Amnesia
Capítulo 10
Encuentro de dos enemigos/rivales
Por
Konan-chan e Iyari
Cap anterior:
-cómo diablos puedes usar el Susano`o sin activar el sharingan- había gritado Kakashi al ver aun los ojos brunos del azabache menor. Cada vez más se sentía desesperado.
-soy más fuerte que la versión de la cual recuerdan, he estado aquí por más de seis meses y he mejorado bastante- sonrió con prepotencia-¿imposible había sido el viajar en el tiempo? ¿No?- ahora mírenme, estoy aquí. Con dieciséis años y pateándole el trasero a mis compañero. Es simplemente fascinante…-
-es igual de fascinante, que me dijeras como escapaste de la cárcel, Sasuke-sonrió un rubio llegando al lugar.
- así que llegaste dobe-
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-¿Naruto que haces aquí?- pregunto exaltada Ino al ver como el rubio había aterrizado frente a todos ellos.
-simplemente, vine a ver como el Uchiha había escapado de la cárcel- respondió de manera seria.
-debes irte de aquí Naruto, nosotros nos haremos cargo de todo esto- hablo Kiba con Akamaru a un lado.
-¿y perderme de toda la diversión? Hum. No lo creo- se cruzó de brazos.- y si fueran lo suficientemente buenos para no necesitarme, ya todo estaría resuelto ¿no?- sonrió con prepotencia ante las muecas de sus compañeros.
-tiempo sin verte… Naruto. He estado impaciente por ver cuánto has cambiado- sonrió anchamente al escuchar aquella voz, mas no dio importancia a lo que había dicho. Solo dio media vuelta y lo que nunca espero volver a ver antes sus ojos, estaba ahí, un Sasuke, un bastardo parada frente suyo vestido de “niño” que aunque no lo demostró lo había lastimado hasta el fondo de su corazón.
-si estas tratando de que te tenga compasión con una transformación de ti mismo en un niño. Estas muy equivocado. Sasuke -aunque le dolía, aunque sentía tantas ganas de meterle un rasengan en el estómago de ese pequeño azabache se contuvo con todas sus fuerzas, esa imagen solo hacía que su odio acrecentara de sobremanera.
-hum. Enserio que los rumores que he escuchado son verdad. No eres más que un muerto en vida, dobe- cada palabra que salía de la boca de Sasuke, hacía que Naruto por cada segundo que pasaba escuchándolas imaginaba las facciones de dolor de Sasuke una vez que esto acabara. Sonrió. Ante la sorpresa de todos y hasta del menor que solo se dedicó a mirar esos ojos azules ya sin vida.
-¿quién eres tú?- borro la sonrisa que había puesto segundos antes para transfórmala en una línea recta.
-soy Sasuke ¿acaso no me reconoces? Dobe. Soy el mismo que perseguiste por tanto años, el mismo que intento destruir la aldea y el mismo que…-se había callado al ver los rostros de miedo puro de los mayores-es un secreto-disfrutaba ver la desesperación de sus compañeros.
-así que, tú no eres Sasuke. Va a ser un desperdicio de chacra el acabarte aquí en un instante-suspiro con resignación.
-eso no sonó como tu dobe, aunque es un reto que no voy a dejarlo pasar. Va a ser un calentamiento-devolvió mordazmente lo que el rubio había dicho-
-¿un calentamiento impostor?- levanto una de sus cejas algo furioso, por la altanería de ese mocoso.
-¿impostor?- sonó algo ofendido
-sí, impostor. Es imposible que seas Sasuke o es que acaso vienes del pasado-bromeo con sarcasmo.
- exacto… dobe- sonrió de medio lado al ver la mueca de enfado del rubio.
-¿tratas de jugar conmigo, mocoso?-ya estaba harto de todo lo que sucedía a su alrededor y más ya que podía sentir de cierta manera el nerviosismo de sus excompañeros.
-solo recuerda. Esa misión en donde quedamos pegados por culpa de tu insolencia y estupidez ¿Recuerdas esa cascada? Recuerda que ahí había sido… tú ya lo sabes- abrió los ojos con sorpresa, nadie sabía aquello, nadie exceptuando ellos dos. Recordó que había jurado no decirlo a nadie. ¿No podía ser o sí?
