La verdad de Tsuna por Anle Ruma

Aunque las cosas eran tranquilas en Japón después de aquel suceso no lo eran en Italia.

Las cosas eran completamente distintas, el noveno no se podía concentrar en su trabajo, para él saber que sucedía con su nieto postizo era prioridad, por eso en aquel instante miraba por la ventana reflexionando lo que había sucedido.

Había intentado llamar a su heredero, pero por algún extraño motivo le contestaba Gokudera u otro hombre, en un principio y después fue Reborn; además de que el chico tampoco contestaba su celular, y cuando el tutor le responde le decía que el joven estaba con sus guardianes entrenando, la sensación de que le ocultaban algo se hacia mas grande.

Con un suspiro retomo el papeleo que había estado evitando, debía hacer todo lo posible para poder viajar a Japón y ver a su sucesor.

Mientras en la CEDEF, Iemitsu miraba a la nada, tenia ganas de ver a su hermosa esposa, pero le irritaba el hecho de que tenia que fingir ser un padre cariñoso con el mocoso que no llevaba su sangre, el nunca acepto al niño, lo había hecho para que Nana no sufriera por el hecho de no poder tener un pequeño corriendo, aquel era un gran secreto similar al de Primo, solo el y su familia sabían la verdad de Yoshimune

--¿pasa algo maestro?—pregunto Basil al ver al hombre tan pensativo

--Nada de que preocuparse Basil, solo que extraño a mi mujer

--Me lo imagino, ¿Por qué no se toma unas vacaciones? Así podrá ver a su esposa e hijo—ante la mención de Tsuna este hizo una mueca que no fue notada por su alumno, pero si por Lal Mirch, quien se extraño ante eso

--Es cierto Iemitsu—exclamo la arcobaleno fallida—ve a casa y disfruta de tu familia

--Si creo que eso are—exclamo el hombre, quería vera su esposa y la presencia del chico no se lo iba a evitar, así que llamo a su casa—Bueno Nana

~~ ¿Eh? No soy, Gokudera

--¿Gokudera? ¿Sucede algo?

~~ No nada padre del décimo, solo que teníamos una reunión con el y su esposa no estaba

--Ya veo, podrías avisarle a mi esposa que iré a casa que mañana llego y que me quedare unos días

~~ Claro, yo le digo

--Adiós

El hombre colgó y se dispuso a preparar todo para su viaje a casa

Mientras tanto en Japón todos miraban a Gokudera quien acaba de colgar

--¿para que te llamo Iemitsu?—pregunto Reborn, aquello no le gustaba

--Dice que vendrá a Japón

--¿Quién vendrá a Japón?—pregunto Tsuna quien acaba de despertar de su siesta--¿chicos?

--El herbívoro esposo de Nana—exclamo Hibari con una frialdad que provoco escalofríos en los presentes

--¿Qué? ¿Por que va a venir?—cuestiono Tsuna poniéndose pálido de pronto

--Tsuna cálmate, te puede hacer daño—exclamo Giotto tomando su rostro

--¿Por qué va a venir papa? no quiero que venga, no quiero que venga—susurro y Giotto no pudo mas que abrazarlo y sintió ganas de matar al hombre al provocarle tanta angustia a su pequeño

--¿Qué hacemos Reborn-san?—cuestiono Gokudera, quien al ver como se ponía el chico sabia que no debía permitirle la entrada al hombre, pero de por si ya sospechaban como para aumentar aquella prohibición

--nos acataremos a otra orden de Ricardo; Mukuro, Chrome, Daemon, encárguense de preparar una barrera en la casa de Hibari, Tsuna se ira contigo y Alaude, Giotto y Lampo deberán irse a Kokuyoland es lo mejor

Los mencionados asintieron ante las palabras del arcobaleno

--¿que le diremos a nana?—pregunto Tsuna aun en los brazos de su padre

--la verdad, que no quieres estar aquí cuando llegue Iemitsu, ahora sube debes preparar lo que necesites para tu tiempo en la casa de Hibari

--vamos Tsuna—dijo Giotto acariciándole la espalda y subir a preparar la maleta de los tres.

Así todos se dispusieron a irse

--Alaude, quiero que vengas por Tsuna después de clases, Hibari no debe aparecerse en la casa

--entendido

Tsuna no bajo a cenar, el solo pensar en aquel hombre le hacia sentir incomodo y temeroso, no por el, sino por sus bebes, así que estaba acostado en su cama acariciando su vientre, cuando Giotto apareció con un poco de fruta.

