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Una vida en Shin Makoku por Ssun

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Notas del fanfic:

 

No es precisamente algo pornoso, pero hice lo mejor que pude, ¡Realmente lo siento! Pero siento que este es el mejor regalo que puedo darte, por ahora, quizás luego me aviente un lemon XD

Para ti, Ana (Alías, Vicky/u), mi mejor amiga :)

 

Notas del capitulo:

Solo espera, y será como si te vieses en television, lo prometo :3

El Cumpleaños de…

 

Prólogo

 

Wolfram soltó un suspiro por quinta vez en menos de una hora, se recordó a sí mismo que debía tener paciencia y, pese a ello, una venita comenzaba a hacerse notar en su frente. A su alrededor, Yuuri reía nervioso, Gunter soltaba un largo discurso sobre el porqué negar la petición y Gwendal continuaba observando la parte trasera del documento que, pocos minutos atrás, leyó Yuuri en voz alta.

—Ya—exclamó de pronto Wolfram, haciendo que el consejero le mirara mal por interrumpir su “inspirador” dialogo— Que alguien me recuerde cómo llegamos a esto—pidió mientras llevaba una mano a la frente, masajeó esta en un intento de mantener la cabeza

—Bueno, pues como sabrás siempre recibimos cartas o peticiones del pueblo, incluso Sara ha mandado una que…

—Omite a ESE, enclenque—le advirtió el rubio a su novio

Yuuri soltó una risita debido al nerviosismo

— Sí bueno, como decía—continuó un poco más calmado— Las peticiones llegan siempre, pero realmente necesitaba sus opinión con esto por que Diana realmente quiere que…

El rey de Shin Makoku no terminó de hablar debido a que la puerta de la oficina fue abierta de pronto. Un acalorado Conrat se asomaba por esta, la ropa a medio arreglar se encontraba arrugada, mientras que el cabello desordenado le dio una idea a Wolfram sobre dónde demonios estuvo.

— ¿Dónde estabas?—preguntó serio Gunter— Su majestad solito tu presencia hace más de una hora, Conrat—le regañó

Tanto Gwendal como Wolfram prefirieron no abrir la boca, aunque el general ocultó una sonrisa en su rostro. ¿En serio estaba preguntando eso? El castaño pareció sorprenderse también por la pregunta, ¿debería contestar con la verdad o…?

Yuuri, mientras tanto, se acercó tímidamente a Wolfram y apuntó discretamente al castaño mientras este hablaba con Gunter en voz baja.

—Wolf, ¿qué mosca le picó?—preguntó

El rubio lo miró extrañado, a lo que Yuuri continuó

—Tiene un horrible piquete en el cuello, ¿lo ves?

Wolfram siguió el dedo con el que Yuuri apuntaba y se dio una palmada en la cabeza de manera mental, “Creo que solo esta tomándome el pelo” se dijo

—Eso es lo mismo que te dejé yo la otra vez, idiota—respondió, confiado en que Yuuri no podía ser  tan inocente…

 

Silencio…

 

— ¡¿QUÉ?!

 Bueno, tal vez si lo era. El alboroto que causó el rey ese día fue épico. Peor fue cuando se enteró de que no solo Conrat tenía sus “piquetes”… Gunter había sido demasiado gráfico cuando comentó que Gwendal tenía también esos “especiales” detalles para con él. Y el asunto fue aun peor cuando ambos hermanos descubrieron que su hermanito menor había casi violado a su majestad, Conrat hizo un show con ello, y de la clase sobre sexualidad no se salvó ninguno.  Eso sí, ambos parecieron calmarse cuando escucharon quién iba arriba, aunque tanto Gwendal como Wolfram se burlaron de Conrat… Y es que es que les interesaba realmente, pero era gracioso ver la cara de su hermano cuando soltaban indirectas que, incluso los otros dos (quienes trataban de ignorarlos tanto como podían) entendía demasiado bien.

Al final, Yuuri, cansado, solo tomó la carta que había estado leyendo y firmó, dando luz verde a la petición de su amiga, no podía ser tan malo… ¿Verdad?

 

Capítulo 1

 

 

La princesa del castillo corría pasillo por pasillo en busca de su querida amiga. La castaña, de ahora 15 años, avanzaba con una sonrisa en el rostro. Finalmente en los jardines, justo en donde reposaban las “Inocencia de Yuuri” y uno que otro “Hermoso Wolfram” le encontró. Una chica no mayor que ella le esperaba ahí. Una piel tan morena como la de la princesa, y ojos más oscuros que los de esta formaban parte de aquella chica. Greta le sonrió a la peli-rojizo antes de tomarla del brazo y salir disparada a otro sitio con ella. Llegaron al comedor, donde ambos padres de la castaña le esperaban tranquilos, o al menos, solo el rubio lo estaba, pues el moreno rey parecía preocupado, cosa que la menor notó al instante, pero prefirió dejarlo pasar…