-¿co…mo sabes eso?- sonrió con prepotencia y melancolía al escuchar la voz de Naruto que parecía querer romperse por la sorpresa.
-es una simple prueba para que lo que te digo no es falso, estúpido dobe-
-deja de llamarme dobe, maldito-
-solo para probarlo ante ti activare nuevamente esto- y así había activado las llamas negras del amateraso a los cual el rubio no podía creerlo, solo podía apreciar la majestuosidad de las llamas negras como el carbón de los ojos del joven-no se acerquen- se había dado cuenta que los mayores estaban dispuestos el ir donde el rubio, más el azabache solamente había encendido un circulo de llamas con solo ellos dos dentro.
-veo que no quieres que nadie interrumpa nuestro encuentro, ver dad “Sasuke”-
-veo que aún no me crees Naruto, pero hare que lo hagas- lleno de rayos a su kusanagi y ataco de lleno a Naruto.
- hazlo, Sasuke, si es que puedes- reto el rubio al joven azabache que solo sonrió.
Tanto Sasuke como Naruto se habían envuelto en una batalla incesante pero muy limitada. No podían salir de ese círculo de llamas negras pero tampoco nadie podía entrar a ella.
-veo que aun sientes algo por la aldea Sasuke- hablo repentinamente al esquivar el katon del joven.
-veo que ahora reconoces que soy Sasuke. Sonrió de medio lado.
-tal vez lo haga o tal vez no lo haga, pero con el simple hecho de tener la misma apariencia del bastardo que está en la cárcel de Konoha es motivo suficiente para matarte-
-eso fue muy cruel Naruto, aunque puedo decir que después que te derrote algo muy interesante pasara en la aldea-
-¿La vas a destruir?-
-no. No la voy a destruir, el que destruirá esta aldea serás tú mismo… Naruto-
-jajaja- rio con ganas- eso crees Sasuke? yo que razón tendría para destruir esta aldea- abrió los brazos como si ventanas pareciesen.
- deberías tener muchas…Naruto. Esto ya me canso. Que dices si acabamos esto de una buena vez por todas-
-tienes razón Sasuke. Acabemos con esto de una buena vez. Quiero irme a dormir- bostezo.
Habían estado luchando por bastante rato, no era posible que aquel joven azabache igualara su velocidad, su fuerza. Era exactamente igual a ese azabache en aquel entonces. En aquel tiempo en donde había preferido dejarlo todo por el azabache, dejar ir su orgullo de ninja al arrodillarse y llorar frente al raikage pidiendo que lo perdone. Perdonar que hubiera intentado matar a su sensei y a Sakura. Tratar de hacerlo entrar en razón cuando ataco la aldea. Pero todo aquello se había ido a la basura, ya nada le había importado, cuando se había enterado que Sasuke había matado a Tsunade y Shizuke y el haber dejado a Sakura en un genjutsu.
Cada uno había realizado la técnica definitiva de cada uno. Naruto realizo con una sola mano la técnica que había heredado de su maestro: el rasengan. Mientras que Sasuke había guardado kusanagi en la funda que se encontraba en su espalda para realizar el chidori.
-veo que nunca cambiara-hablo Naruto con melancolía.
-¿a qué te refieres?-
- en que al final de todas las batallas que hemos tenido siempre han acabado con nuestras más poderosas técnicas-
-eso trae recuerdos, Naruto. Pero cuando esto esté por acabar desearas que esta historia no tenga un final así-
- ¿a qué te refieres, Sasuke?-
-te darás cuenta cuando despiertes-había corrido hacia el rubio directamente con su técnica al igual que Naruto. Negro con azul chocaron una vez más y una explosión se hizo presente en el lugar.
Estaban sorprendidos, viendo aquella batalla incesante desde el techo de una casa, muy alejada del lugar.
-esto es sorprendente, nunca imagine que existiera alguien a la par del hokage- hablo Akemi muy alegre y emocionada.
-simplemente excelente, nada es mejor que ver una batalla desde un buen asiento-proclamo Yukio con una sonrisa.
