El tiempo pasaba y la primera generación ya se había acoplado al siglo XXI, además de que habían tomado también la misma idea que su líder, en pocas palabras habían tomado a sus sucesores como aprendices ayudándoles a pulir sus habilidades.
Si bien estaba intrigados antes el comportamiento del heredero, conocieron las reglas que Ricardo, el segundo dieron y no hicieron preguntas, debían esperar a que el chico les contara su situación.
El asunto de la banda Kokuyo, quedo en que el edificio donde vivían seria remodelado para poder ser habitado, así que las áreas mas importantes, que eran las habitaciones, baño y cocina ya estaban lista y se podían usar, aun faltaban algunos detalles para la sala y comedor y las áreas que ellos habían elegido.
El demás complejo también estaba siendo modificado ya.
Así como también que la casa del bosque había comenzado a ser restaurada y Dino ya le había mostrado la lista a Tsuna.
Todos iba a pedir de boca, no había motivo de preocupación solo las llamadas del noveno que habían sido desviadas al celular de Reborn. Tsuna ya había sido informado de la situación, así que debía decidir si decirle al hombre, o continuar con el secreto, aun no decía que era lo mejor para el o su bebe.
Así llegaron a finales de octubre y las dos generaciones junto a las chicas quienes habían aceptados a los adultos, estaban en el parque esperando la llegada de Tsuna. Incluidos Hibari y Alaude que estaban más alejados del grupo debido a que no les gustaba estar mucho con las manadas.
El castaño ya es habían indicado su decisión de crear los refugios y necesitaba saber que podrían utilizar, además de que era necesario y tener un refugio por si era necesario.
Así que aquella salida seria para comprar las cosas que se necesitaran y también para comenzar a comprar los regalos de su sobrino.
Estaban esperando a los líderes cuando Haru cayó en cuenta de algo.
--¡Hahi!
--¿Qué sucede Haru-chan?—pregunto Kyoko
--el cumpleaños de Tsuna-san y Reborn-kun en es unas semanas—ante lo dicho todos abrieron los ojos
--Es cierto, deberemos hacer una fiesta al extremo para Sawada—exclamo el guardián del sol
--Hablare con mi padre para que se haga en el restaurante ¿o creen que debería ser en otro lugar?—pregunto Yamamoto
--no, esta bien en el restaurante—exclamo Gokudera—al fin y al cabo todas nuestras celebraciones son ahí, solo una fue en casa de Tsuna
--bien entonces deberemos buscar la forma de que Tsuna no vea lo que le compraremos—exclamo G
--eso no será un problema, tendremos unas dos horas aproximadamente—dijo Mukuro mirando a Hibari, quien tenia los ojos cerrados.
Comenzaron a planear la fiesta del joven, cuando hibird apareció y se posiciono en la cabeza de su dueño, aquello era señal de que los cielos habían llegado
--Chrome, Mukuro vengan unos minutos—ambos chicos asintieron y acompañaron a Giotto quien los guío hasta Tsuna.
Después los cinco regresaron.
Siempre se ha dicho que las mujeres embarazadas y los donceles en estado aumentan su belleza y en ese instante Tsuna parecía un ángel, un hermoso ángel custodiado por el más peligroso demonio.
Así iniciaron sus comparas, entraban y salían de tiendas, en algunas los guardianes y las chicas habían visto algo que podían regalarle a su querido.
Alaude quien iba detrás de aquella procesión, se había percatado que el décimo había comenzado a rezagarse y cuando quiso acercarse para saber que sucedía, se encontró con que su sucesor había aparecido y se lo llevaba. Decidió seguirlos desde una distancia prudencia, sabia que el pelinegro era el mas fuerte del grupo, pero aun así no creía que fuera buena idea separarse debido a las cláusulas existentes.
