Tsuna sonreía mientras miraba el álbum fotográfico de las fiestas que había tenido, en ese momento se encontraba con los niños en la casa de Nana, pero en ese momento se sentía aburrido.
Estaba entrando al finalizando su segundo trimestre y se comenzaba a preparar para el famoso baby shower de las chicas y que se llevaría a cabo dentro de unos días.
Un suspiro salió de sus labios llamando la atención de los niños
--Pasa algo Tsuna-nii—pregunto Fuuta
--Nada, solo que estoy aburrido, ya se vamos a visitar a los chicos a la escuela
--¿es seguro Tsuna-nii?—pregunto I-pin
--Sip, vamos
Los niños se miraron, pero sabían que no podían dejar solo a Tsuna, así que Lambo, activo su nueva bazooka, dejando a su versión de quince años con ellos
--Hola Tsuna—exclamo el joven, mientras miraba que ayudaba a los niños
--Lambo—exclamo con un puchero y después lo abrazo—hace tiempo que no te veía
--Yo también extrañaba viajar al pasado—respondió mientras también lo abrazaba—bien te ayudo a ponerte los tenis
Tsuna asintió, ya para ese momento le era imposible agacharse, así Lambo lo ayudo y después de ponerse los suéteres, abrieron la puerta para ir a Nami-chu, pero se encontraron con Chrome y Mukuro.
--Oya, oya ¿adónde vas Tsuna?—pregunto el chico de Kokuyo
--Iba a visitar a los chicos a Nami-chu—contesto con una sonrisa en los labios--¿vamos?
--Claro, vamos—exclamo Mukuro, acompañando a los niños, a Tsuna y el Lambo del futuro
Los jóvenes les pusieron la ilusión al castaño y así dirigirse a la escuela
--Oye Mukuro ¿Qué tal te fue en una cita con Byakuran?
--Creo que bien—dijo mirando a otro lado
--¿Cómo que crees?
--Lo que pasa es que Mukuro, mando una ilusión a la cita—respondió Chrome
--¿Por qué?
--Kfufu, eso es algo que prefiero guardar para mí.
Se había cansado de los constantes acosos del chico de cabello blanco, pero también estaba consiente que le gustaban algunas de sus locuras para llamar su atención. Cuando Byakuran le pidió la cita, después de haberse puesto en una situación humillante, le pidió una cita, él dijo que sí, pero el día en cuestión sintió miedo, no sabía por qué, tal vez por el recuerdo de una visita del aquel Byakuran en el futuro, no supo por qué sintió miedo, por lo que mando una ilusión. Tanto Daemon como Chrome se percataron, pero no dijeron nada, de hecho esa noche Daemon estuvo a su lado platicando de su pareja. Pero no pensó que el peliblanco se lo tomara tan mal, al grado de que ya no había vuelto a verlo y eso le entristecía.
Sacudió su cabeza y se percató de que estaban cerca de la escuela.
Tsuna tenía meses de no haber estado en su escuela y faltaba mucho para regresar a ella, pero se mantenía al corriente gracias a Reborn y Kyoya. En ese momento los alumnos estaban en el descanso.
Algunos comenzaron a señalar al joven de cabello castaño acompañado por los tres niños y dos chicos de Kokuyo, un chico del comité que al verlo, corrió a avisarle a su líder.
Tsuna ignoraba las miradas y los señalamientos y se dirigió a su salón, tal vez sus amigos estaban ahí.
Con sus guardianes de la niebla tras ellos, camino a su salón.
--Sawada
--Hola Hana—exclamo el castaño al ver a la chica acercarse
--¿Qué haces aquí?—pregunto con las manos en la cintura
--Quise venir a saludarlos
--Ve al salón, Kyoko-chan y los monos están en la azotea, iré por ellos
--Gracias Hana
--ustedes cuídenlo—exclamo para ir a buscar a los guardianes
--Por cierto ¿Lambo el efecto no debería haber acabado ya?—cuestiono Fuuta al ver al mayor con ellos en la escuela
--la bazooka fue modificada después del accidente del año pasado, así dura un poco más, en cualquier momento regresare
El pequeño grupo fue al salón donde los chicos que se encontraban ahí observaron la entrada de los niños y del castaño, junto a los chicos de Kokuyo.
A todos les había extrañado la peculiar tregua entre las dos escuelas, de algún modo la pelean entre el colegio Kokuyo y Nami-chu se habían detenido por el castaño y como prueba a aquello el líder de aquel colegio.
--Hey dame-Tsuna ¿Dónde estabas?
--De vacaciones con mi papa en Italia—respondió con una sonrisa que hizo que quien había preguntado un hilo de sangre caer.
