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Dc&Marv High School Love por grimmjow kurosaki

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Notas del capitulo:

Espero que les guste este es mi pequeño granito de arena para el

Kon/Tim

y el

Teddy/Billy

Cerró los ojos ofreciéndole al chico una deslumbrante sonrisa, a la vez que le devolvía su gato, el cual por muy cliché que sonase estaba atrapado en un árbol. El pequeño se sonrojo, sin poder notar el cansancio o la melancolía en dicha sonrisa, mucho menos que era falsa y se fue, no sin antes regalarle un beso en la mejilla como agradecimiento por su ayuda.

William abrió los ojos sorprendido por dicho acto, no es que estuviera acostumbrado a recibir tales muestras de afecto todo el tiempo, es más casi siempre se trataba de todo lo contrario, lo más cercano que tenía a las ya mencionadas muestras de afecto eran los abrazos casi nulos que Tim le regalaba –a veces- abatido por ello se sentó en la acera de la calle, tratando de darse fuerza a si mismo para así comenzar un nuevo día, trató de pensar en Tommy que siempre que estaba afligido le gritaba dándole ánimos a su modo y siempre que lo golpeaban le defendía en Tim que le consolaba, de que a pesar de que el sufría los mismos problemas nunca pensaba en si mismo y se centraba en los demás de no ser porque era imposible estaría perdidamente enamorado de ese chico (si es que ya no lo estaba) que le sonreía –de verdad- solo a el y a Tommy y bueno a ese chico llamado Bart cosa que siempre podía tomarse como un cumplido como un secreto “eres especial” porque para bien o para mal las sonrisas del azabache no las recibía cualquiera “eran especiales” tan especiales como el.

Se colgó la mochila al hombro y emprendió rumbo al instituto. Tomando el camino más largo, pero a pesar de aquello… El más seguro… volvió a sonreír de forma melancólica, casi tratandode mentirse a si mismo con ello… No todo era tan horrible ¿verdad? No todo estaba tan mal. Para cuando llegó y a pesar de haber llegado tarde, ellos seguían ahí, esperándolo, todos sonreían anticipando lo que de seguro estaba a punto de ocurrir, el se limitó a cerrar los ojos con fuerza, apretar los labios y a dejar nacer una pequeña y única lagrima que tan asustada como el corrió por su mejilla y desapareció en su cuello.

Para cuando despertó sentía tanto el labio inferior derecho como el pómulo izquierdo hinchados, apreciaba claramente el sabor metálico de la sangre en su paladar, así como también esta se había secado a través de su rostro, cuello y clavícula dejando una sensación de resequedad casi dolorosa. Se hubiera quedado ahí revolcándose en sangre, lodo y dolor de no ser por ellos…

Oyó el sonido de una canción de “Tifany Swift” que reconoció como “Superman” y no pudo evitar sonreír a pesar de que aquello era una proeza casi titánica, básicamente por el terrible dolor que le provocaba. Atendió el teléfono a la vez que forzaba su voz para que no sonase muy débil, no quería preocupar a Tommy (si es que aquello era posible) mucho menos a Tim que de seguro se encontraba junto a su hermano.

-¿Billy?- Lo sabía, aquella seguro era la hora del receso y por lo tanto Tim debía estar casi por obligación con Tommy.

-Tim ¿estas…?- Paro un poco cuando sintió que la voz no quería salirle o bien quien sabe se estaba ahogando con su propia sangre. -¿estas con Tommy?- Preguntó tratando de sonar artero. Bien sabían todos los dioses que uno de sus deseos más anhelados era el ver a ambos chicos juntos, desde que los vio besándose en los vestidores del gimnasio.

-Billy este es su teléfono ahora dime donde estas- Reclamó y el por muy mal que se sintiera no le respondió.

-Billy Tim te hizo una pregunta- Reiteró esta vez su hermano autoritario.

-Estoy… en la entrada… del instituto- alcanzó a decir antes de que le colgaran. Cinco minutos después los tenía a ambos en frente, los ojos celestes de Tim y el cabello blanco y tan característico de Tommy, quien lo ayudo a levantarse para así entre ambos chicos llevarlo dentro del edificio. Lo dejaron en la enfermería con la promesa de pasar a verlo en el segundo receso.