Hibari y Tsuna ya se habían separado del grupo para poder tener un tiempo a solas, aun tenían aquel extraño pacto, aunque ya no era necesario las ilusiones de sus guardianes, así que se habían alejado para poder comprar algunas cosas para su hijo
Entraron en una tienda especializada para bebes y ahí se dispusieron a ver la cunas que comprarían para el pequeño, Tsuna buscaba dos cunas, por algún extraño motivo su intuición de forma inconsciente siempre le indicaba que comprara dos cosas distintas para su niño.
--¿alguna que te guste?—pregunto Hibari abrazando por la espalda
--No, ninguna—respondió con un puchero—quiero que las cunas sean especiales
--¿cunas?
--sip—exclamo con una sonrisa—pero no hay ninguna
--¿te gustaría que se mandaran a hacer?
--¿crees que se pueda?
--no veo por que no.
Así fueron con uno de los dependientes de la tienda a preguntar si era posible que se hicieran las cunas, antes de que el hombre digiera que no, Hibari le había mandado la clara indicación que si se negaba iba a ser mordido hasta la muerte al no cumplir el capricho de su omnívoro. El hombre dijo que el no podía, pero que conocía una tienda que hacia cosas de madera, cuyo dueño había trabajado con uno de los primeros benefactores de la ciudad, así que decidieron ir a verlo.
Mientras caminaban ninguno noto que eran vigilados por dos personas, una con clara intención de proteger al heredero y el otro con intenciones completamente distintas.
Así llegaron a la tienda dond el hombre dijo que estaría encantado en hacerle las dos cunas, después de dares las especificaciones la pareja decidió irse a dar una vuelta.
--¿quiero un helado Kyouya?
--¿De que lo quieres?
--Pistache cubierto de chocolate y mermelada—Hibari no dijo nada respecto al extraño pedido, solo asintió y se fue a comprarlo, dejando al castaño solo en la banca.
Tsuna sonreía, tendría las dos cunas para sus pequeños, ya era consiente de que no esperaba uno, sino dos, solo debía esperar a que Shamal lo confirmara, estaba tan sumido en sus pensamientos que no se percato de la presencia detrás de el.
--tranquilo décimo, un movimiento en falso y lo mato aquí mismo—exclamo el desconocido apuntándole con una pistola
--¿Qué quiere?—pregunto Tsuna de forma calmada, sabía que de perderla pondría en peligro a sus pequeños
--acompáñeme
Así ambos se levantaron y Tsuna miro a su alrededor, esperando ver a su pareja o alguien mas
Alaude había estado siguiendo a ambos, le había extrañado que entrara a la tienda de objetos para bebe, pero no le tomo importancia, así que se mantuvo a distancia prudente, vigilando que nadie lastimara al protegido de Giotto, mas hubo un momento en que un grupo de chicas se habían interpuesto entre el décimo y el y cuando estas se quitaron el castaño ya no estaba en la banca, comenzó a buscarlo con la mirada, justo en es momento Hibari aparecía con el pedido de Tsuna y al no verlo, también comenzó a buscarlo, tirando el antojo de su castaño y correr.
Alaude quien había visto lo practico de los celulares, así que mientras comenzaba a correr llamo a su líder e indicarle lo que sucedía
~~ Bueno
--Giotto, Tsuna desapareció, Hibari y el chico se separaron por unos minutos y cuando volvió ya no estaba en la banca
Fue todo lo que dijo, sabia que el actuaría, mientras tanto el buscaba por un lado distinto al de su sucesor.
Giotto se había mantenido con los jóvenes quienes le habían dicho que el cumpleaños de Tsuna y Reborn era próximo, así que también buscaba un regalo para su hijo, estaba junto a Daemon y G cuando su celular sonó, al ver el número se sorprendió al notar que era Alaude
--Bueno
~~ Giotto, Tsuna desapareció, Hibari y el chico se separaron por unos minutos y cuando volvió ya no estaba en la banca
Ante las palabras de su guardián mas fuerte, se puso pálido, cosa que llamo la atención a los que estaba a su alrededor
--Primo ¿Qué sucede?—pregunto G
--Tsuna desapareció, al parecer Hibari se alejo de el, por algún motivo y cuando volvió ya no estaba
--¿el te aviso?—pregunto Daemon
--No, fue Alaude, parece que los estuvo siguiendo
--Hay que avisarle a los demás—exclamo G
Así avisaron a los jóvenes, quienes se separaron para buscarlo, siendo las chicas que se quedaran con Bianchi por cualquier cosa.