--Tsunayoshi, no hagas eso a menos que quieras que ave-kun lo mate
--¿Qué hice?—pregunto ladeando su cabeza de forma tierna
--olvídelo Boss—susurro Chrome al ver unos cuantos en el suelo
--¡Tsuna!—se escuchó de pronto y en la puerta Yamamoto y Gokudera, junto a Kyoko y su hermano se encontraban, mirando al joven
--¿Qué haces aquí Tsuna-kun?
--Vine de visita, es que me sentía muy solo en casa con los niños, le deje una nota a nana y vine con los niños, de camino me encontré con Mukuro y Chrome
--¿Hibari ya lo sabe?—interrogo Yamamoto, pero al ver la sonrisa de Tsuna supieron que no, que aún no sabía que su prometido estaba en la escuela.
--Debemos avisare al maniaco de las peleas antes de que haya algún problema
--Mou ¿quieren que me valla, ya?—exclamo haciendo un puchero, provocando algunos gritos de las chicas, que ya le tomaban fotografías--Kyoya me hará regresar a casa
--Ma, ma Hayato, dejemos que Tsuna este un rato con nosotros y después le decimos a Hibari, así él se lo lleva a casa
--Está bien
Todo el salón sabía que debían cuidar al castaño sino tendrían la furia de Hibari por no cuidar al castaño y los niños.
Cuando el profesor apareció y vio al castaño, simplemente suspiro e inicio la clase, ignorando al castaño, lo único que pedía era que los niños no provocaran algún destrozo.
Lambo ya había regresado a hacer el niño de cinco años y sabía que debía cuidar a Tsuna y a sus bebes, salió unos momentos por que tenía que ir al baño, así que prometiendo regresar pronto fue al baño.
Mientras iba de regreso al salón, se encontró con unos chicos que lo comenzaron a molestarlo.
--Lambo ya tardo—murmuro Tsuna mirando por la entrada pero del pequeño bovino nada, mas su intuición le dice que hay algo malo con el pequeño niño disfrazado de vaca.
Se levantó llamando la atención de sus guardianes, quienes le siguieron, conforme se acercaban al área donde estaban los baños a los que Lambo debía ir, escucharon el llanto del niño, por protección de Tsuna, le habían pedido que sacara todo lo peligroso de su cabello, por lo tanto estaba indefenso.
--¡¿Qué le están haciendo a mi hermanito?!—interrogo Tsuna al ver a los brabucones quienes hacían llorar a Lambo
--¿tu hermano?—pregunto uno de ellos—No mientas Sawada tu eres hijo único
--Ese niño junto con ellos—exclama señalando a I-pin y Fuuta—son mis hermanos
--Tsuna, yo iba al salón cuando ellos me detuvieron, digiero que tenía que pagarles por estar aquí—dijo corriendo a las piernas de su hermano mayor
--Ustedes no son los dueños de la escuela es Kyoya, ¿Quiénes se creen para torturar a un niño inocente?—les reclamo liberando un aura asesina similar a la de Hibari
--Fue…fue una broma
--¿una broma? ¡¿Una broma a un niño de cinco años?!
Los tres chicos que habían creído que sería una gran broma molestar a ese pequeño que estaba ahí, pero habían olvidado que ese pequeño de afro y disfrazado de vaca, era conocido de Sawada quien era el novio del terror de Namimori, pero ahora incluso ese joven que siempre fue objeto de sus humillaciones demostraba que el joven era de armas tomar.
--¿Qué pasa aquí?—pregunto un fría voz, haciendo que los jóvenes se tensaran y voltearon a ver al joven de cabello negro
--Kyoya, estos chicos molestaron a mi hermanito—exclamo con un puchero borrando toda aquella aura asesina y mostrando a Lambo que tenía lágrimas, provocando que muchos pensaran en un castaño con bipolaridad
--Herbívoros, serán mor...
--No—interrumpió Tsuna provocando que todos lo miraran—hazlos que laven todas las ventanas del instituto están muy sucias
--Ya oyeron herbívoros no se irán de aquí hasta que todas las ventanas estén brillantes, vicepresidente vigílelos y si no terminan, mañana deberán empezar de nuevo
Con esas palabras se acercó a su prometido
--¿Qué haces aquí Tsuna?
--Estaba aburrido en casa y quise venir a visitarlos, lambo del futuro estuvo aquí y Mukuro y Chrome nos encontraron saliendo de la casa, ¿estás enojado?
--No, pero debiste avisarme, para que hubiera alguien del comité para llevarte con los otros
--Quería darles una sorpresa—exclamo con un puchero, Hibari solo sonrió de lado—Kyoya, quiero bombones
--¿bombones?
--Sip
--Bien vamos a buscarte unos bombones.
