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La verdad de Tsuna por Anle Ruma

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Notas del capitulo:

Aqui estoy de nuevo, mil perdones por desaparecerme asi, pero una serie de evenos, me hicieron apartarme de la computadora, pero ya estoy de vuelta :3

El noveno había continuado con las investigaciones y hasta ahora sabia quién era el hombre que había secuestrado al pequeño y la historia detrás de la acción. El porque de su acto.

Suspiro mientras miraba la información, más aun no sabía que había provocado la llegada de los niños al futuro, pero aun así decidió mandar la información a Daemon.

Daemon se encontraba leyendo un libro, mientras los jóvenes se distraían con videojuegos traídos por Byakuran, ganándose así la lealtad de los otros miembros de Kokuyo.

El ilusionista de la guadaña decidió dar un paseo, así que dejo a los chicos hacer sus cosas y salió a comprar algo, de alimento para los chicos, en cuanto salió de la casa, un auto negro se apareció.

-Señor Rokuro—exclamo el hombre de negro, por protección se había decidido que Daemon utilizara el apellido de su hijo para los demás y para el círculo cercano el verdadero

-¿Sí?

-El noveno vongola le manda esto—dice entregándole un sobre—que es parte de lo que le pidió

-Gracias—respondió tomando el sobre y ver al mensajero irse en el coche, no tardó mucho en sacar su celular y llamar a la primera nube—nos vemos en la cafetería del centro, tengo la información.

Fueron las únicas palabras que dio y se dirigió a la cafetería del centro de Namimori, donde pidió un expreso, no tardó mucho en ver a su compañero.

-¿Qué te mando el noveno?—pregunto con su actitud normal.

-Al parecer unos documentos—exclamo mientras miraba el sobre y lo abría.

Lo primero que saco fue una foto de una pintura, de cuatro personas, que parecían ser una familia, atrás escrito con letra cursiva tenia Familia Valencia; padre Dante, a la orilla izquierda, su primogénito Sebastián a su lado, su esposa Dalia y a su lado su hija Jazmín.

Junto a esta foto estaba la carta que leyera el noveno, era simple y sencilla donde la familia Valencia daba gracias por tener a su hija como una propuesta para matrimonio del líder de Vongola. La carta fechada indicaba que para ese momento el líder de Vongola era ya Ricardo y Giotto iba en camino a Japón.

Había también una notación indicando que Ricardo había ido personalmente a ver a la familia, indicando que Giotto se había retirado y que nunca se había comprometido con nadie y que se había retirado a pasar un tiempo tranquilo, pero que nunca había hecho comentario de pedir a alguien más en matrimonio.

El siguiente la información indicaba que la chica, era una caprichosa y que sus padres le consentían, pero quien le daba la mayoría de dichos caprichos era su hermano Sebastián, que se encontraba en otra ciudad aquella vez.

Junto a esa información se tenía la copia restaurada de la carta que Jazmín había escrito a su hermano.

"Querido Sebastián:

Mi corazón llora sangre, aquel joven de cabellos de sol y ojos de cielo; aquel joven en una noche de primavera me beso, diciendo que era lo más bello que había visto en su vista.

Oh Sebastián, este hombre me bajo el sol, la luna y las estrellas, me dijo que sería la envidia de las demás mujeres.

Me prometió vivir en un palacio de cristal.

Yo, inocente le creí, me vi junto a él en aquel palacio de cristal, en aquellas fiestas como la que nos conocimos. Que sería protegida por él y sus nobles guardianes. En aquellas citas clandestinas en el parque cercano a nuestra humilde casa.

Cuando nuestros padres le dieron la fecha para formalizar nuestro compromiso, él no se presentó.

Fue un cobarde, Sebastián, mando a su primo diciendo una sarta de mentiras que nuestros padres creyeron y yo…yo quede como una mentirosa ante mis amistades.

Fui una tonta al enamorar de aquel hombre, pero para el no fui nada, solo una ingenua de la cual podía divertirse.

Supe que ese malvado, de corazón de piedra, había huido de una situación similar a Japón, a un país donde no lo conocerían.