Todos invocaron a sus compañeros de batalla para que buscaran al castaño.
Tsuna fue guiado hasta una parte oscura de aquel centro comercial, una parte no vigilada del estacionamiento, aunque aparentaba estar tranquilo, la verdad es que estaba muy nervioso.
Mientras caminaba por el lugar esperaba encontrar algo que lo llevara a un lugar seguro, pero hasta el momento había visto a varios hombres trajeados cuidando el área, así llego hasta una de las paredes, pero ni bien se detuvo cuando fue tirado por una bofetada
--El décimo no es mas que un niño—exclamo el que parecía ser el líder –bien décimo se escapo una vez no se escapara de nuevo
--¿ya habías mandado por mi?—se atrevió a preguntar
--Claro, pero mi encomendado quedo en coma, hace un par de meses
--El sujeto pelirrojo—susurro aun en el silencio
--Bien décimo, tendremos nuestra pelea ahora y usted morirá
Tsuna quien se había levantado camino hasta la pared, no podía defenderse, lo único que podía hacer es proteger a sus bebe, pero ¿Cómo?
Hibird, había logrado encontrar al castaño y no había dudado en buscar alguno de los herbívoros, como lo llamaba su amo, que podían ayudarlo, siendo Alude uno de los primeros en ver junto a Asari
~~ Tsuna, Tsuna
Ante la voz chillona ambos alzaron la vista y siguieron al ave, mientras lo hacían, Asari había logrado llamar a los demás he indicarles a donde se dirigían.
En cuanto entraron aquella parte del estacionamiento comenzaron a golpear a los que se hallaban ahí y se dirigían a donde Tsuna se hallaba.
Hasta ese momento Tsuna había logrado esquivar los golpes que le mandaban, o por lo menos evitar los que eran dirigidos a su vientre, aquella acción provoca risas entre las personas que había presentes, quienes no dudaban en burlarse del joven.
Tsuna derramaba lagrimas silenciosas, esperando en que alguno de los suyos apareciera para poder ayudarlo a el y a sus pequeños...
Mientras algunos metros atrás los guardianes de ambas generaciones ya se encontraban peleando en contra de aquellos que se habían atrevido a lastimar a Tsuna.
Lo que se divertían insultando y golpeando a Tsuna se detuvieron al ver como uno de sus hombres aparecía indicándole la situación, pero antes de que alguno pudiera acercarse a Tsuna para tomarlo como rehén una niebla lo rodeo y a su lado apareció Chrome para protegerlo, minutos después Knucle y Ryohei se acercaban para comprobar el estado del chico.
En cuanto Tsuna se había percatado de la presencia de su guardiana se dejo caer en la inconciencia, sabiendo que ya estaba a salvo.
A excepción de Hibari que se encontraba lo más lejos de aquel lugar, los demás ya se encontraban peleando contra aquellos sujetos…mas de pronto los más jóvenes se detuvieron.
--Kfufufu el demonio apareció
--Tch, ya nos quito la diversión
--Ma, ma al menos pudimos quitarnos un poco de stress
Antes de que la primera generación pudiera decir algo. Mukuro ya había creado una barrera separándolos de los enemigos, estos creyendo que los jóvenes se habían cansado comenzaban a atacar con más fuerza la barrera, pero de pronto varios quejidos comenzaron a escucharse.
Una aura llena ira y una terrible sed de sangre fue sentida por todos y cuando los enemigos se dieron vuelta descubrieron quien era el causante de aquello.