-¿Qué son todas aquellas personas?- o pregunto Miku al ver que la calle estaba concurrida de gente-
-no te preocupes, los aldeanos están siendo evacuados- informo Misa-
-¿no deberíamos estar ayudando? ¿En lugar de mirar una pelea?-
-no te preocupes Miku, todo estará bien ¿Confías en mi verdad?- hablo Chiharu sonriendo.
-si todo estará bien- repitió los mismo que había dio Chiharu atontada por aquel joven que robaba su sueño.
- Chiharu es muy despistado y Miku no sabe disimular- sonrió Misa con una gotita en su sien.
Al escuchar una explosión proveniente del lugar de la pelea, llevaron nuevamente su vista a la azotea y no podía creer lo que miraban es hokage estaba inconsciente en uno de los hombros del joven azabache-
¿Qué tan poderoso había sido aquel joven, no tan mayor que ellos para derrotar al hokage? No lo creían, su sorpresa fue mayor cuando vieron como una sonrisa fugaz había aparecido en el rostro del joven.
Estaban sorprendidos, nada de lo que había visto en su vida se comparaba con aquella incesante pelea dentro de aquel círculo de llamas negras. Cada uno cuidado no acercarse a esas paredes infernales, que podían matarlos, aunque su territorio de batalla era muy pequeño, había sido excelente para acabar con todo de una buena vez. Los adultos que solo observavan habían notado aquella reacción algo melancólica del joven azabache que peleaba con su hokage. Entendían aquella reacción, como les había dicho anteriormente; venia de unos meses después de que fulminara la guerra y sabían que tal vez, sus vidas, la vida de toda la aldea tenía cuenta regresiva, desde aquel momento en el que el azabache tenía a su Naruto en uno de sus hombros inconsciente.
Tomando las órdenes del pequeño joven salieron de ahí, a aquel lugar para acabar su misión, por la cual se habían estado preparando por mucho tiempo. Cada uno no podía esconder la preocupación de dejar a ese pequeño joven azabache de mirada taciturna, solo, entre aquellas personas, sabían que era realmente fuerte pero aunque así fuese, no les había gustado nada irse de aquel lugar sin él. Se habían dado cuenta de la llegada de los insectos de aquel peli café, Suigetsu, ya blandiendo su espada listo para matarlos a cada uno, había visto como el rayo de aquel azabache había calcinado a cada uno de los insectos, con la última vista hacia atrás, hacia aquel joven con la armadura de esqueleto rodeando su cuerpo, sonrió mostrando sus dientes afilados y regreso su vista adelante.
Por otra parte, aquella mujer de cabellera rojiza como el fuego, miraba sin parpadear hacia adelante, conteniendo las ganas de mirar hacia atrás, esos chacras que había conocido tan bien, durante la guerra era amenazadores y con ansias asesinas, no pudo evitar tener un pequeño respingo, con lo cual abrió los ojos con sorpresa al percibir un chacra demasiado conocido por ella pero demasiado diferente a lo que recordaba, este era sanguinario y frio, era exactamente igual al de Sasuke, cuando había peleado con Danzou, hace 18 años. No le gustaba recordar aquellas escenas de su pasado, pero que poda hacer, ese chacra que se acercaba a donde estaba en azabache menor era idéntico; dudó un poco. Pero mando su vista hacia el lugar que estaba el chacra tan amenazador, lo vio y así era, era aquel rubio. Se había sorprendido en demasía pero aun así tenia que llegar a aquel lugar para completar la misión.