William “Kaplan”, el apellido de sus padres adoptivos. Dieciséis años, fanboy, homosexual declarado y judío por agregarle algo, cabello negro en contraste con su piel blanca (cuando no estaba lacerada, amoratada o bañada en carmín) ojos caoba (casi rojos se podría decir pero no llegando a serlo) contextura delgada (no desagradable) pero es que siendo el quien era el comer era un privilegio. Victima constante de abuso tanto escolar como de violencia domestica y es que parecía que había nacido para ser odiado, adoptado por una bella familia… a la que arruino por completo. Dos años después de ser adoptado (básicamente por el terrible parecido que tenía con su madre adoptiva) Dos años después de ello cuando tenía ya siete años su madre murió junto a sus dos hijos en una accidente de transito –un conductor ebrio en periodo de fiestas navideñas, nada del otro mundo- eso pensaban todos, porque nadie lo decía en voz alta, eso pensaba el resto del mundo. Pero para ellos fue casi como el Apocalipsis y es que pensándolo de cierta forma el Apocalipsis lo viven cientos de personas al morir –el fin del mundo-  lo peor era que murió tratando de protegerle, conducían de camino a casa y para cuando pudo darse cuenta, su madre le abrazaba llena de sangre y con mas de cinco trozos de metal en la nuca, trozos que debió recibir el, sus hermanos eran muy pequeños –no lo lograron- desde entonces su “padre” comenzó a beber de forma viciosa hasta el punto de deshacerse en un completo estado etílico eso si tenía suerte y no lo golpeaba… o peor cuando no veía a su esposa en el y trataba de tocarle, siempre de forma repugnante y violenta recordándole que el tenía la culpa que el estaría tocando a su esposa si el no hubiese sido adoptado –si el no hubiese nacido-. Jamás conoció a sus padres verdaderos y hasta hace no mucho tampoco a su hermano, Thomas quien por decirlo de alguna forma corrió con más suerte los Spheders la familia que había acogido a Thomas era maravillosa el ya había visitado a dicha familia y francamente se sintió avergonzado, avergonzado porque su casa era muy bella y el vestía como lo que era, un huérfano, avergonzado porque cuando comenzaron a comer estaba tan hambriento que casi devoró la comida frente a la mirada estupefacta de los Sheperds, avergonzado porque cuando el padre de Tommy quiso abrasarle casi como por instinto lo empujó y salió corriendo de esa casa suerte que Tommy les trató de explicar “tiene problemas pero ya no más” fue lo que les dijo decididamente tanto a sus padres como a el. Ellos lo entendieron de inmediato en verdad Tommy había tenido mucha más suerte que el, solo que no supo aprovecharla.

Tommy a diferencia de el siempre supo que fue adoptado más aun siempre supo que tenía un hermano, sus padres jamás se lo ocultaron el problema fue ese, “el” ya que en cuanto supo que tenía un hermano se obsesionó tanto con ello que a la tierna edad de nueve años se presentó en el un cuadro de depresión compulsiva lo que le llevó a tomar toda clase de medicamentos y finalmente casi a los trece, “éxtasis” obligando a sus padres a internarlo en un centro de rehabilitación de drogas lo que termino por convertirle en lo que era una maldita maquina sin sentimientos, pero al fin y al cabo una maquina desintoxicada. Luego de saber aquello no pudo evitar pensar que el tenía la culpa.

Estaba preocupado cada día era peor si no era con el, los idiotas del equipo de football golpeaban hasta la inconciencia a Billy, y el definitivamente no quería eso. Eso pensaba hasta que se golpeó con algo… demasiado grande mientras caminaba. Bien decía Tommy que debía ser más cuidadoso y no ponerse a soñar despierto ¡mucho menos cuando estaba caminando! Sintió que algo se removía bajo el en el suelo y al verle no pudo más que sonrojarse al saber que aquello tan grande era, en realidad, un chico. No alcanzó a disculparse cuando sintió que alguien lo levantaba del suelo sosteniéndole por la camiseta haciendo que el respirar fuera casi imposible de hacer.

-Mira a quien tenemos aquí… al niño Wayne- Gruñó Elhi uno de los mediocampistas del equipo de Football – ¿No te han dicho que debes tener respeto con las personas que si valen algo?- El no respondió nada y miró al chico a los ojos, este al percatarse no pudo más que sentirse aterrado… sus ojos… siempre le dijeron que eran especiales, que brillaban de forma hermosa que se veían de lejos, ahora cuando estos eran una razón más para ser odiado era cuando quisiera arrancárselos. El deportista lo levantó aun más de tal forma que sus pies ya no tocaban el suelo y el respirar ya no era casi imposible, el aire simplemente no llegaba a sus pulmones, puso sus manos en las de el muchacho tratando de alejarlas de su ropa y por consecuencia de su traquea pero era imposible, el simplemente era demasiado débil. Pensó que ya era suficiente deja de pelear no vas a ganar se dijo a si mismo, en dos minutos más estaría acompañando a Billy en la enfermería, lo que por cierto era el plan de todos modos, solo que consiente. Dejo sus bazos laxos a cada extremo de su cuerpo olvidándose de que en realidad estaba vivo, convirtiéndose en no mas que una muñeca sostenida por un gigante hasta que…

-Suéltalo Elhi- oyó decir.

-Pero Kon el jodido niñato te acaba de tirar al suelo alguien tiene que enseñarle a….-

-Suéltalo- Repitió la voz aun más fuerte.