Hibari había llegado al lugar, el camino estaba libre y se detuvo a unos metros de donde estaban sus compañeros y los enemigos, a pesar de la distancia, podía notar el cuerpo tendido de su pareja y aquello lo enfureció.
--Herbívoros, por atreverse a atacar a Tsunayoshi los morderé hasta la muerte
Aquella frase hizo que todos sintieran un escalofrío y la masacre comenzó; los miembros de la primera generación estaban sorprendidos ante la forma de pelear el pelinegro, aquello era increíble, nunca habían visto algo así, era cierto que habían notado la pasión del chico por las peleas pero aquello se superaba con creces
--¿El… es siempre así?—se atrevió a preguntar Lampo
--No, que va, esta enojado—respondió Yamamoto
--Y hay que aclarar, que esta enojado, no furioso—exclamo Mukuro, provocando que sus ancestros lo miraran sorprendido—cuando esta furioso es peor Kfufufu
Hibari termino rápido con aquellos hombre, y al verlo acercarse, tanto Chrome como Mukuro quitaron sus ilusiones y los demás se alejaron, el no se calmaría hasta que le digieran que el chico estaba bien
--Tranquilo Hibari—exclamo Ryohei—todo esta bien, pero aun así creo que todos nos sentiríamos mas tranquilos si Shamal lo atiende
Hibari no respondió, tomo al castaño entre sus brazos y salio del lugar siendo seguido por los demás.
Reborn se había comunicado con Bianchi le indico que llamara a uno de los chicos de Dino que se habían quedado por si acaso y que mandara una camioneta a recogerlos. Así que esta ya los esperaba y Shamal también iba de camino a casa
Al llegar a casa Hibari subió a Tsunayoshi, siendo seguido por Giotto y Reborn y después bajo para enfrascarse en una pelea con Mukuro, quien simplemente sonreía de forma burlona.
Dos horas después de que Shamal llegara y subiera a revisar, Hibari se calmo.
--bueno todo esta en orden—exclamo Shamal con una sonrisa
--Etto…Shamal, ¿Cuándo me harás el ultrasonido?
--En unos días ¿Por qué?
--Es que mi intuición me indica que no es uno son dos
--Mañana mismo salimos de dudas—exclamo el Galeano con una sonrisa—ya puedes bajar pequeño
Tsuna abrió la puerta para encontrarse con su padre quien lo miraba con ternura
--Llamare a Mukuro y Chrome
--No, papa, quiero que lo sepan, son también mi familia y quiero que entiendan el porque se hace todo lo de las cláusulas
--Es tu decisión y será aceptada, bajemos entonces
Todos vieron bajar a Shamal, quien se despidió de los chicos con una sonrisa y minutos depuse bajaron Tsuna y Giotto
Tsuna sonrío con timidez, al ser observado con sorpresa por los guardianes de Primo, mientras que sus propios guardianes miraban con una sonrisa al joven.
Tsuna tenia alrededor de tres meses, un poco mas, un poco menos y ya se le notaba su vientre.
Hilari se acerco a Tsuna y abrazo por la cintura a su pareja, mientras miraban a los guardianes de la primera generación, fue Daemon quien comprendió todo, el recordaba vagamente el documento creado por Ricardo, aunque no recordaba a ciencia cierta de que trataba
--Muchas felicidades Décimo, espero que nazca sano
--Gracias Daemon
--Bu...bueno esto es extraño, pero muchas felicidades décimo—dijo Asari
--si el señor ha permitido que nazca con ese don, bienvenido sea
--Si muchas felicidades décimo—exclamo G
--Un niño solo causa problemas, pero es bienvenido—dijo Lampo
Alaude no dijo nada, pero su mirada junto a la de Tsuna se encontraron y el castaño, por intuición o algo mas, sabia que el ancestro de su pareja aceptaba al pequeño también y le regalo una sonrisa.
/tuvieron suerte/
Fue el pensamiento de Alaude, ante la imagen que tenia frente a el