-tenemos que apresurarnos, el hokage está por llegar a donde…-
-ya lo entiendo- interrumpió Suigetsu a un con la mirada hacia el frente- pero Karin, tienes que concentrarte más en…-
-ya lo sé, ese es mi trabajo, no lo he olvidado- interrumpió esta vez la pelirroja al peliblanco de mirada lila. Mientras el peli naranja de mirada calmada no decía nada, solo sentía aquel chacra tan abrumador y melancólico-
-aumenten la velocidad. Tenemos que hacerlo antes de que Sasuke derrote al hokage-
- ¿crees que fue buena idea dejarlo solo, Suigetsu?-
- lo es, él es un Uchiha. Los Uchihas siempre cumplen lo que prometen ¿no? Y además es bastante poderoso-
-pero aun así, Naruto es…-
- no te preocupes Karin, estará bien y ya sabes el hokage tiene ahora una gran desventaja-
-pero aun así…-
-ya mujer, no te preocupes. Estará bien, nunca ha fallado a su palabra ¿verdad? Así que no desconfíes tanto de el-
- está bien. Estamos cerca. Así que Juggo, Suigetsu, tengan cuidado, hay varios guardias rango S alrededor de aquella cárcel-
-¡vamos!- grito emocionado Suigetsu-
Ya solo faltaba algunos minutos, para que la alarma sonara y todos los reos que estaban fuera, entraran a sus celdas ya para que fueran a dormir. Todos se divertían, aprovechaban cada segundo que les daba aquel reclusorio, para interactuar con los demás. Entre risas y gritos de apoyo para quienes probaban su fuerza, llenaban esa lúgubre cárcel. Todo era tranquilo hasta un cierto sentido, les había extrañado ver aquel inquietante disturbio entre los guardias, aunque muchos no lo habían tomado ni en cuenta.
-algo interesante debe estar sucediendo fuera de estas paredes ¿no lo crees, Sasuke?- hablo un hombre de por lo menos 30años, de mirada y cabellos cafés, al ver como todos los guardias corrían e un lado al otro-
-tal vez…Hao- fue la escueta respuesta del azabache mayor, sin tomarle importancia a lo que hacían los guardias.
-¿qué sucedes, Sasuke, no puedes sacarte de la cabeza a ese rubio?-pregunto con algo de burla Kanon, al notar que Sasuke se encontraba más distraído de lo normal.
-nee, dejen de molestar a Sasuke-san- defendió Hito al azabache- y Sasuke-san. No se preocupe algún día saldremos de aquí, y arreglaremos esto-
-y pensar que cuando te conocí, no parecías tan humano Hito- hablo con algo de risas aquel pelirrojo de nombre Kanon, al ver al peliblanco de mirada lila, decir aquello-
- ¿por qué lo dices?- pregunto sin más, sin entender a lo que se refería su amigo pelirrojo-
- lo digo porque cuando te hallamos ¿no habías matado a más de 15 niños y a más de 25 jounins, rango S?-
-ahhh ¿aquello? Solo fue una misión. Ustedes dos saben mejor que yo que la orden de un superior para un ninja, es absoluta. Aunque puedo decir que fue divertido-
- no tengo idea de donde sacas aquella faceta de niño bueno, aunque ya tienes 30 años- suspiro Hao al darse cuenta de la actitud de él más joven de ellos- y Sasuke-llamo la atención del mencionado- veo que el ahora hokage ya no es como antes-
- tienes razón Hao, en verdad me sorprendí al escuchar todo lo que había dicho el rubio ese ayer. Sasuke la aldea…-
-ya lo sé Hao, esto es muy extraño, tenemos que averiguar lo que sucede y tenemos que hacerlo pronto-
- todo cuando salgamos de esta cárcel, porque si no salimos de aquí, no podremos hacer nada-
-en eso tienes razón, Hito, pero solo debemos pensarlo bien, porque aunque tengamos la oportunidad de escapar nos encontraran de inmediato por culpa de estos sellos- levanto su camisa para mostrar la marca de sello de fuego-
-todo lo que dices es verdad, así que debemos encontrar una forma de desvanecer estos sellos-
-es imposible-hablo Sasuke-
-pero Sasuke-san si so…-
-es imposible- repitió Sasuke al escuchar nuevamente la voz de Hito- solo un experto en sellos es capaz de quitarnos esto, así que no podemos hacer nada-
-no seas tan pesimista, hombre- sonrió con ánimo posando su mano en el hombro del azabache-
-creo que no deberías hacer eso, Kanon-san- sonrió con algo de temor al notar la mirada casi asesina del azabache-
- ¿qué tiene? Somos amigos ¿no?-
-¿amigos?- pregunto sorprendido Sasuke ante las palaras de Kanon, nunca se había imaginado que ellos lo imaginaran como un amigo ya que había sido su culpa que fueran encerrados-
-sí, somos amigos, compañeros… como queras llamarlo-sonrió mas palmeando el hombro de Sasuke-
-sí, somos amigos-sonrió Hito-
-Hum-bufo el azabache-claro-sonrió de medio lado-
-y hablando de amigos, se acuerdan de aquel pez, de aquel bipolar, y de aquella loca-
-hablas de ¿Suigetsu-san, Karin-san y Juggo-san?-
-como sea, es muy extraño que no hayan intentado sacarnos de aquí- informo el peli café-
-tal vez fue por…- había sido interrumpido por un hombre que había venido directamente hacia ellos.