La verdad iba un poco distraído, tal vez porque acababa de terminar con su novia, pero ya no podía soportarlo, a el, no le gustaban las mujeres, comenzó a salir con Cassie para guardar las apariencias pero cuando llegó ese tal Theodore Altman a la escuela, un chico homosexual declarado, que además y por si fuera poco se convirtió de la noche a la mañana en el subcapitan del equipo de football volviéndose popular en el mismo periodo de tiempo, llegó a la conclusión de que su orientación sexual no sería un problema. En eso pensaba hasta que tropezó con un chico cayendo de bruces al suelo con dicho muchacho sobre el.

Tardo un momento en espabilarse y para cuando lo hizo el chico ya no estaba sobre el, si no entre las manos de su compañero de equipo, Elhi, no es que fuera estupido, era un tanto lento, eso si, pero para cuando reacciono sobre lo que ocurría a su alrededor Elhi estaba ahorcando al muchacho, le ordenó que se detuviera y Elhi le obedeció (no a la primera pero lo hizo) dejando caer al chico a su suerte y marchándose completamente cabreado, el reacciono antes y lo sostuvo en brazos antes de que cayera al suelo lo analizó por completo, en lo primero que se dio cuenta era que en realidad el chico era demasiado ligero, casi como una chica si es que no más, lo segundo que vio fue que su cabello era demasiado largo, bueno no tanto pero en ese momento ocultaba su rostro por completo, lo removió con cuidado, tal vez fuera el hecho de que fuera demasiado ligero pero aquel chico le parecía excesivamente frágil. Por ultimo y lo más importante sobre su observación fue que el chico era hermoso, lo miraba fijamente a pesar de que no se movía en lo absoluto “como una muñeca” pensó, sus ojos eran de un color exótico y fuerte (no es que en Estados unidos tener los ojos azules fuera algo exótico) pero eran brillantes casi no podía ver sus pupilas, estas eran un delgado semicírculo semejante a una media luna, eran hermosos, solo que… estaban vacíos, eso le asustó un poco, pero más fuerte que ello fue la necesidad de llenarlos el mismo, en verdad se sentía especialmente atraído a el ¿había dicho antes que era un poco lento? Bueno pues era cierto.

Dejó al chico cuidadosamente en el suelo (se acababa de dar cuenta de que llevaba demasiado tiempo con el en brazos) y le acomodo el cabello tras su oreja viéndose obligado a agacharse un poco ya que el chico además de muy liviano, al parecer, era un poco más bajo que el, cosa que no era raro ya que el era bastante alto (una de las razones por la cual era el capitán del equipo de football de la escuela) el chico no le dijo nada y eso termino por preocuparle.

-¿Cómo te llamas?- preguntó en un susurro, inconscientemente tratando de convertir aquello en un secreto solo de los dos “como te llamas” vio como el ojiazul movía los labios tratando de pronunciar las palabras sin que llegaran a salirle hasta que.

-Wa… Wayne- Murmuro apenas –Timothy Wayne- terminó.

-yo soy…-

-Conner Kent- Terminó Timothy, Tim, Timmy ¿Había dicho que el chico le gustaba? Bueno su nombre le parecía maravillosamente adorable. –el capitán del equipo de football gracias por ayudarme pero debo irme- Casi gruñó el muchacho –ah y lamento haberme metido en tu camino prometo que no volverás a verme por ahí- Agregó marchándose antes siquiera de que el pudiese reclamar algo.

Timothy “Wayne” el apellido de su padre adoptivo (o quien lo fue) dieciséis años, ojos celestes casi calipso, piel pálida y cabello negro un tanto largo pero no lo suficiente como para verse femenino si no más bien andrógeno,  no pertenece a ningún club básicamente por su incapacidad de explayarse con facilidad ya que presenta un cuadro de autismo llamado asperger , homosexual, no declarado (no es que hable mucho de todas formas) y el hijo de en medio de la gran e ilustre familia Wayne; solo que el no era un Wayne, el era un Drake, una gran familia de detectives que termino con la muerte de sus padres a manos de un homicida serial. Bruce Wayne (el nombre de su benefactor quien por cierto era un conocido empresario) conocía a sus padres y por ello le adopto, fue el ultimo en ser adoptado antes de que el ya mencionado Bruce Wayne muriera tratando de salvarle del mismo asesino. El mismo jamás se perdono, tampoco Damian el único hijo legitimo del millonario. Y bueno hablando de los hijos de Bruce Damian era el menor y como ya había manifestado anteriormente era el único hijo biológico que este tenía, el era el de en medio, Jason Todd era uno de los mayores con diecinueve años,  fue criado en la calle hasta que Bruce le adoptó y Richard Grayson el mayor de Veintidós años quien luego de la muerte de Bruce le llevó a vivir con el a su departamento ya que ni Jason ni Damian le dirigían la palabra y en su caso aquello era fatal ya que eso lo llevaría a encerrarse aun más en su reducido mundo. Y era eso básicamente lo que guiaba a los chicos de la escuela a acosarlo –el que el fuese diferente- y no sabía que hacer porque cada vez que llegaba a casa con moretones o cortes difíciles de ocultar Dick le preguntaba y el solo callaba y se iba a su habitación y no podía soportar causarle ese dolor a Dick pero no podía evitarlo.