Oh Sebastián, mis amigas me señalan, las personas de la calle susurran, murmuran y comienzan hacer comentarios crueles a mi persona, te necesito tanto hermano, necesito que vengas y me ayudes como cuando éramos niños.

Regresa pronto para que pueda olvidar a Giotto Di Vongola.

Atte. Tu querida y destrozada hermana Jazmín"

-Valla, que muchacha tan manipuladora—exclama Daemon al terminar la carta—al parecer fue una de las tantas que cayeron enamoradas de Giotto por su amabilidad

-Por las fechas y lo dicho en esta carta, Giotto ya estaba embarazado y venia refugiarse—afirma Alaude.

Continuaron observando las cartas, una respuesta de Sebastián, indicando que mataría a Giotto, información sobre un pleito entre Dante y su hijo, amonestando al joven y diciéndole que no creyera todo lo que su hermana le decía.

Después se marca que Sebastián había tomado un barco a Japón, buscando a Giotto.

Lo poco que habían logrado encontrar desde Italia, fue que el chico había tardado tres años y medio encontrar a Giotto Di Vongola, mejor conocido como Eyasu Sawada, al parecer un familiar de un antiguo trabajador de Giotto le dio las pautas para conocer la rutina familiar. Como venganza, ya que su primo estaba en la prisión, debido al que el rubio lo había acusado por un intento de robo.

La compra de la bodega a las afueras de la ciudad a su nombre.

No había mucha información de que sucedió, solo indicaba una estancia en la cárcel por nueve años, hasta su escapada.

Ricardo al saber la descripción, por parte de Giotto, supo que se trataba del hijo de aquella familia, e independientemente de su temperamento, comenzó atacando de forma sistemática y astuta se hizo cargo de que la familia fuera perdiendo poco a poco su estatus, por provocar la pérdida de su sobrino.

Sebastián escapo e hizo su último ataque "matando" a Giotto aquel día, después regreso a Italia, para descubrir que su familia estaba en bancarrota.

Ricardo, el segundo vongola se había encargado de que su familia fuera destruida, al meterse con su familia y provocarle aquel dolor a su primo.

Su padre había muerto un año atrás y la única que sobrevivía, pero ya muy cansada era su madre, quien le conto la verdad.

El joven no podía creer lo que su madre decía, que había perdido diez años de su vida, en un venganza estúpida, todo porque no había podido cumplir con su capricho de casarse con Giotto, pero él quería a su hermana y le costaba creer, que alguien tan "noble y puro" como lo era su hermana pudiera hacer esas cosas.

Poco tiempo después la mujer murió y él se hizo cargo de lo poco que todavía tenía, cosa que era imposible, porque su hermana, quien sonreía con ternura pedía y pedía cosas sin importarle nada.

En un acto de frustración enfrento a su hermana, negándose darle lo que quería, lo que llevo a una discusión, donde la joven rectifico lo que su madre había dicho.

Que nunca hubo una propuesta, que su intención era sacarle el mayor dinero a Giotto, pero que su escapada a otro continente desasiendo su plan, que nunca le había importado su familia, que para lo único que serbia, según ella, sus padres y él era para cumplirlas sus caprichos.

Según los reportes de la policía la pelea fue realmente fuerte, para que ellos se involucraran.

Aquella discusión hizo que Sebastián abriera lo ojos y comprendiera que había arruinado a su familia y se había convertido en un asesino, por culpa de una chiquilla que ya no le importaba.

Tanto Sebastián como su hermana desaparecieron de Italia, pero lo único que hubo de ellos después fue, una carta escrita para Ricardo

"Estimado Vongola Segundo.

He cometió muchos errores de e mi vida y el mayor, el pecado que me ha condenado a mí y a mi familia, aquel que hice en contra de su familia.

Durante mucho tiempo dije que no me arrepentía del daño que había provocado, que no importaron las lágrimas de aquel niño encerrado, que nunca sentía nada al ver la mirada de miedo del niño, que fui oídos sordos a sus suplicas y a los comentarios de la tristeza de su padre.