--ten pequeño, debes comer un poco

--gracias papa—respondió incorporándose y tomar el plato—papa ¿soy malo?

--¿Qué? Claro que no pequeño, no eres malo, eres noble y bueno, ¿Por qué piensas eso?

--es que no entiendo, por que el nunca me quiso, ¿Qué le hice para que me odiara?

--Tsuna, no siempre podremos entender la mente de las demás personas, hay quienes tienen odio en su corazón y deciden que quienes deben pagar son los mas desprotegidos, tu no eres malo mi niño, al contrario eres muy bueno

--gracias, no se que seria de mi sino estuvieras aquí conmigo ahora

--no pienses en eso pequeño, ahora descansa, mañana tienes escuela.

Tsuna asintió y se acostó a dormir, Giotto beso la frente del chico y le puso su manto arropándolo

La mañana llego muy pronto para todos, Tsuna no podía pasar bocado, mientras que Lampo y Giotto lo miraban preocupado

--debes comer por el bien de ambos, Tsuna—exclamo Reborn quien también miraba al joven.

El ambiente era tenso demasiado para todos, que incluso los niños lo sentían, Tsuna salio acompañado por Giotto y Lampo, quienes lo llevaron hasta la escuela, donde Daemon los esperaba, ya que se irían a Kokuyoland.

Tsuna no ponía atención en clases lo único que sabia es que no quería ver a ese hombre, que lo había herido mucho en su infancia, a la hora del almuerzo se fue con Shamal y Hibari para que le hicieran el ultrasonido.

--¿Te encuentras bien?—pregunto al verlo pálido

--Si…mi…papa viene

Shamal asintió al escuchar aquellas palabras, algo debía pasar con ese hombre para que estuviera así

--bien debes estar tranquilo—exclamo mientras lo revisaba—no pude traer el aparato, así que será hasta la próxima consulta, pero por el momento, estate tranquilo, ¿Qué harás para evitar que Iemitsu sepa?

--Me iré con Kyoya, como lo estipula el segundo hasta que el se valla

--comprendo, entonces nos veremos la próxima semana

Con un asentimiento se retiraron para continuar con el día, para cuando las clases terminaron, fue acompañado por todos sus amigos quienes estaban preocupados por el castaño, al llegar a la casa suspiro profundamente y entro a la casa

--Ya llegue

--oh pero que bien mi niño querido a regresado—exclamo Iemitsu con una sonrisa mirando al castaño

/ ¿Cómo puede ser tan hipócrita?/ fue el pensamiento de Reborn al ver la sonrisa falsa del hombre ante el

--Hola ¿Qué haces aquí?

--¿Qué no puedo venir a ver a mi hijo cuando quiera?—exclamo el hombre acercándose—valla parece que el entrenamiento de Reborn no ha servido te vez gordo—dijo intentando tocar el vientre del chico, pero este se tenso y los guardianes actuaron, Yamamoto jalo al chico lejos de su padre, pasando su brazo sobre los hombros de su líder y amigo

--Tsuna hay que subir a hacer la tarea antes de que el llegue, sino no podremos hacer nada

--Es cierto décimo, ya sabe como es el maniático de las peleas—exclamo y los jóvenes subieron a la habitación del chico

Ya en su habitación, Tsuna se aferro a los brazos de Yamamoto, quien debía transmitirle la tranquilad de su atributo, era en eso momentos que los jóvenes agradecían las enseñanza de aquellos que habían venido del pasado.

Yamamoto dejo que su llama brillara, tranquilizando al chico en sus brazos, nos sabían bien que historia había entre ambos, pero algo era claro, el joven estaba mas que aterrado

Alaude caminaba tranquilo a la casa del décimo, había convencido a su sucesor que el iría por el chico y que lo verían en la casa, estaba sorprendido de la sed de sangre que este tenia ante la presencia de quien se suponía era el padre del chico, aunque si era sincero había muchos secretos en relación al joven y que parecía que Giotto también conocía y aquello lo incomodaba, pues quería ayudarlo, todos querían ayudarlo, pero entre el deseo de ellos y el de el, era algo mas fuerte, como si su conciencia o algo mas le impulsara a estar al pendiente del castaño, estaba sumido en sus pensamientos hasta que sintió que había llegado, así que toco la casa y un hombre rubio lo miro

--¿si?

--Busco a Tsunayoshi, podría decirle que ya vine por el

--¿Quién lo busca?