Pero tenía amigos tres para ser sinceros Bart Allen una de las estrellas del equipo de atletismo, que se le acercó básicamente porque le parecía “muy lindo” en palabras de Bart. Fue después de la clase de biología (la que compartía con el velocista) estaba a punto de salir del salón cuando –sin que pudiera verle siquiera- el chico apareció frente a el. Le tomó de una mano y le llevó a almorzar con el. No habló mucho, pero Bart hablaba por los dos, al parecer el chico era hiperactivo compulsivo y por lo mismo pertenecía al equipo de atletismo (una forma de canalizar su energía de forma positiva y productiva)  Gracias a eso conoció también a Tommy otra estrella del mismo equipo el que uso otro referente “jodidamente sexy y follable” eso le hizo sonrojarse y perder la capacidad del habla por lo menos por dos días. No ocurrió durante el almuerzo pero fue casi igual a su experiencia con Bart iba a entrar a la clase de gimnasia cuando el peliblanco apareció frente a el lo empotró en uno de los vestidores del gimnasio y le besó casi quitándole el aliento, bueno técnicamente le quitó el aliento ya que casi le da un ataque de nervios (dos minutos después se encontraba en la enfermería).  Desde entonces siempre merodeaba por la pista de atletismo para –a su modo- apoyar a ambos chicos en los entrenamientos. Y así fue como conoció a Billy, tenía que admitir que al principio se sorprendió porque bueno… era idéntico a Tommy pero a medida que este fue encajando en su mundo terminó por aceptarlo. A este lo conoció en uno de esos encuentros que tenía con Tommy porque bueno al velocista se le hizo casi cotidiano el besarlo en lugares apartados, se podría decir que tenían una relación pero no era así. El asunto es que Billy los encontró y desde entonces ellos tres son sus únicos amigos.

Vio como el chico de sus sueños corría lejos y no pudo más que sentirse decepcionado, pero bueno el era Conner Kent y jamás en su vida había perdido en un desafío. Siguió su camino, ignorando los susurros de aquellos quienes ya habían oído la noticia sobre su orientación sexual no le prestó especial importancia, el aun era el rey de la escuela (y el más fuerte además) siguió caminando hasta que se encontró con su mejor amigo Bart Allen. Tenía que decirle lo que le paso, después de todo Bart fue el único que realmente le apoyó cuando quiso develar su homosexualidad.

-Bart acaba de pasarme algo increíble- comentó mientras comían.

-¿a si que pasó?- Preguntó el velocista interesado.

-acabodeconoceraunchicoesmuybelloymuytiernoycreoquemegusta- dijo de corrido, sorprendentemente su amigo le entendió. Aunque pensándolo objetivamente no era como para sorprenderse porque bueno Bart hablaba el mismo idioma.

-¿a si y como se llama?-

-Tim Wayne- Respondió emocionado. Bart lo miró seriamente y no pudo más que asustarse, porque bueno si algo tenía Bart Allen eso era que jamás había tenido la capacidad de tomarse las cosas con seriedad.

-No te acerques a el Kon lo digo en serio- Gruñó el chico autoritario –Te quiero Kon pero no pienso dejar que lo lastimes- Terminó el pelirrojo y el se sentía cada vez más atraído a ese tal Tim Wayne.

Conner Kent; dieciséis años, ojos azules piel semi-morena cabello negro, alto (tal vez mucho) muy fuerte y capitán del equipo de football del Dc&Marv High School. Hijo del gran reportero Clark Kent a pesar de que este jamás le tome en cuenta. Nunca lo hizo y es que al parecer nada de lo que el hiciera era suficiente. Su padre le odiaba, y a su madre nunca la conoció, por eso fue que al cumplir los quince años se emancipó y se fue a vivir solo lo más lejos posible de Metrópolis o Smallville. Trabajando a medio tiempo como ayudante de construcción en una de las sucursales de una gran empresa, el dinero no era mucho pero si el suficiente como para pagar la renta de un departamento decente, poder comer y darse un gusto una que otra vez, el instituto no era un problema ya que tenía una beca de deportes. Se podría decir que era un súper chico o algo por el estilo. Homosexual a pesar de haberse adentrado en varias relaciones heterosexuales.

Estado actual: enamorándose.

Notas finales:

Por favor dejen un review

Megu ;3


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