-hey, Uchiha, ya no te ves tan gallito, después de la visita de lord hokage- se había burlado de Sasuke y se habían acercado otros cinco hombres más que aparentaban más de sus 40 años. Mas el azabache no había respondido-¿crees, que eres mejor que nosotros no es verdad?-
-¿y no es así?, bastardos- hablo Kanon con una sonrisa.
- no digas eso, Kanon-san. Vamos a tener problemas-
-es mejor que morirnos de aburrimiento- había dado un paso adelanto como aceptando el reto mientras que Sasuke solo los miraba con mirada fría y desinteresada-
-¿tu…tú también, Hao?-
-Oye…oye… ¿dónde quedo el “san” Hito?-
-solo lo digo a personas que respeto, así que…-
-mejor cállate maldito Hito-
-pero no te enojes-
-¿parecen niños, no lo crees, jefe?- susurro un de los reos que venían con aquel hombre al ver la actitud que había tomado los hombres que tenían frente suyo.
-son molestos- hablo por fin el azabache, levantándose de la silla en la cual estaba sentado; camino de frente ignorando al hombre. El hombre al ver aquella actitud había enfurecido y había tomado el hombro del azabache para así detenerlo, mas este había recibido esa mirada de ultratumba y lo había soltado enseguida, para que este siguiera su camino-
-eso es Sasuke-san- había ido detrás del azabache mayor aquel peli blanco que no apareaba su edad-
- ¿qué dices Kanon?-
- yo te sigo Hao- sin más los mayores habían hecho lo mismo que el azabache y se habían ido dejando a los hombres ahí solos sin decir nada-
- ¿en qué estás pensando Sasuke? no es muy normal que ignores a bastardos como ellos- apunto con su pulgar a los hombres que se habían quedado atrás-
-solo estoy pensando, quien sería tan talentoso para quitar el sello, aparte de Naruto-
- ¿Karin-san, no es una Uzumaki y por lo tanto experta en sellos?- hablo como si nada Hito-
-eso es verdad pero después de tanto tiempo sin intentar algo, no van a llegar, así como así, como caídos del cielo s…- habían sido interrumpido por una gran explosión que se había situado en sus cabezas, dieron un saltado hacia atrás para que ninguna de la piedras los golpeara y un telón de humo se había levantado. Nadie podía ver nada, pero habían visto algo que no eran rocas caer al suelo.
- ¡te dije que no te apresuras, estúpido pez!- habían escuchado un grito que venía desde dentro de ese telón de humo, pero lo que más les había sorprendido fue la voz de una mujer-
-¡debías haberme avisado antes, perra!- grito otro masajeado un lugar en su cabeza el cual había recibido un puño de aquella mujer-
-tenemos que terminar la misión, así que cálmense tortolitos- hablo serio Juggo al ver a sus dos compañeros comportarse como niños-
-¡¿tor..tor..Tortolitos?!- grito frenética al escuchar las palabras que salieron de la boca del peli naranja-
-jajaja, quien quisiera estar con esta loca, Juggo-solo rio al ver la actitud de la mujer, mas no le había molestado en, lo absoluto lo que había dicho su amigo de cabellera naranja-
- creo que eres un mago, tus palabras se hicieron realidad Kanon-san-
-nuca cambiaran-sonrió Karin al reconocer aquella voces y aquellas figuras-
-¡se tardado mucho!- grito llamando la atención de las figuras que estaban a espaldas de ellos-
Sorprendidos estaban al escuchar aquella voz tan conocida para ellos y más al dar media vuelta y ver cuatro figuras muy conocidas. Lagrimas querían salir de sus ojos, pero, no podía ponerse sentimental en aquel momento, tenía que actuar rápido. Por su parte Suigetsu solamente había blandido su espada para disipar el humo que aún estaba en el lugar y fue cuando vio a aquellos compañeros y algo de melancolía había ido hacia el-
-tiempo sin verlos, chicos- sonrió de medio lado al ver como Karin, Juggo y Suigetsu habían quedado frente a ellos.