--Soy el padre de Hibari, me digiero que debía recogerlo, empezara un entrenamiento conmigo y mi hijo

Bianchi quien había escuchado algo de la conversación, subió por el castaño

--Tsuna, Alaude ha llegado, se ha presentado como padre de Hibari y que vas a realizar un entrenamiento con ambos, por si te llegara a preguntar

--Gracias Bianchi

El castaño tomo su mochila y suspiro, así bajo para ver al hombre que debía haber sido su apoyo y que no lo fue

--Hibari-sama, estoy listo

--Bien Tsunayoshi vámonos

--nos vemos mama, adiós niños

--¿Qué no te vas a despedir de tu padre?—exclamo el hombre, mas Tsuna actúo como siempre con el y salio siendo seguido por Alaude

Mientras caminaba, Alaude hizo lo mismo que hacia con Giotto cuando este se hallaba perturbado, le puso una mano en el hombro, Tsuna al sentirlo le sonrío y continuaron su camino, el apoyo de la primera nueva era todo lo que necesitaba en ese instante

En cuanto llegaron a casa, Tsuna se sentó en el sillón y permitió que las lagrimas salieran de sus rostros, solo unos minutos al lado de ese hombre y había sido demasiado para el, acaricio con ternura su vientre

--Ya estamos a salvo, nada ni nadie nos lastimara, estamos a salvo

Alaude quien lo había dejado para prepararle un te y regresó, se sorprendió por lo escuchado, pero no dijo nada

--aquí tienes

--Gracias—exclamo tomando la taza--¿Cuándo llegara Kyoya?

--llegara mas tarde, dijo que debía disciplinar a los herbívoros de la ciudad, pero mas bien va a sacar la frustración que siente en estos momentos

--Si, el es así

--¿estas mas tranquilo?

--si—exclamo el chico con una sonrisa

--No tienes buena relación con ese hombre

--No

--¿Por qué?

Tsuna lo miro sorprendido, no se esperaba esa pregunta ¿Qué le podía decir? Ni siquiera Giotto sabia completamente la verdad, debido a su intuición sospechaba, mas no sabia la historia

--Yo…--mas como si sus silencias plegarias fueran escuchadas, la puerta se abrió dejando pasar al dueño de hibird—Kyoya

--Tsunayoshi, ¿Cómo te sientes?

--mejor, seguro y protegido aquí—exclamo abrazándolo

Alaude se sintió incomodo ante la escena y salio de ahí, algo le decía que su deseo se había visto cumplido en su sucesor y el de Giotto, el amaba a Giotto, pero por miedo y el que dirían nunca se lo dijo y lo perdió.

Le había dolido en el alma cuando lo reencontró, con aquel vacío y aunque no lo hiciera tan notorio como los demás, en las noche era quien velaba sus sueños, el nunca lo menciono, pero Giotto siempre susurraba una solo frase.

=Perdóname mi niño=

Nunca le pregunto a que se refería, mantuvo aquellos susurros de las pesadillas en su mente y en su corazón como espinas.

Ya era tarde y los tres se encargaban de cenar, a Alaude le sorprendió la cantidad que el joven heredero comía, pero era normal en su estado.

Así los tres se fueron a acostar

--¿de que hablas con el herbívoro cuando llegue?

--pues me estaba preguntando el por que de mi relación con Iemitsu, pero llegaste antes de que pudiera decirle algo, gracias

Hilari simplemente sonrío para acostarse abrazados…

Mientras en kokuyoland, Giotto miraba las estrellas, pensado en como estaría su niño

--me sorprendió escuchar a tu heredero llamarte papa—exclamo Daemon llegando hasta el

--me pidió permiso para hacerlo y se lo cedí—respondió con una sonrisa

--no te había visto sonreír en años, fue una buena decisión

--a ti tampoco te había visto feliz, ¿quieres contarme?

--¿Qué quieres que te diga? Esos cuatro son realmente divertidos y bueno los dos guardianes son increíbles, Mukuro es muy bueno con las ilusiones y Nagi ha mejorado también

--¿Nagi?

--Ese es el verdadero nombre de Chrome, Nagi, me contaron su historia

--Tsuna me hizo un comentario, que su amiga vivía de ilusiones

--Si, sufrió un accidente y estuvo a punto de morir, Mukuro la salvo, aunque no se conocían…Mukuro estuvo en Vendice

--Lo se, Tsuna me contó todo…

—quiero ir a Italia, deseo ver la tumba de mi pareja, ¿me lo permites?

