boxeo y lo ayuda a caminar para ir al lugar de reunión general.
Mientras en el centro de la ciudad la pareja del presidente del comité disciplinario miraba su celular, alzo la mirada para hallarse a su padre lejos de el con una mirada melancólica
--¿Qué pasa dame-Tsuna?
--Kyoya quiere verme en casa… llevara un amigo de papa—dice mirando a su tutor quien tiene la mirada oculta
--bien ve a decirle a mamma y a Giotto—dice y el chico asiente para cumplir lo dicho por el bebe—creo que hora de investigar las leyendas urbanas
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