- veo que no has cambiando mucho, hermosa- había besado la mano de Karin aquel peli café-
-que te ocurre Hao, déjate de tonterías y vámonos de aquí- había quitado su mano enojada. Lo cual sorprendió a los tres reos-
-Karin, antes que llegue, debes quitarle los sellos-informo Suigetsu blandeando su espada al frente al ver como los guardias se aglomeraban alrededor de ellos, mientras que JUGGO solo liberaba su marca de maldición-
-lo sé, estúpido pez, solo dame tiempo-
-¿antes que llegue, quien?- pregunto algo confundido aquel peli blanco.
-cuando lo vean se sorprenderán pero hasta que “el” llegue tengo que quitarles los sellos- saco un pergamino de uno de sus bolsillos, el cual lo abrió en el piso. Karin solo mordió su dedo, con tanta fuerza que esta había empezado a sangrar para enseguida resbalarla en el papel del pergamino, logrando hacer una línea de sangre en esta, sobre los escritos de tinta negra. Después de aquello simplemente realizo algunos sellos con sus manos, al terminar la secuencia solo poso sus manos en el pergamino, para que enseguida las letras rodearan a los hombres.
El sello había tomado o absorbido aquel sello de supresión de chacra, al momento que había absorbido los sellos de los cuatro hombres las letras habían regresado al pergamino. Karin solo suspiro.
-¡¿funciono?!- pregunto Suigetsu mientras intentaba que ningún guardia se acercara a los mayores-
-sí, funciono-dijo con alivio guardado nuevamente el pergamino en el mismo bolsillo del cual lo había sacado.
-esto es sorprendente, Karin-san- se había acercado a la mujer alagándola.
-no hay de que, es mi trabajo después de todo-
-porque tienes esa cara preocupada, loca- hablo Kanon al ver a la mujer con aquel semblante.
-que no me llames loca, idiota-
-solo quiero saber porque esa cara-
- solo había un 25% de que funcionara-
-y el 75% que resta que era-
-morían- susurro.
-¡¿qué?! Lo bueno fue que no fuimos ese 75%- suspiro Kanon con alivio-
- Lo que sea. No podrán utilizar su chacra después de 48 horas, así que tenemos que irnos rápido-
-chicos, yo no sé, pero creo que necesitamos ayuda-advirtió el peliblanco llamando la atención de los mayores.
Los mayores simplemente vieron como estaban rodeados de varios shionobis, algunos con kunais en manos, con sellos listos para lanzar ataques.
-creo que no podremos salir de aquí- suspiro Hao viendo a las estrellas que se veían por el gran agujero que ahora había-
-solo, si pidiéramos usar nuestros jutsus, saldríamos de aquí- hablo Kanon.
-¿Sasuke-sama?- hablo llamando la atención de todos para el mencionado que no había dicho nada y solo miraba a alguien en aquel tumulto de gente-
-hum- sonrió al notar como aquella persona solo se retiraba del lugar-¡no tan rápido!- había roto el silencio alzando su voz, haciendo que el que se marchaba se detuviera. Los ninjas no sabía a quién le hablaba y todos se veían entre si-tu eres…
-ataquen- alguien había lanzado la orden de ataque hacia los mayores que se encontraban en aquel lugar-
-malditas sea, no podremos escapar de esta-
-fue un gusto estar aquí con ustedes chicos-hablo Kanon mirando como kunais y de más técnicas se acercaban-
-este es el final- pensó Sasuke al ver la técnicas acercarse- no puedo morir sin saber la verdad, no puedo dejar solo a….- ahí se había dado cuenta de aquellos, ¿donde estaba? Y rápidamente miro a Karin.
-Karin, donde está A….- una explosión se había suscitado en aquel lugar por el choque de todas las técnicas.
-tiempo sin verte… –saludo un joven azabache con una sonrisa y con un rubio en brazos protegiendo a todos con su un escudo en forma de clavera-…oto-san-
CONTINUARA….n.n