Que no tuve arrepentimiento alguno ante la trampa que le hice a su padre, que la vida de aquel pequeño no me importaba en lo más mínimo. Que el grito desgarrador de su padre no perforo mis oídos y se convirtió en parte de mis pesadillas, que años después, no tuve miedo del odio, dolor y otros sentimientos que se mostraban en los ojos del antiguo líder de Vongola.

He vuelto a mi casa, apra descubrir que esta ya no existe, que mi error provoco que mi familia quedara en la ruina, la muerte de mis padres, la deshora de mi familia.

Usted lo hizo, por su familia, yo… lo hice por el mismo motivo.

Mi hermana era la luz de mi vida, era mi pequeña hermana que debía proteger de todos y de todo, mis padres y yo cometimos el error de cumplirle todos sus caprichos y para nuestra mala suerte, tanto de su primo como nuestra, él fue su capricho. La desaparición, fue un rechazo para ella y nunca acostumbrada a el, fue un golpe duro para su ego.

Me engaño y caí como un tonto y le provoque daño a usted y a su familia. Nunca me di cuenta de que me engañaba, de que me mentía, ella era pura e inocente y no sabía de esas cosas.

¿Cuántas veces me habrá engañado? ¿Cuantas veces abre destruido a alguien por ella? No lo sé y tal vez nunca lo sepa.

Pedirle perdón no regresara a su primo y al pequeño, pedirle perdón no regresara la alegría de mis padres ni el orgullo de mi familia. Pedirle perdón ya no hará que mi error desaparezca.

Ya no tengo a nadie, mi propia estupidez me arrebato lo único que quería y tenía: mis padres.

Ahora solo me queda esperar la muerte y suplicar por reunirme con los míos, solo eso.

Segundo Vongola, Ricardo, espero que su familia sea feliz, que su familia perdure por mucho tiempo, ese es mi deseo.

Atte. Sebastián Valencia"

Daemon termino de leer la carta y miro a su compañero quien tenía los ojos cerrados.

-Sabemos quién fue y el por qué—exclamo la primera nube después de un tiempo—pero no sabemos cómo o por que los niños llegaron aquí.

-¿Le dirás a Giotto y a Tsuna esto?—pregunto el hombre de la pica en el ojo

-No, ahora no…tal vez en un futuro.

Después de pagar los cafés y se retiraron cada uno a su hogar, cuando Alaude llego a su casa, observo a su amado acariciar con aire ausente su vientre.

-¿Todo bien Alaude?—pregunto sin mirarlo

-Si amor, todo bien—exclamo mientras le besaba en la frente

-Padre ¿Dónde fuiste?—pregunto Tsuna apareciendo con un platón de fruta

-Fui a dar una vuelta—respondió mientras lo abrazaba.

Parte del misterio se había resuelto, ya sabía quién era el hombre que había secuestrado a su hijo y por qué lo había hecho, aquello ya estaba cerrado, había sido por culpa de una mujer caprichosa, similar a lo que había provocado la huida de su cielo a Japón, por un estúpido rumor…y entonces se preguntó si en aquella fiesta aquella chiquilla caprichosa se encontraba, si ese día había decidido su destino.

Sintió dos miradas en él y al bajarla, se encuentra con unas almendras y azules mirándole.

-Alaude

-Estoy bien, no te preocupes, solo pensaba en aquella fiesta

-¿Aquella fiesta?—pregunto confundido el rubio.

-Donde creíste que me iba a casar

-Ah, la última fiesta en la que estuve—exclama con el ceño fruncido-¿Por qué?

-Quería saber si llegaste a conocer a ¿Jazmín Valencia?

-¿Jazmín Valencia? ¿Quién es ella papa?—pregunto Tsuna intrigado por la curiosidad de su padre

-La recuerdo vagamente—respondió con un dedo en la barbilla—sí, una joven bastante maliciosa, choque con ella y le salude como correspondía en aquella época, pero no hice plática, mi intuición me decía que estaba en peligro cerca de ella, me aleje de ella ¿Por qué?

-Solo curiosidad y no me preguntes, algún día lo sabrán.


 


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