--claro que si, pero recuerda que estamos bajo las ordenes de Ricardo, deberemos pedirle a Gokudera el permiso, mañana hablaremos con el; lo mejor es irnos a descansar

--si

Así ambos se dirigen a las habitaciones y mientras lo hacen aquella risa tan característica se escucha, Daemon ve a la persona dueña de dicho sonido reír junto a sus compañeros, quienes se despiden de su líder y amigo, Mukuro ve a Daemon y le regala una sonrisa sin burla, sin malicia, una sonrisa sincera

--Descanse

--Hasta mañana

Así entra a su habitación donde se recuesta en la puerta y pasa una mano por su rostro

--Son extrañas y demasiadas coincidencias—susurro Daemon con los ojos cerrados

Horas más tarde el pelinegro sintió el movimiento de su pareja, por lo que despertó

--¿Qué pasa Tsunayoshi?—pregunto ya que desde la llegada de Giotto los recuerdos sus pesadillas/recuerdos, se había convertido en sucesos esporádicos y ya no le afectaban mucho

--Es que…

--Tsunayoshi

--quierounpocodepasteldemimama

-¿Qué?

--es que quiero un poco del pastel que hizo mi mama

Hibari lo miro sorprendido para después ver el reloj, las tres de la mañana y todo parecía indicar que tenía un antojo, con un suspiro se levanto

--iré por el, cualquier cosa avísale al herbívoro

--gracias Kyoya y lo siento

Hibari solo sonrío y se salio

Alaude despertó al sonido de la puerta cerrarse, se levanto y fue a la habitación de los chicos

--¿todo bien?—pregunto al ver a Tsuna sentado en la cama

--¿eh? Si, solo que me dio hambre

--Ya veo, un antojo y Hibari fue por el

--Si—respondió con un ligero sonrojo

--¿quieres algo?

--un… un poco de leche

--ahora te la traigo

--Gracias

Así el mayor regreso con un vaso de leche, había algo intrigante en el chico, independiente del hecho que parecía que no soportaba a su padre y que llamara a Giotto papa; miro al joven quien bebía la leche como si fuera agua en el desierto.

Desde su llegada, el líder de aquella generación había llamado a todos los guardianes con el honorífico san, a todos excepto a el, por algún extraño motivo evitaba utilizar su nombre y aquello le molestaba e incomodaba y luego estaba el hecho de llamar a su ancestro papa, le hacia sentir extraño, como si estuviera melancólico, como si el ansiara ser llamado de esa forma.

Hibari llego a la casa de su pareja y al entrar a la sala se encontró con un paquete y una nota

“Kyo-kun

Aquí dejo unos pedazos de pastel, para Tsu-kun, Alaude-kun y tú, disfrútenlo

Atte. Nana”

El guardián más poderoso de la generación sonrío, su “suegra” había intuido el antojo de su hijo, tomando el paquete salio de la casa sin saber de la sonrisa divertida de Reborn.

--Ya volví—exclamo entrando a su casa

--Me alegra Kyoya, ¿lo trajiste?

--Si tu madre dejo un poco para los tres

--¿enserio?—pregunto con los ojos brillantes, por lo que el pelinegro asintió—que bien podrán comer conmigo

--Yo no quiero—exclamo Hibari mientras le ponía enfrente el pedazo de pastel que le correspondía

--¿Por qué no?—pregunto mientras las lagrimas comenzaban a  salir de sus ojos

--Es muy tarde

--por favor Kyoya—exclamo ya llorando—es que no quiero comer solito, por favor

--Es tarde, cómelo tú, para ir a dormir

--¡PERO YO QUIERO QUE LO COMAS CONMIGO, QUE AMBOS LO HAGAN!—grito Tsuna sorprendiendo a ambas nubes--¡SI NO LO COMES CONMIGO, NO LO COMERE!

--tranquilo Tsuna, lo haremos, ambos comeremos

--¿enserio?—pregunto teniendo un asentimiento por parte de Alaude, este le lanzo una advertencia a Hibari, quien simplemente se sentó y comió un poco—gracias

Así los tres comieron el pastel, tanto Alaude como Hibari se sentían extraños, al andar comiendo pastel a las cuatro de la mañana, pero en el estado de Tsuna eso seria normal, un suspiro salio de sus labios, algo les decía que Tsuna los obligaría a hacerlo hasta que el se fuera a casa. Pero lo aceptarían al ver la cara de satisfacción del chico.