Así el grupo camino del lado contrario mientras que los que habían mirado lo sucedido se hacían un lado y daban a conocer la situación a sus compañeros, para antes del fin de clases ya todo mundo sabía que Tsuna sufría de bipolaridad o esos eran algunos de los rumores.
--Kyoya, quiero mis bombones con chocolate
--¿te gustarían estos?—pregunto una voz cantarina.
Frente a ellos se encontraba Byakuran que le tendía una bolsa de bombones cubiertos a Tsuna
--Gracias Byakuran—dijo con una sonrisa tomando la bolsa y meterse un bombón y deleitarse con el sabor--¿Qué haces aquí?
--Vine por Mukuro para nuestra cita
--¿Qué no la habían tenido ya?—pregunto Hayato
--Es que la cancele, tuve que ver algo de mi familia y la tuve que suspender—exclamo con su eterna sonrisa--¿nos vamos Mukuro?
Mukuro miro a Tsuna, buscando ayuda pero el chico está disfrutando de los bombones, mientras le regalaba uno a los niños, este sintió su mirada y con una sonrisa
--Que se diviertan, vamos al restaurante de Takeshi, quiero sushi con chocolate
Los jóvenes hicieron una mueca, pero asintieron, mientras Hibari hablaba por teléfono con sus suegros para decirles donde estarían
--Nos vemos mañana Mukuro—dijo dándole un beso—cuídalo mucho Byakuran
El grupo salió del lugar y Mukuro se quedó con Byakuran
--Hay una película de terror, tengo unos boletos—dijo tomándolo del brazo y jalarlo
Durante el trascurso al cine Mukuro estuvo a la defensiva, pero Byakuran le hablaba de algunos mundos paralelos donde había visto algo, aun agradecía haber tendió esa idea de crear un diario de sueños, algunos momentos en el que se encontraba con alguien y eran muy graciosos.
--Y así terminamos todos llenos de merengue, claro que el dueño se enojó, pero no pudo decirnos muchos, ya que Tsuna y Nagi estaban riendo, olvido algo, ah ya recuerdo, el ultimo pastel termino en la cara de Hibari gracias a ti
--Kufufufufu debió ser muy divertido
--Lo fue
Mukuro se preguntaba qué en que momento Byakuran le preguntaría por el haber faltado a su cita, pero no lo hizo.
Llegaron al cine y vieron la película que había dicho Byakuran, una película que le daba algunas ideas de como torturara psicológicamente a los demás, o a los enemigos.
Salieron hablando sobre los efectos, algunas personas los miraban sorprendidos, al escuchar como Mukuro habla de mejorar aquellos efectos.
Después fueron a comprra un helado, donde Byakuran miraba como Mukuro se relajaba.
Se había sentido muy feliz de tener por fin cita con Mukuro mas su felicidad se vio opacada debido a la presencia de la ilusión, así que simplemente se dedicó a caminar con el sin hablar mucho, hasta que decidió irse.
Había tenido que checar unos asuntos de su familia y no había podido ir con el chico, así que ese día había decidido ir por él, pero Jono al verlo, le había dicho que había ido con Chrome a ver a Tsuna, para ver si este lo podía a animar un poco.
Después de eso fue a buscarlo a su casa, pero no había llegado al jardín cuando escucho que los padres de Tsuna decían que había salido sin permiso, no lo pensó mucho para dirigirse a Nami-chu, donde lo encontró.
Continuaron caminando y platicando de todo y nada.
Daemon mira hacia la entrada de aquel centro, había regresado con Nagi al lugar, donde Ken, Chizuka y Jono los esperaban par poner al corriente a los chicos.
Ahora esperaba la llegada de su hijo, solo para ver a su hijo sonreir, había notado la melancolía del chico debido a la falta de movimientos de Byakuran Gesso, el estaba seguro que el joven había tenido un fuerte motivo para dejar el cortejo de su hijo, había notado la determinación de aquel chicos.
Salio de sus pensmaientos al ver dos sombras acercarse, ahí estaban los dos jóvenes y una sonrisa apareció de sus labios, su hijo había tenido por fin su cita. Al ver que ya estaba cerca de casa entro para ver a los jóvenes.
--Bueno llegamos a Kokuyoland
--si, fue entrenida la película—exclamo Mukuro
--Me alegro que te gustara, entonces nos veremos mañana
--¿no te rendiras?
--Claro que no, ya te lo dije, serás mi esposo—dijo mientras tomaba su rostro y lo besaba con ternura—hasta mañana Mukuro-chan
Mukuro lo vio irse, mientras él se tocaba sus labios y una sonrisa apareció en sus labios. Era mejor olvidar un futuro inexistente y vivir un presente.
Seguiría haciéndose el difícil y después le daria el, seria divertido por un tiempo.