—Has llegado tarde, Greta—medio regañó Wolfram

—Lo lamento, padre, me he atrasado buscándola—se disculpó ella— Me comentó que no sabía andar por el castillo, y temía que terminara en otro lado—explicó y el rubio le regaló una mini sonrisa, satisfecho por los modales de su hija

—Entiendo, tomen asiento—aconsejó, ambas chicas así lo hicieron, la comida estaba siendo servida, y ambas chicas notaron el nerviosismo del su majestad

— ¿Estás bien, Yuuri?—preguntó la recién llegada, y el rubio le miró con recelo, a lo que ella solo sonrió— No tengo intención de robártelo, Wolfram

El moreno se sonrojó hasta las orejas

— ¿Quién se va a robar a quien? —Soltó Yuuri indignado— Yo no soy de su propiedad, Diana —aseguró y los otros tres rieron, Greta trató de ser disimulada sin éxito

—Bueno, te daré la razón si es lo que quieres—respondió ella

—Aunque no es tan verdad como él dice—agregó Wolfram tranquilamente, Yuuri les miró de mala gana, ¿no parecía que se cayeran mal hace nada?

—No los entiendo—murmuró ofendido, mientras se hundía en su sitio, nuevamente pareció ponerse intranquilo

—Yuuri, no respondiste la pregunta que te hice—le recordó la chica, Greta miraba a su moreno padre con interés

—No es nada, realmente—contestó el rey, mientras le regalaba una sonrisa— Estoy bien

La peli-rojizo soltó un suspiro para luego mirar a Wolfram, quien se encontraba serio. Greta se mantenía atenta a todo lo que pudiesen decir.

—Te creeré esta vez—respondió Diana finalmente

La comida continuó tranquilamente, cuando terminaron uno a uno se levantaron, la improvisada cena “familiar” había sido planeada por Greta, quien realmente deseaba ver la relación que mantenían sus padres con Diana, quien se había convertido en una buena amiga desde su primera visita a Shin Makoku. Y la verdad era que la historia detrás de ello era interesante… Bastante interesante.

 

Yuuri había conocido a Diana en la tierra, de vez en cuando se preguntaba qué tan bueno había sido entrar a ese chat en el cyber…

 

Resultaba ser que esa chica era una autora de fanfics yaoi (Yuuri jamás querrá admitir que buscaba como “devolvérsela” a su seme justo cuando le conoció) Su amistad comenzó con un comentario común y corriente de Yuuri, quien había leído uno de los fanfics de la chica por casualidad, creció más cuando ella le apoyó en sus primeros fanfics (Y que, por cierto, Diana tiene prohibido contar que existen, las palabras de Yuuri fueron algo como “¿Qué pensaría Shin Makoku de un rey que escribe fanfics?… Y peor aun, algo como el yaoi”... Yuuri conoció a la enojada Diana luego de eso, pero esa es otra historia…)

Las cosas dieron un giro cuando Diana comentó que iría a un curso en Japón, Shouri, quien conocía a la cyber-amiga de su hermano rezó porque fuesen algo más (Diana jamás dejaría de burlarse de él por ello, a decir verdad) pero eso nunca pasó. Y por cosas del destino, Diana descubrió que Yuuri era el rey de los demonios en Shin Makoku, pero fue Yuuri quien pegó un grito  al enterarse que ella era Mazoku, y que, probablemente (o más bien, realmente)  tenía la edad de Wolfram.

Y ¿Cómo conoció a Wolfram? Bueno, pues cierto rubio se había escapado de Shin Makoku para saber qué es lo que Yuuri ocultaba siempre en pequeños papeles que llevaba siempre consigo. Le deseo casi la muerte cuando le vio en el parque con Diana la primera vez, y hasta planeó hacerle algo a ella cuando supo que Yuuri no era correspondido porque ella amaba a un tal Kaito.

 

En resumen, las cosas pasaron más o menos así…

 

“Wolfram se encontraba oculto entre los arbustos escuchando atentamente la conversación de su prometido, ¡No le dejaría ponerle los cuernos por muy en la tierra que esté! La feliz “pareja” caminaba por el parque tranquilamente, cuando una pregunta de interés llegó a sus oídos…

—Y, ¿te gusta alguien?—preguntó Yuuri cuando los temas de conversación se le acabaron, Diana soltó una risa mientras que Wolfram se ponía histérico

“¡Se le confesará justo ahora! ¡Bastardo!”

—En realidad sí, Yuuri—confesó ella sonriendo— Pero Kaito prefiere a su helado… o a Len, en su defecto—y volvió a reír, Wolfram no entendía porque Yuuri también reía con ella, ¿le daba gusto que ella no fuera correspondida?

“Enclenque”

—Lo decía en serio, niña—regañó aun riendo el moreno

—Quizás sí, quizás no…—Respondió ella mientras avanzaban— No hay nadie que llame mi atención, realmente, me parecen todos tan pequeños

—Eres bastante vieja, entonces

—Me lo dices tú, quien sale con alguien mucho menor—contestó Diana

—Hey, eso no es cierto

—Él es mayor que yo, Diana—aseguró, ella volvió a reír

—Sabes a lo que me refiero, eres mayor que él por años… Bueno, tu alma…

—Ella no lo quería tanto como yo ahora —Comentó Yuuri con seguridad

 Ambos continuaban avanzando durante el atardecer, el moreno llevó ambos brazos tras la cabeza

—Sería algo incómodo saber que ella lo quiso de ese modo, o algo así…

—Supongo que así es, lamento incomodarte—susurró la chica algo avergonzada, Yuuri soltó una carcajada

—Eres mayor que yo, y pareces aun una niña—y volvió a reír

—Soy una niña—exclamó— Tengo 16, eso dice mi acta—le recordó

—El acta es solo un papel, ¿recuerdas quién dijo algo así?

—Cállate, tonto

 Wolfram los miró alejarse, bueno, aparentemente no había peligro alguno. Regresó a Shin Makoku al rato, y, hasta ahora, Yuuri ignora esa visita.”

 

 

Dos meses después Yuuri llevó consigo a Diana a Shin Makoku, todos pensaron que ella sería la nueva reina (e incluso ni bien se confirmaban las cosas cuando Wolfram comenzó a recibir cartas de admiradores, sobra decir que todas fueron quemadas por el mismísimo rey) Y fue durante esa primera visita que la princesa y ella se volvieron muy amigas, e incluso, Wolfram aceptó que le agradaba esa chica.

 

“Yuuri se había quedado dormido sobre el escritorio de la oficina, donde solo Wolfram y Diana le hacían compañía, ninguno de los dos le tomó mucha importancia al moreno, quien comenzó a roncar suavemente.

—No pareces demasiado preocupado por él—comentó Diana leyendo un manga yaoi ocultó bajo un libro Mazoku, Wolfram no dijo nada sobre eso, y Yuuri (antes de quedarse dormido, claro está) tuvo que ir por toallas para limpiar su nariz llena de sangre.

— ¿Debería estarlo? Ha sido su culpa por no terminar esto a tiempo—respondió Wolfram leyendo recargado en una de las esquinas de la habitación, Jennifer le había regalado una novela llamada “Inocencia” de Aurora Seldon, Diana no quiso quemarlo ante Yuuri y fingió no conocer dicho título

“Y me querrá llamar a mí enferma, —suspiró mentalmente— Ni él puede negar que es una gran novela…” fue lo primero que pensó al ver la portada

—Tienes razón, Yuuri suele ser muy descuidado con sus trabajos —comentó sin mostrar verdadero interés “Y es aun más descuidado con sus fanfics… Por Shinou, quiero saber que pasará luego en ese fanfic donde Wolfram y él…”

—Diana, estás sangrando—le avisó el rubio pasándole la caja de toallas que Yuuri había conseguido de Gunter horas atrás

—Gracias—se limpió la nariz mientras miraba de reojo el hilillo rojo de sangre en el mayor “Sí, y luego dirá que soy yo la enferma” se repitió mentalmente”

 

 

Nuevamente la escena se repetía, Wolfram, Diana y Yuuri se encontraban en la oficina de este último, el rey continuaba firmando papeles mientras los otros dos leían tranquilamente en silencio, hasta que…

—Wolfram—le llamó Diana cerrando el manga que tenía en manos, Wolfram le miró un momento, alcanzando a leer el título de su lectura “El novio absoluto”, “Interesante lectura, viniendo de ella” pensó— Necesito que me prestes un libro

—Hm—fue la única respuesta que recibió, lo que ella debía (y sabía) interpretar como un “Dime cuál es y lo busco”

La chica se mantuvo seria, el sonido de las manecillas del reloj que llevaba en la muñeca era lo único que se escuchaba, finalmente ella habló:

—Inocencia, de Aurora Seldon

 

Lo que ninguno de los dos se esperaba fue que Yuuri tuviese un derrame nasal tan pronto como la chica terminó de decir aquello. El rubio le miró con curiosidad, y Diana solo esperaba sus excusas “Habrá que ver si mejora para mentir” pensó, sin embargo Yuuri no habló, se limitó a levantarse de su asiento, abrió el primer cajón del escritorio y le tendió el libro a Diana antes de huir de la habitación. Todo quedó en silencio.

 

Nuevamente el sonido del reloj era lo único que mataba el silencio, hasta que Diana volvió a hablar.

—Bien, si después de leer eso no puede escribir lemon es que realmente es un extraterrestre—exclamó ella abriendo el libro tranquilamente

 

Lo que sigue siendo un misterio es saber cómo Wolfram entendió qué era lemon, y a qué se refería Diana con ello…

 

 

 

 


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